Hoy es 9 de marzo, miércoles de ceniza.
La lectura de hoy viene del evangelio de San Marcos.
Origen de Jesucristo.
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado en hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo, María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “la virgen quedará encinta y tendrá un hijo al que podrán por nombre Emmanuel” (que significa: Dios con nosotros.”
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y tomó a María por esposa. Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús.
Sabemos muy muy poco sobre José, algunas leyendas cuentan que fue un hombre muy anciano, y que murió mientras Jesús crecía, pero no sabemos eso con certeza, sabemos que él trabajó en la construcción, incluyendo lo que nosotros llamamos carpintería, sabemos que descendía de la antigua casa real de David y Salomón, y sabemos que José enfrentó un reto moral y personal único, y salió adelante con integridad y humildad. José, en este pasaje, nos brinda un ángulo muy personal para aproximarnos al evangelio de Mateo. Piensa como fue para él, un matrimonio acordado por las , dos familias, y sin embargo un proyecto excitante; un hogar, hijos, un nuevo estatus en la comunidad, y luego el golpe, María tiene noticias para él, noticias que pondrían los pelos de punta a cualquier futuro esposo, ¿Cómo podría el creer esa extraña historia? ¿Qué diría la gente? Así que planea, con enorme pesar en su corazón, deshacer todo el proyecto y partir lejos.
¿Cómo te sentirías si fueras puesta/o en esta situación?
Cada vez que Dios hace algo nuevo, involucra a las personas, muchas veces las personas menos pensadas, frecuentemente personas sorprendidas y alarmadas, les pide que confíen en Él de una nueva manera, poner de lado sus reacciones naturales, que escuchen humildemente por una palabra nueva y fresca, y actuar basándose en ella, sin saber cómo va a funcionar ni cuál será el resultado. Eso es lo que nos está pidiendo hacer a todos nosotros en esta cuaresma.
¿Puedo hacer de esto parte de mi vida en esta cuaresma?
¿Puedo poner mis reacciones iníciales en pausa, y estar preparado para oír nuevas palabras, para tener pensamientos nuevos, y para vivirlos plenamente?
El origen de Jesucristo fue este: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo. José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había pensado en hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo, María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “la virgen quedará encinta y tendrá un hijo al que podrán por nombre Emmanuel” (que significa: Dios con nosotros.”
Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y tomó a María por esposa. Y sin haber tenido relaciones conyugales, ella dio a luz a su hijo, al que José puso por nombre Jesús.
Quién sabe lo que pueda pasar este año, si al menos unos cuantos de nosotros estamos preparados para escuchar la palabra de Dios desde las escrituras, en una nueva forma, compartir la humildad de José, y dejarnos llevar por la operación de rescate de Dios.
Háblanos Padre, en una nueva manera, mientras escuchamos tu palabra, ayúdanos a oír tu voz, y seguir el camino por donde nos guías.
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