¿Quieres conocer la voluntad de Dios?
Mira dentro de tu corazón, y observa tus propios deseos.
¿Quieres conocer mis sueños?
Mira en mis ojos, y observa tu propio reflejo.
En el trajín de la gran ciudad: transmilenio, medios de comunicación que nos saturan, preocupaciones personales, la dura realidad que a menuda nos abruma, cabe esta pregunta: ¿hundo la cabeza en la arena como el avestruz para evadir? ¿qué hago?
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