lunes, 2 de mayo de 2011

Lunes 2 de mayo : Comunidad orante del amanecer‏

Buenos días:
 
Desde El Socorro (Santander) Luis Gerardo Nova nos comunica el fallecimiento de la Sra. Gloria Franco de Rangel, la semana pasada; su hija Gloria, por quien oramos mucho en esta comunidad había fallecido hacía dos meses y medio. Nos unimos a la familia Rangel Franco y a Luis Gerardo en su gratitud a Dios por la vida de esta querida persona y en la solidaridad y comunión propia de los cristianos.
 
 
Lecturas de hoy
 
1. Hechos 4: 23-31
2. Salmo 2:1-9
3. Juan 3: 1-8
 
El libro de los Hechos de los Apóstoles es un texto netamente pascual, expresa el ser y quehacer de la Iglesia primitiva, a partir de la experiencia del Señor Resucitado. En todos los pasajes leemos las señales de su presencia inspirando, animando, fortaleciendo, enviando en misión, dando sentido a la vida de la comunidad.
 
Cómo se anima hoy nuestra vida con esta PRESENCIA? Cómo se anima la vida de la Iglesia? Todas las realidades eclesiales tienen sentido y razón de ser si a través de ellas se anuncia la Buena Noticia de Jesús, este es un criterio esencial para validar lo que somos y hacemos en la Iglesia. Aquí nuevamente surge el tema de lo auténtico y lo inauténtico en la Iglesia: oremos sobre esto, desde esto, pero implicándonos: nosotros somos la Iglesia. Entonces la pregunta que cabe es: yo vivo resucitado inspirado por su presencia? soy un hombre nuevo, una mujer nueva, en el Resucitado? O más bien permanezco en la "vejez espiritual" y con esto daño a la Iglesia?
 
Orientemos con esta pregunta nuestra oración de hoy, y hagamos el contraste con los Hechos de los Apóstoles, que nos acompañarán como primera lectura durante todo el tiempo de Pascua. En este apasionante libro del Nuevo Testamento constatamos toda la vitalidad del Espíritu en los cristianos primitivos:
 
- conciencia plena en la fe de que el mismo Jesús de Nazareth es ahora el Cristo Resucitado
- entusiasmo para comunicarlo a tiempo y a destiempo
- conciencia de ser enviados en misión por El
- capacidad para afrontar tribunales, persecuciones, cárcel, contradicciones ante las autoridades judías y romanas
- nueva manera de ser en Jesús
- rasgos de vida en común (koinonía) y de servicio (diakonía)
- fraternidad
- alegría y esperanza
- talante apostólico total
 
Hechos de los Apóstoles es un texto de entusiasmo, de pasión por el Resucitado, de presencia indiscutible de El animando la vida de la naciente comunidad. Qué dice a nuestra vida hoy?
 
Cuando se tocan los asuntos díficiles y dolorosos de la inautenticidad de la Iglesia , tan conocidos, debemos asumirlos como propios, amando esta iglesia nuestra, santa y pecadora al mismo tiempo, y hacer su valoración desde esta perspectiva de los Hechos. Asumamos con humildad que sí hay pecado, empezando por el nuestro, y dejémonos tocar por el Espíritu hasta lo más hondo de nuestro ser para entrar en la dinámica creciente y constante de la novedad pascual, que El nos pase de todos los signos de muerte, desamor, pecado, injusticia, desorden, esclavitud , a la vitalidad del Evangelio, a la vida recta, limpia, solidaria, al servicio, a la dignidad, a la fraternidad, a la comunión, y que la respuesta de nuestra libertad se inscriba en esa dinámica de Pascua.
 
Y así, trabajemos con pasión y con amor para que la Iglesia sea siempre pascual, como esta de los Hechos. Con nuestro estilo profético purifiquemos a esta Santa Madre  de afectos desordenados, de poder mal ejercido, de pompa, de lenguaje lejano, de vanidad, de riqueza, de boato, de algunos ministros desorientados, de timidez apostólica, de hacer dominar la institución sobre el carisma, y con el Resucitado pasemos a la autoridad evangélica, al servicio sin buscar aplausos ni posiciones, a la humildad, a la encarnación e inculturación en las realidades humanas y sociales, a la austeridad en el uso y manejo de los bienes económicos y materiales, a la profecía, a la creatividad y al coraje apostólicos, todo teniendo como referencia esta apasionante Iglesia que se nos refiere en Hechos de los Apóstoles. Y hagamos todo esto con inmenso amor, no con el estilo de "francotiradores" que bombardean con críticas descarnadas, estilo de sindicato contestatario y amargado.
 
Siempre hay retos para los cristianos, para la Iglesia: cómo ser pascuales en este país de pobreza, violencia, y  exclusión? Cómo ser una Iglesia vigorosa en una nación de 23 millones de pobres, de casi cinco millones de desplazados por la violencia? Cómo vivir el Espíritu del Resucitado cuando compatriotas nuestros esquilman  a los demás en su vida, en su dignidad, en sus bienes? Cómo afrontar la misión a la que El nos envía en estos contextos que disuelven para muchos la ilusión de vivir con esperanza? Cuándo el espíritu facilista de la sociedad de consumo nos sumerge en una manera de ser "light", superficial, vana?
 
Son preguntas de fondo para una nueva evangelización, para tomarnos en serio esto de ser cristianos, seguidores de Jesús, hombres y mujeres de Iglesia, y  todo en la perspectiva fundante del Señor Resucitado. Se trata de ser por El, con El y en El, y, desde ahí, de parecer, de dar una imagen real de Iglesia entusiasmada, apasionada, comprometida, mística, ministerial, en comunión, participante, misionera, enviada. Una Iglesia saturada de Jesús, de su Pascua, de su vitalidad inagotable.
 
En esta mañana de mayo pascual, les propongo orar, teniendo como referente los Hechos de los Apóstoles, sobre nuestra condición de Iglesia, dejémonos retar por el Espíritu, por el mismísimo Señor Resucitado, por la vida y por la historia, y apostemos todo por una eclesialidad evangélica, purificada, enviada en misión, intensamente apostólica, solidaria de toda la humanidad, incluyente, Iglesia que en todo su ser y quehacer narre al Señor Jesús como la razón de su esperanza.
 
Y con este ánimo pascual presentemos en esta mañana a la Sra. Gloria Franco de Rangel para que el Padre la acoja en su bienaventuranza, y bendiga a todos sus seres queridos, y su hija Gloria, fallecida en febrero pasado.
 
Y también en esta ofrenda matutina presentemos, con los pascuales Monseñor Romero y Padre Arrupe, a mi hermana Clarita y a todas las queridas personas que hemos ido integrando en esta lista, por su salud, por su trabajo, por su felicidad, para que el buen Dios las anime, las bendiga, las sane, y haga brillar en ellas el espíritu de Pascua. Por Jesucristo,Nuestro Señor.Amén.
 
Un abrazo, feliz día,
 

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