sábado, 29 de julio de 2023

COMUNITAS MATUTINA 30 DE JULIO 2023 DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO

 

El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo encuentra, vuelve a esconderlo y, de tanta alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel”

(Mateo 13: 44)

Lecturas:

  1. 1 Reyes 3: 5-12

  2. Salmo 118

  3. Romanos 8: 28-30

  4. Mateo 13: 44-52

Cuál es aquella realidad que determina y estructura todo nuestro proyecto de vida? Qué es aquello que nos mueve en grado máximo y hace que todo lo que somos y hacemos se oriente a ese fin? Cuál es la realidad que define todo lo nuestro en términos de pasión y felicidad? Cuál es el gran ideal, la utopía primera, que moviliza nuestras vidas? Qué es aquello que totaliza nuestra energía afectiva, que nos apasiona hasta el punto de convertirse en lo determinante de nuestra existencia? 1

A responder estos interrogantes se orientan las sencillísimas parábolas del tesoro y de la perla, que nos propone el evangelio de Mateo, propuesto por la Iglesia para este domingo. Jesús provoca en su auditorio la conciencia de superar la rutina, la existencia gris de cada día, revisión crítica de un ir y venir en monotonía, para dar el paso a la vida consciente, la que establece un ideal, una fuerza que absorbe constructivamente todas las potencialidades de la persona. El sorprende gratamente nuestras vidas, nos devuelve el encanto y el gozo de vivir. La suya no es una nueva “carga religiosa” sino una manera que conocemos como bienaventuranza, que nos hace libres, nos responsabiliza y compromete sin convertirnos en esclavos de onerosas religiosidades, que bien conocemos por sus tonos sombríos, llenos de prohibiciones y culpas correspondientes. 2

Recordemos nuevamente el contexto de la comunidad de Mateo,3 todos convertidos del judaísmo a la nueva fe en Jesús, viviendo entre contradicciones e incomprensiones se preguntaban si valía la pena seguir este camino, si el asunto de Jesús tenía la suficiente fuerza para totalizar sus vidas y para llenarlas de sentido. Estos primeros cristianos vivían su naciente fe en un medio bastante adverso, se los miraba como seguidores de “ese” crucificado, que lo fue por ponerse en contra del establecimiento religioso judío, condenado “legalmente” por su conducta subversiva. Por eso, no resultaba fácil para estos discípulos aventurarse a profesar las mismas convicciones de Jesús, y a hacerlo con la mayor vehemencia posible. 4

El esfuerzo de este relato evangélico es demostrar que sí se dan las mejores razones para la esperanza, apostándolo todo por este seguimiento y por la configuración radical de la existencia en la clave del Evangelio, sabiendo que no se trata de un camino de éxitos en el sentido en el que el mundo entiende esto, ni tampoco de ascensos en la escala del poder ni de adquisición de dinero y comodidades. Con esto, el evangelista quiere salir al paso de los posibles desencantos y frustraciones que vivían las comunidades inspiradas por Mateo, a raíz de las persecuciones e incomprensiones causadas por sus antiguos correligionarios del judaísmo más ortodoxo e intransigente. Mensaje claro para nosotros hoy es el de asumir con entera claridad que el seguimiento de Jesús no es una tranquila adaptación a una religiosidad funcional, sino un estilo que demanda vivir a contracorriente, con los mismos valores que estructuraron en su momento la misión del Señor.

El relato de las tres parábolas que propone hoy el texto de Mateo 13:44-52 nos recuerda una vieja leyenda de Sri Lanka, la que se refiere al país de Serendip, una tierra imaginaria en la que se encontraban felices casualidades, cosas que no se estaban buscando y que, de repente, surgían como sorpresas causantes de sentido y de felicidad. Sucede que emergen personas en nuestra vida, así gratamente sorpresivas, que nos abren horizontes liberadores, insospechados hasta entonces; también experiencias fuertes, situaciones límite, confrontaciones, fracasos que se convierten en oportunidades de crecimiento, crisis que provocan rupturas y liberaciones. El contenido de esta casualidad se concretó en la palabra inglesa serendipity, en castellano serendipia. Esta reflexión nos ayuda a comprender con mayor densidad la novedad de sentido que aportó Jesús en su tiempo, que permanece hasta nuestros días. En su tiempo, el pueblo estaba penosamente habituado a la rigidez de la religión oficial, toda ella envuelta en rituales vacíos y en normas que no incidían en la conversión del corazón y en la felicidad de vivir. En ese contexto, el surgimiento de Jesús, su estilo profundamente humano, su sintonía amorosa con esas gentes desencantadas, se tornan en una gratísima serendipia, la irrupción en la historia de un Dios absolutamente comprometido con la plenitud de quienes ya habían perdido el gusto por la vida. Jesús es el encanto de Dios para bien de todos los humanos!5

Así, tal cual, es lo que propone hoy el relato de Mateo: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo encuentra, vuelve a esconderlo y, de tanta alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel”. 6 Lo que ofrece Jesús es apasionante en el máximo sentido en que algo puede serlo en la vida. Con él, el Padre Dios nos ofrece ese proyecto llamado Reino,7 el nuevo orden de cosas en el que la felicidad no está dada por las posesiones materiales ni por la carrera del poder sino por una bienaventuranza que parte de dejarse encontrar por Dios y que asume ver la vida desde una óptica de solidaridad, de servicio, de fraternidad, de lucha por la justicia, de mesa compartida. Ese es el tesoro, la perla escondida, que sugiere este relato evangélico.

Estas palabras son alusión directa a esa realidad que Jesús nos presenta como el valor último y decisivo para llenar de sentido cualquier vida humana que desee optar por esta alternativa, asumiendo las necesarias rupturas con aquellas cosas que nos impiden vivir con libertad : afectos desordenados, ambiciones egoístas, deseo de brillar socialmente, búsqueda de privilegios, cambiando todo por una vida en la que el genuino culto a Dios se da en la construcción de la projimidad y en la realización efectiva de la dignidad y de la justicia para todos.

Hoy la situación es bien diferente de la que vivía aquella perpleja comunidad de Mateo que se planteaba la pregunta radical de sentido en la persona de Jesús. Vivimos un mundo complejo, en el que coexisten los grandes avances de ciencia y tecnología, el prodigio de la cultura digital y de las comunicaciones, los logros de las ciencias humanas y sociales afirmando todo lo que tiene que ver con la libertad, en simultánea contradicción con grandes injusticias, violencias y escandalosos desconocimientos de la dignidad de las personas. Junto a ellos viene el resurgimiento de tendencias fundamentalistas, religiosas y políticas, que afirman con soberbia sus verdades desconociendo las búsquedas legítimas de los demás, maltratando a quienes invocan la compasión, la misericordia, la superación del fanatismo religioso y la promoción de un mundo pluralista y respetuoso de la diferencia.8

Cómo ser aquí seguidores de Jesús? Cómo ser como el hombre de la parábola que se encuentra gozoso con el tesoro y hace todo lo mejor para quedarse con él? Cómo aportar a la humanidad el espíritu original del Evangelio dejando de lado esa religiosidad cositera, neurótica y promotora de miedos y de sentimientos de culpa? Cómo anunciar que Dios está siempre enamorado de la humanidad y que su deseo es la felicidad del ser humano? Cómo rescatar a Jesús para que el ser humano de hoy vuelva por los fueros de su dignidad? La oferta cristiana de sentido de la vida no puede ignorar las grandes dificultades a las que se ven expuestos millones de seres humanos, es de su naturaleza el principio encarnatorio, con el que el mismo Dios optó por insertarse en nuestra humanidad para salvarla y redimirla de sus pecaminosidades, contradicciones, injusticias y vacíos de sentido. 9

El reino de Dios y su justicia supera esos límites y se constituye en un universo desbordado de solidaridad, de compasión, de justicia, de posibilidades para todos en igualdad de condiciones, no se agota en tal o cual modelo político-económico, lo suyo propio es una inspiración que reanima teologal y humanamente todas las realizaciones para dotarlas de sentido definitivo.

Este proyecto está estructurado en torno a la referencia radical y simultánea al Padre de Jesús y al prójimo, una relación de amor total y apasionado, descubriendo que la voluntad de Dios es que el ser humano llegue a la felicidad, que todas sus potencialidades se realicen, que no sea sometido a ninguna esclavitud, que su existencia esté siempre animada por la Buena Noticia, que su dignidad sea siempre reconocida y promovida, que se den unas condiciones tales que hagan viable siempre la inclusión y la mesa compartida , que todos asuman que Dios es principio y fundamento de la humanidad . El acontecer de Dios en el ser humano se da través de la configuración con Jesús, la gracia nos lleva a identificarnos con él, a que nuestra humanidad sea asumida y transformada, como dice Pablo: “Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman, de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues Dios predestinó a reproducir la imagen de su Hijo a los que conoció de antemano, para que así fuera su Hijo el primogénito entre muchos hermanos”.10

Esta es la oferta, vamos a ser capaces de despojarnos de seguridades para obtener tan seductor y apasionante tesoro?: “También es semejante el reino de los cielos al caso de un mercader que anda buscando perlas finas. Cuando encuentra una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra”.11





1 BUENO, Gustavo. El sentido de la vida. Pentalfa. Oviedo, 1996. ADLER, Alfred. Omegalfa, 2018. GRONDIN, Jean. Del sentido de la vida: un ensayo filosófico. Herder. Barcelona, 2005. IZA VILLACÍS, Víctor (Editor). Sentido de la vida y comunidad. Universidad Politécnica Salesiana. Cuenca, 2021. PALOMINO FORERO, Jorge A. De prótesis afectivas y otras configuraciones. Cuerpos, subjetividades y afectividad en la era del celular. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2023. BERMAN, Marshall. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Siglo XXI. México D.F., 1998. DELEUZE, Gilles. La lógica del sentido. Paidós. Barcelona, 2005..GIDDENS, Anthony. Modernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la época contemporánea. Península. Barcelona, 1999. ONFRAY, Michel. La fuerza de existir. Manifiesto hedonista. Anagrama. Barcelona, 2013. SERRES, Michel. Pulgarcita. El mundo cambió tanto que los jóvenes deben reinventar todo. Gedisa. Barcelona, 2012. FRANKL, Viktor. La presencia ignorada de Dios. Herder. Barcelona, 1999; El hombre en busca de sentido. Herder. Barcelona, 2015. QUOIST, Michel. Triunfo. Herder. Barcelona, 1998.

2 CASTILLO, José María. La victoria sobre el miedo en su libro El seguimiento de Jesús, páginas 129-148. Sígueme. Salamanca, 2005. MARTÍNEZ DÍEZ, Felicísimo. Creer en el ser humano y vivir humanamente. Verbo Divino. Estella, 2012.

3 P. LESKE, Adrian. Mateo. En FARMER, William (Editor). Comentario Bíblico Internacional; páginas 1139-1209. Verbo Divino. Estella, 2000. DUMAIS, Marcel. Mateo, el teólogo. Verbo Divino. Estella, 1998. GUIJARRO, Santiago. Evangelio según San Mateo. Sígueme. Salamanca, 1989. QUESNEL, Michel. Jesucristo según San Mateo. Verbo Divino. Estella, 1993. TRILLING, Wolfgang. El verdadero Israel. Estudio de la teología de Mateo. Fax. Madrid, 1974.

4 PEREZ ANDREO, Bernardo. La revolución de Jesús. El proyecto del Reino de Dios. PPC. Madrid, 2018. KURI BREÑA, Antonio. Con Jesús de Nazaret, ser otros Cristos. Verbo Divino. Estella, 2017. ZAMORA ANDRADE, Pedro Pablo. Seguir a Jesús, el Señor, y proseguir su proyecto. Verbo Divino. Estella, 2019. FERRANDO, Miguel Angel. El mensaje de Jesús a una sociedad violenta. En https://www.repositorio.uc.cl/xmlui/bitstream/handle/11534/16719/000674483.pdf THEISSEN, Gerd. El movimiento de Jesús: historia social de una revolución de los valores. Sígueme. Salamanca, 2005. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. La memoria de Jesús y los cristianismos de los orígenes. Verbo Divino. Estella, 2014.

5 PRONZATO , Alessandro. La sorpresa de Dios. Sígueme. Salamanca, 1979. PAGOLA, José Antonio. Jesús, poeta de la misericordia de Dios. En https://www.web.unican.es/campuscultural/Documents/Aula%20de%20estudios%20sobre%20religión/2005-2006/CursoTeologiaSedCompasivos2005-2006.pdf TOLENTINO MENDONCA, José. La construcción de Jesús. La sorpresa de un retrato. Sal Terrae. Santander, 2015. VICENTE, Jesús Andrés. El itinerario de Jesucristo: catorce pasos siguiendo sus huellas. Verbo Divino. Estella, 2006.

6 Mateo 13: 44

7 GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. Otro mundo es posible desde Jesús. Sal Terrae. Santander, 2010. DUQUOC, Cristian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1978. MOINGT, Joseph. El hombre que venía de Dios (2 volúmenes). Desclée de Brower. Bilbao, 1995; Dios que viene al hombre (3 volúmenes). Sígueme. Salamanca, 2007. MOLTMANN, Jürgen. Un nuevo estilo de vida: sobre la libertad, la alegría y el juego. Sígueme. Salamanca, 1980. RADCLIFFE, Timothy. Qué sentido tiene ser cristiano? El atisbo de la plenitud en el devenir de la vida cotidiana. Desclée de Brower. Bilbao, 2007. CASTILLO, José María. Declive de la religión y futuro del Evangelio. Desclée de Brower. Bilbao, 2023.

8 JUDT, Tony. Algo va mal. Taurus. Madrid, 2011. Pensar el siglo XX. Taurus. Madrid, 2016. HARVEY, David. Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo. Traficantes de Sueños. Madrid, 2014. GIDDENS, A; BAUMAN, Z; LUHMANN, N; BECK U. Las consecuencias perversas de la modernidad. Anthropos. Barcelona, 1996. HOBSBAWM, Eric. Historia del siglo XX. Crítica. Barcelona, 2021. GASCÓN, Lorenzo. Globalización y crisis de valores. Real Academia de Doctores. Barcelona, 2014. PALACIOS, Marco & SAFFORD, Frank. Colombia, país fragmentado, sociedad dividida. Norma. Bogotá, 2002. DE ROUX, Francisco José. La audacia de la paz imperfecta. Ariel. Bogotá, 2018. BUSHNELL, David. Colombia, una nación a pesar de sí misma. Ariel. Bogotá, 2019.

9 VIVES PÉREZ, Pedro Luis. La encarnación como acontecimiento trinitario. En Revista Scripta Fulgentina número 63-64, páginas 67-106. Instituto Teológico San Fulgencio. Murcia, 2022. GONZALEZ FAUS , José Ignacio & MOLLÁ, Darío. Hagamos redención del género humano. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2012. MOLTMANN, Jürgen. La kénosis divina en la creación y consumación del mundo. Verbo Divino. Estella, 2008.

10 Romanos 8: 28-29 SCHOONEBERG, Piet. Un Dios de los hombres. Herder. Barcelona, 1972. URÍBARRI BILBAO, Gabino. El Hijo se hizo carne. Cristología fundamental. Sígueme. Salamanca, 2021. GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. El rostro humano de Dios. De la revolución de Jesús a la divinidad de Jesús. Sal Terrae. Santander, 2015. LIBANIO, Joao Batista. El proyecto de Dios y su encarnación en la historia. En https://www.sjweb.info/documents/cis/pdfspanish/200711504sp.pdf

11 Mateo 13: 45-46

sábado, 22 de julio de 2023

COMUNITAS MATUTINA 23 DE JULIO 2023 DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO

 

Les propuso esta otra parábola: el reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña”

(Mateo 13: 24-26)



Lecturas:

  1. Sabiduría 12: 13-19

  2. Salmo 85: 5-16

  3. Romanos 8: 26-27

  4. Mateo 13: 24-30

Tentación muy frecuente entre personas religiosas y observantes de la moral es la de no sentirse urgidos por la conversión a Dios y al prójimo, se ven a sí mismas como “salvadas”, en su conciencia albergan la convicción de ser buenos, acompañado todo esto de un complejo de superioridad ,1 que los lleva a despreciar a los “malos” y a tomar posturas de no contaminarse con los prójimos que incurren en fracasos morales. Advertencia crítica nos hace Jesús sobre esto, en la parábola del trigo y la cizaña que nos propone el evangelio de este domingo.2 Con frecuencia los que se sienten “trigo” son “cizaña”, y estos últimos, en actitud de humilde reconocimiento de sus debilidades, están más abiertos a una auténtica conversión a Dios y al prójimo. Son muchas las personas “buenas”, religiosas que se ensañan con los “malos”: los persiguen, los excluyen, los condenan; son marginados morales3 que cargan con el estigma que les endilgan los “piadosos”, los que van a misa, los que practican devociones sin cuento, los que se sienten elegidos por Dios. Así, traemos a cuento tantos hermanos que sufren la condena moral por ser homosexuales, por no haber tenido un ambiente de integración humana y emocional que les permitiera una mejor formación ética y espiritual, los que están en las cárceles, las pobres chicas que se ven expuestas a la prostitución ante la falta de oportunidades en materia de estudios y de trabajo. A estos se dirige Jesús con particular sensibilidad de misericordia y compasión, fuerza de Dios que restaura al ser humano desde su interior y lo hace nuevo y agraciado. El Señor es solidario con el pecador, no con el pecado. 4

Lo que sugieren las parábolas evangélicas es sorprendente, en el mejor sentido de este término, porque trastoca el modo habitual que tenemos para dividir el mundo en buenos y malos, vieja herencia maniquea muy frecuente en medios religiosos. Se trata de algo bien distinto, novedad cualitativa que introduce el mismo Jesús. No olvidemos que todas ellas contienen sus enseñanzas sobre el Reino de Dios y su justicia, su lógica sorprendente que descompone nuestra mentalidad religiosa “clásica” y nos conduce hacia el terreno de la humildad, bajar la cabeza y deponer todos nuestros títulos de soberbia y superioridad.

Olvidamos a menudo que la línea fronteriza entre el bien y el mal pasa por nuestro propio corazón. Si desmenuzamos en fino discernimiento el contenido de la parábola, Jesús está llamando la atención sobre esa “buena conciencia” presumida, tentación farisaica severamente fustigada por él, y nos invita a aquello que también propone el evangelio de Mateo: “No juzguen para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se les juzgará; y la medida con que midan se usará para ustedes. Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? Cómo puedes decirle a tu hermano : “Deja que saque la paja de tu ojos”, si hay una viga en el tuyo?” 5

La parábola de hoy tiene una sutileza pedagógica notable: el punto de inflexión en la lógica del relato lo encontramos en las palabras del dueño del campo: “dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega”. 6 Lo obvio sería que se dejara arrancar la cizaña apenas se descubriera en el sembrado, para que no disminuyera la cosecha ni se perdiera el trigo. Por eso , la orden del amo, en principio, resulta incomprensible para el sentido común. Este giro de la narración es el que debe hacernos pensar; no es que el dueño del campo haya perdido la sensatez, es que quien relata la parábola quiere hacernos ver la realidad de otra manera.

Una primera conclusión es que en el orden real de la vida espiritual no sólo no se debe arrancar la cizaña sino que no es posible separarla del trigo. He aquí la jugada maestra de esta enseñanza de Jesús. Con esto, queda desvirtuada la tentación maniquea de apartar malos y buenos, pues resulta que lo bueno y lo malo están en nosotros mismos, la frontera divisoria pasa por nuestro corazón. En el ser humano, en su uso de la libertad, reside esa capacidad que da cuenta de nuestros fallos. Esta es la mejor comprensión del pecado original y originante.7

Cómo hacernos conscientes de la presencia del mal en nosotros?8 Cómo asumir que Dios es quien puede liberarnos de las tendencias desordenadas del egoísmo, la injusticia, el afán de lucro material, el deseo de dominar a los demás, la arrogancia, el apetito de poder? Cómo ser realistas , advirtiendo críticamente que en nosotros coexisten la cizaña y la buena hierba? Y cómo desarrollar, a partir de esta constatación, una visión siempre optimista de la condición humana, en la clave de un Dios que al mismo tiempo ejerce su misericordia con ilimitada generosidad pero que también confronta con severidad y nos propone altas exigencias desde la clave de las bienaventuranzas? : “Tu poder es el principio de la justicia y tu señorío sobre todos te hace ser compasivo con todos”. 9

Confiemos en que la Palabra que se nos propone este domingo nos ayude a hacer claridad sobre estos interrogantes, cuyas respuestas atinadas contribuirán a cualificar nuestra humanidad, con sus correspondientes evidencias de una manera de vivir inspirada por el mejor humanismo trascendente y espiritual. 10

La primera lectura alude a la historia de pecado de los israelitas, a la idolatría y absolutizaciones en las que incurrieron, dando la espalda a Dios , a sus prójimos, desconociendo lo pactado con Yavé. Es, por supuesto, retrato de lo que acontece en muchos ámbitos del mundo contemporáneo. Qué hace Dios ante la realidad del pecado? Hacer la vista gorda? Entrar en una ira desaforada y vengarse de este pueblo desleal? O – mejor – dar todo de sí mismo en el ejercicio de la misericordia, propiciando una conciencia crítica de la deshumanización que trae consigo el pecado, y creando las condiciones más saludables para una vida libre en el amor y la justicia?

Propio de la fe cristiana es la esperanza que tiene su aval en el mismo Dios que tiende permanentemente hacia nosotros su mano plena de vitalidad y de constantes señales para que replanteemos nuestros proyectos de vida, cuando estos dejan de lado el amor. Aquella marca original de valor y de optimismo, testimoniada en el Génesis, es esencial en las convicciones de nuestra fe: “Y dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza… Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios los creó; varón y mujer los creó” ,11 desde ella estamos animados por una visión saludable del ser humano y de su historia, conciencia que no impide la autocrítica juiciosa cuando verificamos los efectos de una libertad que no se ajusta a la abundancia de esa gratuidad amorosa del Padre.

Vemos en el devenir de la humanidad grandes realizaciones, desarrollos de humanismo y espiritualidad, de vida éticamente valiosa, de creaciones culturales extraordinarias, de búsqueda apasionante del conocimiento para desvelar los más hondos misterios de la realidad y de la naturaleza, de aplicaciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los humanos y a proteger los recursos naturales, del sentido de justicia que favorece el reconocimiento de la dignidad humana. Pero también, cuántos hechos que van en contravía de esta bondad que Dios imprime en sus creaturas! Guerra, violencia, muerte, destrucción irresponsable del hábitat, segregación racial, poblaciones enteras forzadas a migrar de sus tierras de origen, ofensas interminables a la dignidad humana, discriminaciones de todo tipo, homofobia, intolerancia, economía sin corazón, ejercicio arbitrario del poder, espacios dramáticos en los que se niega la creaturalidad y se desbarata el proyecto teologal de armonía y plenitud.12

Cómo procede Dios ante esto?: El es dador de vida, creador comprometido con su creatura, con su pedagogía de garantizar que permanezcamos en el dinamismo de lo más sano y constructivo, articulando la denuncia del desorden contenido en el pecado con el anuncio de la misericordia que es noticia de esperanza para toda la humanidad que asume con libertad vivir en esta gratuidad.

La cizaña que se junta a la buena hierba es la injusticia que el egoísmo exacerbado de algunos seres humanos siembra para impedir la vida y la dignidad, la economía que no se inspira en la lógica de la mesa compartida sino en la ambición de posesión y de dominio esclavizante, la brutalidad de las guerras , la indiferencia ante la suerte de los que sufren, el consumismo desaforado, el rechazo a las poblaciones migrantes, el asesinato de los líderes sociales, el cómodo egoísmo del que todo lo tiene sin preocuparse por las mayorías sufrientes.

Y la buena hierba? Es la capacidad restauradora que procede de Dios para reordenar la interioridad humana y, sobre esta base, reestructurar la historia en clave de projimidad, de inclusión, de respeto a la diversidad étnica, religiosa, cultural, ideológica, de acogida de la nueva humanidad que el Padre Dios nos trae con Jesús: “El reino de Dios es como un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Cuando el tallo brotó y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña” ,13 sencilla imagen en la que Jesús demuestra que en el centro mismo del ser humano coexisten la gratuidad de los dones de Dios con el uso egoísta que hacemos de la libertad.

Tal es la maestría de esta parábola : de jueces intransigentes de los demás, presumidos de buena conciencia, nos remite a confrontar nuestro trigo y cizaña, en la clave de la misericordia liberadora del Dios que se nos manifiesta en Jesús.



1 THACKERAY, William. La feria de las vanidades. Rialp. Madrid, 1999. LOWEN, Alexander. El narcisismo: la enfermedad de nuestro tiempo. Paidós. Barcelona, 2020. FREUD, Sigmund. Introducción al narcisismo. En volumen XIV de sus Obras Completas. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 2013. RODRÍGUEZ, Maribel. Más allá del narcisismo espiritual. Desclée de Brower. Bilbao, 2021. DEBORD, Guy. La sociedad del espectáculo. La Flor. Buenos Aires, 1974. MORLA, Víctor. Eclesiastés: el colapso del sentido. Verbo Divino. Estella, 2018.

2 SÁNCHEZ NAVARRO, Luis. El Logos del Reino: Las diez parábolas de Mateo. Verbo Divino. Estella, 2019. DODD, C.H. Las parábolas del Reino. Cristiandad. Madrid, 2001. ZIMMERMANN, Rubén. Las enigmáticas parábolas de Jesús: métodos e interpretación. Clie. Barcelona, 2022. PAGÁN, Samuel. Las parábolas del Reino de Jesús de Nazaret. Clie. Barcelona, 2021. RUIZ DE GALARRETA, José Enrique. Para leer el Reino en parábolas. Verbo Divino. Estella, 2012.

3 MIQUEL, Esther. Amigos de esclavos, prostitutas y pecadores. Verbo Divino. Estella, 2007. PAGOLA, José Antonio. Defensor de los últimos. Capítulo 7 de su libro: Jesús, aproximación histórica. PPC. Madrid, 2008; páginas 179-2008. SOBRINO, Jon. El principio misericordia. UCA Editores. San Salvador, 2012. ESCUDERO FREIRE, Carlos. Jesús y el poder religioso: El Evangelio y la liberación de los oprimidos. Nueva Utopía. Madrid, 2003.

4 MONTES PERAL; Luis Angel. Jesús de Nazaret y el Evangelio de la misericordia. En Revista Estudios Agustinianos, número 51; páginas 449-520. Estudio Agustiniano. Valladolid, 2016. KASPER, Walter. La misericordia, clave del evangelio y de la vida cristiana. Sal Terrae. Santander, 2014. ANDUEZA, José Manuel. La misericordia, los pobres y el Reino de Dios. Desclée de Brower. Bilbao, 2016. DOLDAN, Felipe L. La misericordia y la justicia de Dios. En https://www.repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/7382/1/misericordia-justicia-dios.pdf VIALLE, Catherine. La misericordia en la Biblia. Verbo Divino. Estella, 2018. SANZ GIMÉNEZ-RICO, Enrique. Profetas de misericordia. San Pablo. Madrid, 2007. MATEOS, Juan & CAMACHO, Fernando. El horizonte humano. La propuesta de Jesús. El Almendro. Córdoba, 1988. CHÉRCOLES, Adolfo María. Las Bienaventuranzas, corazón del Evangelio. Mensajero. Bilbao, 2014.

5 Mateo 7: 1-4

6 Mateo 13: 30

7 SCHOONENBERG, Piet. El poder del pecado. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1978. VIDAL, Marciano. Cómo hablar del pecado hoy: hacia una moral crítica del pecado. PPC. Madrid, 1999. GIL ESPINOSA, María Isabel. Conciencia de pecado y de culpa. Tesis para obtener el título de doctorado en teología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2015.

8 BRAVO LAZCANO, Carlos. El problema del mal. Pontificia. Universidad Javeriana. Bogotá, 2006. NEUSCH, Marcel. El enigma del mal. Sal Terrae. Santander, 2010. DALFERTH, Ingolf U. El mal: un ensayo sobre el modo de pensar lo inconcebible. Sígueme. Salamanca, 2018.

9 Sabiduría 12: 16

10 GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. Plenitud humana. Reflexiones sobre la bondad. Sal Terrae. Santander, 2022. SARDIÑAS IGLESIAS, Loida Lucía. Dignidad humana: concepto y fundamentación en clave teológica latinoamericana. Universidad de Santo Tomás. Bogotá, 2019. BOFF, Leonardo. Virtudes para otro mundo posible. Sal Terrae. Santander, 2006. MASIÁ CLAVEL, Juan. Ser humano, persona y dignidad. Desclée de Brower. Bilbao, 2010. LEVINAS, Emmanuel. Totalidad e infinito: ensayo sobre la exterioridad. Sígueme. Salamanca, 2020. DE SOUSA SANTOS, Boaventura. Si Dios fuese un activista de los derechos humanos. Trotta. Madrid, 2014. DÍAZ, Carlos. La persona como don. Desclée de Brower. Bilbao, 2001. BORGOÑO, Cristián. Cristianismo y derechos humanos . Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, 2018. ETXEBERRIA, Xabier. Derechos humanos y cristianismo: aproximación hermenéutica. Universidad de Deusto. Bilbao, 1999.

11 Génesis 1: 26-27

12 SHAW, Julia. Hacer el mal: un estudio sobre nuestra infinita capacidad para hacer daño. Ediciones Temas de Hoy. Madrid, 2017. ZIMBARDO, P. El efecto Lucifer: el porqué de la maldad. Paidós. Barcelona, 2008. RICOEUR, Paul. Finitud y culpabilidad. Trotta. Madrid, 2011. LÁRIZ DURÓN, J.J. La naturaleza del mal, un problema para el ser humano. En Revista de Filosofía UIS volumen 21 número 2, páginas 79-100. Universidad Industrial de Santander UIS. Bucaramanga, 2022. SAFRANSKY, Rüdiger. El mal o el drama de la libertad. Tusquets. Barcelona, 2002. ARENDT, Hannah. Hombres en tiempos de oscuridad. Gedisa. Barcelona, 1990; Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal. Lumen. Barcelona, 1999.

13 Mateo 13: 25-26

sábado, 15 de julio de 2023

COMUNITAS MATUTINA 16 DE JULIO 2023 DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO

 

“…..así será la palabra de mi boca: no tornará a mí de vacío , pues realizará lo que me he propuesto y será eficaz en lo que le mande”

(Isaías 55: 11)



Lecturas:

  1. Isaías 55: 10-11

  2. Salmo 64

  3. Romanos 8: 18-23

  4. Mateo 13: 1-23

El Principito,1 de Antoine de Saint-Exupéry, es un clásico de la literatura del siglo XX; su genialidad consiste en el uso sabio y creativo del lenguaje metafórico que, como rica parábola, remite al lector a la sabiduría esencial de la vida. A través del diálogo del pequeño personaje con un zorro se van desentrañando realidades fundamentales para el ser humano, como el amor, la libertad, la amistad, la capacidad de ver “más allá” de lo evidente, la inteligencia de la interioridad, caldo de cultivo para una existencia sapiencial. El éxito de este escrito es innegable, la fuerza de su narrativa es sugerente, con la sabia pedagogía de lo simbólico.

Así son las parábolas2 con las que Jesús enseña los valores esenciales del reino de Dios y su justicia, recurso que él usó recurrentemente tomando sus figuras de la realidad doméstica y laboral de quienes le escuchaban. A esto nos hemos referido con frecuencia en estas páginas semanales de Comunitas Matutina. Amas de casa, pastores, niños, ancianos, agricultores, pastores, pescadores, artesanos, la buena gente del común, se sentían identificados con todo lo que les transmitía, porque lo sabía hacer en simultánea sencillez y profundidad, hablándoles de un Dios incondicional, misericordioso, compasivo, liberador, dador de vida y esperanza. Cada relato parabólico nos dice que otro mundo es posible, desde la libertad que el Dios revelado en Jesús confiere al ser humano. Sus parábolas parten de una visión esperanzadora, la que anima su ministerio, la Palabra que llega fecunda a quienes no se dejan llevar por una exterioridad religiosa estereotipada, los discretos y humildes testigos del nuevo mundo que surge con el caminante de Nazaret.

El evangelio de hoy es la muy conocida parábola del sembrador3 , de una sencillez extrema, sin complicaciones conceptuales pero sí con exigencias vitales de primer orden. Las parábolas quieren provocar una ruptura con la manera miope de ver el mundo, excesivamente cuadriculado con sus reglamentos, códigos, ordenamientos y demás estructuras; desde su simplicidad rompen esquemas y nos llevan a ver posibilidades insospechadas de la vida. Para apropiarlas hay que tener mente y corazón dispuestos a cumplir aquello del Principito: “lo esencial es invisible a los ojos, sólo se ve bien con el corazón”, que refiere el texto en el capítulo XXI, en el diálogo que tienen el Principito y el zorro , en plan de despedida, mutuo testamento de amistad que se transmiten entre sí.

Las parábolas nos ponen ante alternativas vitales y liberadoras y nos plantean el valor de una decisión ante ellas. En el caso de esta nos habla de arrojar la semilla sin medida ni cálculo, con generosidad total como son las cosas de Dios con nosotros, su reino no está modelado matemáticamente, lo suyo es desbordarse en vitalidad y en posibilidades de crecimiento, humanización, liberación, conciencia de dignidad, conscientes de que El trasciende hacia nosotros para que, a nuestra vez, nosotros lo hagamos hacia El y entre nosotros. Esa es la fecundidad de la semilla que El nos lanza. Los psicólogos contemporáneos se refieren a esto como la generatividad,4 el ser humano que fecunda otras vidas, que es portador de sentido para la vida de muchos, que no pasa la existencia “llevado por la corriente”, esclavo de rutinas y de estilos irrelevantes. Esto es, que en cada etapa de nuestro desarrollo vital estemos proyectados a la fecundidad existencial.

Este concepto, surgido de los estudios del psicoanalista Erik Erikson,5 alude a la fecundidad de la vida humana, si esta crece integralmente, se asume como proyectada hacia los demás, el propio proyecto de vida “genera” sentido para muchos, lo que se hace es significativo para que muchos crezcan y sean mejores personas. Ser fecundo es dar vida, ser relevante para que la gente encuentre las mejores razones para vivir, para que descubran los genuinos fundamentos de la sabiduría, para que vivencien su dignidad, para que sean libres. Un ser humano adulto, realizado, es un generador de muchas cosas buenas para sus prójimos, esto es ser tierra fecunda para que allí germinen las semillas del humanismo y de la espiritualidad.

Buena introducción al asunto, clave para nuestra vida de creyentes, nos la ofrece el texto del profeta Isaìas, en su tercera parte, cuyos contenidos dominantes son de esperanza y consolaciòn: “Del mismo modo que descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allà de vacío, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dè simiente al sembrador y produzca pan para comer, asì será la palabra de mi boca: no tornarà a mì de vacío, pues realizarà lo que me he propuesto y será eficaz en lo que le mande” .6

La tercera parte del profeta Isaìas està alentada por la esperanza en la restauración de Israel, de la que ya se empiezan a ver señales concretas que dan pie a esta expectativa. El profeta es testigo fiel del acontecer salvador de Dios en las realidades de los israelitas de aquellos tiempos, El inspira sus contenidos de fecundidad en las mejores razones para reencantar la historia de sus contemporáneos y paisanos. 7

Se prepara el terreno para la parábola del sembrador, es el capìtulo 13 de Mateo que nos ocuparà este y los dos domingos venideros, con varias parábolas que responden a diversas inquietudes de esa comunidad de primeros cristianos provenientes del judaísmo. Mateo8 y su comunidad, responsables de este evangelio, reflejan la preocupación que les suscitaba la hostilidad e indiferencia a la Buena Noticia de Jesùs, era parte de lo que vivían y sentían hacia el año 80 de la era cristiana. Conocer estas inquietudes, ya formuladas en los interrogantes referidos, nos ayuda a captar el mensaje de este conjunto de parábolas.

El lenguaje elemental de esta parábola nos interroga por nuestras actitudes ante la oferta de Dios, si somos tierra árida, dura, impermeable a una propuesta de trascendencia, simplemente preocupados por el aquí y el ahora, acuciados por la urgente inmediatez de lo material; o si nos dejamos llevar por entusiasmos pasajeros, aceptamos la invitación sin estar dispuestos a un compromiso de fondo, mezcla de cizaña con buena hierba, donde aquella sofoca las posibilidades de esta.

La parábola es un buen test para identificar nuestra actitud ante la propuesta de Jesús, que no es otra cosa, que la autenticidad y responsabilidad ante nuestro propio proyecto de vida.

  • Cerrazón radical para el evangelio? “Cuando alguien oye la palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón” .9

  • Entusiasmo inicial y luego inconstancia y evasión del compromiso? “El que fue sembrado en pedregal es el que oye la palabra y de momento la recibe con alegría, pero como no tiene raíz en sí mismo, por ser inconstante, sucumbe en seguida…..” .10

  • Afecto desordenado por el confort, la riqueza, los privilegios de la sociedad? “El que fue sembrado entre los abrojos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas, sofocan la palabra, que queda sin fruto” .11

La pedagogía de las parábolas12 es utilizada por Jesús para descubrir las posibilidades insospechadas de la realidad, favorece entrever la utopía del Reino, facilita que adoptemos la postura del compromiso gozoso con la invitación que él nos hace a seguirlo en su causa. Su intención no reside en estructurar seres humanos cuadriculados por una religión sofocante sino crear las condiciones que hagan posible una apertura liberadora a Dios y al prójimo.

En la segunda lectura de hoy – de la carta a los Romanos - Pablo habla de una gran expectativa de vida que da sentido de plenitud al ser humano es el gran terreno que espera ser abonado por la semilla de Dios: “Pues sabemos que la creación entera viene gimiendo hasta el presente y sufriendo dolores de parto. También nosotros mismos, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior anhelando la liberación de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación está relacionada con la esperanza” .13

Es el futuro fértil de Dios en nosotros! El, que nos hace hijos y hermanos, que nos invita a disponer los bienes de la creación para beneficio de todos, que hace de nuestra condición humana un relato de su amor, que está incondicionalmente comprometido con nuestra felicidad, que en Jesús ha depositado la semilla más promisoria para que todo en la historia sea definitivamente humano y definitivamente divino!

La palabra del Evangelio germina en quienes están dispuestos a un modo de vida ajeno a la vanagloria y al brillo social, en quienes saben que el prójimo es referente obligado del mismísimo Dios, en quienes tienen la certeza de que la fecundidad de la vida pasa necesariamente por el servicio y la solidaridad, en quienes dejan que el Espíritu desacomode sus esquemas de seguridad para dar el salto esperanzado a la novedad de Jesús. Eso es ser tierra fértil para que el Reino de Dios y su justicia capte la totalidad de nuestro ser.







1 DE SAINT EXUPÉRY, Antoine. Le petit prince. Gallimard. París, 1946; Ciudadela: el pensamiento póstumo del autor de El Principito. En https://www.sembrareneldesierto.files.wordpress.com/2014/09/saint-de-exupery-ciudadela.pdf Este último texto reproduce fielmente el manuscrito en el cual trabajaba el autor en el momento de su desaparición. Fue un famoso aviador y escritor francés, también periodista. Sus reflexiones sobre la condición humana, sobre el “endurecimiento” del mundo de los adultos, la amistad, el sentido de la vida, tienen carta de ciudadanía entre quienes aprecian la sabiduría de lo esencial. Durante la segunda guerra mundial fue piloto militar; desapareció en pleno vuelo, en 1944, a los 44 años de edad; nunca se encontraron sus restos. SANCHEZ HERNANDEZ, Angeles. Aproximación a la figura y al pensamiento de Saint-Exupéry en el centenario de su nacimiento. En https://www.acceda.cris.ulpgc.es/bitstream/10553/4010/2/0234349_00006_0017.pdf SOSA, Edgardo R. El Principito y su revolución psicológica. Guadalupe. Buenos Aires, 1975. DE SAINT EXUPERY, Antoine. Un sentido de la vida. Troquel. Barcelona, 1956. RICOEUR, Paul. La metáfora viva. Trotta. Madrid, 2001.

2 CENTRO BÍBLICO VERBO DIVINO. Las parábolas de Jesús. Verbo Divino. Quito, 2017. ESLAVA, Euclides. El secreto de las parábolas. Universidad de La Sabana. Chía, 2016. PÉREZ COTAPOS, Eduardo. Las parábolas de Jesús: su sentido y adecuada interpretación. En https://www.repositorio.uc.cl/xmlui/bitstream/handle/11534/16641/000674071,pdf

3 Mateo 13: 1-23. PAGOLA, José Antonio. Sembrar el Evangelio, en su libro El Camino abierto por Jesús Mateo, páginas 133-139. PPC. Madrid, 2010. SANCHEZ NAVARRO, Luis. El Logos del Reino: las diez parábolas de Mateo. Verbo Divino. Estella, 2013. SCHWEIZER. Edward. Jesús, parábola de Dios. Sígueme. Salamanca, 2001. RESTREPO TAMAYO, Juan Camilo. La creatividad evangélica como apertura a otra lógica. En https://www.newsodn.org/recursos/arxius/20150313_0524CREATIVIDAD_EVANGELICA.pdf LOHFINK, Gerhard. Las cuarenta parábolas de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2021. ZIMMERMAN, Rubén. Las enigmáticas parábolas de Jesús. Clie. Barcelona, 2022. JEREMIAS, Joachim. Las parábolas de Jesús. Verbo Divino. Estella, 1997.

4 SANDOVAL OBANDO, Eduardo (Editor). Generatividad y desarrollo humano. Universidad Autónoma de Chile. Santiago, 2022. MASLOW, Abraham. La personalidad creadora. Kairós. Barcelona, 2003; El hombre autorrealizado. Kairós. Barcelona, 1999. FRANKL, Viktor. El hombre en busca del sentido último. El análisis existencial y la conciencia espiritual del ser humano. Paidós. Barcelona, 1999. MARCEL, Gabriel. Metafísica de la esperanza. Nova. Buenos Aires, 1954. LEVINAS, Emmanuel. De otro modo que ser o más allá de la esencia. Sígueme. Salamanca. LAÍN ENTRALGO, Pedro. Teoría y realidad del otro. Alianza Editorial. Madrid, 1983. MOLTMANN, Jürgen. El experimento esperanza. Sígueme. Salamanca, 1977. BLOCH, Ernst. El principio esperanza. (3 volúmenes). Trotta. Madrid, 2003.

5 1902-1994. Psicólogo y psicoanalista germano-estadounidense, notable por sus contribuciones a la psicología del desarrollo. Su obra más destacada es El ciclo vital completado. Paidós. Barcelona, 1996.

6 Isaías 55: 10-11

7 GUERRA SUÁREZ , Luis María. Isaías, profeta de la esperanza. En Revista Almogaren, número 29, páginas 121-133. Centro Teológico de Las Palmas. Palma de Gran Canaria. RAMIS DARDER, Francesc. Isaías 40-66. Desclée de Brower. Bilbao, 2018. BLENKINSOPP, Josep. El libro de Isaías III: 56-66. Sígueme. Salamanca, 2017. JANTHIAL, Dominique. El libro de Isaías o la fidelidad de Dios a la casa de David. Verbo Divino. Estella, 2012. DELITZSCH, Franz Julius. Isaías: comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento. Clie. Barcelona, 2016. BERGES, Ulrich. Isaías: el profeta y el libro. Verbo Divino. Estella, 2015.

8 RODRÍGUEZ CARMONA, Antonio . El evangelio de Mateo. Desclée de Brower. Bilbao, 2006. LUZ, Ulrich. El evangelio según San Mateo (4 volúmenes). Sígueme. Salamanca, 2001. SICRE DÍAZ, José Luis. El evangelio de Mateo: un drama con final feliz. Verbo Divino. Estella (Navarra, España), 2005. SCHMID, Josef. El Evangelio según San Mateo. Herder. Barcelona, 1973. BARCLAY, William. Mateo. Clie. Barcelona, 1995. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. El Evangelio de Mateo: los conflictos de una iglesia judeocristiana. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. 17 de octubre de 2017. GRILLI, Massimo & LANGNER, Cordula. Comentario al Evangelio de Mateo. Verbo Divino. Estella, 2014. PAGOLA, José Antonio. El camino abierto por Jesús: Mateo. PPC. Madrid, 2010.

9 Mateo 13: 19

10 Mateo 13: 20-21

11 Mateo 13: 22

12 DE LA TORRE GUERRERO, Gonzalo. Las parábolas que narró Jesús: la revolucionaria revelación de la conciencia de Jesús. Ediciones Uniclaretiana. Quibdó, 2009. MESTERS, Carlos. Las parábolas de Jesús. Guías para grupos bíblicos. Verbo Divino. Estella, 2005. ALEIXANDRE, Dolores. Un tesoro escondido : las parábolas de Jesús. Buena Prensa. México, D.F., 2018.

13 Romanos 8: 22-24

domingo, 9 de julio de 2023

COMUNITAS MATUTINA 9 DE JULIO 2023 DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO

 

Por aquel entonces, tomò Jesùs la palabra y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado todas estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a gente sencilla”

(Mateo 11: 25)



Lecturas:

  1. Zacarìas 9: 9-10

  2. Salmo 144: 1-14

  3. Romanos 8: 8-13

  4. Mateo 11: 25-30

En la reflexión de este domingo hacemos conciencia sobre algunos de los excesos humanos en materia de soberbia, malignidad del poder que se ejerce sin responsabilidad con el bien común, vano honor del mundo, prepotencia, complejo de superioridad, orgullo malsano, superficialidad, hipocresía, fariseísmo, desprecio por los humildes, manipulaciones, intereses mezquinos, afecto desordenado por el dinero, lujos, vida superflua, sociedad del espectáculo. 1 Toda la gama de conductas que alejan a quien las practica de la sabiduría de lo esencial y de la genuina felicidad, la que propone Jesùs en su programa de las Bienaventuranzas. Realidades que hacen decir a algún sabio bíblico con escueto escepticismo: “Vanidad de vanidades – dice Cohèlet – vanidad de vanidades, todo es vanidad! Què saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol?” 2 Son modelos antropológicos bastante incompletos, quien los vive cree estar en la verdad, hace de lo suyo referente para muchos, indiferente a la trascendencia de Dios y del prójimo, ajeno a los asuntos relativos a la solidaridad y al servicio. Es el “vano honor del mundo”, como definió San Ignacio de Loyola su vida antes de la conversión. 3

Un repaso profundo a la realidad del mundo nos lleva al encuentro – o desencuentro, mejor - con la “lógica” del poder y de los poderosos, aquellos que creen ser dueños de la humanidad, que imponen sus pretensiones de dominación sin respetar el valor fundamental de la dignidad humana, se ven a sì mismos como amos absolutos de las instituciones, manejan el ordenamiento jurídico siguiendo sus intereses, no el bien común; construyen en su entorno cortes de aduladores y de personajes siniestros, no son pocos los que recurren a modos brutales para ejercer su poderío. 4 Todo recurso que sustente su autoritarismo les es vàlido para mantener su estatuto de dominio: el fin justifica los medios.

También el ser humano cotidiano, que cede a la tentación de inflar su ego, se convierte en un “pequeño gran dictador”, cualquier logro que obtiene lo transforma en egocéntrico título de superioridad sobre los demás. Así, la belleza física, el dinero, los títulos académicos, los “pergaminos” heredados de sus ancestros, su posición social, las comodidades desmedidas, son soportes para sentirse dueños del mundo y de la vida. Hombres y mujeres sin referencia trascendente, que presumen de ser ellos mismos la medida de todo. Desaparece el prójimo como entidad respetable y digna de crédito, la solidaridad y la comunión fraterna son eliminadas, la suya es la loca carrera de la fama, de los aplausos, del brillo externo. Es un penoso ámbito, donde campean la extrema pobreza del corazón , el precario sentido moral, la ausencia de humanismo y espiritualidad. 5

Estas “seudoreligiones” , que asì las podemos llamar porque son auténticos cultos con sus liturgias y rituales de acendrada egolatría, surgen porque hay esperanzas fallidas de sentido, salvación, vida digna, justicia, muchos en la humanidad se desesperan y entronizan sus propios miedos, conceden a los poderosos estatuto de salvadores, les rinden pleitesía, absolutizan sus pánicos e inseguridades en estos personajes , ellos mismos se convierten en caricaturas-clones de esos a quienes aplauden , cuyo ego fomentan con sometimiento servil. El dramaturgo Eugene Ionesco en su obra “El rey se muere”, 6narra la historia del rey Berenguer, una referencia simbólica al ser humano promedio del siglo XX, personaje que vive en medio de excesos, de soberbia y de incapacidad para comprender la fragilidad de la condición humana, siente pavor ante la muerte, la niega, pero ella se impone; finalmente, el poderoso Berenguer sucumbe a la misma. Parábola dramática de las vanidades del mundo!

En el mundo bíblico hubo manifestaciones de esto: algunos reyes de Israel dados al culto religioso externo lleno de pompa, a sus alianzas con poderes extranjeros, al desconocimiento de pobres, huérfanos y viudas, como tan a menudo señalan los profetas con severísima denuncia: “Asì dice Yahvè: Por tres crímenes de Israel y por cuatro, serè inflexible! Porque venden al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias; pisan contra el polvo la cabeza de los débiles, y el camino de los humildes tuercen…” 7 En nuestros medios religiosos cristianos también hemos incurrido en gravísimos pecados de poder: en un determinado momento de la historia de la Iglesia en el ambiente del papa había mayor predilección por la política eclesiástica y por las alianzas con los príncipes temporales que por el anuncio de la Buena Noticia. Ser papa, obispo o clérigo fue para muchos asunto de carrera de ascensos en la escala del poder, de burocracia religiosa y de obtención de notables beneficios económicos.8 Por bendición de Dios y generosidad de buenos cristianos, siempre hubo movimientos de reforma y de retorno a la originalidad del Evangelio, como los suscitados por los santos Francisco de Asìs y Domingo de Guzmàn en la lejana Edad Media, o muchos otros en diversos momentos de la historia cristiana. Gracias a inspirados profetas como ellos se mantiene vigente la originalidad de Jesùs. 9

La “colección” de pretendidas grandezas humanas que hemos reseñado es incompatible con el modo de ser del Señor. Asì es la sabiduría despojada que expresa en el evangelio de hoy: “Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a gente sencilla”. 10 La simplicidad de Dios asusta y escandaliza, desarma la arrogancia del poder, lo relativiza, propone un estilo en el que todos somos iguales, hijos del mismo Padre, se pone preferencialmente del lado de los que nadie reconoce en el mundo de la fama, del poder y del éxito económico. Las lecturas de este domingo nos ayudan a poner en tela de juicio ese entramado arrogante, disponiéndonos para el encuentro con el Dios de los sencillos, el Dios de la “minoridad” de Francisco de Asìs. 11

La primera lectura – del profeta Zacarías – es esclarecedora. Este profeta fue “piedra en el zapato” para los fanáticos político-religiosos que en el tiempo de Jesús aguardaban un caudillo triunfante y nacionalista. Zacarías nos ofrece una reflexión que sintoniza con las grandes aspiraciones de las comunidades que , después del doloroso exilio en Babilonia, intentaron reconstruír su identidad a partir de elementos universales, pluralistas, comunitarios, incluyentes. Para ellos, desde esa experiencia de despojo , el Mesías no podía ser un guerrero victorioso como el primer David ni un diplomático equilibrista como Salomón. El pueblo confiaba en alguien que fuera capaz de encaminarlos por la ruta de la justicia, la paz, la solidaridad: “Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén! Que viene a ti tu rey, justo y victorioso, montado en un asno, en una cría de asna. Suprimirá los carros de Efraín y los caballos de Jerusalén; será suprimido el arco de la guerra y él proclamará la paz a las naciones”. 12

En la primera comunidad cristiana todos sus integrantes eran gente sencilla, no se gloriaban de nada, dòciles al Espìritu del Señor, seguían con entusiasmo el proyecto original de Jesùs y carecían de los prejuicios legales y rituales que caracterizaban a los sabios y entendidos. El texto del evangelio de hoy confronta la arrogancia religioso moral de los dirigentes del judaísmo. Para la lógica que propone el Evangelio, los sencillos son aquellos en quienes descubrimos ausencia de cálculos interesados, intenciones dobles, estilos soterrados; es decir, los pobres, los humildes, los silenciados de aquella sociedad y religión. 13 Estos , los “sin voz”, hacen patente que el encuentro con Dios – revelado por Jesùs como Padre compasivo y misericordioso – no se da por el conocimiento erudito ni por la rigurosa observancia de las prescripciones morales y religiosas, sino a través de la disposición para vivir en esa perspectiva de lo gratuito.

Mateo, en el evangelio de hoy, conecta con las expectativas de los postergados. Jesús no se identifica con los mesianismos de su época, a él le importa hacer vigente la utopía de Dios, entronca con los ideales de aquellos profetas bíblicos que preveían un modelo alternativo de sociedad, un modelo novedoso de relación con Dios, una mediación religiosa cargada de autenticidad ética, unos códigos de conducta referidos a la fraternidad y a la justicia, un Padre-Madre Dios cuyo proyecto de salvación, si bien apunta a la plenitud definitiva màs allà de la muerte, provoca en esta historia signos de solidaridad, de sincera y seria preocupación por el prójimo, también de estilos de vida sencillos, austeros, donde la felicidad no la dan las riquezas materiales sino el gozo del servicio y de la vida que descubre en el pobre la sacramentalidad del Dios próximo e implicado amorosamente en nuestra historia.



1 ROJAS, Enrique. El hombre light: Una vida sin valores. Temas de Hoy. Madrid, 2004. RICARD, Robert. Un nuevo ídolo: el hombre moderno. En https://www.revistadeespiritualidad.com/upload/pdf/1232articulo.pdf ARENDT, Hannah. La condiciòn humana. Paidòs. Buenos Aires, 1993. FROMM, Erich. Psicoanàlisis de la sociedad contemporànea. Fondo de Cultura Econòmica. Mèxico, D.F., 1977. NIZAMA, Martin. Vacuidad y estulticia: trastorno espiritual. En https://www.researchgate.net/publication/319473329_Vacuidad_y_Estulticia_trastorno_espiritual BAUMAN, Zygmunt. Modernidad lìquida. Fondo de Cultura Econòmica. Mèxico D.F., 2000. LIPOVETSKY, Gilles. La era del vacío: ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Anagrama. Barcelona, 2003. BAUMAN, Zygmunt & DONSKIS, L. Ceguera moral: La pèrdida de sensibilidad en la modernidad lìquida. Paidòs. Barcelona, 2015. GIRALDO PATIÑO, Paula Andrea. El vacío existencial y la pèrdida del sentido de vida en el sujeto postmoderno: retos para el cristianismo del siglo XXI. En Revista Cuestiones Teològicas volumen 41 , número 96, páginas 425-444. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellìn, julio-diciembre 2014.

2 Eclesiastès 1: 2-3

3 LAMET, Pedro Miguel. El caballero de las dos banderas: Ignacio de Loyola. Mensajero. Bilbao, 2007. MARCET, Carlos. Ignacio de Loyola: un itinerario vital. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2015. GARCÌA MATEO, Rogelio. La gran mutaciòn de Iñigo a la luz del “Vita Christi” Cartujano. En Revista Manresa número 61, páginas 31-44. Compañìa de Jesùs España. Madrid, 1989.

4 MARINA, Josè Antonio. La pasión del poder. Teorìa y pràctica de la dominación. Anagrama. Barcelona, 2008. PRITTWITZ, Cornelius. La criminalidad de los poderosos. En https://www.pjenlinea3.poder-judicial.go.cr/biblioteca/uploads/Archivos/Articulo/CORNELIUS%20PRITTWITZ23.pdf CORTINA, Adela. Aporofobia: el rechazo al pobre. Paidòs. Barcelona, 2017. LIPOVETSKY, Gilles. El lujo eterno. De la era de lo sagrado al tiempo de las marcas. Anagrama. Barcelona, 2004. MAQUIAVELO, Nicolàs. El Prìncipe. Planeta. Barcelona, 2016.

5 HOBBES, Thomas. Leviatán. Atalaya. Madrid, 1989. ORWELL, George. 1984. Lumen. Barcelona, 2000; Rebelión en la granja. Destino. Barcelona, 2006. MAFFESOLI, Michel. La violencia totalitaria. Herder. Barcelona, 1982. LANGER PARDO, Karem. Poder y monstruosidad en “La Fiesta del Chivo” de Mario Vargas Llosa. Tesis para obtener el título de doctorado. Universidad de Ottawa, 2013. VARGAS LLOSA, Mario. La Fiesta del Chivo. Alfaguara. Bogotà, 2000. ASTURIAS, Miguel. El Señor Presidente. Real Academia Española de la Lengua, Alfaguara. Madrid, 2020. GARCÎA MARQUEZ, Gabriel. El otoño del patriarca. Sudamericana. Buenos Aires, 1975. ROA BASTOS, Augusto. Yo, el Supremo. Real Academia Española de la Lengua, Alfaguara. Madrid, 2017.

6 IONESCO, Eugene. El rey se muere. Losada. Buenos Aires, 1969. Dramaturgo rumano, 1909-1994, pertenece a la tendencia filosófico-literaria del absurdo.

7 Amòs 2: 6-7

8 RETAMAL, Fernando. El ejercicio del poder en la Iglesia. En Revista Teologìa y Vida volumen XLV, páginas 318-352. Pontificia Universidad Catòlica de Chile. Santiago, 2004. DÌAZ IBÀÑEZ, Jorge. La organización institucional de la Iglesia en la Edad Media. Arco Libros. Madrid, 1998. MITRE, E. Las grandes herejías de la Europa cristiana. Istmo. Madrid, 1983. LORTZ, Joseph. Historia de la Reforma Protestante. Taurus. Madrid, 1963.

9 BUSTOS, Tomàs de. Santo Domingo de Guzmàn, predicador del Evangelio. San Esteban. Salamanca, 2000. GALMES, L. & GÒMEZ, V.T. Santo Domingo de Guzmàn: fuentes para su conocimiento. Biblioteca de Autores cristianos BAC. Madrid, 1987. BOFF, Leonardo. San Francisco de Asìs, ternura y vigor. Sal Terrae. Santander, 2000. LECLERC, Eloi. Francisco de Asìs: un hombre nuevo para una sociedad nueva o el retorno al Evangelio. Sìgueme. Salamanca, 2006. SPOTO, Donald. Francisco de Asìs, el santo que quiso ser hombre. Vergara. Barcelona, 2004. CASTILLO, Josè Marìa & ESTRADA, Juan Antonio. El proyecto de Jesùs. Sìgueme. Salamanca, 2007. CASTILLO, Josè Marìa. La alternativa cristiana. Sìgueme. Salamanca, 1987.

10 Mateo 11: 25

11 MOORE, Michael. Francisco de Asìs: hospedar al leproso, encontrar la salvación. En Revista Teologìa tomo LVII, número 131, páginas 79-97. Pontificia Universidad Catolica Argentina. Buenos Aires, abril 2020. MICÒ, Julio. Vivir el Evangelio: la espiritualidad de Francisco de Asìs. Capuchinos Editorial. Madrid, 2012. LECLERC, Eloi. Sabidurìa de un pobre. Marova. Madrid, 1992. CORREA PEDROSO, Josè Carlos. Hermana Pobreza. Paulinas. Buenos Aires, 1985. LÒPEZ BAEZA, Antonio. Francisco de Asìs, una luz puesta en lo alto. Desclèe de Brower. Bilbao, 2017.

12 Zacarías 9: 9-10. AMSLER, Samuel. Los últimos profetas: Ageo, Zacarìas, Malaquìas, y algunos otros. Verbo Divino. Estella, 1997. PIKAZA, Xabier & PAGOLA, Josè Antonio. Entrañable Dios: las obras de misericordia, hacia una cultura de la compasión. Verbo Divino. Estella, 2017. VON RAD, Gerhard. Teologìa del Antiguo Testamento volumen II: Las tradiciones proféticas del Antiguo Israel. Sìgueme. Salamanca, 2000. SANZ GIMÈNEZ-RICO, Enrique. Los profetas y la justicia. Aula de Teologìa de la Universidad de Cantabria. Santander, 4 de noviembre de 2014. SICRE, Josè Luis. Con los pobres de la tierra: la justicia social en los profetas de Israel. Cristiandad. Madrid, 1992.

13 MAIER, Martin. La experiencia de Dios en los pobres. Para Jon Sobrino, en su 80 aniversario. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/4250/1/RLT%202018%20N-105-D.pdf CODINA, Vìctor. Una Iglesia nazarena: teología desde los insignificantes. Sal Terrae. Santander, 2010. GONZÀLEZ Carvajal, Luis. Con los pobres contra la pobreza. San Pablo. Madrid, 1991; El clamor de los excluìdos. Sal Terrae. Santander, 2009; Las bienaventuranzas, una cultura que humaniza. Sal Terrae. Santander, 2017. BOFF, Leonardo. Teologìa desde el lugar del pobre. Sal Terrae. Santander, 1988. TOUTIN, Alberto. La realidad crucial de los pobres da que pensar a la teología latinoamericana. En Revista Teologìa y Vida volumen L , páginas 117-129. Pontificia Universidad Catòlica de Chile. Santiago, 2009. SCANNONE, Juan Carlos. La teología del pueblo. Raìces teològicas del papa Francisco. Sal Terrae. Santander, 2017. ROMERO, Oscar Arnulfo. La voz de los sin voz , la palabra viva de Monseñor Romero. Introducciòn, notas y comentarios de Jon Sobrino, Ignacio Martìn-Barò y Rodolfo Cardenal. UCA Editores. San Salvador, 2004.

Archivo del blog