viernes, 20 de mayo de 2011

VIERNES 20 Y SABADO 21 DE MARZO: COMUNITAS MATUTINA Lecturas viernes 21


Lecturas viernes 20
1.      Hechos 13: 26-33
2.      Salmo 2: 6-11
3.      Juan 14: 1-6
Lecturas  sábado 21
1.      Hechos 13: 44-52
2.      Salmo 97: 1-4
3.      Juan 14: 7-14
El Señor me llenó de alegría porque otra vez floreció su preocupación por mí; siempre la tenían, pero les faltaba ocasión para demostrarla. No lo digo por estar necesitado, porque he aprendido a bastarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en la pobreza y también en la abundancia. Estoy plenamente acostumbrado a todo, a la saciedad y al ayuno, a la abundancia y a la escasez. TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA” (Filipenses 4:10-13)
Quiero proponerles que para estos dos días tomemos como punto de partida de la oración este bello y muy sentido texto de San Pablo, de la carta que él escribe a los cristianos filipenses. Filipos fue la primera ciudad “europea” visitada y evangelizada por Pablo, hacia el año 49 (frontera entre al Asia Menor y Europa), allí se formó una comunidad de creyentes con la que el Apóstol se sintió muy comprometido.
En sus cartas a las diversas comunidades fundada por él, San Pablo trata diversos asuntos, primero doctrinales, también morales, exhorta a la vida fraterna, y también alude a asuntos puntuales propios de cada contexto.
El ha vivido situaciones de contradicción y conflicto, persecuciones, cárcel, momentos críticos, todo por causa de su pasión por Jesús y por su causa, siempre asistido, tal es su experiencia por la gracia de Dios, y por el mismo Señor Jesucristo que lo tiempla y le da la fortaleza requerida para vivir en coherencia a pesar de todas esta vicisitudes.
Qué dice esto a nuestra vida? Esta COMUNITAS MATUTINA nació justamente de la conciencia de una dificultad, la enfermedad de mi hermana Clarita, y luego, cuando esto salió al ciberespacio, muchas personas quisieron confiarnos a los enfermos de sus familias y amistades, siempre con la esperanza de que la oración en común presentándolos al Padre es fecunda en orden a su salud y beneficio. También amigos y amigas con otros requerimientos de trabajo, de tranquilidad, nos han pedido que los incluyamos en nuestras intenciones de plegaria cotidiana.
Esto surgió suscitado por el Espíritu y lo acatamos con total disponibilidad, como debe ser la actitud ante todo lo que venga de nuestro a Dios, a sabiendas de que de El no procede nada contrario a la dignidad y a la felicidad nuestras, aún cuando revistan el modo del dolor, del abandono, de la soledad, tal como lo vivido por Jesús en su pasión, en su cruz, en su muerte. Algún veterano formador mío nos decía a menudo: No hay Domingo de Pascua que no esté precedido por el Viernes Santo. No hay resurrección sin muerte, no hay plenitud si no pasamos con entereza por el crisol del sufrimiento.
Al escribir estas líneas pienso en todo lo agobia a un ser humano, y especialmente en lo que nos agobia a los que integramos esta COMUNITAS MATUTINA: enfermedades, circunstancias económicas díficiles, soledades, lo que aflige al país y al mundo en este momento y, por ende, a nosotros (ola invernal, corrupción, carreteras destruídas, desempleo). Todo esto hace parte de la condición humana, como ya lo hemos reflexionado en escritos anteriores.
Los filósofos existencialistas se dedicaron de modo especial a pensar en el tema central de la fragilidad, inevitable! Algunos lo hicieron en clave de trascendencia, otros cerrados a esta posibilidad, con sus argumentos, claro está. Jean Paul Sartre, francés, encarna esa postura profundamente crítica ante la precariedad del hombre, especialmente la causada por sus congéneres, y de ahí deriva un escepticismo que en muchos de sus planteamientos es radical. Este pensador influyó mucho en el siglo XX, y sus análisis siguen teniendo significado para bastantes personas en nuestro tiempo.
Gabriel Marcel, existencialista en clave creyente, ve con realismo esta fragilidad pero la re-significa con sus convicciones espirituales, también nacido en Francia. La postguerra europea, su contexto de destrucción, de fracaso social, generó un gran sentimiento de pesimismo en Europa y en otros lugares del mundo. Se perdió la fe en el ser humano, capaz de haber generado la hecatombe de las dos guerras mundiales y de otros tantos hechos de confrontación entre países, incluso en contiendas civiles al interior de las mismas naciones. Siempre la pregunta personal y colectiva: esta vida tiene sentido? Tendremos la fuerza suficiente requerida para  afrontar el drama de la vida y de la muerte, del absurdo y de la ausencia de horizontes?
También en el campo de la fe cristiana empezó a florecer una tendencia interpretativa de las Escrituras muy alentadora, y de ahí se derivaron nuevas corrientes teológicas y espirituales, encarnadas en las realidades humanas y sociales, frágiles, quebradizas, pero en búsqueda de razones trascendentes para dar un sentido pleno a la vida. Ahí estuvieron los pioneros de la nueva teología como los dominicos Yves Congar, Edward Schylleebeckx,Marie Dominique Chenu, los jesuitas Karl y Hugo Rahner, Henri de Lubac, John Courtney Murray, y otros como Hans Küng, Joseph Ratzinger (Hoy Benedicto XVI), del clero diocesano y  también del cristianismo protestante como Jürgen Moltmann y Wolfarth Pannenberg. Como vemos, todos europeos. Trabajaron concienzudamente para reinterpretar la fe cristiana, encarnándose en las crudas realidades individuales y sociales, con la intención de hacer significativo el mensaje de Jesús en términos de pascua y vida, de esperanza y de sentido. Loable esfuerzo el de estos creyentes,la mayoría fallecidos ya, sobreviven Küng y Moltmann.
Estos hombres ayudaron a los papas Juan XXIII y Pablo VI a preparar y a realizar el Concilio Vaticano II, evento de genuina esperanza para la iglesia universal.
Luego, en el crítico contexto socioeconómico de América Latina, vino la Teología de la Liberación, a la que ya nos referimos antes, como una Buena Noticia de vida, de nuevos modos de vida cristiana y eclesial, también social, haciéndose portadora esta tendencia de las expectativas de dignidad de los pobres de nuestro continente.
Y cada uno de nosotros qué con esto del sentido de la vida? Llevamos puesta la precariedad, a menudo amanecemos fatigados, tristes, pesimistas, débiles? Qué hacer con esto? Es el ciclo del ser humano, seamos realistas, y esto nos toma a menudo poco o nada preparados, desprotegidos, sin mucha perspectiva.
El esfuerzo de COMUNITAS MATUTINA  es suscitar sentido y esperanza, apertura de horizontes trascendentes, conscientes con San Pablo de que TODO LO PODEMOS EN AQUEL QUE NOS CONFORTA. Esta constatación no es ingenua, asume y conoce con realismo todo lo que nos disminuye o eventualmente puede hacerlo, no somos eternos, pero fortalecidos con la gracia de Dios y dispuestos a responder con una fuerte aceptación en libertad podemos trabajar para que la última palabra sobre nuestra historia no la tengan la muerte ni los siniestros, sino Dios Nuestro Señor que en la cruz (viernes santo) de su hijo Jesús ha asumido encarnatoriamente todos nuestros dramas para llevarlos a una nueva manera de ser con sentido (domingo de pascua).
Por esto, reitero el compromiso de COMUNITAS MATUTINA con su carisma de origen: orar, estar en comunión, crecer en el Espíritu, consolar, recibir y dar sentido, especialmente a nuestros hermanos que viven en su ser estas evidencias de precariedad, de las que ninguno de nosotros estamos exentos.
La Iglesia ha vivido, y vive, momentos dramáticos: decadencias, inquisición, matrimonios con el poder temporal,ensimismamiento, en estos tiempos pedofilia de clérigos , también las consecuencias del secularismo y del relativismo moral, pero sigue adelante, porque más allá de estas pecaminosidades originadas porque nosotros, los humanos que la integramos, nos alejamos del  principio y fundamento, está el Espíritu de Dios que la lleva por la historia hasta la plenitud de los tiempos.
Si algunos de nosotros estamos afligidos los invito a una especial y muy consciente apertura al Espíritu, miremos el fortísimo testimonio de San Pablo y de tantos-as otros-as que han vivido con particular señalamiento el seguimiento de Jesús, en sus dolores, pero también en sus resurrecciones.
Oremos hoy por:
-          Mercedes Cortés, integrante original de esta comunidad, quien será intervenida quirúrgicamente el sábado 21 de mayo en la clínica del Country.
-          Darcy Lancheros Lamus, quien nos pide especiales oraciones por unas necesidades particulares suyas, también hace parte de nuestra comunidad.
-          José Eduardo Muñoz Rojas, joven chileno de 28 años de edad, quien falleció repentinamente hoy en Port au Prince (Haití), paro cardíaco, cuando desempeñaba sus funciones como voluntario de la Fundación América Solidaria (www.americasolidaria.org)
Nos unimos a estos hermanos con la sinceridad de nuestras oraciones y de nuestra comunión, y damos gracias a Dios por la vida de José Eduardo, transmitiendo un saludo solidario a sus padres y hermanos en Concepción (Chile), y a toda la gran familia de América Solidaria en Chile, Colombia,Ecuador,Bolivia y Haití.

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