domingo, 29 de septiembre de 2024

COMUNITAS MATUTINA 29 DE SEPTIEMBRE 2024 DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

No lo detengan, dijo Jesús. Nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí. Todo el que no está en contra de nosotros, está a nuestro favor”.

(Marcos 10: 39-40)

Lecturas:

  1. Números 11: 25-29

  2. Salmo 18

  3. Santiago 5:1-6

  4. Marcos 9: 38-48



El Espíritu Santo es la manifestación teologal más elocuente de la libertad y de la creatividad de Dios, no es reductible a ningún esquema, lo suyo es transmitir sabiduría de lo esencial, experiencia de Dios, siempre transformante, y dones, muchos dones, que en el lenguaje bíblico denominamos como carismas, El los confiere a diversidad de personas para servicio, crecimiento y maduración de la comunidad; esos regalos se convierten en ministerios, servicios especializados orientados todos a la construcción de una Iglesia universal y de unas iglesias particulares, con su abundancia de comunidades locales, para que se estructuren conforme al proyecto original del Señor Jesús.1 Por esta razón, que es determinante, no podemos concebir en la Iglesia unas “castas” o “élites” que administran con exclusividad esa oferta carismática, sino una realidad eclesial en la que todos, debidamente formados, asumen esos dones y los ponen en juego, nunca para presumir de ser superiores (clérigos, por ejemplo) sino para vivir el gozo de la comunión y de la participación, es decir, “todos a una como en Fuenteovejuna”,2 o siguiendo lo que propone la bella palabra “Ubuntu”, de origen sudafricano, que significa comunidad, si yo valgo es porque los demás me dan valor, tengo dignidad en función de la dignidad de todos, soy porque somos: la rica , riquísima pluralidad comunitaria que no admite egocentrismos ni autorreferencialidades. 3 A esto apuntan las lecturas de este domingo, un auténtico “Ubuntu” en clave de Evangelio.

Un ejemplo concreto nos lo brinda la primera lectura, del libro de los Números. En medio de las tradiciones del pueblo israelita en su travesía por el desierto, el texto nos presenta el relato del “reparto” del espíritu de Moisés, entre setenta miembros de la comunidad, con el propósito de que él no tuviera que llevar solo la responsabilidad de guiar al pueblo. Con esta decisión el trabajo queda debidamente distribuído, quienes recibieron el don y la misión deben ser profetas en medio de esas comunidades que trasegaban por el inmenso y árido desierto: “Pero el espíritu se posó sobre ellos y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: Eldad y Medad están profetizando en el campamento!. Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: Señor mío, Moisés, prohíbeselo. Moisés le respondió: ES que estás tú celoso por mí? Ojalá todo el pueblo recibiera el espíritu del Señor y profetizara”. 4

La larga marcha de las tribus hebreas por ese desierto fue penosa, Moisés recabó sabiduría, paciencia y resiliencia para formar a ese pueblo esperanzado en la tierra de la promesa pero también agobiado. Fue un liderazgo denso que demandaba ser compartido para bien de todos, superación de desencantos y de nostalgias por el “bienestar” que vivían en Egipto: estaban “bien” pero eran esclavos. La sabiduría mosaica los reorienta constantemente. Es el viejo tema del miedo a la libertad, el ser humano la busca con pasión, pero cuando la tiene crea paraísos artificiales para evadir la responsabilidad de ser libre. 5 En nombre de ese miedo se han elegido dictaduras ominosas, se ha optado por ideologías deshumanizantes, se ha dado soporte a modelos sociales y políticos opresores: “Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto!” 6. El pueblo alemán de los años 30 y 40 del siglo XX, hipnotizado por el discurso hitleriano de supremacía de la raza aria, lo eligió como su líder, un delirio colectivo que derivó en la horrenda tragedia del nazismo, en el Holocausto, en la brutalidad de la segunda guerra mundial.

El relato de Números nos habla del espíritu profético-liberador que se da a todas estas personas, tarea dirigida a que el pueblo se haga consciente de su liberación, y del Dios que la promueve y estimula. La Tierra Prometida es la utopía de la vida nueva en dignidad y en libertad, es el don de Dios, cuya desbordante generosidad proclaman los colaboradores de Moisés.7 Por esto, no hay que escatimar la entrega de los dones y de las misiones que los acompañan, todo el que esté tocado por esta pasión de lo divino y de lo humano amerita el voto de confianza para ser un trabajador de la libertad. Esa promesa bien valía afrontar el riesgo del desierto: Moisés y su gente así lo entendieron, como originado en Dios, y se empeñaron en conducir es pueblo a feliz término tomando posesión de esos territorios.

A Josué no le preocupaba mucho la necesidad de que cada miembro del pueblo tuviera una conciencia bien formada para seguir el camino; su interés residía en proteger lo “oficial”, lo “establecido”, con la pretensión de defender lo que él consideraba derechos exclusivos de Dios sin pensar en los de la gente, olvidando que ese Dios justo es el gran defensor y promotor de los derechos de todos. Sabemos bien que los carismas del Espíritu se distribuyen por libre iniciativa del mismo Dios, sin pretender establecer categorías de superior a inferior, cerrando el paso a los exclusivismos y favoreciendo el sentido de vida y la esperanza de todos, sin dejar por fuera a ningún miembro de la comunidad. En la cabeza de Josué no cabía esta mentalidad. Es una tensión de siempre en la vida de la Iglesia, la relación carisma-institución, es esta última la que debe estar inscrita en la puesta en práctica de los carismas. Algunos desechan despectivamente la dimensión institucional de la Iglesia y la culpan de todos los males que en ella hay; no es así, una saludable vivencia de la sabiduría que el Espíritu nos obsequia nos permite vivir en paz este doble aspecto de la madre Iglesia.

El evangelio de Marcos de este domingo presenta una situación semejante con los discípulos de Jesús. Apenas transmitida por el Señor la lección sobre quien es el mayor: “el que quiera ser el primero debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” 8, se presenta un incidente que tiene que ver con la pretendida exclusividad que decían tener los seguidores de Jesús: “Juan dijo a Jesús: Maestro, hemos visto a alguien usar tu nombre para expulsar demonios, pero le dijimos que no lo hiciera porque no pertenece a nuestro grupo. No lo detengan! Dijo Jesús. Nadie que haga un milagro en tu nombre podrá luego hablar mal de mí. Todo el que no esté contra nosotros está a nuestro favor”. 9

En la tarea de construcción del Reino nadie tiene la exclusiva. La profecía esperanzadora que anuncia la Buena Noticia es tarea corresponsable de todos los bautizados, no se pueden sofocar las iniciativas en este sentido por celos excluyentes. El liderazgo del Papa Francisco, preparado por los papas desde Juan XXIII hasta nuestros días y por el Concilio Vaticano II, se concentra en rescatar la dimensión sinodal de la Iglesia, esta es la identidad de la Iglesia como Pueblo de Dios en camino, en peregrinación hacia el Reino; subraya la dignidad común de todos los fieles, avalado sacramentalmente por el bautismo y afirma su corresponsabilidad en la obra evangelizadora.10

A los discípulos se les olvidaba a menudo que su pertenencia al grupo de Jesús fue un don, un ejercicio de la más pura gratuidad, ninguno de ellos se presentó a “concurso de méritos” para ser elegido, lo mismo que sucede con nosotros hoy. Fue Jesús quien se presentó ante ellos, se les “atravesó” a cada uno en el camino y los llamó, a sabiendas de que no eran los mejores. Eso quiere decir que el Señor llama a diestra y a siniestra, su oferta es ilimitada, cuenta, eso sí, con nuestra libertad para acoger la invitación: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme”, decimos devotamente antes de recibir la comunión.

Este diálogo de Jesús con sus discípulos refleja la situación de la comunidad para la cual Marcos escribe su evangelio. Una comunidad muy consciente de las exclusiones pero con la seria tentación de ser excluyente y exclusivista, con la excusa de fijarse en “ser o no ser de los nuestros”, “ser o no ser del camino”, “estar o no estar en el proceso”, una desmesurada celotipia que los hacía sentirse los únicos defensores de los derechos de Dios, tal como lo practicaban los dirigentes religiosos del judaísmo de ese tiempo. Cuando se cae en este extremo lo que se logra es minimizar a Dios, ponerlo en ridículo ante el mundo, y la consecuencia más inmediata, la que previó Jesús y que se vislumbraba ya en la primera comunidad, era la del escándalo a los más pequeños. Es el muy conocido asunto, tan en boga hoy en día de los fundamentalistas “hipercristianos” que se sienten dueños de la doctrina y de la moral. 11 En nuestra Iglesia Católica no faltan grupos de este tipo!12

Si logramos tomar conciencia de que Dios es más grande que un grupo o una institución y que nuestra tarea NO es defender unos supuestos “derechos de Dios” sino simplemente servir comunicando la Buena Noticia de Jesús, ponernos en función de hacer viable el Reino de Dios y su justicia desde las múltiples posibilidades que se contienen en esa apasionante propuesta, entonces jamás se nos ocurrirá pensar si este o aquel son o no son de los nuestros, sino muchísimo mejor aunar esfuerzos para cooperar con todos los que infatigablemente siembran las semillas del Evangelio.

En la segunda parte del texto de Marcos Jesús previene contra el escándalo y lo hace con palabras muy fuertes y contundentes: “Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que creen en mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler13 y lo arrojaran al mar”. 14 Y la carta de Santiago, segunda lectura de hoy, no es menos severa en su planteamiento: “Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla. Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. Ustedes han amontonado riquezas ahora que es el tiempo final! Sepan que el salario que han retenido a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo”. 15

A nosotros , seguidores de Jesús, el mundo nos tiene en la mira, se espera de nosotros el mayor nivel de coherencia y ejemplaridad, no en vano pretendemos ser discípulos de quien, en la historia de la humanidad , ha dado el mayor testimonio de credibilidad. Sabemos bien de nuestros límites y de nuestra precariedad, pero , siguiendo a Pablo: “Yo lo puedo todo en Aquel que me conforta” 16. Con nuestra vida contemos la seductora historia de Jesús, la plena revelación de Dios en él, y que, con ello, invitemos a muchos a matricularse en esta esperanzadora narración!



Antonio José Sarmiento Nova, SJ

1 DE PABLO MAROTO; Daniel. Teología y espiritualidad de los carismas. En Salmanticensis número 60, páginas 453-481. Universidad Pontificia de Salamanca, 2013. MACANEIRO, Marcial. “No extingáis el Espíritu” (1 Tesalonicenses 5: 19). La Iglesia, los carismas y el primado de la caridad a partir de del documento VI del diálogo católico-pentecostal. En https://www.scielo,br/j/pteo/a/gK4ZffZDxpCFpTYJ7P3mPsM/# DUSSEL, Enrique. Diferenciación de los carismas. En Concilium Revista Internacional de Teología (separata del número 129. Verbo Divino. Estella, 1977. BERZOSA MARTÍNEZ, Raúl. Los ministerios, especialmente laicales, en una Iglesia misterio de comunión para la misión. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 20 de marzo de 2007. PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCION DE LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS. Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo. EDICE. Madrid, 2013.

2 Obra teatral de Lope de Vega, 1562-1635.

3 NGOMANE, Mungi. Ubuntu: lecciones de sabiduría africana para vivir mejor. Penguin Random House. Madrid, 2017. ACADEMIA DE LÍDERES UBUNTU. Construír puentes Ubuntu para el liderazgo de servicio. Ubuntu Building Bridges for Peace. Lisboa, 2019. INIESTA VERNET, Ferrán. El planeta negro. Aproximación histórica a las culturas africanas. Catarata. Madrid, 1992. GARCÍA PERNÍA, Nelson. Ubuntu como precepto ético del nuevo estado sudafricano. En Humania del Sur, año XIX, número 27; páginas 39-56. Universidad de los Andes. Mérida, julio-diciembre 2019. CLACSO. Hacia el buen vivir desde lo cotidiano extraordinario de la vida comunitaria. Una invitación para comprender la acción política, cultural y ecológica de las resistencias afroandina y afropacífica. Clacso. Buenos Aires, 2021.

4 Números 11: 25-29.

5 FROMM, Erich. El miedo a la libertad. Paidós. Buenos Aires, 1988.

6 Números 11: 5

7 VARO PINEDA, Francisco (Coordinador). El libro de los Números. En Reseña Bíblica número 92. Asociación Bíblica Española. Verbo Divino. Estella, 2016. BUIS, Pierre. El libro de los Números. Verbo Divino. Estella, 1993.

8 Marcos 9: 35.

9 Marcos 9: 38-40

10 XXVI ASAMBLEA GENERAL DEL SINODO DE LOS OBISPOS. Una Iglesia sinodal en misión: informe de síntesis. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2023. BUENO DE LA FUENTE, Eloy. El camino sinodal: La Iglesia tiene nombre de sínodo. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 13 de marzo de 2018. MADRIGAL TERRAZAS, Santiago (Editor). La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 2019.

11 GALINDO, Florencio. El fenómeno de las sectas fundamentalistas. La conquista evangélica de América Latina. Verbo Divino. Estella, 1994. LARRÉ, Pascal & CUNEO, Fernanda. Fundamentalismo religioso: características del concepto y aspectos teológicos. En Palabra y Razón número 22; páginas 121-144. Universidad Católica del Maule. Talca, diciembre 2022. TAMAYO-ACOSTA, Juan José. Fundamentalismos y diálogo entre religiones. Trotta. Madrid, 2009.

12 FRANCO, Ricardo. Aproximaciones al fundamentalismo católico. En Estudios Eclesiásticos número 68; páginas 243-257. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 1993. MUNERA DUQUE, Alberto. Fundamentalismos en la Iglesia Católica. En Revista Javeriana número número 687; páginas 45-52. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2002. VIDAL, Fernando. Las veinte tácticas mediáticas del fundamentalismo católico. En Vida Nueva Digital del 12 de diciembre de 2019.

13 Se puede deducir que la piedra de moler a la que alude el texto era de tamaño monumental, propio de la vida doméstica de esos tiempos de Jesús.

14 Marcos 9: 42

15 Santiago 5: 1-4

16 Filipenses 4: 13

domingo, 22 de septiembre de 2024

COMUNITAS MATUTINA 22 DE SEPTIEMBRE 2024 DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Si uno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”

(Marcos 9: 35)



Lecturas:

  1. Sabiduría 2: 12-20

  2. Salmo 53

  3. Santiago 3: 13 a 4:3

  4. Marcos 9: 30-37

Siempre nos preguntamos con insistencia el por qué de las arrogancias y vanidades de muchas personas, muy convencidas de ser superiores a los demás y, junto con eso, haciendo alarde constante de sus títulos y argumentos con los que quieren respaldar sus pretensiones. En todos los ámbitos de la vida social los encontramos, un auténtico festival del narcisismo y de la prepotencia.1 Si aplicamos un saludable escepticismo ante estas desmedidas afirmaciones nos encontraremos con “fuegos fatuos”, grandes inseguridades que se revisten de autosuficiencia y superioridad. También la cultura dominante y las convenciones sociales se encargan de reforzar esta manera de proceder: adulación, honores inmerecidos, homenajes, les hacen creer que sí son más “gente” que el “inepto vulgo”, como se refería al pueblo raso un conocido político colombiano. Y no nos descuidemos, todos somos objetivo del culto al ego, al vano honor del mundo; eso demanda de nuestra parte discernimiento y vigilancia crítica para detectar la egolatría en nuestro ser, para no dejarnos enredar por ella.

Personalidades así son resultado de una configuración emocional, familiar, sociocultural, pero esto no los dispensa de la responsabilidad moral en la que incurren al desconocer con irrespeto y agresividad el valor de los seres humanos que no se “equiparan” a ellos, preferentemente los más humildes y vulnerables; también entran dentro de sus animadversiones las personas rectas, los que practican la justicia y, en general, todas las virtudes, sin presumir ser mejores que los demás. La primera lectura de este domingo, hace clara alusión a esta realidad: “Tendamos trampas al justo porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida”. 2

En el universo de estas personas encontramos personajes “enmascarados y disfrazados”, la arrogancia es la careta con la que ocultan su precariedad moral, el fondo de su ser es el vacío de un ego que no sabe de projimidad ni de reconocimiento a los valores de la humanidad más discreta ni de solidaridad y benévola condescendencia con los menores del mundo.3 En el humanismo más saludable y en las tradiciones espirituales encontramos los mejores antídotos para que todos nos curemos de vanidades y complejos insulsos de superioridad, para que desenmascaremos los personajes que hay en nosotros y accedamos con libertad a la auténtica verdad de nuestro ser, con humildad y aceptación de lo que somos.

Queremos llamar la atención sobre la actitud de los arrogantes-injustos en contra de quienes son referente de honestidad y de vida recta, como lo señala el texto del libro de la Sabiduría: “Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará”. 4 Cuántos jueces, investigadores, testigos de la verdad, profetas, intelectuales, gentes pulcras, estudiantes, líderes sociales, maestros, pastores, religiosos, entusiastas dirigentes comunitarios, mujeres de armas tomar, que pagan su compromiso con la verdad con sus propias vidas, que se sacrifican cruentamente, o con la humillación y la calumnia. 5

El camino que Jesús propone no busca privilegios ni tiene deseos de exaltación, con la mirada puesta en la cruz, discreto, silencioso, sereno en medio de las muchas contradicciones que se pueden vivir en esta lógica del mesianismo crucificado, énfasis del evangelio de Marcos. 6

Las lecturas de este domingo nos llevan por este sendero, desde ellas hacemos la crítica de toda vanagloria humana: “Salieron de allí y fueron caminando por Galilea. El no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: el Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; lo matarán, mas a los tres días de haber muerto, resucitará. Pero ellos, que no entendían sus palabras, tenían miedo de preguntarle” 7

El evangelio dice expresamente que Jesús quería pasar desapercibido, con la intención de formar a sus discípulos en la enseñanza de la cruz, trata de convencerles de que no ha venido a desplegar un mesianismo de poder sino de servicio a los demás, pero no lo consigue. Las mentes de aquellos están enredadas en las ambiciones del triunfo, en la mentalidad del prestigio, se imaginan que cuando la revolución de su maestro tenga éxito ellos ocuparán los lugares de honor. Todos siguen pensando en su propia gloria. Si les daba miedo preguntar es porque intuían que algo de él no les gustaba. Esta indicación nos muestra que, más que no comprender, es que no querían entender, porque la muerte ignominiosa de Jesús significaba el fin de sus pretensiones de mesianismo triunfante y espectacular.

El relato de vida de quienes toman en serio a Jesús está marcado por este mesianismo crucificado, el mundo se salva por el amor, por la capacidad de dar sentido a la vida de los seres humanos, abriéndolos a la trascendencia que tiene su referente en Dios y en el prójimo. Para hacer esto no tienen peso el poder y los títulos de honor, lo que cuenta salvíficamente es hacer el bien , practicar la justicia y la solidaridad, construir comunidad, promover la dignidad de todos, siguiendo el modo que Jesús propone en las bienaventuranzas. 8

Llegaron a Cafarnaúm y , una vez en casa, les preguntó: De qué discutían por el camino? Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quien era el mayor. Entonces se sentó , llamó a los Doce y les dijo: si uno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”9 . Jesús no demanda que nos minimicemos en el sentido de perder la dignidad, de asumir un voluntarismo de autonegación violenta, lo que pide es que entendamos que el ser humano es más en la medida en que sirva más, en que dé más y más lo mejor de sí mismo para que haya una mejor humanidad, sin medir las posibles consecuencias de incomprensión, conflicto, persecución, cruz.

Y luego viene el ejemplo de la acogida a los niños: “Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo estrechó entre sus brazos y les dijo: El que acoja un niño como este en mi nombre, a mí me acoge; y el que me acoja a mí, no me acoge a mí, sino a Aquel que me ha enviado”10. En ese contexto de Jesús el niño no contaba, se le veía como un pequeño esclavo, el último de los últimos, en la escala más baja de los que se dedican al servicio, Jesús se está identificando con ellos, no es una simple ternura, claramente está manifestando su preferencia por los mínimos y está señalando una pauta determinante para quienes quieran vivir en seguimiento suyo, provoca naturalmente rechazo por las razones que exponemos aquí. 11

Después de más de dos mil años seguimos sin enterarnos. Y , además, como los discípulos, preferimos que no nos aclaren las cosas, porque sospechamos que no responden a nuestras ambiciones. Seguimos en la lucha del poder, la Buena Noticia lo denuncia, Francisco lo denuncia, muchas buenas gentes lo denuncian.

No es servidumbre humillante sino servicio humanizante, dar la vida hasta consumirse por amor. Esta justicia somete confronta al corrupto, al violento, al manipulador, al criminal, y le abre la posibilidad del perdón y de la reconciliación.12 La limpieza del justo resulta intolerable para quienes viven empecinados en el mal. La historia abunda en testimonios de esta naturaleza. En la historia cristiana los que siguen con responsabilidad el proyecto de Jesús corren su misma suerte, los mártires del cristianismo primitivo, los condenados por reyes y poderosos, los creyentes silenciosos que, amando sin descanso, comprendieron el escándalo de Jesús y lo hicieron elemento decisorio en sus opciones, las víctimas de los totalitarismos del siglo XX, los profetas de la dignidad humana.13

La carta de Santiago, potente texto que nos acompaña como segunda lectura desde hace varios domingos, confronta a sus destinatarios por sus conductas de envidias, de rencillas y afectos desordenados por el poder, los incita a la sabiduría, les sugiere los caminos de la paz, de la justicia, de la misericordia: “Pues donde hay envidia y ambición brota el desconcierto y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, sobre todo, pura; pero también pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía…”14

El sentido común que se desprende del proyecto de Jesús nos ayuda en el diseño de un ser humano ideal , de bajo perfil, con una modestia tal que no llama la atención de la sociedad del espectáculo, dispuesto siempre a ser prójimo con todos los prójimos del mundo, sin mirar si es rico o pobre, creyente o ateo, cristiano o de otra tradición religiosa. La alteridad es una marca cristiana, no persigue recompensas, esta viene en la intimidad de quien sirve y construye humanidad a tiempo y a destiempo. Si en estas faenas aparece la cruz, pues hay que tomarla siguiendo la invitación del mismo Señor: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará”. 15



Antonio José Sarmiento Nova, SJ





1 FREUD, Sigmund. Introducción del narcisismo. En Obras Completas volumen 14. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1987. MAYER, H. Narcisismo. Kargieman. Buenos Aires, 1982. GONZALEZ MORAGA, Fernando Renee. La tríada oscura de la personalidad. En Criminalidad volumen 57 número 2, páginas 253-265.Policía Nacional de Colombia. Bogotá, 2015.RENDUELES OVIEDO, Guillermo. Egolatría. KRK Ediciones. Oviedo, 2004. HARRISON, Glynn. La gran egolatría: encontrar verdadero significado en una cultura de la autoestima. Agora. Madrid, 2020. APPIGNANI, Stefano. El manipulador narcisista. Versión Kindle, 2020. MEZZUNI, Marinette. Cómo lidiar con un narcisista: recuperándose de relaciones abusivas con narcisistas. Versión Kindle, 2023.

2 Sabiduría 2: 12

3 ALTUNA, Belén. El individuo y sus máscaras. En Ideas y Valores número 140; páginas 33-52. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, agosto 2009. CHOZA, Jacinto. Las máscaras del sí mismo. En Anuario Filosófico número 26; páginas 375-394. Universidad de Navarra. Pamplona, 1993. BETANCUR GARCÍA, Marta Cecilia. Persona y máscara. En Praxis Filosófica número 30, páginas 127-143. Universidad del Valle. Cali, enero-junio 2010. IMBERT, Gerard. La tribu informática: identidades y máscaras en internet. En https://www.injuve.es/sites/default/files/RJ92-09.pdf

4 Sabiduría 2: 19-20

5 VILA PORRAS, Carolina. De la exégesis de las bienaventuranzas a su praxis cristiana: Mateo 5: 3-10. En Cuestiones Teológicas volumen 40, número 93; páginas 173-196. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, enero-junio 2013. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. La persecución en el cristianismo primitivo. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1245/1/RLT-1996-037--B.pdf BAJO LA ESPADA DEL CÉSAR. Respuestas a la persecución. En https://www.ucs.nd.edu/assets/244869/ucs_report_espanol_web.pdf CHÉRCOLES, Adolfo María. Las Bienaventuranzas, corazón del Evangelio. Mensajero. Bilbao, 2014. CABODEVILLA, José María. Las formas de felicidad son ocho. Comentario a las Bienaventuranzas. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1984.

6 HENAO MESA, Jairo Alberto. Discipulado y cruz en el evangelio de Marcos. En Cuestiones Teológicas volumen 32 número 78, páginas 317-329. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2005. VERNOLA, Pablo. Marcos 8:27-33: una propuesta de identidad para discípulos en tiempo de crisis. En Revista Bíblica 82, páginas 99-121. Asociación Bíblica Argentina. Buenos Aires, 2020. ROMÁN MARTÍNEZ, Carmen. Marcos 8: 27-30. La identidad de Jesús en el Evangelio de Marcos. En Proyección LVIII, páginas 483-498. Universidad Loyola de Andalucía. Granada, 2011. BRAVO GALLARDO, Carlos. Jesús, hombre en conflicto. El relato de Marcos en América Latina. Sal Terrae. Santander, 1986. NOGUEZ, Armando. Las grandes controversias de Jesús. Relatos, historia y mensaje descolonizador en el evangelio de Marcos. Verbo Divino. Estella, 2023.

7 Marcos 9: 30-32

8 SOBRINO, Jon. El seguimiento de Jesús pobre y humilde: cómo bajar de la cruz a los pueblos crucificados. En https://www.redicces.org.sv/sjpui/bistream/10972/1168/1/RLT-1991-024-D.pdf GAILLOT, Jacques. Una iglesia que no sirve, no sirve para nada. Sal Terrae. Santander, 1991. GONZALEZ CARVAJAL, Luis. Con los pobres contra la pobreza. San Pablo. Madrid, 1991. BOFF, Leonardo. Pasión de Cristo, pasión del mundo. Sal Terrae. Santander, 1980. ARQUIDIOCESIS DE BOGOTÁ. Redescubrir a Jesús quien camina con nosotros. Guías para el catequista. Bogotá, 2016.

9 Marcos 9: 33-35

10 Marcos 9: 36-37

11 CABODEVILLA, José María. Hacerse como niños. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1994. SCHIRTCH, Reimar. Dios para niños. Sal Terrae. Santander, 1987. REVISTA DE INTERPRETACION BIBLICA LATINOAMERICANA RIBLA. Niñez: hagánse niños para entrar al Reino. RIBLA número 86. Centro Bíblico Verbo Divino. Quito, marzo 2022. AUTORES VARIOS. Seamos como niños. Pensar teológicamente desde la niñez latinoamericana. Kairós. Buenos Aires, 2007. ARIGATOU INTERNATIONAL & UNICEF. Fe y derechos de la niñez. Estudio multirreligioso de la convención sobre los derechos del niño. Arigatou.Unicef. New York, 2021.

12 MARTÍNEZ ESPINOSA, Luisa Fernanda & MORALES GÓMEZ, Diana Marcela. El perdón en los procesos de justicia transicional. Las dos dimensiones del perdón: el perdón interpersonal y el perdón del estado. En Revista de Derecho número 49; páginas 352-385. Universidad del Norte. Barranquilla, 2018. LEWIS, C. El perdón y otros ensayos cristianos. Andrés Bello. Santiago de Chile, 1998.

13 GONZALEZ RODRIGUEZ, María E. (Editora) El martirio cristiano: testimonio y profecía. Edice. Madrid, 2007. CHOPIN PORTILLO, Juan Vicente. Iglesia de los mártires. Una lectura latinoamericana desde El Salvador y Guatemala. Universidad Don Bosco. San Salvador, 2008. RICCARDI, Andrea. El siglo de los mártires. Plaza & Janés. Barcelona, 2001. MARTÍNEZ CAMINO, Juan Antonio. Testigos: para evangelizar la cultura de la libertad. Encuentro. Madrid, 2015. GONZALEZ FAUS, José Ignacio. El mártir, testigo del amor. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1421/1/RLT-2002-055-C.pdf WRIGHT, Scott. Oscar Romero and the Communion of the Saints. Orbis Books. New York, 2009.

14 Santiago 3: 16-17.

15 Marcos 8: 34-35

domingo, 15 de septiembre de 2024

COMUNITAS MATUTINA 15 DE SEPTIEMBRE 2024 DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Pero ustedes, quién dicen que soy yo? Pedro le contestó: tú eres el Cristo”

(Marcos 8: 29)



Lecturas:

  1. Isaías 50: 5-9

  2. Salmo 114

  3. Santiago 2: 14-18

  4. Marcos 8: 27-35

Es frecuente en nuestros medios de comunicación hacer resonancia a incidentes notorios en los que la exclamación: Usted no sabe quién soy yo! es alarde de importancia, de prestigio, de alta posición social y política, de presencia en el mundo del poder, cuando el aludido es requerido de presentar sus documentos, de someterse, como todos, a las determinaciones de la ley, o de cumplir con los requerimientos de convivencia y de bien común.1

Artistas, políticos, empresarios, hijos de poderosos, hasta algún sacerdote, se han expuesto a la severidad de la opinión pública con tal exclamación, que es una afirmación del personaje y de la máscara, no del verdadero ser que está detrás de tan deplorable envoltorio. Es como si la identidad de una persona dependiera de su alto escalafón socioeconómico o político, sin aventurarse a explorar en su verdad más profunda.2 Y, siempre, los destinatarios de la airada reacción, son personas humildes, vigilantes, policías, secretarias, a quienes se increpa por desconocer el fuero propio de esos privilegios. Afirmando tal seudoidentidad dejan al desnudo su precariedad moral, la vacuidad de ellos y de su mundo, conducta propia de personalidades narcisistas. 3

Hoy la Palabra nos lleva por los caminos de la identidad de Jesús, totalmente opuesta a este vano honor del mundo : “Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: Quién dice la gente que soy yo?4 El evangelio de Marcos interpreta a Jesús en la clave del secreto mesiánico, misteriosa referencia que alude a una vida dedicada sin reservas al Reino de Dios y a su justicia, a la humanidad doliente, anunciando que el auténtico sentido de la existencia no se logra en el mundo del poder, de las riquezas, de la importancia social y de la lógica de las jerarquías, sino en el servicio, en la donación de la propia vida, en la cruz, en la opción por los desheredados, en el rechazo de la mentalidad religiosa acumuladora de méritos a través del cumplimiento milimétrico de ritos y leyes onerosas. Jesús escandaliza a sus discípulos con esta manifestación de su identidad. Esta categoría del mesianismo crucificado es esencial para comprender el evangelio de Marcos, reveladora de la identidad de Jesús. 5

El texto de la primera lectura es premonitorio en este orden de cosas, proviene del profeta Isaías, de un grupo de textos llamado los cánticos del Siervo de Yahvé,6 en los que delinea un personaje misterioso, que termina salvando a su pueblo mediante el sufrimiento y la muerte: “El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían”7. El personaje tipificado se entrega a una misión profética, originada en el mismo Dios, que le demanda la totalidad del ser, del quehacer, aún a costa de su vida y de su bienestar. La causa que lo impulsa es superior a estas contingencias, a todo razonamiento humano, provoca rupturas, es desafiante, abnegada en grado superlativo, totalmente dolorosa, pero consciente del profundo amor que la motiva y del propósito liberador que la alienta. Es el mesianismo escandaloso que, siglos más tarde, se manifiesta en Jesús.

Jesús escucha las respuestas de Pedro y de sus discípulos: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros que Elías, y otros, alguno de los profetas. Y ustedes, quien dicen que soy yo? Pedro respondió: Tú eres el Mesías. Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él8. El evangelista subraya el secreto mesiánico con esta expresión, inspirada en la lógica de la vida crucificada, en la donación ilimitada del amor, que rompe con el imaginario triunfalista de sus discípulos: “Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad”9.

Estas reflexiones no son aburridas consideraciones de retórica religiosa sino una contundente verdad orientada a revisar nuestras identidades, la manera como las afirmamos y como nos relacionamos con los demás. Del paradigma de nueva humanidad que es Jesús de Nazareth se desprenden consecuencias decisivas para la configuración de nuestro yo , si lo entendemos como arrogancia y prepotencia o si decidimos seguir el camino evangélico de humildad y de servicio; porque los proyectos de vida más frecuentes se enrutan por los lados del dinero, de la comodidad material, de la felicidad garantizada por los indicadores sociales de triunfo y buena posición, del hacer carrera y ascender, a través de títulos, de relaciones con gente importante, poco o nada se plantean el asunto del servicio , de la solidaridad, del crucificarse amorosamente para liberar a los crucificados de su opresión y de los vejámenes que los afligen. Esto último desafía las mentalidades dominantes en todos los ámbitos, incluido el religioso. 10

La acción de Dios consiste en revelar a su servidor lo mucho que va a sufrir pero asegurándole que se mantendrá junto a él: “Pero el Señor viene en mi ayuda; por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado”11. Esto supone una gran novedad, porque en la mentalidad habitual del Antiguo Oriente el sufrimiento era visto como castigo de Dios. En cambio, el Siervo está convencido de que el sufrimiento puede entrar en el plan de Dios, no como fin en sí mismo, sino como mediación de vida para que haya vida en abundancia; así, no se rebela, no protesta, da todo de sí mismo. 12

Si Pedro hubiera conocido y comprendido este texto de Isaías, no se habría indignado con las palabras de Jesús, que representan la óptica de Dios, mientras que él se deja llevar por sentimientos puramente humanos, miedo al compromiso, miedo a las consecuencias de una opción tan radical: “Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo13. Quién es Jesús? Sólo una vivencia interna que nos haga descubrir lo que sintió y vivió Jesús – conocimiento interno le llama San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales – podrá llevarnos a captar los alcances de este mesianismo crucificado.14

La clave de todo su mensaje es esta: dejarse machacar, humillar, condenar, por causa del amor siempre mayor, es más humano que hacer daño a alguien. Los discípulos no lo podían aceptar, escándalo que se hace mayor cuando dice a Pedro: “Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres. Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará. De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?”15

Aquí está la respuesta al interrogante: “Quien dice la gente que soy yo?”16, esta es la identidad de Jesús, al revelarla, según el testimonio del evangelio de Marcos, también nos pregunta por la nuestra. Quiénes somos? Cuáles son los grandes motivos de nuestra vida? Qué impulsa nuestras decisiones? Cuáles son nuestras prioridades? Los valores determinantes de las opciones que hacemos? Cómo vivimos? A qué le apostamos la vida? Estamos dispuestos a escribir nuestro propio evangelio con el relato de una vida – la propia – que se configura con la de Jesús? 17

En contra de lo que cabría esperar, Jesús prohíbe terminantemente decir eso a nadie. Y en vez de referirse a él mismo con el titulo de Mesías usa uno distinto: el Hijo del hombre, en el que destaca el aspecto de su humanidad crucificada; su destino – como consecuencia de sus opciones y actitudes ante el poder religioso y ante el poder político – es el del rechazo y la humillación. Esto resulta inaudito para Pedro y los discípulos. También hoy sigue escandalizando porque somete a juicio todo el vano honor del mundo.

Queda claro que la vida que Jesús nos plantea una coherencia total enmarcada en la donación de la vida, comunicar sentido a la vida de los seres humanos, dar razones para la esperanza, dignificar, redimir, transformar, salvar, liberar. Es la fe traducida en obras, según lo dice la segunda lectura, de la carta de Santiago: “De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? Acaso esa fe puede salvarlo? De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o a una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: vayan en paz, caliéntense y coman, y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta18.

Siempre el cristianismo está confrontado y exigido, el referente es muy alto, es el mismo Jesús en los términos en que los plantea él mismo, por eso es imperativo que nos deshagamos del ego para ayudar a salvar a la humanidad de sus soberbias y autosuficiencias, empezando por las nuestras: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”19. En esta invitación descubrimos el ser de Jesús, su honda identidad, y con él podremos responder con rotunda claridad al interrogante formulado a los discípulos, que también es para nosotros.



Antonio José Sarmiento Nova, SJ







1 REDACCIÓN EL TIEMPO. El país detrás del “Usted no sabe quien soy yo”. Edición del 7 de marzo de 2015. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15358001

2 LÓPEZ AVENDAÑO, Olimpia. La agresividad humana. En https://www.redalyc.org/pdf/447/44740216.pdf FROMM, Erich. Anatomía de la destructividad humana. Siglo XXI. Mexico, 1989.

3 SERRA UNDURRAGA, Jacqueline. El diagnóstico del narcisismo: una lectura relacional. En https://www.scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/v36n129/articulo10.pdf HORSTEIN, Luis. Narcisismo. Autoestima, identidad, alteridad. Paidós. Buenos Aires, 2000. VILLEGAS, Manuel & MALLOR, Pilar. El narcisismo y sus modalidades. En https://www.centroitaca.com/sites/default/files/biblioteca/000021.pdf BERNAL, Hernando Alberto. Lectura del texto “Introducción del Narcisismo” de Sigmund Freud. En Poiesis Revista electrónica de psicología social , número 24; páginas 1-13. Fundación Universitaria Luis Amigó. Medellín, diciembre 2012.

4 Marcos 8: 27

5 ROMÁN MARTÍNEZ, Carmen . “Tú eres el Cristo (Marcos 8: 27-30). La identidad de Jesús en el evangelio de Marcos. En Proyección número LVIII páginas, 483-498. Universidad Loyola de Andalucía. Granada, 2011. CARBULLANCA NÚÑEZ, César & DE SOUZA NOGUEIRA, Paulo Augusto. Cristología del evangelio de Marcos. En Theologica Xaveriana volumen 67 número 184-páginas 333-359. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2017. LA CASA DE LA BIBLIA. Y vosotros, quien decís que soy yo? Semana bíblica con el evangelio de Marcos. Verbo Divino. Estella, 2018. MADUEÑO, Manuel. Y Ustedes, quien dicen que soy yo? Las preguntas de Jesús, un desafío actual. PPC. Madrid, 2018. EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA. Quien dicen los hombres que soy yo? Equipos de Nuestra Señora. Córdoba, 2005. ARENAS MOLINA, Enrique. Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios Vivo! Universidad Agustiniana. Bogotá, 2020.

6 GONZÁLEZ FAUS, José Ignacio. Servir para una espiritualidad de la lucha por la justicia en los “Cantos del Siervo de Isaías. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2009. BARRIOS TAO, Hernando. Teología del sacrificio en Isaías 52:13 – 53:12. Siervo nuevo, elección nueva, misión nueva, ofrenda nueva. En Theologica Xaveriana volumen 63, número 175; páginas 29-56. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, enero-junio 2013. VÁSQUEZ ALLEGUE, Jaime. Libre para liberar: análisis exegético – comunicativo Isaías 42: 6-7. Tesina para obtener el título de Licenciado en Sagrada Escritura. Pontificio Instituto Bíblico. Roma, 1996. BIANCHI, Enzo . Los cantos del Siervo del Señor. Mensajero. Bilbao, 2015.

7 Isaías 50: 5-6

8 Marcos 8: 28-30

9 Marcos 8: 31

10 TORRES S., Juan Manuel. Cargando con el pecado del mundo: el pueblo crucificado salva. En Theologica Xaveriana volumen 58 número 166 páginas 497-532. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, julio-diciembre 2008. GALILEA, Segundo. El seguimiento de Cristo. San Pablo. Bogotá, 1993. GARRIDO, Javier. El camino de Jesús: relectura de los evangelios. Sal Terrae. Santander, 2007. MOLTMANN, Jürgen. El Dios Crucificado. La cruz de Cristo como base y crítica de toda teología cristiana. Sígueme. Salamanca, 1999. BOYARIN, Daniel. El Cristo sufriente, un midrash judío. En https://www.surco.org/sites/default/files/cuadmon/disponible_no/cuadernos-monasticos-203-3663.pdf GUIJARRO, Santiago. La hermenéutica mesiánica de las escrituras entre los primeros discípulos de Jesús. En Cuestiones Teológicas volumen 44, número 101; páginas 177-194. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, enero-junio 2017.

11 Isaías 50: 7

12 PAPA JUAN PABLO II. Carta Apostólica Salvifici Doloris sobre el sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1984. POLO, Leonardo. El sentido cristiano del dolor. En https://www.leonardopolo.net/docs/Una%20explicacion%20%20su%20%20sentido.pdf PALACIOS QUIRÓZ, José Gabriel. El sentido cristiano del sufrimiento. En https://www.revistas.ufasta.edu.ar/index.php/initinere/article/view/107/pdf_86 MORLA ASENCIO, Víctor. Libro de Job, recóndita armonía. Verbo Divino. Estella, 2017.

13 Marcos 8: 32

14 LAMARTHÉE ESTRADE, Pablo. Los tres grados de la vida espiritual y el conocimiento interno de los ejercicios ignacianos. En Estudios Eclesiásticos volumen 91 número 356, páginas 29-58. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2016; Conocimiento interno. Mensajero – Sal Terrae. Bilbao, 2020. La expresión “conocimiento interno de Jesús”, típica del lenguaje ignaciano, significa plena identidad y comunión con Jesús, enamorarse de él, ser su discípulo, traducir su espíritu a todas las actuaciones de la vida.

15 Marcos 8: 33-37.

16 Marcos 8:27

17 KÜNG, Hans. Ser cristiano. Trotta. Madrid, 2014. ROSELL NEBREDA, Sergio. La nueva identidad de los cristianos. El himno a Cristo en la Carta a los Filipenses. Sígueme. Salamanca, 2010. BURITICÁ ZULUAGA, Diego. El concepto de persona humana en la tradición cristiana y su progresión hasta el personalismo. En Cuestiones Teológicas volumen 41, número 96; páginas 467-493. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2014. LUCAS LUCAS, Ramón. El hombre, espíritu encarnado. Sígueme. Salamanca, 1999. CALVO ESPIGA, Arturo. Identidad cristiana y racionalidad de la pertenencia religiosa: su incidencia en las actuales sociedades plurales. En Iusta volumen 2, número 39; páginas 409-438. Universidad de Santo Tomás. Bogotá, julio-diciembre 2013.

18 Santiago 2: 14-17

19 Marcos 8: 34

domingo, 8 de septiembre de 2024

COMUNITAS MATUTINA 8 DE SEPTIEMBRE 2024 DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

La gente quedó maravillada sobremanera , y comentaban: Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos”

(Marcos 7: 37)



Lecturas:

  1. Isaías 35: 4-7

  2. Salmo 145

  3. Santiago 2: 1-5

  4. Marcos 7: 31-37

La lógica del reino de Dios y su justicia ha de ser efectiva y afectiva, demanda a todo el ser humano, empezando por la orientación decidida de su voluntad para significar con hechos de solidaridad, de compasión, de misericordia, de fraternidad, el acontecer de esa realidad que es Buena Noticia de vida, de dignidad, de libertad, para todos los humanos, capta la totalidad de la persona que se dedique a esta causa1 : “Tomad, Señor, y recibid, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer, vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que esta me basta2, es la bella y densa oración de San Ignacio de Loyola,3 expresa la riqueza de quien vive en plenitud la experiencia de los ejercicios espirituales y, al término de ella , se encuentra en libre disposición para seguir el camino de Jesús con la mayor generosidad posible.4

Todo el proceso de los ejercicios ignacianos se enfoca a que quien los vive haga conciencia de Dios como principio y fundamento de su vida, a que detecte todo lo que lo aparta de El: los afectos desordenados, las motivaciones y mecanismos que lo llevan al egoísmo y al desamor, para luego elegir el camino en el que su humanidad será definitivamente orientada a Dios : seguir a Jesús, configurarse con él, tener conocimiento interno de su ser y de su quehacer, hacerse como él, hasta que todo lo suyo – como reza la bella plegaria – esté saturado de un amor eficaz y comprometido, que se traduce en las señales de Dios en la historia, con las que transforma al ser humano y lo hace libre de las cadenas del pecado, de la injusticia, de la pérdida de sentido, de la exclusión, del sentimiento trágico de la vida.5

La Palabra de este domingo nos guía por la ruta de esa eficacia amorosa: Isaías, Santiago, Marcos, nos toman de la mano para implicarnos en este camino , con la abundancia desmedida del amor que sólo puede provenir de Dios : “Le presentaron un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le rogaron que impusiera la mano sobre él. Jesús, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Después levantó los ojos al cielo, dió un gemido y le dijo: Effatá, que quiere decir: Abrete! Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente” 6

El amor genuino se legitima por sus resultados: hace nuevo a quien lo vive, llena su existencia de ilusión, lo constituye en un ser emancipado, feliz, comunitario, para quien el prójimo es una referencia fundante y decisoria. Jesús es la eficacia salvadora de Dios, los milagros que realiza son las señales que identifican su ministerio como eficacia teologal, liberadora. A esto se nos llama, tal es la perspectiva del proyecto de vida al que él nos invita.7 Vamos a las dos lecturas previas al evangelio. Isaías es el profeta de la consolación, es el segundo Isaías, el profeta que alienta a Israel, que en ese momento está sumido en el destierro y en la cautividad de Babilonia.8

Les comunica que Dios está con ellos afirmando aquello proverbial de que “la esperanza es lo último que se pierde”: “Digan a los que están desalentados: Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la represalia de Dios: El mismo viene a salvarlos. Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y se destaparán los oídos de los sordos; entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa, el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales….”9

Evoca el recuerdo de Palestina, sus riquezas naturales, la abundancia del agua, la fertilidad y el espacio generoso, todas las bondades que les aguardan cuando se liberen de la ignominia del exilio. En esta tierra se volverán a establecer, y reconstruirán los grandes símbolos de su cultura: el templo, Jerusalén, su historia. Es claramente una alusión mesiánica, pero también es la indicación de una posibilidad real, eficaz, recuperar el arraigo que les sustrajo el poder pecaminoso de Babilonia.10

Cómo anunciar una nueva manera de vivir a millones de seres humanos que viven sometidos a las determinaciones de los poderes del mundo, el político y el económico? Cómo contrarrestar con la Buena Noticia a los predicadores de ilusiones falsas que proponen oasis y pretendidas liberaciones sin comprometerse luego con la eficacia del amor que libera? Las palabras de Isaías someten a juicio las falsificaciones de Dios, los profetas del engaño que se valen de los dramas de la humanidad , de las urgentes necesidades de dignidad, para diseñar paraísos artificiales y nuevas esclavitudes.11

El segundo Isaías está firmemente anclado en las realidades de su pueblo y a ellas se refiere con el vigor del Dios que lo implicó en la tarea de ser garante de la nueva humanidad, la que viene como promesa y realización. Es la que se impone en este mundo del espectro neoliberal, también de las torpezas políticas y sociales decididas por gobernantes y estructuras deshumanizantes. Volvemos por los fueros del humanismo solidario, determinante leit-motiv del magisterio del Papa Francisco. 12

La carta de Santiago – nuestra segunda lectura – es un reclamo fuerte a la fraternidad: “Supongamos que entra en la asamblea de ustedes un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido, y que entra también un pobre con un vestido andrajoso; y supongamos que al ver al que lleva el vestido espléndido, le dicen: siéntate aquí en un buen sitio, mientras que al pobre le dicen: quédate ahí de pie, o siéntate a mis pies. No sería esto hacer distinciones entre ustedes y ser jueces con mal criterio?13. El que hace distinción y acepción de personas por su aspecto o por su condición social definitivamente no es un cristiano serio. Santiago en su carta14 nos habla de desigualdades en el interior de la misma comunidad, donde se espera que haya un modo distinto de relación. La reunión litúrgica – la eucaristía – tiene que significar sacramentalmente esa nueva posibilidad de ser todos iguales en torno al Dios Padre-Madre que nos constituye en la misma dignidad , explicitándolo en el proceder integrador de Jesús.15

El evangelio de hoy nos habla de varias señales que identifican la eficacia del ministerio de Jesús. Los no judíos, los llamados paganos y gentiles, también fueron destinatarios de la Buena Noticia: “Se marchó de la región de Tiro, y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis”16, eran los territorios de los excluídos de la comunión religiosa del judaísmo, Jesús está allí en medio de gentes de “otra religión”, no va a ellos para adoctrinarlos, respeta su mundo, su cultura, su identidad creyente, simplemente comunica su Buena Noticia y cura, sin mirar si creen o no: “Le presentaron un sordo que, además, hablaba con dificultad , y le rogaron que impusiera la mano sobre él”17, es un ser humano, con la dignidad que le es inherente, Jesús no pregunta si es judío o no, se le dedica, lo hace beneficiario de las señales de la vida, el ministerio cristiano es de total inclusión, no pregunta por resultados doctrinales, se entrega a la persona necesitada de un nuevo sentido para su existencia.

Jesús hace presente la vitalidad de Dios para todos. La misión universal es entrar en diálogo con las culturas, con las creencias, con las concreciones de los diversos modos de caminar hacia Dios, es el ecumenismo, el diálogo interreligioso, medio privilegiado para realizar las señales del amor comprometido y eficaz. El reino de Dios es una propuesta para todos los seres humanos, es el establecimiento de una lógica de paternidad-maternidad-fraternidad-filiación, en el que todos los que la viven signifiquen con esas relaciones que la voluntad de Dios es hacer posible que el ser humano sea definitivamente humano, genuino camino de divinización, aquí el signo de la fraternidad, de la comunión, de la igualdad, es el más elocuente en términos de eficacia salvadora.18

Jesús no tuvo como propósito convertir a nadie a una nueva religión – decir esto suena muy fuerte pero es la realidad - sino proponer a todos convertirse al Reino. El predicó a los llamados gentiles, los incluyó amorosa y respetuosamente en su enseñanza: “La gente quedó maravillada sobremanera, y comentaban: Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos” 19, los hizo – y los sigue haciendo – partícipes de la gran utopía en las que las señales que la anuncian son la reivindicación de las víctimas, la inclusión de los excluídos, la dignificación de los condenados de la tierra, el cuidado de la casa común, la justicia, el reconocimiento de la rica pluralidad religiosa y cultural de la humanidad, el servicio que se inserta en los proyectos de vida como determinante de decisiones y conductas. Esto es devolver la vista, esto es restablecer el habla, esto es hacer posible la audición. Hacer del ser humano un señor, un padre, una madre, un hijo, un hermano, un prójimo! Es de la esencia del cristianismo el Reino de Dios, el nuevo orden de vida en el que somos acogidos y bendecidos por el Padre común, en el que nos reconocemos hermanos, en el que nos identificamos con Jesùs y decidimos seguir su camino.

El mensaje de Jesús tiene que operar en nosotros los mismos efectos que tuvieron su saliva y su dedo en el sordomudo. Escuchar es la clave para descubrir cuál debe ser nuestra trayectoria de sentido. La postura de no escuchar la Palabra es muy frecuente, somos religiosos pero no acogemos el mensaje, es una gran contradicción. Escuchar en sentido bíblico, dejarnos sanar de la sordera, es acoger la Buena Noticia, tener conocimiento interno de ella, dejarnos modelar por lo misma, aventurarnos con Jesús a entrar en el mundo de Dios y del hermano, significar el reino realizando el milagro de la dignidad, de la justicia, de la mesa compartida, de la buena vida que desarma sorderas y mudeces.20



Antonio Josè Sarmiento Nova, SJ

1 PAPA BENEDICTO XVI. Carta Encìclica Deus Caritas Est Dios es Amor. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2005. GONZALEZ VALLEJOS. Miguel. Kant y el mandato del amor al prójimo. En Revista de Humanidades número 32; páginas 59-85. Universidad Nacional Andrès Bello. Santiago de Chile, julio-diciembre 2015. LANGA, Pedro. Amaràs al Señor tu Dios y al prójimo como a tì mismo. En Religiòn Digital 23 de octubre 2017. GARCÌA, Josè Antonio. Pasiòn por Cristo, pasión por la humanidad. Escritos del Padre Arrupe sobre la vida religiosa. Mensajero. Bilbao, 2015. MOLTMANN, Jurgen & MOLTMANN-WENDEL, Elisabeth. Pasiòn por Dios: una teología a dos voces. Sal Terrae. Santander, 2007.

2 SAN IGNACIO DE LOYOLA. Ejercicios Espirituales. San Pablo. Madrid, 1990 (número 234)

3 1491-1556

4 MOREIRA CHAVARRÍA, Julio Enrique. La libertad en la espiritualidad ignaciana. En https://www.url.edu.gt/PortalURL/Archivos/81/Archivos/SI2015_LaLibertad.pdf FIORITO, Miguel Angel. Buscar y hallar la voluntad de Dios. Paulinas. Buenos Aires, 2000. MELLONI RIBAS, Javier. La elección, el nombre ignaciano de la unión. En Manresa número 83, páginas 123-133. Madrid, 2011. MEANA PEÓN, Rufino (Editor). El sujeto: reflexiones para una antropología ignaciana. Mensajero-Sal Terrae. Bilbao, 2019.

5 ELLACURÍA, Ignacio. Lectura latinoamericana de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. En https://www.core.ac.uk/download/pdf/47263765.pdf HUARTE, Ignacio. Despertar a la vida diferente: guías para hacer los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola en la vida corriente. Sociedad Anónima de Educación y Cultura Religiosa. Caracas, 2008. IRIBERRI, Josè Luis & LOWNEY, Chris. El camino ignaciano. Un camino de sanación hacia la libertad. Mensajero. Bilbao, 2015. RAMBLA, Josep. Una manera de estar en el mundo. Relectura de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio. Mensajero. Bilbao, 2020.

6 Marcos 7: 32-34

7 MARTÍNEZ DÍEZ, Felicísimo. Creer en Jesucristo, vivir en cristiano: cristología y seguimiento. Verbo Divino. Estella, 2012. MANARANCHE, Andrè. Creo en Jesucristo hoy. Sìgueme. Salamanca, 1980. SANCHEZ CARO, Josè Manuel (Editor). Ser cristiano en el siglo XXI. Reflexiòn sobre el cristianismo que viene. Universidad Pontificia de Salamanca, 2001. RADCLIFFE, Timothy. Ser cristianos en el siglo XXI, una espiritualidad para nuestro tiempo. Sal Terrae. Santander, 2012.

8 JANTHIAL, Dominique. El libro de Isaías o la fidelidad de Dios a la casa de David. Verbo Divino. Estella, 2009. BLENKINSOPP, Joseph. El libro de Isaías, 3 volúmenes. Sígueme. Salamanca, 2015.

9 Isaías 35: 4-7

10 SICRE, José Luis. El desarrollo de la esperanza mesiánica en Israel. En Cuestiones Teológicas volumen 34 número 82 páginas 249-256. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2007; De David al Mesìas: textos básicos de la esperanza mesiánica. Verbo Divino. Estella, 1995. ABREGO DE LACY, Josè Marìa. La esperanza mesiánica en los libros proféticos: evolución y desarrollo. En Estudios Bìblicos número 62; páginas 411-433. Universidad Eclesiàstica San Dàmaso-Asociaciòn Bìblica Española. Madrid, 2004.

11 OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO OIT. Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna. OIT. Ginebra, 2017. ZERÖN, Carlos: Un filo que no se rompe: la esclavitud en los tiempos modernos y contemporáneos. En https://www.scielo.org.mx/pdf/hg/n49/1405-0927-hg-49-85.pdf

12 PAPA FRANCISCO. Carta Encìclica Fratelli Tutti sobre la Amistad Social. En Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2020.

13 Santiago 2: 2-4

14 MELERO GRACIA, María Luisa. La Carta de Santiago. Verbo Divino. Bilbao, 2010. CUVILLIER, Elian & ASSAEL, Jacqueline. En el espejo de la Palabra. Lectura de la Carta de Santiago. Verbo Divino. Estella, 2018.

15 VASQUEZ AMEZQUITA, Hernán David. El concepto de dignidad en las bienaventuranzas para una aplicación en el contexto latinoamericano. En Albertus Magnus volumen 6 número 1 ; páginas 135-154. Universidad de Santo Tomás, Bogotá, 2015. SARDIÑAS IGLESIAS, Loida Lucía. Dignidad humana: concepto y fundamentación en clave teológica latinoamericana. Universidad de Santo Tomás. Bogotá, 2018. DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Declaraciòn Dignitas Infinita sobre la Dignidad Humana. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2024.

16 Marcos 7: 31

17 Marcos 7: 32

18 COSTADOAT CARRASCO, Jorge. Características y alcances de la humanidad de Jesucristo. En Teología y Vida volumen XXXVIII páginas 163-174. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile, 1997. ROVIRA BELLOSO, Josep María. Dios, plenitud del ser humano. Sígueme. Salamanca, 2013.

19 Marcos 7: 37

20 CASAS RAMÍREZ, Juan Alberto. Effatha: aproximación exegética al relato de curación del tartamudo sordo en Marcos 7: 31-37. En Franciscanum volumen LVIII número 166, páginas 149-177, Universidad de San Buenaventura. Bogotá, julio-diciembre 2016.

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