domingo, 31 de julio de 2022

COMUNITAS MATUTINA 31 DE JULIO 2022 DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C FIESTA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, FUNDADOR DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

 

Guárdense muy bien de toda codicia, porque las riquezas no garantizan la vida de un hombre, por muchas que tenga”

Lucas 12: 15

Lecturas:

  1. Eclesiastés 1: 2 y 2: 21 – 23

  2. Salmo 94: 1 – 9

  3. Colosenses 3: 1 – 5 y 9 – 11

  4. Lucas 12: 13 – 21



El desarrollo de la vida auténtica no depende de acumular dinero y poder, sino de ser en plenitud, es el sentido metafísico de la existencia humana, en la mejor acepción de este término. Esta certeza debe constituirse en criterio fundamental de discernimiento con el fin de apreciar dónde está la raíz de esa autenticidad,1 un humanismo y sabiduría integrales que habiliten al ser humano para ir a lo esencial, para hacerse libre de las ataduras que frenan su crecimiento, para relativizar todo ese conjunto de cosas superfluas que San Ignacio de Loyola denominó como “vano honor del mundo”, 2 a partir de su propia experiencia de “soldado desgarrado y vano”.3

Sobre la solidez de esta base podemos desvirtuar algunas trampas que se nos presentan, un ejemplo de esto es la falacia de una pretendida superioridad religioso-moral sobre la de aquellos que no siguen el camino de Dios. Ya sabemos que ese tipo de “seguridades espirituales” son refuerzos notables del ego, la vanidad de quienes se sienten superiores a los demás y cercanos a Dios. Vale decir lo mismo de la cultura de las apariencias, las fatuas máscaras de la felicidad barata, la obsesión de la sociedad de consumo, los indicadores de “éxito” social, las personalidades maquilladas de “importancia”, la feria de los egos, y tantas otras manifestaciones del hondo vacío espiritual de muchos seres humanos y de muchos ámbitos de la sociedad. 4

El modelo de ser humano que surge del seguimiento de Jesús es el de alguien con clara impronta teologal, realidad fundante que lo remite al prójimo en disposición de servicio, solidaridad, cultura de la fraternidad. Es también una persona que se apropia del espíritu de las bienaventuranzas como esencia de su proyecto de vida y de todas sus conductas y decisiones, es el hombre-mujer nuevo que tiene en el Señor Jesús su referencia clave y su patrón de identidad: “Así pues, si ustedes han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la tierra”. 5

En tiempos medievales , en los que algunos en la Iglesia institucional permitieron que esta se sumergiera en un estilo de poder , de privilegios y riquezas, surgieron dos “genios éticos” de la vida según el evangelio: San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán. Ambos reformadores y pioneros del retorno a la originalidad del espíritu de Jesús, destacando la pobreza como una actitud de la mayor coherencia en su seguimiento y el anuncio de la verdad evangélica, primero con la propia vida y también con la solidez de la doctrina. Establecen un contraste profético. Su “modus vivendi” señala como muy viable la alternativa de vivir en sobriedad y de construír una cultura de comunión y de participación.6 Es la santidad, la vida resuelta a dejarse tomar por el Evangelio.

El joven Iñigo de Loyola, cuya fiesta nos convoca este 31 de julio, “fracasado” en sus proyectos de éxito militar por la herida mortal sufrida en la batalla de defensa de la ciudad de Pamplona, en mayo de 1521, deprimido y desorientado después de ostentar un ego vanidoso en demasía, se encuentra casualmente con lecturas de las vidas de Jesús y de los santos Francisco y Domingo. Lo que en un principio hizo para ocupar su tiempo y su desasosiego, se transformó para él en el comienzo de una vida nueva en la que el Dios siempre mayor fue en adelante la realidad determinante de sus opciones. De las vanidades del mundo pasó a servir a la gloria de Dios en los muchos prójimos con los que se cruzó en su vida. 7 Su escuela de los ejercicios espirituales, primero vividos en su propio ser, sigue siendo inmejorable estrategia de libertad para la vida según el Espíritu y para la dedicación generosa a la misión apostólica, en la que el servicio al prójimo es aspecto determinante.

La Palabra que se nos ofrece en este domingo va directo a destacar el valor esencial de la pobreza como virtud de sana austeridad para contrarrestar el carácter superfluo del materialismo desbordante, con la conocida expresión: “Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. Vanidad, pura vanidad! Nada más que vanidad! Qué provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?”8 El objetivo del ser humano es desplegar su humanidad, potenciarla al máximo para desarrollar su eticidad, su trascendencia, su solidaridad. El Evangelio afirma constantemente que tener más no nos hace más humanos: “Después les dijo: cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por las riquezas”.9

La posesión desmedida de bienes, superando con pecaminosidad los límites de lo necesario para vivir dignamente, no puede ser el objetivo último nuestro. Un especial engaño de la mentalidad dominante está en no descubrir con mente crítica que en la medida en que sucumbimos a la satisfacción de cosas “innecesarias” se crea una compulsión creciente de nuevas necesidades, el círculo ilimitado del consumo 10. El poderoso llamado de atención del Papa Francisco en la encíclica “Laudato si: sobre el cuidado de la casa común”, constituye el texto más rico de un líder mundial en esta línea. 11 Francisco llama a esto “apostar por otro estilo de vida”: “Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico. Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano “acepta los objetos y las formas de vida, tal como le son impuestos por la planificación y por los productos fabricados en serie y, después de todo, actúa así con el sentimiento de que eso es lo racional y acertado”.12

Bien entendidas, la satisfacción de las necesidades biológicas y el placer que de esto se deriva no tienen nada de malo en sí mismas. Debe ser el trabajo de todos los humanos, lo llamaba Pablo VI en su encíclica “Populorum Progressio: sobre el desarrollo de los pueblos”, el mínimo vital, las condiciones indispensables para que cada ser humano pueda llevar una existencia digna. El problema muy grave es que esta satisfacción es desigual y escandalosa. Sólo unos grupos sociales pueden hacerlo, más de tres mil trescientos millones de habitantes del planeta viven actualmente en precariedad. 13 De los 50 millones de habitantes que tenemos en Colombia, 21 millones se encuentran en situación de pobreza, de estos últimos, 9 millones viven en pobreza extrema. Es poderoso desafío del mismo Dios a nuestra sensibilidad humanista y cristiana.

La propuesta del cristianismo integra en fascinante complementariedad a un ser que es espíritu y materia, que trasciende hacia Dios y hacia el prójimo desde su biología y desde su realidad concreta. Nuestra reflexión, a partir de los textos bíblicos de este domingo, propende por una revisión crítica de lo que el texto de Eclesiastés califica como vanidad de vanidades, con su sabio escepticismo: “Qué le reporta al hombre todo su esfuerzo y todo lo que busca afanosamente bajo el sol?14

Qué lleva al autor bíblico a dejar en su escrito esta huella escéptica y desconfiada de los logros del ser humano, aún de los justos y moralmente acertados? Este sabio filósofo israelita ha reflexionado profundamente sobre la pequeñez de las mayores realizaciones y logros de nuestra vida. Nos remite simultáneamente a las evidencias de nuestra fragilidad, y a todo aquello que desarrollamos con empeño para que nuestro ser y quehacer en los años que nos sea dado vivir no sea en vano.

El evangelio de Lucas viene como anillo al dedo con su insistencia en invitar a un ejercicio de relatividad de todo lo que hacemos, somos y poseemos, ambientadas en las densas palabras de Jesús: “Guárdense muy bien de toda codicia, porque las riquezas no garantizan la vida de un hombre, por muchas que tenga15 Hay codicia personal y codicia estructural, individuos con afección desordenada por la ganancia y el consumo, y modelos de sociedad y de economía que están estructurados en torno a esto. En la ya referida encíclica de 1967 el Papa Pablo VI se manifestó con fuerza profética sobre la pobreza en el mundo como resultado del desequilibrio que causa el mismo modelo económico que sigue vigente en la mayoría de naciones.

La verdadera vida está en el ser , no en el tener, tampoco en el acumular méritos con talante farisaico, se trata de ir por otra escala de valores, que es la de Jesús en el Evangelio, y la de tantas comunidades , principalmente de pobres, que con elocuencia y rectitud nos hablan de la posibilidad de vivir en eso que aquí hemos llamado el desafío de la projimidad.

La reflexión de Jesús en el relato evangélico es clarísima, cuestionando al que dijo: “Demoleré mis graneros y edificaré otros más grandes; almacenaré allí todo mi trigo y mis bienes, y me diré: Ahora ya tienes abundantes bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe y banquetea” 16, la respuesta del Maestro relativiza toda acumulación indebida y toda irresponsabilidad con las necesidades del prójimo: “Qué necio eres! Esta misma noche te reclamarán la vida. Para quien será entonces todo lo que has preparado? Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios17

El reto es dar sentido humano y teologal a nuestra contingencia, promoviendo la vida digna de todos en igualdad de condiciones, vivir felizmente en tónica de gratuidad, apropiarnos de la riqueza que viene de lo trascendente, y tomar en serio las palabras de Pablo, en la segunda lectura de hoy: “No se mientan unos a otros, pues se han despojado del hombre viejo, con sus obras, y se han revestido del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador18



1 LEPP, Ignace. La existencia auténtica. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1967. LUYPEN, William. Fenomenología Existencial. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1970. MARITAIN, Jacques. Humanismo Integral. Palabra. Madrid, 2012. GEVAERT, Joseph. El problema del hombre: introducción a la antropología filosófica. Sígueme. Salamanca, 2018. ARENDT, Hannah. La condición humana. Paidós. Barcelona, 2014. FROMM, Erich. Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Fondo de Cultura Económica FCE. México D.F., 1978. FREIRE, Paulo. Pedagogía de la autonomía. Siglo XXI. México, D.F., 1997. LÜKE, Ulrich. El mamífero agraciado por Dios: evolución, conciencia, libertad. Sígueme. Salamanca, 2019. GONZÁLEZ DE CARDEDAL, Olegario. El hombre ante Dios. Sígueme. Salamanca, 2013. SPRINGHART, Heike. El hombre vulnerable. Sígueme. Salamanca, 2020.

2 Esta expresión es propia de San Ignacio de Loyola cuando, a partir de su conversión, reconoce su vida anterior excesivamente marcada por ambiciones de poder, de éxito, prestigio, de grandes hazañas militares, con un fuerte énfasis en su ego; en su autobiografía y en el texto de los ejercicios espirituales hace continua referencia a esto y alerta a quien vive la experiencia de los ejercicios para que tome cuenta de la presencia de este afecto desordenado.

3 Con esta expresión Ignacio describe su vida hasta los 30 años de edad, cuando sucede la herida en la batalla de Pamplona y el comienzo de su conversión. Así lo refiere en sus conversaciones con el Padre Luis González de Cámara, el confidente que recibió el testimonio del santo para luego plasmarlo en el texto autobiográfico.

4 ROJAS, Enrique. El hombre light: una vida sin valores. Temas de hoy. Madrid 1998. CORREA SOEIRO, Alfredo. El instinto de platea en la sociedad del espectáculo. Hiru editores. San Sebastián , 2003. PÉREZ HERRANZ, Fernando Miguel. De la caverna al castillo: meditaciones sobre el ego trascendental y su ontología. En https://www.revistadefilosofia.org/60-01.pdf HOLIDAY, Ryan. El ego es el enemigo. Paidós. Barcelona, 2016. CABALLO, Vicente E. Un análisis psicológico de Donald Trump. En https://www.behavioralpsycho.com/wp-content/uploads/2018/10/13.Caballo_25-1pdf MAY, Patricia. De la cultura del ego a la cultura del alma. Serpa Catalonia. Santiago de Chile, 2007.

5 Colosenses 3: 1-2. GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. Proyecto de hermano: visión creyente del hombre. Sal Terrae. Santander, 1996. PAPA FRANCISCO. Exhortación Apostólica Postsinodal Christus Vivit, a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios. Librería Editrice Vaticana. Roma, 2019.

6 BOFF, Leonardo. Francisco de Asís: ternura y vigor. Sal Terrae. Santander, 1987. DE COS PEREZ DE CAMINO, Julián. La espiritualidad de Santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores. San Esteban. Salamanca,2012. MERINO ABAD, José Antonio. Don Quijote y Francisco: dos locos necesarios. PPC. Madrid, 2005. GALMES, Lorenzo & GÓMEZ, Vito. Santo Domingo de Guzmán, fuentes para su conocimiento. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1987.

7 TELLECHEA IDÍGORAS, José Ignacio. Ignacio de Loyola, solo y a pie. Sígueme. Salamanca, 2000. MARCET, Carles. Ignacio de Loyola, un itinerario vital. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2015. SAN IGNACIO DE LOYOLA. El relato del peregrino: autobiografía. Mensajero. Bilbao, 2011. CERVERA BARRANCO, Pablo. El peregrino de Loyola: la autobiografía de San Ignacio, escuela de discernimiento espiritual. Biblioteca de Autores Cristianos. BAC. Madrid, 2018. LOP SEBASTIÁ, Miguel (Editor). Relatos ignacianos: hablan los testigos. Mensajero. Bilbao, 2017. CACHO NAZÁBAL, Ignacio. Iñigo de Loyola, líder y maestro. Mensajero. Bilbao, 2014.

8 Eclesiastés 1: 2-3

9 Lucas 12: 15

10 CARRERAS, Joan. Vivir con menos para vivir mejor. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2019. ARGANDOÑA, Antonio. Frugalidad. En https://www.medie.iese.edu/research/pdfs/DI-0873.pdf BRUNI,L. Economía de comunión: Por una cultura económica centrada en la persona. Ciudad Nueva. Madrid, 1999.

11 PAPA FRANCISCO. Carta Encíclica Laudato Si: sobre el cuidado de la casa común. Librería Editrice Vaticana. Roma, 2015.

12 Ibidem, numeral 203.

13 PNUD Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano. Indice e indicadores de desarrollo humano: actualización estadística de 2021. Naciones Unidas. Nueva York, 2022. Ver https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/pobreza-y-condiciones-de-vida/pobreza-monetaria

14 Eclesiastés 2: 22. GUARDINI, Romano. Libertad, gracia y destino. Palabra. Madrid, 2010; Mundo y persona. Encuentro. Madrid, 2012; La existencia del cristiano. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1999.

15 Lucas 12: 15

16 Lucas 12: 18-19

17 Lucas 12: 20-21

18 Colosenses 3: 9-10

sábado, 30 de julio de 2022

El retorno de un soldado desgarrado y vano

 

Antonio José reflexiona hoy sobre la actualidad de SAN IGNACIO DE LOYOLA (1491-1556), a propósito de su fiesta este domingo 31 de julio y de la conmemoración de los 500 años de su conversión

domingo, 24 de julio de 2022

COMUNITAS MATUTINA 24 DE JULIO 2022 DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

 

Yo les digo: pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá”

Lucas 11: 9



Lecturas:

  1. Génesis 18: 20 – 32

  2. Salmo 137: 1 – 8

  3. Colosenses 2: 12 – 14

  4. Lucas 11: 1 – 13

El Padrenuestro – oración tradicional que identifica el cristianismo, ofrecido por el evangelio de este domingo – expresa el nuevo modo de relación con Dios que nos trae Jesús, no lo podemos reducir a una simple oración de petición como es la visión habitual que se tiene de ella porque es la puerta de entrada en un novedoso vínculo con Dios, síntesis de los lazos que el ser humano establece con el absoluto, con los demás, consigo mismo. En esta plegaria Jesús nos participa de su experiencia del Padre, y la constituye en el paradigma de nuestro encuentro con esa realidad que, en el decir de San Ignacio de Loyola en su texto de los Ejercicios Espirituales, es el principio y fundamento del ser humano.1

Jesús plasma su vivencia a través de los cauces de la cultura judía de aquellos tiempos, era la suya, en ella se formó y creció, era el modo religioso de sus contemporáneos. Pero más allá del formato externo de tradición judía, la propuesta es totalmente revolucionaria porque empieza a llamar a Dios Padre, con la conocida palabra ABBA,2 el tratamiento de mayor intimidad y cariño con el que los hijos aluden a su padre, dejando entrever una confianza plena. Marca un punto de quiebre con respecto a las habituales demandas que hacemos a Dios, con tantas peticiones y solicitudes, en la práctica le estamos diciendo lo que tiene que hacer, claramente la vivimos como una relación imperativa, es Dios el que se tiene que plegar a nuestros intereses, porque a menudo también lo utilizamos para legitimar desafueros contra la humanidad: tendencias políticas, violencias, clasismos, fundamentalismos moralistas, exclusiones, infiernos, culpabilidades, angustias sin término. Nos pasamos la vida achacando al buen Dios tantas cosas que no tienen nada que ver con su amor hacia nosotros.

Por contraste, la experiencia que surge en el Padre Nuestro es de apasionante gratuidad y libertad!!3: “También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá”.4 La voluntad de Dios no es cualquier invención humana, es el querer del Padre que desea siempre nuestra bienaventuranza y cabal realización de nuestras aspiraciones de felicidad. Dios se revela en la plena humanización y dignificación de sus creaturas. 5

Jesús pone en juego una disposición de confianza absoluta en Aquel que es todo para la humanidad: “Y yo rogaré al Padre, y El les dará otro Paráclito6 para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque El permanece con ustedes y está en ustedes. No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes”.7

Cómo es eso de creer en Dios en este mundo en el que coexisten los más avanzados niveles de secularización/escepticismo religioso con fundamentalismos y graves retrocesos de muchas creencias con respecto a la cultura moderna, a la sensibilidad emancipatoria que promueven las ciencias humanas y sociales, al agnosticismo dominante en los sectores que se sienten más cultos e ilustrados que el común de la humanidad?8 Cómo hablar de Dios en sociedades y mundos huérfanos, dominados por el poder y el capital, con grupos de humanos que sustraen a las mayorías su capacidad de decisión y el libre ejercicio de su dignidad? Cómo convertirnos en relatos de un Dios liberador, ciento por ciento comprometido con la causa de la plenitud de la humanidad, enamorado a más no poder de esta condición nuestra, exigente sí – y en la más alta medida – pero también Padre-Madre que da todo de sí para que nuestra existencia se llene de sentido?9

Las lecturas que se nos proponen este domingo hacen una invitación a mirar la propia vida, individual y comunitaria, como un proceso constante y creciente de confianza en Dios a partir de la experiencia de la oración, de la disposición para escucharlo desde nuestra realidad, como se nos planteaba el domingo anterior. Y con la cierta expectativa de una fe saludable y liberadora!

Los seres humanos tenemos la tentación de confiar excesivamente en nosotros mismos, cada época de la historia va superando a la anterior en este modo que con frecuencia se reviste de vanidad y arrogancia; constatación que debe llevarnos a pensar que es bueno y saludable el esfuerzo humano para hacer del mundo un ambiente más habitable y equitativo, pero también nos hace una señal de alerta para mirar con exigente rigor estas posibilidades cuando pierden su referencia humanizante, para no derivar en unos estilos engreídos y desconocedores de nuestra inevitable contingencia: “Vanidad, pura vanidad, dice Cohelet. Vanidad, pura vanidad! Nada más que vanidad! Qué provecho saca el hombre de todo el esfuerzo que realiza bajo el sol?” 10

El siglo XX y lo que va corrido del XXI son escenario privilegiado para verificar estas realidades. Los mayores desarrollos científicos, los avances de la medicina para controlar y erradicar enfermedades, aumentando el promedio de vida, el prodigio de la tecnología informática y digital que hacen del mundo una aldea global, el cultivo de las ciencias humanas para favorecer la emancipación de hombres y mujeres de toda tutela esclavizante, son, entre muchos ejemplos, indicadores de los logros del ser humano para comprenderse a sí mismo en clave de autonomía.

Pero también este mismo escenario de la historia ha sido el ámbito de los mayores crímenes e ignominias en contra de la humanidad. Como resultado tenemos las dictaduras del nazismo y del comunismo, las guerras mundiales y los reiterados conflictos en uno y otro lugar del planeta con su dolorosa carga de víctimas que se pueden contar por millones, los modelos económicos y políticos que no se fundamentan en la dignidad humana , y las interminables alienaciones que hipotecan la libertad y la felicidad de los humanos.11

Ante esto, qué decir desde la fe en Dios, asumida y vivida como confianza radical en esa realidad que da sentido a nuestra existencia, habilitándonos para emprender la vida como proyecto de plenitud, aquí en esta historia y en este diario acontecer, proyectándonos hacia el futuro definitivo de la trascendencia en la que vivir será bienaventuranza inagotable en el amor de ese Dios? El evangelio de Lucas invita a que nos hagamos conscientes de la eficacia de la experiencia de oración, viviéndola en la misma perspectiva de Jesús. Dios nos da resultados porque hace de nosotros estupendos seres humanos, en clave de gratuidad, de vida recta, como bien lo sabemos por ese diseño que se nos comunica en las Bienaventuranzas.12

La primera lectura, mediante el regateo entre Abrahán y Yahvé a propósito de los escándalos de dos ciudades – Sodoma y Gomorra, símbolos de decadencia moral y espiritual - presenta el contraste entre las fuerzas del mal, favorecidas por el mismo ser humano que no logra presentar el resultado de hombres justos, y la bondad y misericordia de Dios, dispuesto siempre a crear posibilidades de esperanza.

Abrahán caracteriza al creyente sincero, que confía sin reservas en su Dios, sabedor de que este es justo y misericordioso: “Abrahán lo abordó y le dijo: Así que vas a borrar al justo con el malvado? Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. Vas a borrarlos sin perdonar a aquel lugar por los cincuenta justos que hubiere dentro? Tú no puedes hacer tal cosa: dejar morir al justo con el malvado, y que corran parejas el uno con el otro. Tú no puedes . Va a fallar una injusticia el juez de toda la tierra?” 13

El mal y las desgracias proceden del ser humano que se vuelve sobre sí mismo de modo arrogante y emprende la destrucción en contra de sus semejantes y del mundo creado originalmente en armonía. Filósofos y pensadores han dedicado notables esfuerzos al planteamiento de la pregunta por el sentido de la vida ante la realidad del mal, muchos de ellos concluyendo en un sentimiento de absurdo y de tragedia, con marcada desconfianza hacia el mismo ser humano.14

Nuestra postura es la de entregarnos confiadamente en las manos del Dios que está de nuestra parte, a quien sólo interesa nuestra felicidad. Tal es el Dios confiable que se nos revela en Jesús, y a quien nos dirigimos en el diálogo orante para encontrar siempre los mejores caminos para el buen vivir. Una experiencia de oración como esta es uno de los modos contundentes que tiene nuestra fe cristiana para ir en contravía profética de ese mundo vanidoso, brindándonos también los elementos para hacer una crítica a las falsas imágenes de Dios, imaginarios que son incompatibles con la originalidad liberadora de la experiencia de Jesús y del modo como él nos lleva al Padre y al hermano.

Pedir es experimentarnos contingentes y necesitados, genuino ejercicio creatural; buscar es movilizarnos para buscar el Reino y su justicia, haciéndolo efectivo en nosotros; llamar es clamar denunciando la injusticia y demandando el acontecer de Dios para que esta se trueque en el mundo de prójimos querido por El.15

El llamamiento que se nos hace es a ser testigos de esta vitalidad desbordante que vivimos en una intimidad como la que Jesús vivía con el Padre, contemplando el gozoso misterio que es sustancia de nuestro ser y sintiéndonos enviados a configurar un tejido de buenas noticias y realizaciones, de mesas servidas para todos, de dignidades siempre reconocidas, de reivindicaciones atendidas, de comuniones interminables.



1 SAN IGNACIO DE LOYOLA. Ejercicios Espirituales . San Pablo. Madrid, 1996. En el numeral 23 del texto, San Ignacio propone al ejercitante la perspectiva fundante del sentido de la vida, netamente teologal, netamente perspectiva de libertad y de plena realización de su humanidad. MUÑOZ MUÑOZ, Florentino. La oración del Padre Nuestro. En https://www.core.ac.uk/download/pdf/72044998.pdf PAPA FRANCISCO. Catequesis sobre el Padre Nuestro. Librería Editrice Vaticana. Roma, 2020. PAGOLA, José Antonio. Padre Nuestro: orar con el espíritu de Jesús. PPC. Madrid, 2018. MONTES PERAL, Luis Angel. El Padre Nuestro: la oración trinitaria de Jesús y los cristianos. Verbo Divino. Estella, 2001.

2 JEREMIAS, Joachim. Abba: el mensaje central del Nuevo Testamento. Sígueme. Salamanca, 1993. TABET, Miguel Angel. La oración de Jesús, “Abbá, Padre” (Marcos 14: 36). En https://www.dadun.unav.edu/bitstream/10171/3817/1/simposioteologia20tabet.pdf ORTEGA, Gastón. Abba: la espiritualidad de Jesús. En https://www.repositorio.uca.edu.ni/4211/1/Abba%20La%20espiritualidad%20de%20Jesús.pdf TORRES QUEIRUGA, Andrés. Creo en Dios Padre. Sal Terrae. Santander, 1997. KASPER, Walter. El Dios de Jesucristo. Sígueme. Salamanca, 1985.

3 VALLES, Carlos. Dejar a Dios ser Dios. Sal Terrae. Santander (España), 1987.

4 Lucas 11: 9-10

5 GELABERT BALLESTER, Martín. La revelación: acontecimiento fundamental, contextual y creíble. San Esteban. Salamanca, 2009. TORRES QUEIRUGA, Andrés. Alguien así es el Dios en quien yo creo. Trotta. Madrid, 201; Un Dios para hoy. Sal Terrae. Santander, 1999; Repensar la revelación. Trotta. Madrid, 2008. Creo en Dios Padre: el Dios de Jesús como afirmación plena del hombre. Sal Terrae. Santander, 2001.

6 Paráclito: el defensor, el que intercede para ayudar, para consolar, para comunicar ánimo y vitalidad.

7 Juan 14: 16-18

8 GONZÁLEZ-CARVAJAL, Luis. Ideas y creencias del hombre actual. Sal Terrae. Santander, 1993. COX, Harvey. La ciudad secular: secularización y urbanización en una perspectiva teológica. Península. Barcelona, 1977. AYLLON, J.R. & CONESA, F. El eclipse de Dios. Palabra. Madrid, 2012. BAUMAN, Zygmunt. Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica FCE. Buenos Aires, 2005. CASANOVA, J. Genealogías de la secularización. Anthropos. Barcelona, 2012. GALINDO, Florencio. El fenómeno de las sectas fundamentalistas: la conquista evangélica de América Latina. Verbo Divino. Estella, 1994. BASTIAN, Jean Pierre. Protestantismos y modernidad latinoamericana. Fondo de Cultura Económica FCE. México D.F., 1994. ALONSO TEJEDA, Aurelio. Hegemonías y religión: el tiempo del fundamentalismo. En https://www.biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/collect/clacso/index/assoc/D11351.dir/05hege.pdf FRANCO, Ricardo. Aproximaciones al fundamentalismo católico. En https://www.revista.comillas.edu/index.php/estudioseclesiasticos/atricle/view/15345/13704 FLAQUER, Jaume. Fundamentalismo, entre la perplejidad, la condena y el intento de comprender. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2016. FERRY, Luc. El hombre Dios o el sentido de la vida. Tusquets. Barcelona, 1997.

9 MARTIN VELASCO, Juan. El encuentro con Dios. Caparrós Editores. Madrid, 1995. ESPINOSA ARCE, Juan Pablo. Algunas imágenes de Dios y teologías liberadoras dentro de la religiosidad popular latinoamericana. En Revista Alberto Magno volumen 8 número 2, páginas 265-284. Universidad de Santo Tomás-Facultad de Teología. Bogotá, 2017. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. Dios liberó a Israel de la esclavitud de Egipto. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 2 de noviembre de 2010. ZUBIRI, Xavier. El hombre y Dios. Alianza Editorial. Madrid, 1984. RAHNER, Karl. Curso fundamental sobre la fe. Herder. Barcelona, 1983. BOFF, Leonardo. El rostro materno de Dios: ensayo interdisciplinar sobre lo femenino y sus formas religiosas. Paulina. Madrid, 1981. GUTIÉRREZ, Gustavo. Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente: Una reflexión sobre el libro de Job. Sígueme. Salamanca, 1986. LUCAS, Juan de Sahagún. Dios, horizonte del hombre. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1994.

10 Eclesiastés 1: 2-3 Todo el libro del Eclesiastés es una sabia y escéptica reflexión sobre los esfuerzos humanos para erigirse como la medida de la vida, de todo lo real, para imponerse autoritariamente a sus semejantes, para buscar afanosamente el éxito con el aplauso de los demás. El texto pone un “polo a tierra”, criterio sólido de discernimiento para relativizar felizmente la faena humana del brillo y del prestigio.

11 VALVERDE, Carlos. Génesis, estructura y crisis de la modernidad. BAC. Madrid, 1997. LIPOVETSKY, Gilles. La era del vacío: ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Anagrama. Barcelona, 1983. GIRALDO PATIÑO, Paula Andrea. El vacío existencial y la pérdida del sentido de vida en el sujeto postmoderno: retos para el cristianismo del siglo XXI. En Revista Cuestiones Teológicas volumen 41 número 96, páginas 425-444. Universidad Pontificia Bolivariana-Facultad de Teología. Medellín, julio-diciembre 2014. ALEMÁN, Jorge. Capitalismo: crimen perfecto o emancipación. NED. Madrid, 2019. DOMENECH, Antoni. El eclipse de la fraternidad. Akal. Madrid, 2019. CONSTANTE, Alberto. La memoria perdida de las cosas (crítica a la modernidad). En https://www.scielo.org.mx/pdf/enclav/v1n1/v1n1a5.pdf

12 Mateo 5: 1-11; Lucas 6: 20-23

13 Génesis 18: 23-25

14 BRAVO LAZCANO, Carlos. El problema del mal. Ediciones Facultad de Teología Universidad Javeriana. Bogotá, 2003. GESCHÉ, Adolphe. El mal. Sígueme. Salamanca, 2010. ORTIZ ACOSTA, Juan Diego, Autores Varios. Reflexiones sobre el problema del mal: un acercamiento a la condición humana. Universidad de Guadalajara-Iteso. Guadalajara, 2017.

15 WEIL, Simone. A la espera de Dios. Trotta. Madrid, 1998; La gravedad y la gracia. Trotta. Madrid, 2007.

sábado, 23 de julio de 2022


 Antonio José reflexiona hoy sobre el cambio sociocultural de un mundo donde las creencias religiosas eran asumidas/vividas por la mayoría a un mundo plural donde hay muchas ofertas de sentido, incluídos el ateísmo y el agnosticismo. Sobre esta base invita a purificar la experiencia religiosa para hacerla razonable y sensata

domingo, 17 de julio de 2022

COMUNITAS MATUTINA 17 DE JULIO 2022 DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

 

El Señor se apareció a Abrahán junto al encinar de Mambré, mientras él estaba sentado a la puerta de su carpa a la hora de más calor. Alzó la vista y vió a tres hombres frente a él….”

Génesis 18: 1-2

Lecturas:

  1. Gènesis 18: 1 – 10

  2. Salmo 14: 2 – 5

  3. Colosenses 1: 24 – 28

  4. Lucas 10: 38 – 42



A Dios lo escuchamos en las realidades de la historia, en la vida concreta de personas y de comunidades, 1 El no sale del ámbito de la experiencia cotidiana, lo suyo es decirse en lo real, no inventa un espacio diferente, como especie de santuario sagrado, lejano del devenir humano. Nuestro Dios es cercano, solidario, comprometido, implicado. Este es el gran aporte de la revelación bíblica. Es un Dios ciento por ciento atento a nosotros, a nuestras expectativas y dramas, a nuestras plenitudes, a todo lo que nos es propio. Este paradigma de la revelación es esencial para comprender cabalmente la manifestación de Dios en el Señor Jesús.2 Allá vamos con las lecturas de este domingo.

Esa escucha se vale de nosotros, los humanos, para implicarse en las plurales realidades que nos son inherentes. Recientemente nos ha hablado a los colombianos a través del informe de la COMISIÓN DE LA VERDAD,3 documento múltiple en el que, sin establecer fallos judiciales, presenta con riguroso sentido de lo real el aterrador panorama de la violencia colombiana, ejercida por guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes, miembros de la fuerza pública desleales a su mandato constitucional. El informe indica que en el período 1986-2016 murieron asesinados 450.666 ciudadanos nuestros, el 80 % de ellos eran civiles no combatientes; 50.770 fueron secuestrados, 28.029 víctimas de desaparición forzada, 1.480.596 tuvieron que desplazarse de sus lugares de vivienda y trabajo. Se estima que son más de 8 millones las víctimas del conflicto armado.

El Dios de la revelación bíblica , testimoniado por el pueblo de Israel, por las comunidades del cristianismo primitivo, y por tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia sintonizan con su proyecto de salvación-liberación, es un Dios implicado en la vida de los seres humanos, un Dios compasivo y misericordioso, un Dios a quien le duelen los sufrimientos de su pueblo, un Dios que vocifera indignado ante los desmanes que unos humanos perpetran contra millones de sus semejantes. 4

Es bello y muy expresivo el contenido de la primera lectura, en este sentido de la revelación histórica, Abraham, en el relato del encinar de Mambré, capta este modo de proceder y responde:

  • Abraham reconoce al Señor: “Señor mío, si te he caído en gracia, no pases de largo cerca de tu servidor”.5

  • El Señor es acogido con generosamente por Abraham y su familia: “Que traigan un poco de agua, se lavan los pies6, y se recuestan bajo este árbol”. 7

  • Yahvé se muestra cercano y familiar con Abraham y los suyos: “Volveré sin falta a ti pasado el tiempo de un embarazo, y para entonces tu mujer Sara tendrá un hijo”.8

Dios acoge al ser humano, este lo acoge a El, es un encuentro de amor y de gratuidad, no vínculo funcional sino comunicación de vida y de sentido definitivos. Así es la fe genuina , Dios opta por el ser humano,9 este opta por Aquel, una apasionante reciprocidad relación constante de salvación y de liberación. El texto de Génesis – primera lectura de hoy - nos presenta un ambiente tranquilo, en el que el único interés es dejar fluír la relación. En esa serenidad del acontecer humano y teologal se dan las mejores condiciones para constituír el sentido de la vida en su significado más completo. Se trata de escuchar a Dios en las realidades de la historia,10 de contemplar su misterio salvador en los contextos de nuestra existencia, de cultivar el sentido sagrado de las creaturas, de la vida, y de comprometernos responsablemente en el cuidado y defensa de la misma.

Segùn la revelación bíblica, la escucha de Dios se practica en la historia, en la experiencia de individuos y comunidades. Desde el Concilio Vaticano II y desde las nuevas orientaciones de la teología y de la pastoral, se acuñò la expresión “signos de los tiempos” para expresar aquellas evidencias màs constantes en las que se perciben las tendencias dominantes de la humanidad. Para detectarlas hay que cultivar la capacidad de escucha, el discernimiento.

Una explicación, que se puede asignar a todos los tiempos de la historia, es la del hondo vacío espiritual y humano que afecta a muchos sectores de la sociedad mundial, trasunto fatal de la sordera espiritual de tanta gente, síntomas de lesiones gravísimas en el corazón humano, carente de interioridad, de sentido de la compasión y de la solidaridad, del respeto por la vida en todas sus formas. No escuchamos a Dios, no escuchamos al ser humano. Estamos aturdidos por la cultura de la velocidad, de la eficiencia y del consumo. Escuchar a Dios equivale a escuchar lo màs profundo y decisivo de la condición humana.11 Realismo existencial de marcada lógica encarnatoria.

El texto de Lucas, la escena tan conocida de Jesùs con las hermanas Marta y Marìa, se ha tomado como argumento evangélico para contraponer la vida activa y la vida contemplativa, dando la prioridad a esta última. Esto es totalmente ajeno a la mente del Maestro, no quiere él marcar un dualismo y oposición irreductibles. El relato està enmarcado en el contexto de la subida a Jerusalèn, que intenta determinar el perfil de aquellos que deseaban seguir a Jesùs, y marca la intención de cómo él quiere formar a sus discípulos y a todos los interesados en su mensaje.12 El camino a Jerusalén, con los suyos, es escuela de discipulado, contemplación en la acción.

En los primeros siglos de la historia cristiana, una fuerte tendencia afirmó que la perfección del seguimiento de Jesùs se daba viviendo fuera del mundo, y en contra del mismo. Surgieron así los anacoretas y los ermitaños. Fue una manera de protesta profética contra los excesos del poder y del derroche, habituales en el imperio romano y en otros contextos de aquellos tiempos antiguos. Respondieron con ese estilo de vida a los hondos vacíos de ese mundo imperial; lo suyo era la fuga del mundo para escuchar a Dios y para confrontar la vaciedad de la sociedad romana.

Ahí se origina el estilo de vida contemplativo, que caracteriza a las grandes órdenes monásticas – benedictinos, trapenses, cartujos, cistercienses, camaldulenses, carmelitas descalzas, clarisas – que se retiran a un modo de silencio y de oración, de trabajo y comunidad, haciendo de esos ámbitos lugares propicios para escuchar a Dios, sin despreciar el valor de quienes , movidos por los mismos ideales evangélicos, se entregan a la misión activa. Saludable conjunción de contemplación y de apostolado inmerso en la realidad, esta alimenta a aquellos y ellos nos recuerdan el sentido de la trascendencia definitiva.

Debemos afirmar que, inspirados en el Evangelio, estamos llamados a insertarnos en la realidad, a tener un compromiso que se traduzca en una transformación de lo injusto, egoísta y pecaminoso, para que brille el espíritu de projimidad, de bienaventuranza, de acogida de los unos por los otros, de convivencia dentro de un saludable pluralismo, de vida con espíritu, todo esto a partir de una densa experiencia de oración y de discernimiento.13

Cuando Jesùs dice, viendo el trajín domèstico de Marta: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. Marìa ha elegido la mejor parte, que no le será quitada14, quiere decir que la vida activa, el ejercicio de la misión, el apostolado, el servicio, se alimentan en honda contemplación, escuchar a Dios en el silencio , pero no desprecia el carácter hospitalario de Marta, estupenda en su sentido de la acogida, tan cercano a los afectos de Jesùs. Pablo vive plenamente esta experiencia de misión y existencia contemplativa, como nos lo comunica en la segunda lectura: “Ahora me alegro de los padecimientos que he soportado por ustedes, y completo en mi cuerpo lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia. De ella he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios me concedió en favor de ustedes: dar cumplimiento a la palabra de Dios, al misterio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos15

En medio de este mundo, tan pagado de sì mismo, arrodillado indignamente ante el dinero y el poder, despectivo con la vida justa, ignorante de los apremios de tantos hombres y mujeres que reclaman su legìtimo derecho a la dignidad, escuchar a Dios en la densidad del misterio contemplativo es capacitarse para las mejores y màs comprometidas acciones de justicia y de solidaridad. Dejando que resuenen en nosotros su indignación ante las injusticias del mundo para ser así medios de libertad y de dignidad.





1 GUTIÉRREZ MERINO; Gustavo. La densidad del presente. Sígueme. Salamanca, 2003; El Dios de la vida. Sígueme. Salamanca, 1994. ANDRADE, B. Dios en medio de nosotros: esbozo de una teología trinitaria kerigmática. Secretariado Trinitario. Salamanca, 1999. LEGIDO LÓPEZ, M. Misericordia entrañable: historia de la salvación anunciada a los pobres. Sígueme. Salamanca, 1987. ALVARADO PALACIOS, Amparo. Reflexión teológico-espiritual del diálogo: Dios-ser humano, ser humano-ser humano. En revista Alberto Magno volumen 9 número 1, enero-junio 2018; páginas 11-42. Universidad de Santo Tomás, Facultad de Teología. Bogotá, 2018. COSTADOAT, Jorge. Los signos de los tiempos en la teología de la liberación. En BERRÍOS, F., COSTADOAT, J. GARCÍA, D. (Editores). Signos de estos tiempos: interpretación teológica de nuestra época. Universidad Alberto Hurtado. Santiago de Chile, 2008; páginas 131-148. VOCES DEL PUEBLO DE DIOS. Síntesis narrativa: la escucha en la primera asamblea eclesial para América Latina y el Caribe. En https://www.prensacelam.org/wp-content/uploads2021/09/Sintesis-Narrativa-FINAL-1.pdf

2 CRUZ LOPEZ, Diego Fernando. La revelación de Dios: camino de interpretación y de acción humana en el contexto de la comunidad “Pueblo de Dios” en http://www.D:/Informacion/Downloads/Dialnet-LaRevelacionDeDios-5794322.pdf . CONCILIO VATICANO II. Constitución Dogmática Dei Verbum sobre la Divina Revelación. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1996; páginas 164-181. LATOURELLE, René. Teología de la Revelación. Sígueme. Salamanca, 2016.

3 COMISION PARA EL ESCLARECIMIENTO DE LA VERDAD, LA CONVIVENCIA Y LA NO REPETICION. Hay futuro si hay verdad. Bogotá, 2022. BUSHNELL, David. Colombia, una nación a pesar de sí misma. Ariel. BOGOTÁ, 2019. PALACIOS, Marco & SAFFORD, Frank. Colombia, país fragmentado, sociedad dividida. Norma. Bogotá, 2002. DE ROUX RENGIFO, Francisco José. La audacia de la paz imperfecta. Ariel. Bogotá, 2018. HENDERSON, James D. Víctima de la globalización: La historia de cómo el narcotráfico destruyó la paz en Colombia. Siglo del Hombre Editores. Bogotá, 2012; Cuando Colombia se desangró: un estudio de la violencia en metrópoli y en provincia. El Ancora Editores. Bogotá, 1985. GUZMÁN CAMPOS, Germán & FALS BORDA, Orlando & UMAÑA LUNA, Eduardo. La violencia en Colombia. Taurus. Bogotá, 2017 (2 volúmenes).

4 TORRES QUEIRUGA, Andrés. Repensar la revelación: la revelación divina en la realización humana. Trotta. Madrid, 2008. MENDOZA-ALVAREZ, Carlos. Deus ineffabilis: una teología posmoderna de la revelación del fin de los tiempos. Herder-Universidad Iberoamericana. Barcelona, México D.F., 2015. ELIZONDO, Virgilio. Jesús de Galilea, un Dios de increíbles sorpresas. Loyola Press. Chicago, 2007. MESTERS, Carlos. Lectura profética de la historia. Verbo Divino. Estella, 1999. METZ, Johann Baptist. Por una cultura de la memoria. Anthropos. Barcelona, 1999. QUEZADA, Javier. Dios clemente y misericordioso: enfoques antropológicos. Universidad Iberoamericana. México D.F., 2012.

5 Génesis 18: 3

6 Alude a tres misteriosos acompañantes referidos en Génesis 18: 2, signos de la cercanía de Yahvé.

7 Génesis 18: 4

8 Génesis 18: 10

9 BEROS, Daniel, ROGGERO Jorge Luis, ROLDÁN, David & SOLDANO DEHEZA, Flavia (Compiladores). Dios, ser humano, mundo: entre la filosofía y la teología. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras. Buenos Aires, 2016. GELABERT BALLESTER, Martín. Palabra de Dios, Palabra del hombre. En Revista Carthaginensia, número 27, año 2011, páginas 131-146. Instituto Teológico de Murcia, 2011. CHARDIN, Teilhard de. El fenómeno humano. Taurus. Madrid, 1964. SCHYLLEEBECKX, Edward. Los hombres, relato de Dios. Sígueme. Salamanca, 1997. ALFARO, Juan. De la cuestión del hombre a la cuestión de Dios. Sígueme. Salamanca, 1997. SCHMIDT, Ludwig. El hombre como ser trascendente: una perspectiva judeocristiana. En Revista de Bioética Latinoamericana, volumen 10, páginas 53-99. Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, 2012.

10 PIRONIO, Eduardo. Interpretación cristiana de los signos de los tiempos hoy en América Latina. En 50 años Medellín: Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, documento conclusivo y ponencias preparatorias. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, páginas 281-300. Bogotá, 2018. GONZÁLEZ-CARVAJAL, Luis. Los signos de los tiempos: el Reino de Dios está entre nosotros. Sal Terrae. Santander, 1987. CHENU, Marie Dominique. Los signos de los tiempos, en AUTORES VARIOS. Los cristianos y la acción temporal. Herder. Barcelona, 1968. MERINO BEAS, Patricio. La categoría teológica SIGNOS DE LOS TIEMPOS : sus significados e implicancias en la Iglesia y en la teología católica. En Revista Anales de Teología, número 8, páginas 65-167. Universidad Católica de la Santísima Concepción. Concepción, 2006.

11 UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA: Instituto Superior de Pastoral. A la escucha de Dios hoy: audacia y creatividad. Verbo Divino. Estella (Navarra, España), 2007. SCHICKENDANTZ, Carlos. Signos de los tiempos: sentido y vigencia de una forma de proceder teológicamente. En Revista Alberto Magno, volumen 9 número 2, páginas 87-106. Universidad de Santo Tomás-Facultad de Teología. Bogotá, julio-diciembre 2018. FROMM, Erich. Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Fondo de Cultura Económica. México, D.F., 1980; El corazón del hombre: su potencia para el bien y para el mal. Fondo de Cultura Económica. México D.F., 2020.

12 BOVON, Francois. El evangelio según San Lucas: Lucas 19: 28 a 24: 53. Volumen IV. Sígueme. Salamanca, 2010. OYIN ABOGUNRIN, Samuel. Lucas. En Comentario Bíblico Internacional, páginas 1244-1307. Verbo Divino. Estella, 2000. FITZMYER, Joseph A. El Evangelio de Lucas; 3 volúmenes. Cristiandad. Madrid, 1986.

13 VIOLERO,Julia. Contemplativos en la acción: dejarse conducir hacia la integración espiritual. Publicado en Ignaziana (Rivista di Ricerca Teologica), número 9 año 2009, páginas 29-96. Pontificia Universidad Gregoriana-Centro de Espiritualidad Ignaciana. Roma, 2009. MARTIN, James. Más en las obras que en las palabras: una guía ignaciana para (casi)todo. Sal Terrae. Santander, 2011. BRACKLEY, Dean. Espiritualidad para la solidaridad: nuevas perspectivas ignacianas. UCA Editores. San Salvador, 2010. CONGREGACION DE RELIGIOSOS E INSTITUTOS SECULARES SANTA SEDE. La dimensión contemplativa de la vida religiosa. Librería Editrice Vaticana. Roma, 1980. ARNÁIZ, José María. Místicos y profetas: necesarios e inseparables hoy. PPC. Madrid, 2004. GONZÁLEZ BUELTA, Benjamín. Ver o perecer: mística de ojos abiertos. Sal Terrae. Santander, 2006. MARTÍN VELASCO, Juan de Dios. El fenómeno místico. Trotta. Madrid, 2003; La experiencia cristiana de Dios. Trotta. Madrid, 2007. MERTON, Thomas. La vida silenciosa. Desclée de Brower. Bilbao, 2009; Curso de Mística Cristiana en trece lecciones. Sígueme. Salamanca, 2017.

14 Lucas 10: 41-42

15 Colosenses 1: 24-26

domingo, 10 de julio de 2022

COMUNITAS MATUTINA 10 DE JULIO 2022 DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

 

Cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos? El maestro de la ley contestó: el que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: pues ve y haz tù lo mismo”

(Lucas 10: 36 – 37)

Lecturas:

  1. Deuteronomio 30: 10 – 14

  2. Salmo 18: 8 – 11

  3. Colosenses 1: 15-20

  4. Lucas 10: 25 – 37

Un serio problema que tienen las cosas buenas de la vida es que, si no hay alertas constantes de renovación y actualización, tienden a anquilosarse y a volverse parte del “paisaje” , sin mayores influjos en la transformación de las personas individuales y de las comunidades. Así sucede con las tradiciones religiosas. Cuando estas se hacen mayoritarias en una determinada sociedad, se “normalizan” y su encanto original empieza a no ser percibido en su fuerza profética renovadora. En nuestro ámbito latinoamericano y colombiano ser católico es parte de esa “normalidad social”, pero eso no equivale a una profunda calidad en el comportamiento de muchos de los que profesan esas creencias.1 Bastantes bautizados son responsables de actos violentos, de crímenes de lesa humanidad, de graves violaciones a la dignidad humana, de corrupciones sin fin, también abundan los del “ateísmo práctico”, bautizados sin evangelización y sin conversión a Dios y al prójimo. Dónde está el punto de quiebre? Las lecturas de este domingo nos invitan a una densa reflexión sobre el particular.

Lo que aquí describimos someramente es un interrogante serio para la Iglesia y para cada cristiano en particular. Un desafío para las estrategias y contenidos de la evangelización, para la capacidad que estos tengan de dialogar con las sensibilidades del mundo moderno, con las expectativas de sentido de los diversos colectivos de la sociedad, con los vacíos y fracasos de la humanidad, también con lo que la llena de plenitud y felicidad. El ser y el quehacer de la Iglesia es comunicar la Buena Noticia de Jesús, el Concilio Vaticano II y el magisterio de los papas más recientes tienen en este punto un asunto nodal de su misión.2 Y para cada cristiano en particular es un reto en términos de la autenticidad de la fe, si somos creyentes por inercia sociocultural o por libre y gozosa opción existencial que acoge el don de Dios.

Este fenómeno podemos verificarlo en ciertos momentos de la historia bíblica, tanto en el Antiguo Testamento como en el judaísmo de los tiempos de Jesús, también en las diversas formas del cristianismo contemporáneo. Asunto crucial en la humanidad , particularmente en el ámbito de las prácticas religiosas, es la relación entre las leyes que proceden de las mismas y la libertad para vivir en el amor de Dios y en el de los prójimos. Con frecuencia se ha asociado este vìnculo con normativas onerosas, en contravía de legítimas aspiraciones de libertad,3 propias del sentido común humano. A propósito de esto es bien conocida la postura de Jesús ante la legislación religiosa : “El sábado ha sido instituído para el hombre y no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre es también señor del sábado”. 4

Este tema es el núcleo del libro bíblico del Deuteronomio, primera lectura de este domingo, integrante del conjunto llamado Pentateuco (Gènesis, Exodo, Levìtico, Nùmeros,Deuteronomio), que articula los relatos originales de la fe de Israel con el corpus legislativo de la misma, conocido como la Torah.

La palabra Deuteronomio significa segunda ley, es un texto que se produce dentro de un gran esfuerzo de los profetas por renovar la vida espiritual de los israelitas, anquilosada por la cantidad de preceptos y observancias rituales vividas de modo exterior sin comprometer ni la conversión del corazón ni la apertura solidaria a los requerimientos del prójimo necesitado e injustamente tratado por los mismos practicantes de esa normativa. Es central en el mensaje de este quinto libro del Pentateuco la ley inscrita por Dios en nuestro interior, fuente de la autenticidad en la opción creyente con su correspondiente traducción existencial. 5Superar el divorcio entre la fe y la vida, proceder como seres humanos integrados en Jesucristo, es la apuesta de la apropiación interior de la ley.

Esta sucinta contextualización nos ayuda a entender mejor el espíritu de la primera lectura: “Este mandamiento que hoy les doy no es demasiado difícil para ustedes, ni està fuera de su alcance…” ,6 y “Al contrario, el mandamiento està muy cerca de ustedes; està en sus labios y en su pensamiento, para que puedan cumplirlo”.7

Quiere decir el texto que la voluntad de Dios no es un reglamento propuesto desde fuera, extraño al ser humano, determinado por una autoridad distante y – si se quiere – antipática y onerosa. Està grabada por el Espìritu en el corazón de las personas, y cuando estas se hacen conscientes de ella y la asumen con plena responsabilidad deviene en un despliegue del autèntico ser humano.

Si vamos a los profetas de aquel tiempo, encontraremos plasmada esta mentalidad cuando confrontan las pràcticas religiosas de sus contemporáneos como vacías de contenido existencial, de sentido de justicia y de referencia al prójimo: “Cuando ustedes levantan las manos para orar, yo aparto mis ojos de ustedes; y aunque hacen muchas oraciones, yo no las escucho. Tienen las manos manchadas de sangre. Làvense, lìmpiense! Aparten de mi vista sus maldades! Dejen de hacer el mal! Aprendan a hacer el bien, esfuércense en hacer lo que es justo, ayuden al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan los derechos de la viuda”. 8

Una consideración asì , nos vincula con la pregunta capciosa que plantea un maestro de la ley a Jesùs, inicio del texto de Lucas, propuesto por la Iglesia para este domingo: “Un maestro de la ley fue a hablar con Jesùs, y para ponerlo a prueba le preguntò: Maestro, què debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesùs le contestò: Què està escrito en la ley? Què es lo que lees? El maestro de la ley contestò: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a tì mismo. Jesùs le dijo: has contestado bien. Si haces eso, tendràs la vida. Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesùs: Y quièn es mi prójimo?”.9 La respuesta certera de Jesùs es la parábola del Buen Samaritano, núcleo de nuestra reflexión de hoy.

La projimidad incondicional es el criterio de religiosidad que Jesùs plantea en esta parábola,10 poniendo en tela de juicio el judaísmo milimétrico de aquellos tiempos, que disponía de 613 mandamientos, de los que 365 eran prohibiciones y 248 preceptos, abrumadora normatividad que sofocaba la libertad de los creyentes.

No basta con ser religioso, el autèntico contenido de la parábola es practicar el amor al prójimo hasta los extremos , 11incluyendo el de dar la vida cruentamente, como en el caso de muchos cristianos admirables. Cabe recordar que en el Antiguo Testamento sòlo se tenìan como prójimos a los del propio pueblo, los demás eran o enemigos o simplemente extraños, y no merecían el beneficio de la solidaridad. La pregunta maliciosa del maestro de la ley està impregnada de esta pobre mentalidad!

Jesùs rompe con tal esquema en su parábola del Buen Samaritano. Para el sacerdote y el levita que pasaron de largo , la primacía de su vida està en el riguroso cumplimiento de sus leyes y de su culto, por eso dieron un rodeo y siguieron adelante, evadiendo el ejercicio de la misericordia. En feliz y comprometida oposición, el samaritano revela que su prioridad es el servicio al prójimo caìdo, sin reservas ni medidas , es el amor hasta el extremo: “Pero un hombre de Samaria, que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercò a èl, le curò las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevò a un alojamiento y lo cuidò” .12

Este samaritano lleva la ley escrita en su corazón, y la vive al máximo, pero sus contemporáneos judíos lo tienen excomulgado del culto oficial de Israel, porque no cumple con las formalidades emanadas del templo de Jerusalèn. Escandaloso contraste: los religiosos “oficiales”, que están en regla con la ley y con el culto, evaden al prójimo malherido, pero este hombre, que no es formalmente religioso según ellos, actuó como Dios: con compasión y con misericordia!13

Es el samaritano excluído y condenado el que se dedica con fuerza solidaria y compasión a atender a esta persona. El énfasis de Jesús con esta parábola es censurar el comportamiento de los representantes oficiales de la religión, de quienes idealmente se espera una conducta de solidaridad: “Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote que, al verlo, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio lo vió y dio un rodeo. Pero un samaritano , que iba de camino, llegó y, al verlo, tuvo compasión”.14

El prójimo se nos impone dramáticamente, es el que nos necesita, tiene rostros y demandas muy concretos. Con èl se rompen los mandamientos legales, y se abre el camino del servicio y de la compasión. Como Jesùs, amamos al Padre en la medida en que amamos a sus creaturas. La ética de la projimidad15 define el comportamiento de Jesùs y es imperativa para quien tome en serio su seguimiento. Es el hermano doliente, en quien Dios nos reclama el culto y la ley verdaderos, y los inscribe en nuestro corazón. El impactante informe de la Comisión de la Verdad16 presentado el pasado martes 28 de junio, en boca de su presidente , el jesuita Francisco de Roux, es un desafío a esta Colombia mayoritariamente cristiana. Las aterradoras cifras de asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado, mayor empobrecimiento de las comunidades, son potente reto para la sensibilidad de este país que se dice mayoritariamente cristiano y para hacer vida la fuerza reconciliadora del Señor: “En él decidió Dios que residiera la plenitud, por medio de él quiso reconciliar consigo todo lo que existe, restableciendo la paz por la sangre de la cruz…..17









1 MARTÍN VELASCO, Juan de Dios. El malestar religioso de nuestra cultura. Paulinas. Madrid, 1993. GONZALEZ-BLASCO p. & GONZALEZ-ANLEO, J. Religión y sociedad en la España de los 90. SM. Madrid, 1992. IMHOF, P. & BALLOWONS, H. La fe en tiempo de invierno: diálogos con Karl Rahner en los últimos años de su vida. Desclée de Brower. Bilbao,1989. LUCKMANN, Th. La religión invisible. Sígueme. Salamanca, 1978. TAMAYO-ACOSTA, Juan José. Para comprender la crisis de Dios hoy. Verbo Divino. Estella, 2000. BAUMAN, Zygmunt. La modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica. México D.F., 2003. BASTIAN, Jean Pierre. La modernidad religiosa: Europa Latina y América Latina en perspectiva comparada. Fondo de Cultura Económica. México D.F., 2004. BRIGENTHI, Agenor. Nueva evangelización y conversión pastoral: un abordaje desde la Iglesia en América Latina y el Caribe. En Revista Theologica Xaveriana volumen 63, número 176; páginas 331-366. Pontificia Universidad Javeriana-Facultad de Teología; Bogotá, julio-diciembre 2013. GONZÁLEZ-CARVAJAL, Luis. Evangelizar en un mundo postcristiano. Sal Terrae. Santander, 1998. TORRES QUEIRUGA, Andrés. Fin del cristianismo premoderno. Sal Terrae. Santander, 2000.

2 ANDRÉS VELA, Jesús. Reevangelización: el primer anuncio del Evangelio a bautizados no cristianos. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2014; Evangelizar de nuevo: el kerygma cristiano en un mundo roto. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2010; Reiniciación cristiana: respuesta a un bautismo sociológico. Verbo Divino. Estella, 1986. ARQUIDIOCESIS DE BOGOTÁ. Orientaciones y criterios para la iniciación cristiana. Bogotá, 2017. En este esfuerzo eclesial de renovar su dinámica evangelizadora es fundamental tener en cuenta el magisterio del Concilio Vaticano II, especialmente Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno; del Papa Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelli Nuntiandi El Anuncio del Evangelio Hoy; de Juan Pablo II la Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, de Benedicto XVI sus tres encíclicas Deus caritas est, Spe Salvi y Caritas in Veritate, de Francisco la muy conocida y programática La Alegría del Evangelio Evangelii Gaudium.

3 BERLIN, Isaiah. Cuatro ensayos sobre la libertad. Alianza Universidad. Madrid, 1993. GONZÁLEZ MERLANO, Gabriel. La libertad religiosa y la libertad de conciencia. En https://www.ucu.edu.uy/sites/default/files/pdf/2014/ponencia_gonzalez.pdf

4 Marcos 2: 27-28. En el pasaje completo (Marcos 2: 23-28) Jesús confronta a unos fariseos escandalizados porque los discípulos cogían espigas y las separaban del camino para poder transitar con comodidad, en día sábado, el día sagrado de los judíos. El extremo de observancia legalista prohibía tajantemente cualquier actividad en esta jornada, no se permitía ni siquiera alguna práctica que tuviera que ver con la ayuda al prójimo. JUSTO, Emilio. La libertad de Jesús. Sígueme. Salamanca, 2014. DUQUOC, Christian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1978. MARTÍNEZ, Julio Luis. Teología de la libertad. En revista Estudios Eclesiásticos volumen 81 número 317, páginas 383-419. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, octubre 2018.

5 GARCÍA LÓPEZ, Félix. El Deuteronomio: una ley predicada. Verbo Divino. Estella, 1982. OSUMI, Yuichi. Deuteronomio. En Comentario Bíblico Internacional, páginas 449-475. Verbo Divino. Estella, 2000. LOHFINK, Norbert. Escucha Israel: comentarios al Deuteronomio. Verbo Divino. Estella, 2008. SOLTERO, Carlos. Deuteronomio. En Comentario Bíblico Latinoamericano, páginas 559-597. Verbo Divino. Estella, 2005.

6 Deuteronomio 30: 11

7 Deuteronomio 30: 14

8 Isaías 1: 15 -17

9 Lucas 10: 25-29

10 PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PASTORAL DE LOS EMIGRANTES E ITINERANTES/PONTIFICIO CONSEJO COR UNUM. Acoger a Cristo en los refugiados y en los desplazados forzosos. Ciudad del Vaticano, 2013. ANTOLIN SANCHEZ, Javier. La compasión en las parábolas más emblemáticas de Lucas. Revista Estudios Agustinianos # 47. Valladolid, 2012. CALDUCH-BENAGES, Nuria. El prójimo eres tú: lectura del Buen Samaritano desde la vida consagrada. Conferencia de Religiosos de España, 15 de noviembre 2016. Ponencia presentada en la XXIII asamblea de la CONFER.

11 ALVAREZ QUINTERO, Felipe. La parábola del buen samaritano. Tesis para optar al título de doctor en teología. Universidad de Navarra. Pamplona, 2000. BEDOYA BONILLA, Diego. Un acercamiento exegético a la parábola del samaritano misericordioso. En revista Cuestiones Teológicas volumen 34 número 82, páginas 401-421. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, junio-diciembre 2007. JEWISH-CHRISTIAN RELATIONS. Una relectura de la parábola del buen samaritano. En https://www.jcrelations.net/es/article/una-relectura-de-la-parabola-del-buen-samaritano.pdf

12 Lucas 10: 33-34

13 El odio entre judíos (habitantes de la región central del país, Jerusalén, netamente etnocéntricos) y samaritanos, es ancestral. Los samaritanos son los habitantes de la parte norte del pequeño país palestino. En tiempos muy antiguos se separaron del culto central de Jerusalén y afirmaron esta autonomía erigiendo su santuario en el monte Garizim. Por esta razón fueron excomulgados del judaísmo central y se les consideró siempre una raza maldita. Para el mundo judío la condición de samaritano era una total perversión.

14 Lucas 10: 31-33

15 LAIN ENTRALGO, Pedro . Teoria y realidad del otro. Volúmenes I y II. Ediciones Revista de Occidente. Madrid, 1968.

17 Colosenses 1: 19

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