sábado, 28 de octubre de 2023

COMUNITAS MATUTINA 29 DE OCTUBRE 2023 DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

 

Maestro, cuál es el mandamiento mayor de la ley? El le dijo: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a este: amarás tu prójimo como a ti mismo”

(Mateo 22: 37-40)



Lecturas:

  1. Exodo 22: 20-26

  2. Salmo 17

  3. 1 Tesalonicenses 1: 5-10

  4. Mateo 22: 34-40

En los domingos anteriores, en los textos del evangelio de Mateo, hemos visto cómo diversos grupos religiosos del judaísmo se enfrentaban a Jesús, planteándole cuestiones sutiles relacionadas con la Ley judaica y con las observancias de la misma, buscando razones para acusarlo ante las autoridades. Desde el primer momento, los sacerdotes y los maestros de la ley, se fijan en la extraordinaria libertad de Jesús ante la institucionalidad religiosa, libertad que está determinada por su fidelidad a la voluntad de su Padre y también por su hondo sentido de lo humano: si es el ser humano sometido al dominio inflexible de la ley o si esta se pone el servicio de su dignidad y de su libertad. 1 En ningún caso esas insidias resultaron exitosas: la sagacidad de Jesús les sale adelante. Ahora lo intentan de nuevo: “Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo. Entonces uno de ellos le preguntó, con el ánimo de ponerlo a prueba: Maestro, cuál es el mandamiento mayor de la ley?” .2

Para comprender la malicia de la pregunta es preciso recordar que la ley judía vigente en aquellos tiempos constaba de 613 mandamientos (248 mandatos y 365 prohibiciones), que tenían diversos grados de dificultad, por las implicaciones que conllevaban. Era una legislación minuciosa que demandaba de los fieles la más rigurosa observancia, cuyo seguimiento se traducía en los dos grandes merecimientos de quienes se sentían verdaderos creyentes de la fe de Israel: la pureza ritual y la pureza legal, asuntos que traían obsesionados a los sacerdotes del templo, a los saduceos, a los fariseos, también a los esenios.3 La convicción determinante de este modelo religioso consistía en que el creyente que se veía a sí mismo como fiel observante de todo este conjunto jurídico-ritual se sentía autojustificado ante Dios, sin tomar en cuenta la iniciativa primera de El y la gratuidad inherente a la salvación. Es decir, estos radicales religiosos pasaban a Dios “cuenta de cobro” por sus méritos. Tal condición fue materia de la más severa crítica y confrontación por parte de Jesús, como lo tiene bien destacado el Evangelio de Mateo.

El gran indicador de la calidad religiosa de un judío era su estricto cumplimiento de todo lo prescrito en estos códigos, sin permitirse la más mínima laxitud. Pero había un problema de fondo en su rígida observancia: no se contemplaba como prioritaria la conversión a Dios y al prójimo, ni tampoco el ejercicio de la misericordia y de la solidaridad con los vulnerables y con los excluídos de la sociedad y de la comunidad religiosa del judaísmo.4 Esa mentalidad apuntaba a la ley por la ley, a su cumplimiento rígido, sin amplitud de miras.

El ánimo de estos hombres se altera ante la libertad que manifiesta Jesús con respecto a las instituciones de esta religión, libertad que no es anarquía sino referencia fundante y definitiva a una realidad que es superior a esa ley.5 El lo deja muy claro con su respuesta al fariseo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a este: amarás a tu prójimo como a ti mismo” .6 Con esta afirmación propone la nueva lógica de vida de la que él es portador .

Esa crítica de Jesús es plenamente válida para los modelos religiosos de todos los tiempos de la historia, cuando estos olvidan la indispensable referencia al prójimo, y se entregan a unas prácticas desconectadas de la vida real de las personas, con la visión de un Dios justiciero, implacable, tirano de conciencias y corazones. Con sutileza, Jesús responde correctamente, a sabiendas de la trampa contenida en la pregunta, haciéndolo con una novedad que lo diferencia cualitativamente del judaísmo tradicional: pone el amor al prójimo en el mismo plano del amor a Dios. Su respuesta conecta con la más genuina tradición de los profetas bíblicos, estos denunciaron con severidad el deseo de llegar a Dios de modo individualista, desentendiéndose del prójimo. La ética de la projimidad es el “conducto regular” para llegar a Dios, si no hay compromiso serio con el prójimo no hay consistencia en la profesión de fe. Y esta esencial referencia de projimidad se fija principalmente en los desvalidos, en los condenados morales de todo tipo, en los vulnerables, en todos aquellos a quienes se les niega la participación en los bienes de la sociedad y de la religión. 7

Durante siglos la religión de Israel se manifestó en cultos de gran solemnidad, en sacrificios costosos, en ricas ofrendas, todo ello sin justicia y sin responsabilidad con la dignidad del prójimo pobre. Dios y el prójimo no son magnitudes separables, la autenticidad del culto no descansa en la pompa litúrgica sino en la justicia: “Las manos de ustedes están llenas de sangre: lávense, purifíquense, aparten sus fechorías de mi vista, desistan de hacer el mal y aprendan a hacer el bien; busquen lo que es justo, reconozcan los derechos del oprimido, hagan justicia al huérfano, aboguen por la viuda” . 8

Tampoco se puede decir que el amor a Dios es más importante que el amor al prójimo. Ambos preceptos, en la mentalidad de los profetas y en la de Jesús, están en el mismo nivel, se implican mutuamente. No es posible adorar a Dios si no se reconoce al prójimo en su dignidad: “De estos dos mandamientos penden toda la ley y los profetas” . 9

La primera lectura – del libro del Exodo – es muy significativa en este sentido. Hace parte del llamado código de la alianza cuyas prescripciones no se quedaban en normativas de tipo litúrgico, sino que ponía su énfasis en la protección de los humillados y ofendidos, forasteros desplazados por la guerra, jornaleros del campo, víctimas de las injusticias. Esa legislación recuerda los beneficios del Exodo – la gran experiencia de libertad de los israelitas – y el cambio de condiciones para las tribus hebreas que pasaron de la servidumbre a ser un pueblo libre, gracias a la intervención de Yahvé mediada en el liderazgo de Moisés. 10En nombre de eso, no es posible olvidarse de quienes carecen de reconocimiento y de todo lo necesario para vivir con dignidad: “No maltratarás al forastero , ni lo oprimirás, pues forasteros fueron ustedes en el país de Egipto. No vejarás a viuda alguna ni huérfano. Si los vejas y claman a mí, yo escucharé su clamor, se encenderá mi ira…” . 11

También el texto de Exodo alude al grave pecado de la usura: “Si prestas dinero a alguien de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, no le exigirás intereses” . Jesús y muchos de los buenos creyentes de Israel se sorprenderían con dolor y escándalo de la usura que está en la base de la economía de nuestro tiempo, los intereses con los que los países ricos gravan a los países pobres, la carga impositiva que no se traduce en beneficios sociales de calidad y cubrimiento suficiente, los préstamos que hacen las entidades financieras sometiendo a sus deudores a penalidades que se ejecutan sin clemencia.

El Papa Francisco lo ha denunciado con intensidad, cuando habla de un sistema económico que crea seres humanos “descartables” porque no pagan o porque no producen. Explotar al ser humano es faltar con altísima gravedad a ese mandamiento primordial y simultáneo: “En el mundo de hoy persisten numerosas formas de injusticia, nutridas por visiones antropológicas reductivas y por un modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar, descartar e incluso matar al hombre. Mientras una parte de la humanidad vive en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados”. 12 Francisco, con genialidad humana y evangélica, hace de su mensaje una propuesta universal que, si bien es de la más honda entraña cristiana, se abre a los hombres y mujeres de todas las tradiciones religiosas y de las diversas sensibilidades humanistas y filosóficas. El ser humano es digno por sí mismo, esta afirmación es patrimonio de todas las religiones, de todos los humanismos, de todas las gentes. 13

Jesús cambia de raíz los sombríos mandamientos judíos, sobresaturados de normas y de rituales vacíos de amor y de vitalidad, y los re-significa afirmando que la actitud filial con respecto a Dios y la solidaridad interhumana son los fundamentos de la auténtica religiosidad. El amor es el espíritu que anima la legislación que procede de Dios, el verdadero culto es el que se ejerce en la projimidad.14 La respuesta de Jesús al docto fariseo tiene hoy toda la actualidad. La opción preferencial del Dios que él nos revela es el ser humano, salvarnos y liberarnos de todo lo que nos hace esclavos, de lo que nos violenta y deshace nuestra dignidad. Dios se revela en el prójimo, el que clama justicia, respeto, libertad, vida digna. Este es el máximo relato del amor del Padre. Afirmar al ser humano digno en el mismo plano en el que afirmamos la primacía de Dios no es vaciar la sacralidad del misterio cristiano, porque el Dios que nos ha revelado Jesús es un Dios que se dice a sí mismo en lo humano. No en vano El mismo optó por la encarnación, por insertarse hasta lo más profundo de nuestra realidad, principalmente la más dramática y dolorosa, para realizar allí la tarea de nuestra salvación y liberación de todo lo que disminuye nuestra dignidad y libertad. Finalmente, la cercanía de Dios se hace patente en el Señor Jesucristo, en quien se resumen y conectan salvíficamente la divinidad y la humanidad. En Jesús , nosotros somos los prójimos de Dios , y, en él Dios es nuestro Prójimo.







1 DE LA VALGOMA Y RODRÍGUEZ MONGE, María. La ley de Jesús de Nazaret. Tesis para optar al título de Doctor en Derecho. Universidad Complutense. Madrid, 1978. Cristiandad. Madrid, 1985. RAMÍREZ FUEYO, Francisco. El Sermón del Monte y la Ley en Mateo. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 30 de octubre de 2007. LÓPEZ MELÚS, Francisco M. Las Bienaventuranzas, ley fundamental de la vida cristiana. Sígueme. Salamanca, 1988. DUQUOC, Christian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1979. LOBATO, Abelardo. La filosofía cristiana de la libertad. En https://www.repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/14796/1/filosofia-cristiana-libertad.pdf JUSTO DOMÍNGUEZ, Emilio José. La libertad de Jesús. Sígueme. Salamanca, 2014.

2 Mateo 22: 34-36

3 CASTELLANI, Leonardo. Cristo y los Fariseos. Jauja. Mendoza, 1988. VILA PORRAS, Carolina. Concepción de la ley judía en el Nuevo Testamento y la concepción que de ella tiene Jesús. En Cuestiones Teológicas volumen 42, número 98, páginas 483-510. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2015. SCHÜRER, Emil. Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús: instituciones políticas y religiosas. Cristiandad. Madrid, 1985. FERNANDEZ SANGRADOR, Jorge Juan. Fariseos y Escribas. En Reseña Bíblica Revista trimestral de la Asociación Bíblica Española, número 44, páginas 5-12. Verbo Divino. Estella, 2004. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. El Evangelio de Mateo: los conflictos de una Iglesia judeocristiana. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 12 de octubre de 2017. SANDERS, Ed Parish. Jesús y el judaísmo. Trotta. Madrid, 2004. RICHES, John. El mundo de Jesús. El judaísmo del siglo I en crisis. El Almendro. Córdoba, 1996.

4 GIL ARBIOL, Carlos. El Dios de Jesús y las fronteras culturales y religiosas. En Cuestiones Teológicas volumen 44 número 102, páginas 453-467. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2017. FRAIJÓ, Manuel. Jesús y los marginados. Utopía y esperanza cristiana. Cristiandad. Madrid, 1985. RAMOS REGIDOR, Felipe. Jesús y el despertar de los oprimidos. Sígueme. Salamanca, 1984. SCHOTROFF, Louise & STEGEMANN, Wolfgang. Jesús, esperanza de los pobres. Sígueme. Salamanca, 1990.

5 El capítulo 9 del libro de José Antonio Pagola Jesús: aproximación histórica, titulado Maestro de vida, estudia la postura libre, no anárquica, de Jesús ante el establecimiento religioso judío y ante su legislación. Es una postura de superación liberadora, la ley ha de estar al servicio del ser humano, no al revés. El fundamento es la experiencia profunda del amor a Dios y al prójimo, tal como lo propone el texto evangélico de este domingo. PAGOLA, José Antonio. Jesús: aproximación histórica. PPC. Madrid, 2007; páginas 239-266.

6 Mateo 22: 37-40

7 MOTTO, Andrés. Jesucristo se hizo pobre por Ustedes. Reflexión vicentina sobre la Jornada Mundial de los Pobres 2022. En https://www.ssvpglobal.org/wp-content/uploads/2022/10/reflexion-pobres-es-2022.pdf GONZALEZ CARVAJAL, Luis. Con los pobres contra la pobreza. San Pablo. Madrid, 1991. AUTORES VARIOS. Religiones de la tierra y sacralidad del pobre. Sal Terrae. Santander, 1997. SOBRINO, Jon. El Principio Misericordia: bajar de la cruz a los pueblos crucificados. UCA Editores. San Salvador, 2012; Fuera de los pobres no hay salvación. UCA Editores. San Salvador, 2009. LOIDI, Patxi. Subiendo a Jericó: visión solidaria de la fe cristiana. PPC. Madrid, 2005. CRISTIANISMO Y JUSTICIA. La causa de los pobres, causa de Dios. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2015. CASTILLO, José María. Víctimas del pecado. Trotta. Madrid, 2004. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. Compartir la mesa y conocer a Jesús. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 14 de noviembre de 2006.

8 Isaías 1: 15-17

9 Mateo 22: 40

10 PIXLEY, Jorge. Exodo: una lectura evangélica y popular. En https://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/biblica/PixleyExodo.pdf VERKINDERE, Gerard. La justicia en el Antiguo Testamento. Verbo Divino. Estella, 2008.DE SIVATTE, Rafael. Antiguo Testamento y Derechos Humanos. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1271/1/RLT-1992-027-D.pdf JARAMILLO RIVAS, Pedro. La injusticia y la opresión en el lenguaje figurado de los profetas. Verbo Divino. Estella, 1992. NARDONI, Enrique. Los que buscan la justicia: un estudio de la justicia en el mundo bíblico. Verbo Divino. Estella, 1997. CARAM, María José & LEGUIZAMÓN, María Alejandra (Coordinadoras). La justicia y la cuestión del otro vulnerado. Acercamientos multidisciplinares en diálogo con la teología. Tirant Lo Blanch. Valencia, 2019.

11 Exodo 22: 20-22

12 PAPA FRANCISCO. Carta Encíclica “Fratelli Tutti” sobre la fraternidad y la amistad social. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2020.

13 BIERI, P. La dignidad humana: una manera de vivir. Herder. Madrid, 2017. HINKELAMMERT, Franz. Cultura de la esperanza y sociedad sin exclusión. Departamento Ecuménico de Investigaciones DEI. San José de Costa Rica, 1995. LOBATO, Abelardo. Dignidad y aventura humana. San Esteban. Salamanca, 1997. MASIÁ CLAVEL, Juan. Ser humano, persona y dignidad. Desclée de Brower. Bilbao, 2010. RICHARD, Pablo. Fuerza ética y espiritual de la Teología de la Liberación. Departamento Ecuménico de Investigaciones DEI. San José de Costa Rica, 2010.

sábado, 21 de octubre de 2023

COMUNITAS MATUTINA 22 DE OCTUBRE 2023 DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

 

Entonces les replicó: paguen al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”

(Mateo 22: 21)



Lecturas:

  1. Isaías 45: 1-6

  2. Salmo 95: 1-10

  3. 1 Tesalonicenses 1: 1-5

  4. Mateo 22: 15-21

Dios y la relación que la humanidad tiene con El no pueden utilizarse para justificar tal o cual determinación política, tal o cual ordenamiento jurídico de la sociedad, tal o cual ideología, incluso de tipo religioso, porque ningún poder humano es absoluto. Estos tienen sentido cuando se orientan a la construcción del bien común y a la promoción de la dignidad de todos los integrantes de una sociedad, al respeto de sus derechos, sin establecer superioridad de unos sobre otros. La Buena Noticia de Jesús tiene implicaciones decisivas en la perspectiva de la dignidad humana,1 de los derechos de todos los miembros de una comunidad y de la configuración de la misma ordenada a la justicia, al reconocimiento de lo que a todos corresponde en ejercicio de esa condición. El mensaje cristiano no se casa con ningún modelo político ni puede convertirse en soporte de ningún régimen. Esta afirmación es indispensable para su independencia profética y para la libertad que requieren el anuncio y ejercicio del programa de Jesús.

Desde la óptica del reino de Dios y su justicia se pueden valorar los diversos sistemas sociopolíticos, se confronta igualmente el ejercicio del poder, se hace un análisis crítico sobre sus ejecutorias y se insta a quienes lo detentan para que todo su quehacer esté orientado a la construcción de comunidades incluyentes, solidarias, promotoras de la equidad. Por estas razones, el evangelio no se matricula en ninguna ideología o colectividad partidista, ni de derecha ni de izquierda. Lo suyo es la constante afirmación de la dignidad del ser humano en nombre del amor creador de Dios: “Dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra; que manden en los peces del mar y en las aves del cielo, en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó”. 2 La Palabra de este domingo nos brinda lúcidas orientaciones sobre la postura cristiano-eclesial ante el mundo del poder político.

El ser humano, que es imagen de Dios, sólo es para El y para el prójimo , no se pueden hipotecar su libertad y sus derechos a ningún sistema de poder. A este propósito se orienta la encíclica del Papa Francisco “Fratelli Tutti” , sobre la amistad y la fraternidad social. 3 El Papa Francisco tiene una gran sensibilidad humanista y social, continuamente expresa su inquietud ante las injusticias de algunos modelos políticos, también se manifiesta sobre la economía que descarta a millones de seres humanos, clama por la migración forzada a la que se ven sometidos muchos pobladores de países donde las condiciones de supervivencia son bastante frágiles. Su voz profética canaliza las demandas de los pobres de la tierra, a las inmensas multitudes a quienes los sistemas político-económicos niegan una digna participación en los bienes básicos de sustento y seguridad. La suya es una llamada legítima a valorar los modelos de poder vigentes en la actualidad, si cumplen o no cumplen su razón de ser como constructores del bien común y de la justicia debida a cada ser humano confiado a su protección. El magisterio de Francisco se inscribe en el de los papas del siglo XX que en diversos momentos de su ministerio han intervenido para llamar la atención sobre el reconocimiento debido a los más pobres del planeta y sobre la urgente reforma de unas estructuras que no se compadecen con las más elementales exigencias de la dignidad humana. 4 También las nuevas tendencias de la teología, inspiradas en los lineamientos del Concilio Vaticano II, han hecho un trabajo muy significativo de aportes en materia de reivindicación social a las poblaciones vulnerables, vinculando la coherencia en el ejercicio de la fe con la práctica de la justicia. 5

En este contexto entendemos y asumimos la frase contundente de Jesús en el evangelio de hoy: “Paguen al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” .6 Así responde Jesús a un grupo de fariseos que, de modo capcioso, le interrogan sobre la licitud del pago de los impuestos: “Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Así que enviaron a sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza, y que no te importa de nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece: es lícito pagar tributo al César o no? Mas Jesús, adivinando su malicia, dijo: hipócritas por qué me tientan?”. 7

Miremos cómo nos orienta la primera lectura en esta misma línea. Es del llamado “Segundo Isaías”, conocido como el profeta de la consolación. Elemento constante de su ministerio son sus palabras fuertes que confrontan con mucha severidad a los israelitas, pero que al final son portadoras de ánimo, esperanza, deseo de vivir, certeza de la intervención salvadora y liberadora de Dios en su historia, denuncia de la injusticia de las naciones y promesa de recompensas para los más débiles del mundo.

Yahvé habla a Ciro, rey de Persia, que no conoce a Dios, para confiarle la misión de liberar a su pueblo de la opresión y de la injusticia. El no conocer a Dios no es impedimento para participar de su acción liberadora. Un no judío sirve de mediación adecuada para la actuación de Dios, afirmación totalmente inusitada en el contexto del Antiguo Testamento, como vislumbrando la universalidad de la voluntad salvadora de Yahvé, el ir más allá de las fronteras en búsqueda de todos los seres humanos: “El Señor consagró a Ciro como rey, lo tomó de la mano para que dominara las naciones y desarmara los reyes” ,8“Yo soy el Señor, no hay otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te he preparado para la lucha sin que tú me conocieras, para que sepan todos de oriente a occidente, que fuera de mi no hay ningún otro. Yo soy el Señor, no hay otro” .9

Una afirmación monoteísta como la anterior no procede de un Dios mezquino, celoso, egoísta, que no admite divinidades rivales. El Dios único es para que el ser humano sea único, libre de idolatrías y de esclavitudes, sólido en la conciencia y vivencia de su dignidad. La libertad que procede de Dios es la alternativa que emancipa a la humanidad de sometimientos y servidumbres. La lucha feroz de los profetas bíblicos en contra de las tentaciones idolátricas de Israel nace de su pasión por la dignidad del ser humano, para que esta no sea prostituída por los poderes del mundo.10

El evangelio de Mateo propuesto para este domingo es un texto sobre el que se han hecho interpretaciones distorsionadas. Su verdadero contexto es un ambiente social en el que se divinizaba y absolutizaba al emperador de Roma. El fragmento que se proclama hoy forma parte de una serie de controversias entre Jesús , los fariseos y otros grupos judíos, sobre asuntos como los impuestos debidos al César, la resurrección de los muertos, el mandamiento principal de la ley.

El telón de fondo es la profunda y consistente libertad de Jesús ante la ley romana y ante la institución religiosa del judaísmo. Bajo el tema del tributo, una realidad que sufrían también las primeras comunidades cristianas , también las judías, en el régimen tiránico del imperio romano, el pueblo vive las consecuencias de una monarquía que exprime a los pobres para sostener su estructura.11 Los más pobres son los que padecen con mayor rigor esta política fiscal, porque la tasa impositiva recaía sobre los que trabajaban la tierra: el eterno drama de la injusticia de unos poderosos en contra de los débiles. El emperador de Roma cargaba sobre sí el influjo del mundo religioso de Egipto y de Grecia. La relación de los romanos con estos dioses era parte de su cotidianidad, el emperador era para ellos un dios, Roma era una teocracia.

Para las comunidades cristianas que entendían y vivían a Dios como Padre-Abba, misericordioso y compasivo, solidario con la humanidad, incondicional en sus manifestaciones de amor, era inaceptable esa identificación del emperador con una divinidad y la consideraban definitivamente alienante. Por esto se enfrentan a la religión oficial y se afianzan en su vida comunitaria centrada en la persona de Jesús, y referida al Padre y a todos los hermanos. Cuando Jesús dice taxativamente: “Pues den al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios” , 12estas comunidades dejan ver que no les convence en lo más mínimo la pretendida divinidad del emperador, porque para ellos el verdadero Dios se manifiesta en el amor, en la justicia, en la igualdad, en el servicio fraterno, en la práctica de la solidaridad.

En la actualidad no hay emperadores que se presenten como Dios, pero sí hay estructuras sociales, políticas, económicas, incluso religiosas, que están muy lejos de reflejar la comunión entre los hermanos, con afán de unos por dominar a otros, con ejercicios de poder que no se interesan por el bien común, con violencias y manipulaciones del hombre por el hombre. “Dar a Dios lo que es de Dios” es que se escuche a Jesús, que se acoja su buena noticia, que se acepte el mensaje del reino, que se lleve una vida según las bienaventuranzas, que se adopte una actitud de conversión, que se ponga término al raquitismo espiritual y religioso, que no se sacrifique la dignidad del ser humano en aras de poderes opresores, que se reivindique a los humillados y ofendidos. 13

La comunidad cristiana que dió origen a este evangelio sacó de aquí consecuencias muy prácticas, defiende la primacía de la humanidad sobre poderes y legislaciones, y a estos los confrontan para que se dediquen con responsabilidad y empeño a la construcción del bien común, sin pretensiones de absolutizarse. El Dios que Jesús nos revela es el gran protagonista de la liberación de toda tutela, el gran experto en seres humanos libres, como Jesús, el modelo de la nueva humanidad.



1 SARDIÑAS IGLESIAS, Loida Lucía. Dignidad humana: concepto y fundamentación en clave teológica latinoamericana. Universidad de Santo Tomás USTA. Bogotá, 2019. COSTADOAT, Jorge. La libertad de Cristo. En Teología y Vida volumen XL, páginas 110-134. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, 1999. LARRÚ, Juan de Dios. La Iglesia, el lugar de la libertad. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 2019. LORD ACTON. Ensayos sobre la libertad y el poder. Unión Editorial. Madrid, 2011. GANDÍA BARBER, Juan Damián. El derecho de los fieles a la Palabra de Dios y el deber del anuncio del Evangelio. En Anuario de Derecho Canónico número 1, suplemento 1, páginas 15-69. Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Valencia, 2012. PAPA PABLO VI. Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi sobre la Evangelización en el Mundo Contemporáneo. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1975.

2 Génesis 1: 26-27.

3 PAPA FRANCISCO. Carta Encíclica Fratelli Tutti sobre la Fraternidad y la Amistad Social. Libreria Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2020. PAPA PABLO VI. Carta Apóstólica Octogesima Adveniens con occasion del LXXX aniversario de la Encíclica Rerum Novarum. Libreria Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1971. Es un lúcido documento del Papa Montini en el que hace un análisis sobre las diversas ideologías sociopolíticas que se ofrecen al hombre de nuestro tiempo. El Papa advierte críticamente sobre unas y otras para salvaguardar la libertad profética de la Iglesia. PACHÓN SOTO, Damián. El pensamiento social del Papa Francisco. En Franciscanum volumen LVIII número 166, páginas 317-337. Universidad de San Buenaventura. Bogotá, 2016. SCHIAVO, Luigi. La religión ética del Papa Francisco en el contexto del actual cambio cultural. En Revista Red Pensar volumen 4 número 2, páginas 1-18. Universidad La Salle. San José de Costa Rica, 2015. PONTIFICIO CONSEJO JUSTICIA Y PAZ. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2005. PAPA BENEDICTO XVI. Carta Encíclica Caritas in Veritate. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2009.

4 PAPA JUAN XXIII. Carta Encíclica Pacem in Terris. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1963. PAPA PABLO VI. Carta Encíclica Populorum Progressio sobre el Desarrollo de los Pueblos. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1967. PAPA JUAN PABLO II. Carta Encíclica Laborem Exercens sobre el Trabajo Humano. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1981; Carta Encíclica Sollicitudo Rei Socialis. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1987; Carta Encíclica Centesimus Annus. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1991. CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno Gaudium et Spes. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1966.

5 GUTIERREZ MERINO, Gustavo. La fuerza histórica de los pobres. Centro de Estudios y Publicaciones CEP. Lima, 1978; Teología de la Liberación: perspectivas. Centro de Estudios y Publicaciones CEP. Lima, 1972. SCANNONE, Juan Carlos. Teología del Pueblo: raíces teológicas del Papa Francisco. Sal Terrae. Santander, 2016. SOBRINO, Jon. Fuera de los pobres no hay salvación. UCA Editores. San Salvador, 2009. CASTILLO, José María. Víctimas del pecado. Trotta. Madrid, 2004. BOFF, Clodovis. Teología de lo Político: sus mediaciones. Sígueme. Salamanca, 1982.

6 Mateo 22: 21

7 Mateo 22: 15-18

8 Isaías 45: 1

9 Isaías 45: 6

10 AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. Dios liberó a Israel de la esclavitud de Egipto. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 2 de noviembre de 2010. LA CASA DE LA BIBLIA. El verdadero Israel Testigo del Dios Liberador. Guía para una lectura comunitaria del Pentateuco y los Libros Históricos. Verbo Divino. Estella, 2004. VON RAD GERHARD. La acción de Dios en Israel: ensayos sobre el Antiguo Testamento. Trotta. Madrid, 1996. SANZ GIMÉNEZ-RICO, Enrique. Cercanía del Dios distante. Imagen de Dios en el libro del Exodo. Tesis para obtener el título de Doctor en Teología. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2004. HENAO MESA, Jairo Alberto. Dios narrado desde lo político. En Cuestiones Teológicas volumen 41 número 95, páginas 191-215. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, enero-junio 2014.

11 FLAVIO JOSEFO. Antigüedades Judías. Clie. Barcelona, 1988. JEREMIAS, Joachim. Jerusalén en tiempos de Jesús. Estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento. Cristiandad. Madrid, 1980. LEIPOLDT, J. & GRUNDMANN, W. El mundo del Nuevo Testamento. Cristiandad. Madrid, 1984. DE VAUX, Roland. Historia antigua de Israel (2 tomos). Cristiandad. Madrid, 1982. BRAVO GALLARDO, Carlos. El pueblo en tiempos de Jesús. La no-historia del pueblo. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream(10972/1099/1/RLT-1985-006--C.pdf GONZALEZ FAUS, José Ignacio. Jesús y los ricos de su tiempo. Servicio Bíblico Verbo. Verbo Divino. Quito, 2015. PIKAZA, Xabier. Dios o el dinero. Sal Terrae. Santander, 2018.

12 Mateo 22: 21

13 MALINA, Bruce J. El mundo social de Jesús y los evangelios. Sal Terrae. Santander, 2002. BRAUN, Herbert. Jesús, el hombre de Nazaret y su tiempo. Sígueme. Salamanca, 1975. SCHLOSSER, Jacques. Jesús, el profeta de Galilea. Sígueme. Salamanca, 2005. MATEOS, Juan & CAMACHO, Fernando. El horizonte humano: la propuesta de Jesús. El Almendro. Córdoba, 1988. SCHRAGE, Wolfgang. Etica del Nuevo Testamento. Sígueme. Salamanca, 1990. HORSLEY, Richard. Jesús y el Imperio. El Reino de Dios y el nuevo desorden mundial. Verbo Divino. Estella, 2003.

sábado, 14 de octubre de 2023

COMUNITAS MATUTINA 15 DE OCTUBRE 2023 DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

 

Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren. Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados”

(Mateo 22: 9-10)

Lecturas:

  1. Isaías 25: 6-10

  2. Salmo 22: 1-6

  3. Filipenses 4: 12-20

  4. Mateo 22: 1-10

La opción preferencial de Dios es el ser humano, lo definitivo para El es hacer de nosotros personas plenamente realizadas, llenas de sentido de la vida, felices, salvadas de la radical contingencia y precariedad que nos son inherentes: pecado, egoísmo, injusticia, muerte, los mayores indicadores de nuestra indigencia, necesitada de resignificación y de esperanza. Lo que solemos llamar salvación , si bien apunta a la plena consumación de lo humano cuando pasemos la frontera de la muerte, también tiene una necesaria implicación en nuestra realidad histórica y existencial. La “otra vida” y “esta vida” son materia del interés salvífico de Dios, su tarea salvadora es integral. El está empeñado en que nada de lo nuestro se pierda y fracase, apasionadamente enamorado de nosotros y deseoso de que logremos la anhelada plenitud. 1 Este es el Dios que se nos revela en Jesús: “Y nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor; y el que se mantiene en el amor se mantiene en Dios y Dios en él”. 2

El salmo 22 y Filipenses, de las lecturas de este domingo, ponen de relieve el cuidado y la protección de Dios hacia la humanidad: “Yahvé es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace reposar. Me conduce a fuentes tranquilas, allí reparo mis fuerzas” ,3 y Pablo comunica a los cristianos de Filipos el testimonio de la compañía divina en su vida y el deseo de que esta se extienda a toda la comunidad: “Sé andar escaso y sobrado. Estoy avezado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas” . 4

Dios se manifiesta como sólo El lo sabe hacer : salvando, liberando, dando vida, manteniendo en sus creaturas el dinamismo de su vitalidad, con la connotación de universalidad, tal deseo teologal quiere ser para todos los seres humanos, don ofrecido a la libertad de cada persona, no se impone ni violenta autonomías.5 Por esta razón es imperativo revisar con seriedad crítica las falsas imágenes de Dios, proyecciones de nosotros mismos cuando damos rienda suelta a imaginarios distorsionados que no son otra cosa que evidencias de las propias frustraciones no asumidas ni superadas. Tomar a Dios como recurso para justificar injusticias, sufrimientos, males, es manipularlo y usarlo antojadizamente, desconociendo la desbordante generosidad de su amor.

El relato de Mateo – otra parábola como las de los domingos anteriores – comparte ese horizonte de acogida universal, pero se encuentra con el rechazo violento de tal iniciativa, expresado en la parábola del banquete nupcial: “Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero estos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, con este encargo: Digan a los invitados, miren , mi banquete está preparado. Ya han sido matados mis novillos y animales cebados, y todo está a punto. Vengan a la boda. Pero ellos no hicieron caso y se fueron: el uno a su campo, el otro a su negocio, y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron” . 6

Jesús critica con extremo rigor la resistencia de los jefes judíos para acoger el don que el Padre Dios les está ofreciendo. El texto de Mateo es redactado dentro de una comunidad de judíos que empezaban a convertirse al naciente cristianismo, mirados con rabia y prevención por sus antiguos correligionarios. Por eso, el evangelista es tan insistente en afirmar la crítica que surge de Jesús y, con ello, el advenimiento de una lógica religiosa que no es la del culto formal y externo sino la de la vida que se orienta desde Dios hacia el prójimo.7 No es casual que durante varios domingos consecutivos se nos ofrezca esta Palabra propuesta por Mateo sobre la “incapacidad” de la religión formal para entender y acoger la oferta de Jesús. Que sea esta reiteración una invitación a nuestra conciencia para revisar lo que nos corresponde en esta materia, si nos limitamos a la práctica exterior, si el asunto de Dios para nosotros es apenas un requisito que no totaliza y apasiona nuestro ser, o si estamos abiertos a sus dones , si no presumimos de méritos personales, si humildemente experimentamos la necesidad que tenemos de El.

Ante tan rotunda negativa, el rey ordena a su servidores que vayan a todos los lugares, sin contemplar categorías ni disposiciones morales, llamada universal que supera todas las diferencias humanas y reúne a todos en un mismo banquete. Es una voluntad salvadora, ilimitada, que aprovecha la hostilidad de unos – alusión a los judíos, especialmente a sus dirigentes – para manifestarse con esas características de incondicionalidad y de abundancia.8

Pero en la segunda parte (versículos 11 a 14) hay un cambio brusco: haber entrado no confiere el derecho automático a permanecer, para participar plenamente en los beneficios del banquete es preciso aceptar el don de la fe, la invitación que hace Jesús en nombre del Padre, el deseo deliberado de seguirle con todas sus implicaciones. Este es el contenido del “vestido de fiesta” que refiere el evangelista: uno de los presentes no ha sido capaz de asumir el compromiso ético implicado en la llamada. Es el misterio eterno de la libertad, la capacidad de decidir si se acepta o se rechaza la oferta liberadora de Dios. El se propone, no se impone.

Esa manifestación de dureza va directamente a la cerrazón de los judíos, a ellos reta con la invitación: “Vayan, pues, a los cruces de los caminos e inviten a la boda a cuantos encuentren. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales” 9. Lo que quiere decir Jesús es que los creyentes, las personas religiosas, en este caso los judíos de tradición, se niegan a aceptar la invitación, mientras que los paganos10 sí lo hacen. Este asunto es reiterado en la predicación de Jesús, con sus connotaciones de crítica a la no conversión de quienes se dicen primeros observantes de la ley y los profetas. La parábola es una interpretación del conflicto que tenía la comunidad de Mateo con las autoridades judías.11

Llegan todos, buenos y malos, no hay distinciones morales pero, una vez en el banquete, hay que asumir la lógica del reino de Dios y su justicia. En el lenguaje de Jesús hay siempre una combinación de exigencia y de misericordia, seguir su camino es incluyente, lo suyo no parte de un moralismo rígido, solidario con el pecador no con el pecado, se compadece profundamente de las debilidades humanas, mira el trasfondo humilde de quien quiere dejarse seducir por su propuesta, pero al mismo tiempo demanda seriedad y compromiso en el seguimiento.

Por otra parte, el texto de Isaías – primera lectura – es de notable belleza teológica, el profeta está hablando a un pueblo que vive la peor crisis de su historia, lo hace con una visión muy lúcida y esperanzadora, seductora oferta para un pueblo sumido en la miseria y el desencanto. El intento de Isaías es que el pueblo supere la dura prueba, con la certeza de que Dios salva y consuela a todos: “Enjugará el Señor Yahvé las lágrimas de todos los rostros, y acabará con el oprobio de su pueblo en toda la superficie del país” . 12

En el Antiguo Testamento el banquete tiene el significado de los tiempos mesiánicos, de la irrupción definitiva del favor de Dios para transformar la tristeza y devolver el sentido de la vida a los desencantados, El siempre dispuesto a saciar los más hondos anhelos del ser humano: “Aquí tenemos a nuestro Dios: esperamos que El nos salvara; El es Yahvé, en quien esperábamos; celebremos con alegría su victoria” . 13

Los nuevos invitados son todos los seres humanos, sin importar raza ni condición social, ni religiosidad y – lo más escandaloso para los judíos – sin importar si son buenos o malos. Aquí hay un dato decisivo para comprender la misión de Jesús, su Buena Noticia que resignifica la vida de los condenados morales, de los humillados y ofendidos, de los desolados por causa de las injusticias de sus semejantes, de los rechazados por las instancias de religión y de moralidad. Tal mensaje tiene hoy las mismas implicaciones que en tiempos de Jesús. Dios sigue llamando a todos, sin excepción, pero cada uno responde según sus prioridades e intereses. El centro del mensaje es la iniciativa universal de salvación que se origina en el Padre, intención de que todos los seres humanos lleguen a su plenitud; con esto, no admite la soberbia religioso moral de quienes presumen ser los administradores de los dones de gracia y salvación, despreciando y condenando a quienes – según ellos – no poseen las condiciones de santidad y de moralidad para hacerse acreedores a tales beneficios.14

Para el auténtico proyecto cristiano no es admisible que unos pocos se sientan los elegidos y denigren de la mayoría. No va con el proyecto de Jesús que algunos sigan empeñados en el pequeño y mezquino negocio de una salvación individual sin darse cuenta de que una salvación que no se ejerce en clave de solidaridad no es ni humana ni cristiana. Gran pecado de muchos en el mundo cristiano ha sido poner un envoltorio repugnante al evangelio, llenando la fe cristiana de prohibiciones, de miedos y culpas, de dogmatismos y milimetrías jurídicas, secuestrando la Buena Noticia y la esperanza de muchos en el mundo.

Ante tantos rechazos y exclusiones que padecen millones de seres humanos, malas noticias procedentes del pecado y egoísmo de unos cuantos, el Evangelio de Jesús es portador de la mejor noticia, que Dios es del ser humano, que El se interesa amorosamente por cada uno, que su oferta acoge sin reservas, que en Jesús, El sirve el banquete de la vida para que todos tengamos cabida, que su misericordia se comunica incondicionalmente: “Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús”. 15





1 TORRES QUEIRUGA, Andrés. Recuperar la salvación. Para una interpretación liberadora de la experiencia cristiana. Sal Terrae. Santander, 1995; Repensar la Revelación. La revelación divina en la realización humana. Trotta. Madrid, 2008. GONZALEZ DE CARDEDAL, Olegario. La gloria del hombre. Reto entre una cultura de la fe y una cultura de la increencia. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1985. LATOURELLE, René. El hombre de hoy a la luz de Jesús de Nazaret. Sígueme. Salamanca, 1984. RATZINGER, Joseph. Teología e historia. Notas sobre el dinamismo histórico de la fe. Sígueme. Salamanca, 1975. ROVIRA BELLOSO, José María. Revelación de Dios, Salvación del hombre. Sígueme. Salamanca, 1983. SCHYLLEEBECKX, Edward. Los hombres, relato de Dios. Sígueme. Salamanca, 1994. MOLTMANN, Jürgen. Teología de la Esperanza. Sígueme. Salamanca, 1999. LOHFINK, Gerhard. Al final, la nada? Sobre la resurrección y la vida eterna. Sal Terrae. Santander, 2022.

2 1 Juan 4: 16

3 Salmo 22: 1-3

4 Filipenses 4: 12-13

5 CORDOVILLA, Angel. El misterio del Dios trinitario. Dios con nosotros. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 2014. LADARIA, Luis F. El Dios vivo y verdadero. El misterio de la Trinidad. Secretariado Trinitario. Salamanca, 2010. GELABERT BALLESTER, Martín. Vivir la salvación. Así en la tierra como en el cielo. San Pablo. Madrid, 2006. RUIZ DE LA PEÑA, Juan Luis. Creación, Gracia, Salvación. Sal Terrae. Santander, 1993. SEGUNDO, Juan Luis. Gracia y condición humana. En Idem. Teología Abierta, volumen 1 Iglesia-Gracia; páginas 197-393. Cristiandad. Madrid, 1984; Qué mundo? Qué hombre? Qué Dios? Sal Terrae. Santander, 1993. BOFF, Leonardo. Gracia y experiencia humana. Trotta. Madrid, 2001. SCHOONENBERG, Piet. Un Dios de los hombres. Herder. Barcelona, 1975.

6 Mateo 22: 3-6

7 VILA PORRAS, Carolina. Concepción de la ley israelita en el Nuevo Testamento y la concepción que de ella tiene Jesús. En Revista Cuestiones Teológicas volumen 42 número 98 julio-diciembre 2015, páginas 483 - 510. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2015. CARTER, Warren. Mateo y los márgenes: una lectura sociopolítica y religiosa. Verbo Divino. Estella, 2007. CROSSAN, John Dominic. El nacimiento del cristianismo: qué pasó en los años posteriores a la crucifixión de Jesús. Emecé Editores. Buenos Aires, 2002. VOUGA, Francois. Los primeros pasos del cristianismo. Estella. Verbo Divino, 2001. FARMER, William R. El Jesús histórico. Llamada de Dios a la libertad por el amor. En FARMER, William R (Editor). Comentario Bíblico Internacional. Verbo Divino. Estella, 2000; páginas 219-228.

8 LADARIA, Luis F. El cristianismo y la universalidad de la salvación. En Estudios Eclesiásticos volumen 81, número 317, páginas 353-381. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2006. MADRIGAL TERRAZAS , Santiago. Eclesialidad y universalidad de la salvación a la luz de la noción “Ecclesia ab Abel”. En Diálogo Ecuménico volumen XXXV número 112, páginas 211-262. Universidad Pontificia de Salamanca, 2000. LUGO GARCÍA, Héctor Eduardo. Universalidad de la salvación y teología incluyente. En Theologica Xaveriana número 138, páginas 183-192. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2001. DUPUIS, Jacques. Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso. Sal Terrae. Santander, 2000.

9 Mateo 22: 9-10

10 Por “paganos” se entiende a todos aquellos que no venían del judaísmo tradicional, también a quienes llevaban vidas apartadas de la moralidad de esa tradición religiosa. Alude a la actitud abierta de Jesús ante tantas personas pecadoras pero dispuestas a dejarse asumir por la misericordia y la compasión de Dios, conscientes de su fragilidad y en trance de acoger el don de su gracia.

11 NOGUEZ, Armando. Las grandes controversias de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2023. SANDERS, E.P. El Reino: inversión de valores y perfeccionismo ético. En SANDERS, E.P. La figura histórica de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2005; páginas 219-227. GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. La sabiduría de Jesús: entristecido por la dureza de corazón, sed misericordiosos como el Padre celestial. En GONZALEZ FAUS, José Ignacio. Otro mundo es posible desde Jesús. Sal Terrae. Santander, 2010; páginas 199-242. ESTRADA, Juan Antonio. De la salvación a un proyecto de sentido: por una cristología actual. Desclée de Brower. Bilbao, 2013. HURTADO, Larry W. Destructor de los dioses: el cristianismo en el mundo antiguo. Sígueme. Salamanca, 2017.

12 Isaías 25: 8

13 Isaías 25: 9

14 CONCILIO VATICANO II. Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1996. CODINA, Víctor. Para comprender la eclesiología desde América Latina. Verbo Divino. Estella, 2008. LUCIANI, Rafael & SILVEIRA, María del Pilar. La sinodalidad en la vida de la Iglesia. Reflexiones para contribuír a la reforma eclesial. San Pablo. Madrid, 2020.

15 Filipenses 4: 19

sábado, 7 de octubre de 2023

COMUNITAS MATUTINA 8 DE OCTUBRE 2023 DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

 

Cuando los sumos sacerdotes y los fariseos oyeron sus parábolas, comprendieron que iba por ellos. Intentaron arrestarlo, pero tuvieron miedo de la gente, que lo tenía por profeta”

(Mateo 21: 45)

Lecturas:

  1. Isaías 5: 1-7

  2. Salmo 79: 9-20

  3. Filipenses 4: 6-9

  4. Mateo 21: 33-43



La imagen de la viña es muy familiar para la mayoría de los pueblos del Cercano Oriente, para ellos es la parcela de tierra cultivada con especial esmero, de allí se deriva el sustento básico de la familia.1 Ese patrimonio era la forma de sentirse vinculado a su grupo social y fundamentaba su derecho de ciudadanía, su arraigo en un territorio, determinante de su sentido de identidad: “Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña: mi amigo tenía una viña en fértil terreno. Removió la tierra, la limpió de piedras y plantó buenas cepas; construyó en medio una torre y cavó un lagar” .2

Un vínculo así es similar al que tienen nuestros campesinos con sus terrenos cultivables, a los que dedican lo mejor de sus esfuerzos, son su espacio de realización, también el lugar de crecimiento y vida de su familia. Poseer la tierra da significado a todo su proyecto existencial, ámbito de su humanidad. Desde ahí se comprende la ilusión con la que el viñador, el agricultor, se entrega a la faena de disponer el terreno, de sembrar la semilla, de cultivar, de recoger la cosecha, de la que se esperan siempre los mejores resultados. La buena viña, su fecundidad, significa esperanza, sentido de vida, satisfacción, sustento, para quien es responsable de ella. 3

La primera lectura de hoy, del profeta Isaías, y el evangelio de Mateo, toman esta figura de la viña y de los viñadores para hacer su denuncia sobre las profundas incoherencias de la bien conocida religiosidad formal del judaísmo del tiempo de Jesús, tema que nos viene ofreciendo este evangelista desde hace varios domingos. Al proponerlo no estamos mirando solamente al pasado, a realidades distantes de nosotros; es también momento privilegiado para revisar con seriedad nuestra actitud religiosa y espiritual , si esta se reduce a una práctica formal sin incidencia en la transformación de vida y conducta, religión de cumplimiento externo, o si nos planteamos con seriedad existencial nuestra decisión creyente con todas sus consecuencias de autenticidad teologal y humana, vida proyectada amorosamente a Dios y al prójimo, siguiendo el modo de Jesús. 4

Como la expectativa del viñador con su viña productora de buenos frutos, inquieto y exigente cuando esta produce agraces5, también Dios espera de nosotros una respuesta fecunda, responsable, liberada y liberadora, generadora de vitalidad y autenticidad. La mediación profética de la humanidad que toma en serio estas realidades es también narrativa crítica de este Dios que confronta la deshumanización, la inconsistencia moral, el ser humano que se convierte en lobo para sus hermanos, como sucede penosamente en tantos lugares del mundo.

Qué nos quiere decir Isaías en esta primera lectura de hoy? Cuáles son nuestras viñas? Cuáles los esfuerzos en torno a ellas? Cuáles las expectativas que abrigamos con ellas? Se trata de los lugares de sentido en los que se desarrolla nuestra vida: familia, estudios, trabajo, comunidad, amistades, gran sociedad, iglesia, donde acontecen nuestras capacidades de creación y de expresión, de trascendencia en los demás, de construcción del bien común, de generación de vínculos de pertenencia a un territorio espiritual, emocional, afectivo.

Pero sucede que esta expectativa de fecundidad, de buenos frutos, se ve truncada por la presencia del mal, del egoísmo, del desorden de una libertad que se realiza sin referencia trascendente: “Y esperó que diera uvas pero dio frutos agrios” .6 Qué sentimos cuando nuestras viñas no dan los resultados anhelados, cuando los suyos son frutos agrios, contradicciones, deslealtades, arrogancias, injusticias. El profeta Isaías acude a este lenguaje para señalar el desencanto de Dios por las muchas abominaciones que se cometían en el reino de Judá: “La viña del Señor Todopoderoso es la casa de Israel, son los hombres de Judá su plantación preferida. El esperó de ellos derecho, y ahí tienen: asesinatos; esperó justicia y ahí tienen : lamentos” .7

Cuando miramos la realidad contemporánea qué nos dicen estas imágenes de la viña decepcionante? Qué decir de la corrupción en tantos ámbitos de la vida pública y privada, protagonizada por muchos de los que son constituídos líderes del estado y de la sociedad? Qué esperar de las reiteradas conductas perversas de políticos que saquean sin compasión el tesoro público? Qué pensar de los excesos de la sociedad de bienestar, enloquecida con el consumo, ostentando una capacidad adquisitiva que a menudo es obtenida a costa de los más pobres? Qué nos dicen los permanentes clamores de millones de seres humanos sumidos en el abandono y en la miseria? Y todo esto, sin olvidar que la mayoría de estos personajes profesan creencias religiosas, presumen públicamente de serlo, desconociendo las implicaciones éticas de la fe. 8 Una problemática severa que afecta negativamente muchos medios religiosos es el divorcio entre la fe y la vida, cuando aquella no configura la conducta de quienes dicen profesar tales o cuales creencias.

El cuestionamiento severo que hacen los profetas bíblicos parte de las realidades sociales que se vivían en ese tiempo, totalmente incompatibles con la voluntad de Dios, con los compromisos adquiridos en la alianza con Yavé, con la profesión de religiosidad del pueblo hebreo. Les resultaba indignante el olvido de la fundamentación ética de la vida, la indolencia de los llamados creyentes, la insensibilidad ante el drama de huérfanos y viudas.9 El discurso profético era de total pertinencia para su contexto, la mayoría de las veces de gran severidad. Siempre tuvieron una postura crítica ante las instancias de poder – responsables de los “frutos agrios” - .

Jesús – en el texto del evangelio de hoy – se vale del mismo tema de la viña para llamar la atención sobre las problemáticas similares a las que se vivían en tiempo de Isaías.10 Los grupos religiosos integristas – saduceos, fariseos, maestros de la ley – pensaban que la salvación exclusiva de Israel era la única meta de la historia, lo restante, el sentido de vida de quienes no eran judíos, la justicia debida a los pobres, la misericordia y la compasión, los tenían sin cuidado.

La parábola de los viñadores homicidas integra un bloque compacto del evangelio de Mateo – los capítulos 21 a 25 – en el que el autor quiere destacar la tensión creciente entre Jesús y las autoridades judías, preparando el desenlace de su pasión y de su muerte. El desnuda la intransigencia y cerrazón de los dirigentes del judaísmo. En esta secuencia se encuentran la expulsión de los vendedores del templo, la controversia sobre la autoridad de Jesús, el conocido capítulo 23 con su fuerte diatriba en contra de los fariseos, entre otros elementos centrales, en los que los responsables de la religión judía van acumulando argumentos para condenarle. 11

Para Jesús, el reino de Dios está abierto a todos sin excepción, principalmente a les gentes de buena voluntad, a todos los dedicados al amor y a la justicia. Para él no pesan las diferencias raciales ni socioeconómicas ni religiosas, lo que define su interés es el de aquellos que se disponen a vivir en solidaridad y en fraternidad. También entran aquí los “nadie”, los excluídos de la religión oficial. Naturalmente, esto le trajo la malquerencia de los jefes religiosos y de los observantes. También con sus discípulos tuvo diferencias de fondo cuando se daba cuenta que su enseñanza sobre el reino no calaba hondo en ellos, viendo que seguían con sus aspiraciones de poder y con sus grandes temores ante el sacrificio y la posibilidad de entregar la vida sin esperar recompensa.

Esos grupos se consideraban los concesionarios exclusivos de Dios, ellos son los viñadores homicidas: “Finalmente, les envió a su hijo pensando: a mi hijo lo respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: este es el heredero, vamos matémosle y quedémonos con su herencia. Y agarrándolo lo echaron fuera de la viña y lo mataron” . 12

Jesús los desafía abiertamente y, mediante la comparación con la viña, les muestra que su ortodoxia recalcitrante no conduce a la salvación. El reino de Dios no es propiedad de ningún grupo en particular, nadie lo tiene asegurado bajo el título de raza o de pertenencia a una religión en particular. El ministerio de Jesús es compromiso con la vida de todos en igualdad de condiciones: acoger a los excluídos, anuncio de la gran utopía de Dios que abre horizontes de esperanza a los últimos del mundo. Son estas las grandes evidencias de la voluntad del Padre que envía a Jesús para que todos tengan vida en abundancia, los frutos maduros que se esperan de la viña: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” .13

Las denuncias de Jesús nos indican que el mensajero del Dios de la vida no puede permitir que el ser humano esté siempre agobiado por experiencias de muerte: prohibiciones, prácticas religiosas alienantes, moralismos neuróticos, pobreza, vulneración de sus derechos, decisiones injustas de gobiernos y sistemas económicos. Jesús quiere que la vida de los seres humanos sea un testimonio permanente del Dios enamorado de la humanidad, a la que comunica su inagotable vitalidad: “Pero tú eres indulgente con todas las cosas, porque son tuyas, Señor amigo de la vida” . 14

Qué mensaje nos queda? El amor de Dios se retribuye con el amor al prójimo, no con el culto externo. El mal estaba en esas autoridades religiosas que se resistían a la novedad que Jesús les proponía, sintiendo que su observancia de los ritos y las leyes los justificaba sin necesidad de convertirse al prójimo sufriente. Ante eso Jesús es fuerte en su expresión final: “Por eso les digo que se les quitará el reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos” .15Estos hombres confundieron los derechos de Dios con sus intereses mezquinos, Jesús puso en evidencia esta incoherencia del templo y de la ley y por eso se hizo acreedor a la condena y a la muerte en cruz. Es la “suerte” que corren los profetas que no venden su conciencia……16

1 PICORNELL, María Raquel & MELERO MARTÍNEZ, José María. Historia del cultivo de la vid y el vino: su expresión en la Biblia. En Ensayos, Revista de la Facultad de Educación de Albacete , número 27, páginas 217-246. Albacete, 2012. MARTÍNEZ ALVAREZ, Alvaro. La agricultura en los textos bíblicos del Antiguo Testamento. En https://www.coiaclc.es/wp-content/uploads/2016/05/Agricultura_Biblia.pdf

2 Isaías 5: 1-2

3 FERRO MEDINA, Juan Guillermo. El campesino empieza a ser tenido en cuenta? En https://www.semillas.org.co/apc-aa-files/353467686e6667686b6c676668f16c6c/juan-guillermo-ferro.pdf EDELMAN, Marc. Qué es un campesino? Qué son los campesinados? En Revista Colombiana de Antropología volumen 58 número 1, páginas 153-173. Instituto Colombiano de Antropología. Bogotá, enero-abril 2022. campesinados? En

4 GUARDINI, Romano. La existencia del cristiano. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 2016. LEPP, Ignacio. La existencia auténtica. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1972. RIVERO FLOREZ, Walter Yezid. La responsabilidad de creer en Jesucristo. Universidad de Santo Tomás. Bogotá, 2015. AUTORES VARIOS. Curso de Etica Cristiana. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 2015. JONAS, Hans. El principio de responsabilidad. Herder. Barcelona, 1995. VIDAL, Marciano. Moral de opción fundamental y de actitudes. San Pablo. Madrid, 1995. SARMIENTO, Augusto. Elección fundamental y comportamientos concretos. En Scripta Theologica número 26, páginas 179-197. Universidad de Navarra. Pamplona, 1997. HARING, Bernhard. Libertad y fidelidad en Cristo. Herder. Barcelona, 1985. ZANON, Andrei. La salvación a través de la conciencia y la libertad. En Perseitas volumen 6, número 2; páginas 386-424. Universidad Católica Luis Amigó. Medellín, julio-diciembre 2018.

5 Uvas deficientes, de mal sabor, inmaduras, agrias, subdesarrolladas.

6 Isaías 5: 2

7 Isaías 5: 7

8 ARANGO, Rodolfo. La responsabilidad colectiva ante la crisis moral y política colombiana. En Araucaria Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades; número 29, páginas 155-167. Universidad de Sevilla, 2013. CARVAJAL SÁNCHEZ, Fernando. Justicia y crisis moral en Colombia. En https://www.revistas.udea.edu.co/index.php/red/article/view/844/737 TORRES QUEIRUGA, Andrés. Moral y Religión. De la moral religiosa a la vivencia religiosa de la moral. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/3071/1/RLT-2013-089-E.pdf PEREZ ZAFRILLA, Pedro Jesús. Etica de los creyentes. En Veritas número 24, páginas 115-136. Pontificio Seminario Mayor San Rafael. Valparaíso, 2011. GARCÍA ALANDETE, Joaquín. Actitudes, religiosas, valores y razonamiento moral. Tesis para optar al grado de Doctor en Psicología. Universidad de Valencia, 2002. CONILL, Jesús. Hay un lugar para Dios hoy? PPC. Madrid, 2005.

9 SANZ GIMÉNEZ-RICO. Los profetas y la justicia. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 4 de noviembre 2014. SICRE, José Luis . Introducción al profetismo bíblico. Verbo Divino. Estella, 1991. OBANDO RAMÍREZ, José Andrés. Compromiso ético del profeta en Colombia. En Universitas Alphonsiana número 36, páginas 141-152. Fundación Universitaria San Alfonso. Bogotá, 2019.

10 DE LA TORRE GUERRERO, Gonzalo. Las parábolas que narró Jesús: la revolucionaria revelación de la conciencia de Jesús. Fundación Universitaria Claretiana. Quibdó, 2019. Edición para uso de los estudiantes. JEREMIAS, Joachim. Las parábolas de Jesús. Verbo Divino. Estella, 1987. DODD, Charles. Las parábolas del Reino. Cristiandad. Madrid, 1984. LOHFINK, Gerhard. Las cuarenta parábolas de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2021.

11 PAGOLA, José Antonio. Conflictivo y peligroso en su libro Jesús, aproximación histórica. PPC páginas 333-369. PPC. Madrid, 2007. VARGAS MACHUCA, Antonio. Por qué condenaron a muerte a Jesús de Nazaret? En Estudios Eclesiásticos número 54, páginas 44-470. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 1979. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. El Evangelio de Mateo: los conflictos de una iglesia judeocristiana. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 17 de octubre 2017.

12 Mateo 21: 37-39

13 Juan 10: 10

14 Sabiduría 11: 26

15 Mateo 21: 43

16 DUQUOC, Christian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1986. JUSTO, Emilio J. La libertad de Jesús. Sígueme. Salamanca, 2014. NOLAN, Albert. Jesús, hoy: una espiritualidad de libertad radical. Sal Terrae. Santander, 2007.

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