miércoles, 3 de febrero de 2016

Algo para pensar y orar en esta semana

Encontrar a Dios en todas las cosas
Si creemos que una Presencia Divina nos trajo la existencia de toda la creación, y ésta era buena, entonces sucede que este Dios nos ama en forma incondicional, y vé nuestras bondades a pesar de las fallas humanas. El amor de Dios por nosotras/os no depende de nuestras posesiones, apariencias ni logros.
San Ignacio de Loyola, que nos regaló sus Ejercicios Espirituales, que han sido utilizados para la formación espiritual de muchas/os por más de cinco siglos, describe estos atributos de una vida sana y equilibrada, como sigue:
- Desapego de todas las cosas y preocupaciones de este mundo.
- Libertad espiritual de todo lo que pueda distraernos del principal propósito de nuestra vida, de modo de enfocarnos en lo esencial: una relación más profunda con Dios.
- La práctica constante de encontrar a Dios “en todas las cosas” – en nuestras situaciones de todos los días.
Mientras tratamos de reconocer lo Divino en toda la vida, los humanos mejoramos nuestra toma de conciencia que no todo se trata de mí. Comenzamos a ver más claramente lo que es importante, y lo que podrían ser nuestros dioses falsos. Nuestras vidas humanas y planetarias necesitan muchas cosas para sobrevivir; pero mientras más podamos liberarnos de apegos indebidos a cosas temporales, más profunda será nuestra felicidad.
Susan V.Vogt

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