miércoles, 4 de mayo de 2011

Miércoles 4 de mayo

Buenos días:
Lecturas de hoy
1. Hechos 5: 17-26
2. Salmo 33:2-9
3. Juan 3: 16-21
En el calendario litúrgico propio de Colombia es la fiesta de los santos Felipe y Santiago, Apóstoles; en el de la Compañía de Jesús, es la memoria de San José María Rubio, un misionero jesuíta español de la segunda mitad del siglo XIX, primera mitad del XX, su principal campo de apostolado estuvo en los suburbios pobres de Madrid. Comparto con Ustedes su biografía, para aumentar la lista de personas destacadas en el seguimiento de Jesús.
Les propongo como materia de oración el capítulo 3 del Evangelio de Juan, que la Iglesia nos ha propuesto como lectura en estos tres días. Allí destacamos el encuentro de Nicodemo con Jesús y el diálogo que se suscita sobre el "nuevo nacimiento", con elementos muy propios de la teología de este cuarto evangelio : nacer del Espíritu, Jesús ofrecido a nosotros por Dios para que tengamos vida eterna, el camino de la verdad y de la luz en Jesús.
Fijémonos en Nicodemo: era un judío notable, observante, del grupo de los fariseos, ya conocemos bien la connotación de hacer parte de ellos, y el contexto de sus relaciones con Jesús, la dificultad para que ellos le entendieron. Por esto es admirable que este maestro judío busque a Jesús para dialogar con El sobre asuntos fundamentales de la relación con Dios, más allá de los parámetros rigurosos de la Ley, que para estos maestros y escribas era el único camino posible de salvación.
Nicodemo es un hombre con inquietudes honestas espirituales, y vislumbra en Jesús la nueva manera de vida en Dios, en el Espíritu, se aproxima a Jesús con sinceridad y le reconoce: "Maestro, sabemos que vienes de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede hacer las señales que tú haces, si no está con El" (Juan 3: 2). Y va de noche a visitarlo, dice el texto, seguramente porque si lo hiciera de día sería mal visto por sus correligionarios.
Nos parecemos a Nicodemo? Tenemos preguntas de autenticidad pero también dudas con respecto a nuestro propio modelo religioso y espiritual? Estamos conformes con ser unos cristianos que marcan tarjeta con cumplimientos rituales y legales, y nos quedamos en ese mínimo? O vislumbramos que el seguimiento de Jesús es mucho más que eso y decidimos arriesgar el encuentro que nos abre a las dimensiones reales y muy exigentes de este camino? Soy un miembro "juicioso" de la Iglesia que cumple órdenes o soy un buscador del reino de Dios y su justicia que va mucho más allá de estos límites mínimos para tener la osadía de seguir a Jesús en totalidad?
Nicodemo está en la seguridad de la ley y doctrina judías, es observante, y todos le tienen por hombre justo y fiel, pero en su conciencia algo se mueve y por eso decide ir al encuentro con Jesús. El diálogo con Jesús le resulta mucho más que una simple respuesta, porque le empieza a abrir la mente, el corazón, a la novedad radical del Reino: hay que pasar del estadio de cumplimiento religioso al "nuevo nacimiento", al ser engendrado por el bautismo, en cuanto configuración sacramental con Jesús, "te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios" (Juan 3: 5), le dice Jesús.
Toda la intención que Dios tiene con nosotros es hacernos hombres y mujeres nuevos modelados por Jesús, para esto se impone dejarnos llevar por el Espíritu hacia un modo sustancialmente nuevo de ser y de quehacer, totalmente inspirado por Jesús y su Evangelio. Esto es lo que descubre Nicodemo en esta conversación, porque le "rompe su esquema" de judío observante y lo lanza a esta nueva manera de ser, a dejarse engendrar de nuevo en Dios.
Les insisto: en el ejercicio de oración de hoy tomemos el lugar de Nicodemo y vayámonos al diálogo con Jesús, muy abiertos a que El también "rompa nuestros esquemas" para hacernos posible el acceso al nuevo orden de vida y de salvación.
El asunto esencial es mucho más que ser buenos miembros de la Iglesia, con asistencia regular a los servicios religiosos, al culto, con acatamiento de lo que nos diga el sacerdote o el pastor, el Papa o el Obispo, esto es mucho más, y reside en aquello a lo que nos hemos referido con frecuencia en estas pistas de oración: CONOCIMIENTO INTERNO de Jesús, configuración plena con El, con su historia, cons sus opciones, en su total intimidad con el Padre, con su cruz, con su muerte, con su Pascua. Esta es la jugada maestra de la nueva vida en el Espíritu, y esto es lo que El propone a Nicodemo y a nosotros.
Oremos sobre esto hoy e ingresemos ya al círculo de diálogo Jesús, Nicodemo, nosotros.
Presentemos en este amanecer a mi hermana Clarita  Sarmiento Nova, a Natalia Bahamón, a Pedro Peña Moreno, a Alberto Gómez Lamus, a Alexandra Isaza, a Zelma Echeverría, a Rubén Darío Montoya, y a todas las personas que con gran devoción y confianza nos piden que las encomendemos al Señor para ser bendecidas en salud, en crecimiento en el Espíritu, en vida digna y con oportunidades de trabajo. Y sintamos una vez más el compromiso serio que hemos adquirido en COMUNITAS MATUTINA para no debilitar nuestra oración.
Lo hacemos con el apoyo del Padre Arrupe y de Monseñor Romero, a quienes deseamos ver un día beatos y santos, como Juan Pablo II, reconocidos en la heroicidad de su vida evangélica y fiel a Jesús y a la humanidad, en el acatamiento pleno de la voluntad del Padre.
Un abrazo, feliz día,
Antonio José Sarmiento Nova,S.J.

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