domingo, 28 de julio de 2024

COMUNITAS MATUTINA 28 DE JULIO 2024 DOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Comieron todo lo que quisieron”

(Juan 6: 11)



Lecturas:

  1. 2 Reyes 4: 42-44

  2. Salmo 144

  3. Efesios 4: 1-6

  4. Juan 6: 1-15



El domingo anterior, el relato de Marcos nos dejó en la antesala del muy conocido milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. En su lugar, la liturgia nos llevará durante los siguientes domingos con el capítulo sexto del evangelio de Juan, el más largo y denso de los 4 evangelios. El autor elabora una teología del seguimiento, una honda reflexión de cómo se vive el camino de Jesús, la configuración de nuestra humanidad con la de él y con su divinidad. Este material, como los demás relatos evangélicos, se elaboró como catequesis destinada a quienes se preparaban para ingresar en la comunidad de seguidores de Jesús. Había un gran entusiasmo por parte de quienes se interesaban en seguir este camino al ver el ánimo y la valentía de los discípulos, esto demandaba “procesos de formación”, como los llamamos hoy; ahí surgen los primeros escritos que constituyen los textos evangélicos. 1

Eran multitudes con hambre y con sed, física, emocional, espiritual, no encontraban satisfacción a esta necesidad esencial ni en el régimen religioso ni en el político de su tiempo, de estas entidades sólo provenían para ellos desatinos y decisiones abiertamente injustas y desobligantes. Profundamente religiosos , descubren en las palabras y en el estilo de este nuevo maestro la posibilidad de un Dios que no es el de los poderosos ni el del orden establecido, su emoción aumenta con la manifestación de este Padre que es de ellos y para ellos, un Dios que se les revela próximo y liberador, respuesta plena a su hambre de sentido.2 También en nuestro tiempo son muchos los prójimos deseosos de reconocimiento y de satisfacciones profundas para sus requerimientos, la muchedumbre de “descartados” por un sistema inmisericorde y depredador. Qué decir con seriedad humana y evangélica para responder a estos clamores tan legítimos y urgentes? Cómo responder al hambre de sentido y de salvación que experimentan tantos en el mundo? Porque también en los mundos de gentes satisfechas , en medio de gran bienestar material, hay grandes vacíos e iguales clamores de respuestas consistentes a sus inquietudes espirituales y existenciales.

Juan nos habla con frecuencia de pan, el alimento espiritual.3 “Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos4, como dice el relato de hoy, no es un dato cronológico sino teológico. La gente no sube a Jerusalén, como era su obligación por la ley judía, sino que busca en Jesús la salvación y la liberación que esa institución religiosa no puede darles. No está de más recordar a nuestros lectores que los evangelios se escribieron tiempo después del Jesús histórico, cuando ya las comunidades de seguidores suyos tenían unos fundamentos de fe pascual que testimonian en esos escritos. También vale la pena subrayar que al hablar de “alimento espiritual” no estamos utilizando un lenguaje dualista que desprecia lo material, se trata de la vitalidad plena de Dios que nos alimenta en Jesucristo, que anima nuestra corporalidad-espiritualidad.

El dinero había desplazado a Dios del templo. Utilizado por el sistema opresor, es el causante de la injusticia y de las ambiciones que alienan al ser humano y lo alejan de su esencia trascendente. Comprar pan es un bien necesario para la vida, a cambio de dinero, inventado este para dominar y crear inequidad. El vendedor dispone del alimento, lo cede sólo bajo ciertas condiciones que él decide. La calidad de vida – lamentablemente – no está al alcance de todos, sino mediatizada por el poder. Penosa condición de todos los tiempos de la historia, pero Jesús no acepta esta mentalidad ni las estructuras que le dan soporte, quiere saber si sus discípulos la aceptan; el discípulo Felipe no ve solución, no tiene capacidad mental para captar el fondo del problema: “ Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él tanta gente, preguntó a Felipe: dónde nos procuraremos panes para que coman estos? Se lo decía para probarle, porque ya sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno coma un poco” . 5 Somos como Felipe, cicateros, de mente estrecha, de tacañería moralista? 6

En cambio, Andrés muestra una solución diferente; habla de los panes y de los peces como algo de lo que se puede disponer, su mente sí está mediada por la gratuidad: “Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, qué es eso para tantos? Replicó Jesús: hagan que se recueste la gente. La gente se recostó eran unos cinco mil” .7 El jovencito que tiene los alimentos representa al insignificante grupo de los discípulos, es un pequeño , humilde, desposeído de importancia social y religiosa en aquel contexto, pero no retiene, no acumula, dispone su alimento para que todos coman. Somos como Andrés, como este jovencito? Cómo están nuestros niveles de generosidad? 8

Jesús quiere que todos se sientan personas íntegras, con su propia responsabilidad, la madurez de su autonomía , no quiere servidumbres. También tiene todo el peso significativo el hecho de no estar realizando este signo ni en el templo ni en la sinagoga, Dios no acontece en los límites de una institución religiosa como la judía, sino en el mismo Jesús, en la humanidad, en su realidad, en su historia, en su existencia cotidiana: “Tomó Jesús entonces los panes y, después de dar gracias, los repartió entre todos los que estaban recostados, y lo mismo los peces. Comieron todo lo que quisieron. Cuando se saciaron dijo a sus discípulos: recojan los trozos sobrantes para que nada se pierda” .9 La acción de gracias expresa la conexión con el ámbito de la divinidad, de donde proceden los dones de la vida, la gracia que confiere bienaventuranza, el alimento es regalo de Dios a todos, nadie lo puede acaparar para provecho propio, es la mesa servida para todos . Los sobrantes no tienen sentido de resto sino de sobreabundancia, los trozos que sobran de la comunión eucarística no se pueden desechar porque la comunidad cristiana debe continuar con la obra de la entrega y del compartir. La alusión eucarística es clarísima, la mesa sacramental de comunión con el Señor Jesús en el centro es altamente reveladora del misterio del reino de Dios y su justicia, mesa servida en igualdad de condiciones para todos, vida de Dios que se nos inyecta en el sacramento, memorial de su pascua, fraternidad, Iglesia que visibiliza al Señor en la historia de la humanidad. 10

El capítulo cuarto del segundo libro de los Reyes, del que proviene la primera lectura de hoy, refiere la actividad del profeta Eliseo: socorre a una viuda, su ministerio de auxilio con la mujer sunamita y con su hijo, la liberación de una olla envenenada, y también una multiplicación de panes, a propósito del obsequio de panes y grano fresco que un hombre le ofrece como muestra de gratitud: “Eliseo dijo: dáselo a la gente y que coman. Su servidor replicó: cómo voy a ofrecer esto a cien hombres? El dijo : dáselo a le gente y que coman, porque esto dice Yahvé: comerán y sobrará. Lo puso ante ellos, que comieron y dejaron todavía sobras, conforme a la palabra de Yahvé” .11 Esta es la actitud que subyace en el gesto de Jesús, el profetismo bíblico anticipa estas realidades de abundancia, de justicia, de Dios que se da a todos ilimitadamente. Es la gran señal de los tiempos mesiánicos.

Consumismo, carrerismo social, comodidad sin solidaridad, competencia individualista, vida fácil, indicadores sociales de aceptación, poder, siguen siendo ídolos que alienan al ser humano y lo desentienden del prójimo. Practicamos la religión sólo para ganarnos unos favores individuales de Dios? Lo usamos para nuestros intereses? Volvemos la relación con Dios un ritual sin fuerza profética, sin panes y sin peces para compartir? La mesa común sacramental es para nosotros una exigencia densa de ética evangélica o se nos queda en un rito de satisfacción individual? El cristianismo es la religión del totalmente Otro, Dios, que se nos vuelve realidad existencial, histórica, próxima, en los totalmente otros, que son los prójimos, los seres humanos concretos.

A raíz de divisiones y pugnas que se daban en la comunidad cristiana de Efeso, envidias, recelos, Pablo los exhorta a la unidad, consecuencia de lo que venimos reflexionando en este domingo, no una unidad de pacifismo ingenuo sino una efectiva y afectiva projimidad fundamentada en el Señor: “Los exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la llamada que han recibido: con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Pues uno solo es el cuerpo y uno solo el Espíritu, como una es la esperanza a la que han sido llamados” .12 Tener a los otros en más estima que a uno mismo, apostarlo todo por la felicidad de los demás, la negación de los protagonismos egoístas, son las grandes oportunidades para la comunión, para la mesa que se sirve para todos, señal de que se acoge el don ilimitado de Dios, los panes y los peces que desbordan generosamente y construyen comunidad y participación en el Señor. Se estima que en este momento de la historia unos 850 millones de personas padecen hambre total, 2.300 millones viven en estado de inseguridad alimentaria, 3.100 millones de seres humanos no pueden permitirse una dieta balanceada, 45 millones de niños sufren de altísima desnutrición, 149 millones de niños padecen serias deficiencias en su crecimiento por causa de la mala alimentación, se prevé que hacia 2030 (dentro de seis años apenas) unos 700 millones de prójimos padecerán hambre en grado máximo. Estas son “apenas” unas cifras de la situación alimentaria en el mundo, que van acompañadas de las carencias propias de la pobreza y de la miseria en materia de salud, educación, vivienda, equilibrio emocional , sentido de la vida. 13 Qué nos dice de esto la mesa compartida del Señor Jesús?



Antonio José Sarmiento Nova, SJ



1 MOITEL, Pierre. Relatos del Evangelio. Aprendiendo a leer. Verbo Divino. Estella, 1997. CASCIARO, José María. El acceso a Jesús y la historicidad de los evangelios. En Scripta Theologica volumen 12, número 3; páginas 907-941. Universidad de Navarra. Pamplona, 1980. GUIJARRO PORTO, Santiago. Los cuatro evangelios. Sígueme. Salamanca, 2016. TRENCHARD, Ernesto. Introducción a los cuatro evangelios. Portavoz & Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos. Gran Rapids, 2007. ORTIZ VALDIVIESO, Pedro. Introducción a los Evangelios. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2003. RICHARD, Pablo. El Jesús histórico y los cuatro evangelios. En Theologica Xaveriana número 149; páginas 179-196. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2004. SEGUNDO, Juan Luis. La historia perdida y recuperada de Jesús de Nazaret. Sal Terrae. Santander, 1991.

2 AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. Jesús anuncia el reino y nos revela un Dios Padre entrañable y misericordioso. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 8 de noviembre de 2011. MORAGA ESQUIVEL, José M. El misterio del Dios de Jesucristo. Breve ensayo trinitario. En Veritas volumen 1, número 14; páginas 159-182. Pontificio Seminario Mayor San Rafael. Valparaíso, marzo 2006. DANIELOU, Jean. Dios y nosotros. Cristiandad. Madrid, 2003. KASPER, Walter. El Dios de Jesucristo. Sígueme. Salamanca, 2004. NAVARRO, Mercedes. El Jesús feliz de un Dios feliz. Fundación Santa María. Madrid, 2003. KASPER, Walter. Padre Nuestro. La revolución de Jesús. Sal Terrae. Santander, 2019. ECHEGARAY, Hugo. La práctica de Jesús. Centro de Estudios y Publicaciones CEP. Lima, 1986.

3 LONDOÑO, Juan Esteban. El pan del misterio: interpretación socio-retórica de Juan 6. En Perseitas volumen 5 número 1 ; páginas 148-166. Universidad Católica Luis Amigó. Medellín, 2016. ARQUIDIOCESIS DE DENVER. Juan 6. En https://www.archden.org/wp-content/uploads/2023/07/John-6-booklet_ESP_v2.pdf ARRUPE, Pedro. Hambre de pan y de evangelio. Sal Terrae. Santander, 1988. CONCILIUM REVISTA INTERNACIONAL DE TEOLOGÍA. Hambre, pan y eucaristía. Número monográfico 310. Verbo Divino. Estella, abril 2005. LEON DÍAZ, Ernesto. Eucaristía, banquete de resiliencia, el pan para la adversidad, Trabajo de grado para optar al título de doctor en teología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2021.

4 Juan 6: 4

5 Juan 6:5-7

6 PIKAZA, Xabier. Dios o el dinero. Sal Terrae. Santander, 2019.

7 Juan 6:8-9.

8 CAUM, Nuriam. La gratuidad, paso por la contradicción, como acceso a Dios. En Estudios Eclesiásticos volumen LXXXI, número 318. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2006. VAZQUEZ ALVAREZ, Jesús. La gratuidad como una forma de hablar del Dios de Jesús. Trabajo de grado para obtener el título de profesional en teología. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2014. LOPEZ GUZMAN, Dolores. La desnudez de Dios. Sal Terrae. Santander, 2007. RUIZ LOZANO, Pablo. Todo es gracia: gratuidad en tiempos postmodernos. En Proyección LVII, páginas 175-199. Universidad Loyola de Andalucía. Granada, 2010. AGRESTI, G. Elogio de la gratuidad. Narcea. Madrid, 1983. OSUNA GIL, Javier. Gratuidad y experiencia de Dios. En GARCÍA LOMAS, Juan Manuel. Ejercicios Espirituales y mundo de hoy. Mensajero. Sal Terrae. Bilbao, Santander, 1991. VILLARROEL, C. Vivencias de gratuidad. Edibesa. Madrid, 2002. SANGUINETTI MONTERO, Alberto. Don y gratuidad en Dios y en el hombre. En SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGÍA. Gratuidad, justicia y reciprocidad. Dimensiones de una teología del don. XXIII Semana Argentina de Teología. San Benito. Buenos Aires, 2004; páginas 91-119.

9 Juan 6: 11-12

10 MO SUNG, Jung. La Eucaristía, memorial o rito sagrado? En https://www.seleccionesdeteologia.net/assets/pdf/192_08.pdf GESTEIRA GARZA, Manuel. La Eucaristía, misterio de comunión. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1983. PAPA PABLO VI. Carta Encíclica Mysterium Fidei sobre la doctrina y culto de la sagrada eucaristía. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1965. BOTELLA CUBELLS, Vicente. El sacramento de la eucaristía, evolución histórica. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 13 de octubre de 2015. TORRES QUEIRUGA, Andrés. La eucaristía, encuentro vivo con el Señor. En Horizonte volumen 6 número 12; páginas 21-40. Facultad Jesuita de Filosofía y Teología. Belo Horizonte, junio 2008. AGUIRRE MONASTERIO, Rafael. La mesa compartida. Sal Terrae. Santander, 1994. PIKAZA, Xabier. Fiesta del pan, fiesta del vino. Mesa común y eucaristía. Verbo Divino. Estella,

11 2 Reyes 4: 42-44

12 Efesios 4: 1-4

13 GLOBAL HUNDER INDEX. El hambre y los sistemas alimentarios en situaciones de conflicto. Ayuda en Acción. Madrid, 2015. PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS. El hambre y los mercados. PMA. Londres, 2009. FAO; FIDA; UNICEF; OMS; PMA. La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022. Food and Agriculture Organization. Roma, 2022.

domingo, 21 de julio de 2024

COMUNITAS MATUTINA 21 DE JULIO 2024 DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Al desembarcar, Jesús vió una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato”

(Marcos 6: 34)

Lecturas:

  1. Jeremías 23: 1-6

  2. Salmo 23

  3. Efesios 2: 13-18

  4. Marcos 6: 30-34

Cuando hay liderazgos deficientes, plagados de intereses mezquinos, sin clara visión de la realidad, desentendidos de los clamores de las personas que les son confiadas, prepotentes, egoístas, autoritarios, vacilantes, inseguros, engreídos, persistentes en sus equivocaciones, distantes, ególatras, fracturados en su moralidad, vanidosos, incompetentes, podemos afirmar con respecto a las gentes que dependen de ellos que son “como ovejas que no tienen pastor”. 1 Cuántas crisis, desorientaciones, vacíos, se viven en muchos lugares de nuestro mundo cuando los liderazgos no responden a las necesidades y expectativas de las comunidades, de los ciudadanos, de los creyentes!2 También en nuestra Iglesia, hay que reconocerlo con humildad, hay pastores que fallan gravemente porque no se dedican a su ministerio con generosidad o porque tienen conductas éticas que no van con la rectitud moral que se exige a quien está al frente de la comunidad. 3

Es innegable la necesidad social, comunitaria, política, económica, religiosa, pedagógica, de buenos referentes para orientar a los colectivos, a los países, a las iglesias y comunidades de fe, a los emprendimientos; no es posible propiciar dinámicas constructivas sin personas y grupos que sean modelos de identidad, y garantías para el buen desarrollo de vidas dignas, comprometidas con la plenitud de los seres humanos. Hacer conciencia de las debilidades y pecados de los liderazgos incrementa la necesidad de tener excelentes dirigentes, hombres y mujeres dignos de toda confianza: “Yahvé, quien vivirá en tu tienda? Quién habitará en tu monte santo? El de conducta íntegra que actúa con rectitud, que es sincero cuando piensa y no calumnia con su lengua, que no daña a conocidos ni agravia a su vecino…” 4 . Vienen al corazón los estupendos seres humanos que dan lo mejor de sí en el liderazgo, en el gobierno, en el pastoreo eclesial. El pensamiento bimilenario de Platón y Aristóteles sobre las virtudes políticas sigue teniendo total vigencia y similar necesidad, cuando en “La República” y en “La Política” proponen su pensamiento sobre la organización social y sobre el gobierno de la misma, una propuesta clásica que atraviesa los siglos, 5 con plena vigencia en nuestros tiempos.

Esto, en el medio cristiano en el que vivimos, nos movemos y existimos, es una exigencia de altísimo nivel. El referente es el mismo Jesús dedicado sin reservas al pastoreo, a la gente del común, a sentir como propias sus necesidades, a no escatimar esfuerzos para darse todo a todos, a com-padecer los dolores de su pueblo, a animar y orientar en clave del reino de Dios y su justicia, a no desatender a nadie, a ser modelo de donación de la vida para el bien de todos: “Al desembarcar, vió tanta gente que sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.”6 Esto es lo que nos proponen las lecturas de este domingo.

El interés prioritario de Dios – no hay ninguno que se le iguale – es la plenitud, felicidad, realización, salvación, liberación, del ser humano. La imagen del pastor – de donde proviene pastoral, la acción apostólica de la Iglesia – surgida del ambiente sociocultural propio del pueblo hebreo, es perfecta para dar plasticidad al interés de Dios por su rebaño, a su incondicionalidad y desvelo para darse a los seres humanos, que somos su opción preferencial.7 Es lo que en buen lenguaje del Nuevo Testamento llamamos la ministerialidad; vale decir, la servicialidad que compromete a toda la Iglesia, esta no es propiedad del clero, ella es una realidad comunitaria, sinodal, caminando juntos siguiendo los pasos del Señor en el contexto de realidad en el que cada uno vive, acogiendo los carismas que el Espíritu regala para beneficio de toda la comunidad, distinguiendo los distintos tipos de servicio, desmontando el clericalismo y la minimización de los laicos, promoviendo a todos para la vida según el Evangelio. 8

En el Antiguo Testamento los guías políticos y religiosos eran presentados como los pastores de ese rebaño, esta imagen cobró especial relieve a partir de David, el pastor que se convirtió en rey. El rebaño no es propiedad de los pastores, ellos son sus administradores, las ovejas son del Señor, aquellos representan el favor de Dios y deben rendir cuentas de lo que hacen por la porción que les es confiada, son una mediación y, en cuanto tales, son relativos, sin que esta relatividad menoscabe la seriedad con la que deben darse a esta misión.9 Con frecuencia, el Antiguo Testamento refiere las perversiones e infidelidades de los jefes, lo que deriva en la dispersión del rebaño: “Ustedes han dispersado mis ovejas, las han expulsado y no se han ocupado de ellas. Yo, en cambio , voy a ocuparme de ustedes, para castigar sus malas acciones, oráculo del Señor” .10

En el caso de la fuerte confrontación que hace la primera lectura advertimos su contexto: el rey Joaquín, con su conducta desatinada, provocó la intervención de Babilonia, y buena parte del pueblo hebreo fue deportado, desplazado, desarraigado de su hábitat, desposeído de sus tierras, de su religión, de sus tradiciones, como sucede tan a menudo en nuestro tiempo con las acciones de los depredadores de la vida y de la dignidad, las noticias en este sentido son penosamente abundantes: “Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal!” .11 La intervención del Señor tiene total justificación por tratarse de su pueblo, de su gente, de su humanidad entrañable – la de aquellos tiempos y la de todos los tiempos de la historia -, y se evidencia así: los deportados a Babilonia son repatriados, se nombran pastores ejemplares, dignos de crédito, y se hace la correspondiente resonancia de salvación-liberación. Se pasa de los pastores con minúscula al Pastor-Jefe, al rey davídico en quien el pueblo puede tener definitiva garantía de cuidado y protección: “Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países adonde las había expulsado, y las haré volver a sus praderas, donde serán fecundas y se multiplicarán. Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán….” .12

Esperanza de los pueblos de aquellos siglos antiguos y de los actuales es la de ser guiados con justicia, con generosidad, con reconocimiento eficaz de su dignidad. También en la Iglesia hemos fallado con gravedad cuando algunos pastores se han entregado al carrerismo eclesiástico, a la pedofilia, al clericalismo y al poder, a beneficiarse del prestigio que en muchos ambientes da la condición sacerdotal. Se impone así una confrontación rigurosa y humilde , hondo examen de conciencia de todos en la Iglesia cuando unos proceden de modo tan contrario a Dios y a la dignidad de los cristianos y del ministerio, y cuando las ovejas del rebaño no hacen control de calidad a sus pastores. Con mayor razón, por la originalidad misma del cristianismo, apostamos por la rectitud y santidad de todos en la Iglesia, condición que debe resaltar en quienes pastorean en cuanto referentes de la comunidad.

El ministerio de pastorear las comunidades cristianas es bello, apasionante, seductor, exigente, si se vive como lo vivió el mismo Señor Jesús, y como lo han vivido y siguen viviendo tantos hombres buenos y abnegados de modo abnegado, discreto y con total dedicación. 13 Mucha gente estaba realmente interesada por Jesús, según lo refiere el mismo relato: “Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos” 14 la multitud que reconocía en Jesús y en sus discípulos una gran señal de esperanza.

También llama la atención que Jesús, al sentir compasión, no se dedica a realizar señales milagrosas sino a enseñarles: “y estuvo enseñándoles largo rato” .15 Sabemos bien que el contenido de su enseñanza es el reino de Dios y su justicia, el cambio de mentalidad con respecto a un Dios que él revela como Padre misericordioso y compasivo, es lo que consume toda su vida de . Este elemento central define el ser cristiano, el servicio , el ministerio16 , la ofrenda incondicional del propio ser : “ Yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia” .17

Jesús comprendió que más urgente que descansar era atender a la multitud, sencilla referencia que determina el modo de vida de quien tenga la intención de seguir sus pasos. La Iglesia no puede ser una sociedad piramidal, escalafonada, sino una comunidad con diversidad de carismas y de ministerios, todos iguales en dignidad a partir de la configuración bautismal, distintos en dones y en servicios, pero orientados sin excepción a la construcción de la comunidad de discípulos y a la humanidad toda. Es lo que pretenden la teología y el modelo eclesial de la sinodalidad, caminar juntos, cada uno aportando sus carismas para el caminar comunitario, conservando con énfasis la figura de los pastores que guían a sus comunidades y promueven los carismas de todo el pueblo de Dios. 18

Aspecto clave de este ministerio pastoral es el de la unidad. Partiendo del conflicto del cristianismo naciente, entre cristianos judaizantes y gentiles, Pablo descubre que en el Señor Jesucristo ya no hay razones para la división y para la oposición , esto es definitivo en el ejercicio de su ministerio: “Porque Cristo es nuestra paz: El ha unido los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de la enemistad que los separaba, y aboliendo en su propia carne la ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, y los reconcilió con Dios en un solo cuerpo, por medio de la cruz, destruyendo la enemistad en su persona” .19



Antonio José Sarmiento Nova, SJ



1 Marcos 6: 34.

2 NERCESIAN, Inés; ROBLES-RIVERA, Francisco; SERNA, Miguel (Editores). Las tramas del poder en América Latina: élites y privilegios. CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Buenos Aires, 2023. MARINA, José Antonio Etica para náufragos. Anagrama. Barcelona, 1999. NAÍM, Moisés. El fin del poder. Debate. Barcelona, 2013. ORGANIZACIÓN DE ESTADOS AMERICANOS OEA. Política, dinero y poder: un dilema para las democracias de los estados americanos. Fondo de Cultura Económica FCE. Ciudad de México, 2011. HERNANDEZ, Antonio María. La corrupción en América Latina. En https://www.archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/14/6677/7.pdf

3 DUHAU, Juan Bautista. De la primavera de la Iglesia al sofocante verano de la crisis de los abusos en los movimientos y nuevas comunidades. En Teología y Vida volumen 63, número 3; páginas 367-398. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago 2022. LEAL, C; BOLÍVAR, D. La crisis de la Iglesia en Chile: mirar las heridas. Pontificia Universidad Católica. Santiago, 2021. PACE, Enzo. El Papa Francisco ante la crisis de la Iglesia, una, santa católica y romana. En https://www.scielo.org.ar/pdf/syr/v23n40/v23n40a11.pdf GURIDI, Román. La dimensión teológica de la crisis de los abusos . Reflexiones desde la antropología teológica. En Teología y Vida volumen 63, número 3; páginas 317-344. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, 2022.

4 Salmo 15: 1-3.

5 PLATÓN. La República. Alianza Editorial. Madrid, 2006. ARISTÓTELES. Política. Espasa-Calpe. Madrid, 2000. ROSSI, Miguel A.; AMADEO, Javier. Platón y Aristóteles. Dos miradas sugestivas en torno a la política. En https://www.biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20100613124359/4rossi.pdf VIZARRETEA ROSALES, Emilio. El saber político: Platón y Aristóteles. Armada de los Estados Unidos Mexicanos. Ciudad de México, 2016. ARENDT, Hannah. Crisis de la república. Taurus. Madrid, 1973. MACINTYRE, Alasdair. Tras la virtud. Paidós. Barcelona, 2001. RAWLS, John. Teoría de la Justicia. Fondo de Cultura Económica FCE. Ciudad de México, 1985. STRAUSS, Leo. Sobre la tiranía. Encuentro. Madrid, 2005. ROVIRA REICH VON HÄUSSLER, Ricardo. El buen gobernante en la antigüedad clásica. Tesis para obtener el título de doctor en filosofía. Universidad de Navarra. Pamplona, 2012.

6 Marcos 6: 34

7 GUERRA, Luis María. El Buen Pastor: estudio exegético-teológico de Juan 10: 1-18 En Almogaren número 10; páginas 25-93. Centro Teológico de Las Palmas. Palma de Gran Canaria, 1992. BEUTLER, Johannes. El discurso del Buen Pastor en Juan 10. En Cuestiones Teológicas volumen 32, número 78; páginas 243-270. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, julio-diciembre 2005. PEREIRA DELGADO, Alvaro. La antigua metáfora del Buen Pastor (Juan 10:1-18) para pastores de hoy. En Isidorianum volumen 23 número 45; páginas 35-60. Facultad de Teología San Isidoro. Sevilla, 2014. BAENA ACEBAL, José María. Pastores según el corazón de Dios. Clie. Barcelona, 2021.

8 AUTORES VARIOS. Diakonía: el servicio en la Biblia. Verbo Divino. Estella, 2012. FEDERACION LUTERANA MUNDIAL. Diaconía en contexto. Federación Luterana Mundial. Ginebra, 2009. PAPA BENEDICTO XVI. Carta Apostólica Intima Ecclessiae Natura. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2012. CATAPÁN, Joel Ivo. Hacia una Iglesia toda ministerial y misionera. En Seminarios volumen 36; páginas 293-311. Congregación de Educación Católica. Ciudad del Vaticano, 1990.

9 Papa JUAN PABLO II. Exhortación Apostólica Post Sinodal Pastores Dabo Vobis. Tipografía Vaticana. Roma, 1992. ECHEVARRÍA SERRANO, Francisco. Pastores con olor a oveja: 40 rasgos desde el Evangelio. PPC. Madrid, 2015. FARES , Diego. El olor del pastor: el ministerio pastoral en la visión del Papa Francisco. Sal Terrae. Santander, 2018.

10 Jeremías 23: 2

11 Jeremías 23: 1

12 Jeremías 23: 3-4

13 GONZALEZ DORADO, Antonio. Sacerdotes dignos de crédito: perspectiva latinoamericana. Sal Terrae. Santander, 1989. ORTIZ AMAYA, Jorge. El sacerdote de mañana. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1965. GRESHAKE, Gisbert. Ser sacerdote. Sígueme. Salamanca, 1995. VANHOYE, Albert. Sacerdotes antiguos, sacerdote nuevo según el Nuevo Testamento. Sígueme. Salamanca, 2006. RICCARDI, Andrea. Perspectivas del sacerdocio en el siglo XXI. En Isidorianum número 37; páginas 67-81- Facultad de Teología San Isidoro. Sevilla, 2010. GARCÍA DÁVALOS, L.A. El carácter sacerdotal del pueblo de Dios: paradigmas para una comprensión eclesial. Universidad Iberoamericana. Ciudad de México, 2000. SOBRINO, Jon. El sumo sacerdote: el mediador , lo humano sin añadido pero con concreciones. En IDEM. La fe en Jesucristo : ensayo desde las víctimas. Trotta. Madrid, 1999; páginas 185-2006. PONTIFICIA COMISION PARA AMERICA LATINA. La formación sacerdotal en los seminarios de América Latina. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2009. RAMIREZ, Romina. Movimiento de sacerdotes para el tercer mundo. En https://www.cdsa.aacademica.org/000-106/196.pdf

14 Marcos 6: 33

15 Marcos 6: 34

16 Derivado de la palabra latina minister, el criado, el servidor, el que hace los menesteres humildes para bienestar de todos.

17 Juan 10: 10

18 XVI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SINODO DE LOS OBISPOS. Una Iglesia sinodal en misión. Informe de síntesis. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2023. BUENO , Eloy. El camino sinodal. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 13 de marzo de 2018. CODA, Piero. REPOLE, Roberto. La sinodalidad en la vida y en la misión de la Iglesia. Ciudad Nueva. Madrid, 2020. RIVAS, Luis Heriberto. Fundamentos bíblicos de la sinodalidad en la Iglesia. En Teología, volumen LVI, número 128; páginas 9-30. Pontificia Universidad Católica Argentina. Buenos Aires, abril 2019.

19 Efesios 2: 14-15

domingo, 14 de julio de 2024

COMUNITAS MATUTINA 14 DE JULIO 2024 DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Expulsaban a muchos demonios y curaban a muchos enfermos ungiéndolos con aceite”

(Marcos 6: 13)



Lecturas:

  1. Amós 7: 10-17

  2. Salmo 84

  3. Efesios 1: 3-10

  4. Marcos 6: 7-13

Siempre en el mundo abundan las malas noticias, anuncios de desgracias, catástrofes, injusticias, guerras, epidemias, medidas económicas que afectan a muchísimos seres humanos, gobiernos que no atienden con seriedad los desafíos del bien común, prohibiciones, amenazas, realidades que comprometen seriamente la felicidad, el bienestar y el sentido de vida de la humanidad. Esto se vivía dramáticamente en tiempos de Jesús. Por eso, cuando él empieza a hablar de cosas con signo totalmente distinto, alentadoras para los maltratados, irrumpe una nueva lógica de vida patrocinada por el Padre de Jesús, una Buena Noticia que transmite ilusión de vivir, que estimula en los abandonados su conciencia de dignidad. El anuncio que hace Jesús no es un adoctrinamiento forzado sino una propuesta llamada bienaventuranza por él mismo, 1 sinónimo de felicidad, y es originada en el mismísimo Dios; quiere decir que la última palabra sobre el ser humano no la tienen ni la muerte, ni el pecado, ni la injusticia, la tiene Dios y es BUENA NOTICIA de salvación.

Pues bien, estas buenas gentes agotadas de tanto sufrir desprecios y humillaciones, pobrezas y negativas a las oportunidades legítimas a las que tiene elemental derecho todo ser humano, desconocidos también por su propia religión, se entusiasman en altísimo grado cuando Jesús va a su encuentro con ellos y les anuncia tantas cosas buenas, seductoras, hermosas, en nombre del Padre Dios, todas ellas estimulantes para vivir con auténtico humanismo y con afirmación de su dignidad. Este es el meollo del Evangelio que, lo sabemos bien, quiere decir Buena Noticia. Y este es el contenido esencial de la misión de la Iglesia, según nos lo proponen las lecturas de este domingo.

La evangelización no es adoctrinamiento ni proselitismo, ni imposición de una ideología religiosa, sino tarea integral que abarca todas las dimensiones del ser humano para ser transformadas por la comunicación del mensaje . La evangelización es configurar seres humanos nuevos según el modelo de Jesús. Si en la Iglesia hay realidades que no estén orientadas a esto , deben desaparecer porque oscurecen su tarea fundamental; ella es auténtica cuando, como Jesús, es infatigable en la comunicación de esa Buena Noticia. Tampoco se trata de una faena de “marketing” religioso para ganar adeptos, demostrando resultados, según lo que se dice en el mundo de los negocios, emulando en competencia con otras denominaciones religiosas para demostrar cuál de ellas es más exitosa . Si esto fuera así sería un deplorable capitalismo religioso, totalmente ajeno al proyecto de Jesús. 2

Las palabras del Papa Francisco nos ayudan a comprender qué es misión evangelizadora: “La propuesta es vivir en un nivel superior pero no con menor intensidad: “La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la tarea de comunicar vida a los demás”3.Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora , no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: “Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión. Por consiguiente, un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, “la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas. Y ojalá el mundo actual – que busca a veces con angustia, a veces con esperanza – pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo”4.

El evangelio de este domingo - tomado de Marcos - remite a un envío misionero, con unas recomendaciones que hace Jesús a sus discípulos, indicándoles condiciones y disposiciones para hacer más significativa la tarea apostólica. Todo el que es llamado es para ser enviado, requerimiento indispensable en la vocación cristiana, ser cristiano no es estar “carnetizado” en una EPS de servicios religiosos, es ser discípulo del Señor, participante activo de la misión de la Iglesia. Dejarse tomar por Jesús es asunto es muy serio, se trata de dejar que Dios Padre – mediante la acción salvadora-liberadora de Jesús – nos configure en su nueva humanidad, gracias al dinamismo transformador del Espíritu Santo. Quien tiene esta dotación teologal necesariamente es enviado a comunicar el Evangelio: “Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, a excepción de un bastón; ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; y que fueran calzados con sandalias y no vistieran dos túnicas” . 5

La conversión de la que nos habla el evangelio no debe entenderse desde un simple perfeccionismo moral. Se trata de un cambio de mentalidad en la perspectiva de Jesús, que se designa con una bella palabra griega , “metanoia”, rescatada en los tiempos del Concilio Vaticano II, cuyo significado es nueva manera de ser , nueva manera de vivir según el Espíritu. La nueva humanidad de Jesús es la del ser humano libre de ataduras esclavizantes, apasionado por la vida y por la justicia, comprometido con los pobres y excluídos, dispuesto siempre al servicio y a la solidaridad, con una espiritualidad inserta en las realidades del mundo.6

Los signos de la misión son elocuentes por su eficacia: “Ellos, yéndose de allí, iban predicando a la gente la conversión. Expulsaban a muchos demonios y curaban a muchos enfermos ungiéndolos con aceite” .7 El anuncio del Evangelio está llamado a tener incidencia transformadora en cada persona en particular, pero también en la sociedad, en la construcción del bien común, en el respeto y promoción de la dignidad humana, en la generación de convicciones éticas arraigadas en los corazones con sus correspondientes impactos en la conducta individual y colectiva, en el aportar a la generación del sentido de la vida, en la alegría de vivir, en una espiritualidad sincera, en una manera de proceder que le gane la partida al consumismo, a la violencia, al egoísmo, a la pérdida de la sensibilidad. Estos y muchos más son los demonios que es imperativo expulsar, 8 es misión de la Iglesia y de cada cristiano en particular.

La confianza de toda misión evangélica debe centrarse en el mensaje, no en los medios desplegados para conseguir la adhesión. Para ello se impone dejar de lado lo superfluo, no negociar la conciencia ni venderse al mejor postor. Cuando Jesús envía a los Doce está diciendo que lleven el Reino a todos los seres humanos, no sólo a los oficialmente buenos y religiosos. El Reino que se anuncia así está más allá de la religión, sí la incluye pero la purifica de todo vestigio alienante. Gran problema de las iglesias ha sido absolutizarse a sí mismas, haciéndose una religión más, con todo su conjunto de ritos y creencias , sin impacto transformador en las personas y en las sociedades. Conviene aquí decir que hay realidades eclesiales que no están evangelizadas y que, en consecuencia, no evangelizan. 9

El relato de Marcos deja claro que sólo Jesús es la fuente, el inspirador y modelo de la acción evangelizadora de sus seguidores. No harán nada en nombre propio, son enviados por él. No se predicarán a sí mismos, sólo anunciarán su Evangelio, dedicarán su misión a abrir caminos al Reino de Dios. En consecuencia, hay que pasar de tener ideología religiosa a tener experiencia de Jesús, del Dios Padre que él nos revela, del prójimo que se nos abre como el otro para hacer comunidad y para proponerle la Buena Noticia.

Al pasar los años, habiendo vivido los discípulos la experiencia pascual, su mensaje se fue enriqueciendo con lo que Jesús hizo y dijo, y también con una elaboración teológica de lo que él vivió y comunicó. Esta tarea se realizó en las comunidades del cristianismo primitivo y es la que origina los diversos escritos del Nuevo Testamento, netamente misioneros.10 Un resultado novedoso y revolucionario de la Buena Noticia es su carácter universal, la llamada incluyente a hombres y mujeres de toda cultura, nacionalidad, condición socioeconómica, etnia. En su momento esto marcó un fuerte contraste frente al exclusivismo judío que no admitía paganos en su comunidad de fe. También hoy, ante los modelos excluyentes de muchas sociedades, economías, grupos religiosos, el cristianismo debe hacer un énfasis radical en la acogida a los seres humanos de todos los tiempos de la historia, cada comunidad cristiana debe distinguirse por su capacidad de inclusión, siguiendo el mismo estilo de Jesús: “En El también ustedes, tras haber oído la Palabra de la verdad, la buena nueva de la salvación, y haber creído también en El, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa” .11 Tal es el contenido esencial de la misión de la Iglesia: “…hacer que todo tenga a Cristo por cabeza” . 12



Antonio José Sarmiento Nova, SJ



1 PAPA FRANCISCO. Exhortación Apostólica La Alegría del Evangelio. Evangelii Gaudium. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 2013. PAPA PABLO VI. Exhortación Apostólica El Anuncio del Evangelio Hoy. Evangelii Nuntiandi. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1975. CASTILLO , José María. Teología Popular 1: La Buena Noticia de Jesús. Desclée de Brower. Bilbao, 2009. CATALÁ, Toni. La Buena Noticia de Jesús. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2005. PIKAZA, Xabier. Evangelio de Marcos. La Buena Noticia de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2018. STOCK, Klemens. Jesús, la Buena Noticia. Meditaciones sobre el evangelio de san Marcos. Didaskalos. Madrid, 2023. PAGOLA, José Antonio. La Buena Noticia de Jesús. Ciclo A, ciclo B, ciclo C. PPC. Madrid, 2019. GUIJARRO OPORTO, Santiago. La Buena Noticia de Jesús. Introducción a los Evangelios Sinópticos y a los Hechos de los Apóstoles. Atenas. Madrid, 1987. CASTRO CHAMBI, Raúl Enrique. Les doy la Buena Noticia. Ciclo B. Paulinas. Buenos Aires, 2023.

2 PAPA JUAN PABLO II. Carta Encíclica Redemporis Missio. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1990. COSTAS, Orlando E. Evangelización contextual: fundamentos teológicos y pastorales. Seminario Bíblico Latinoamericano. San José de Costa Rica, 1986. MADRIGAL TERRAZAS, Santiago. Nueva evangelización y transmisión de la fe. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 15 de enero de 2013. DÍAZ MERCHÁN, Gabino. Evangelizar en un mundo nuevo. PPC. Madrid, 2017. MORENO PARDO, Juan Ramón. La evangelización en el mundo contemporáneo. En https://www.revistas.uca.edu.sv/index.php/rlt/article/view/6111/6054 ARQUIDIOCESIS DE BOGOTA. Qué es evangelizar? Evangelizar hoy en la Arquidiocesis de Bogotá. Vicaría de Evangelización. Bogotá, 2016. BUENO, Eloy. Dios vive en la ciudad. Evangelizar la cultura urbana. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 26 de enero de 2016.

3 V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO APARECIDA Aparecida (Brasil), número 360. CELAM & Ediciones Paulinas & San Pablo. Bogotá, 2014.

4 PAPA PABLO VI. Exhortación Apostólica sobre La Evangelización en el Mundo Moderno Evangelii Nuntiandi , número 8. Tipografía Vaticana. Roma, 1976.

5 Marcos 6:7-9

6 JUSTO, Emilio J. La libertad de Jesús. Sígueme. Salamanca, 2014. DUQUOC, Cristian. Jesús, hombre libre. Esbozo de una cristología. Sígueme. Salamanca, 2005. GUERRA, Santiago. Jesús, hombre libre. En https://revistadeespiritualidad.com/upload/pdf/216articulo.pdf LOBATO, Abelardo. La filosofía cristiana de la libertad. En https://www.repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/14796/1/filosofia-cristiana-libertad.pdf GIL ESPINOSA, María Isabel. El amor que nos hace libres. Una aproximación al horizonte liberador de la moral. En Theologica Xaveriana volumen 61, número 171; páginas 97-129. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, enero-junio 2011. ARENS, Eduardo. Han sido llamados a la libertad. Centro de Estudios y Publicaciones CEP. Lima, 2009. COMBLIN, José. Vocación a la libertad. San Pablo. Madrid, 2004; La libertad cristiana. Sal Terrae. Santander, 2000.

7 Marcos 6: 12-13

8 LARIZ DURÓN, Juan José. La naturaleza del mal. Un problema para el ser humano. En Revista de Filosofía UIS volumen 21, número 2; páginas 79-100. Universidad Industrial de Santander. Bucaramanga, 2022. HAAG, Herbert. El problema del mal. Herder, 1981. RICOEUR, Paul. El mal, un desafío a la filosofía y a la teología. Amorrortu. Buenos Aires, 2006. ZIMBARDO, P. El efecto Lucifer: el por qué de la maldad. Paidós. Barcelona, 2008. CHESTERTON, Gilbert Keith. Lo que está mal en el mundo. Acantilado. Barcelona, 2008.. BOROBIO, Dionisio. Ministerio y ministerios de reconciliación en la Iglesia actual. En Salmanticensis número 46, páginas 349-373. Universidad Pontificia de Salamanca, 1999. GUERRERO, Pablo. El ministerio de la reconciliación: curación del pasado, verdad de presente, esperanza de futuro. En Estudios Eclesiásticos volumen 90, número 353; páginas 347-368. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2015. URIARTE, Juan María. La reconciliación: tarea eclesial y social. Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 29 de octubre de 2019. Servicio Jesuita de Refugiados Colombia. Herramientas para una reconciliación con Dios. JRS Colombia. Bogotá, 2017.

9 BRIGHENTI, Agenor. Nueva evangelización y conversión pastoral: un abordaje desde la Iglesia en América Latina y el Caribe. En Theologica Xaveriana 63 número 176, páginas 331-366. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, julio-diciembre 2013. FAMILIA SANTANA, José Israel.. Deshabitar el mal para habitar en el ethos: un retorno al sí mismo. Trabajo de grado para optar al título de Licenciado en Filosofía y Letras. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, 2021. ROMO P. Waldo, La conciencia moral, mediación de la salvación. En Teología y Vida, volumen 42, números 1-2; páginas 172-201. Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 2001.

10. Papa JUAN PABLO II. Carta Encíclica Redemptoris Missio sobre la permanente validez del mandato misionero. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1990. . CONCILIO VATICANO II. Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium Luz de las Gentes. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1965. MAZA, Carlos. Cristo y las culturas. Desafíos de la teología pop. Cristianismo y Justicia. Barcelona, 2024. SPADARO, Antonio. Ciberteología: pensar el cristianismo en tiempos de la red. Herder. Barcelona, 2914. PEREZ TAPIAS, José Antonio. La universalidad del cristianismo en la multiplicidad de las culturas. En Proyección número 43; páginas 83-94. Facultad de Teología de Granada, 1996. TORRES QUEIRUGA, Andrés. Diálogo de las religiones y autocomprensión cristiana. Sal Terrae. Santander, 2005. GUTIERREZ MERINO, Gustavo. Hablar de Dios en América Latina desde los socialmente insignificantes. En Revista Latinoamericana de Teología número 65; páginas 103-116. Universidad Centroamericana José Simeón Cañas UCA. San Salvador, 2005.

11 Efesios 1: 13

12 Efesios 3: 10

domingo, 7 de julio de 2024

COMUNITAS MATUTINA 7 DE JULIO 2024 DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo sanar a unos pocos enfermos a quienes impuso las manos”

(Marcos 6: 5)

Lecturas:

  1. Ezequiel 2: 2-5

  2. Salmo 122

  3. 2 Corintios 12: 7-10

  4. Marcos 6: 1-6

Desde que se firmaron los acuerdos de paz con las FARC – octubre de 2016 – hasta hoy – comienzos de julio de 2021 – han sido asesinados en Colombia más de 900 líderes sociales, hombres y mujeres surgidos de comunidades vulnerables y dedicados generosamente a su servicio, promoviendo paz, reconciliación, reconocimiento de las víctimas del conflicto armado, recuperación de las tierras arrebatadas por los violentos, generación de organizaciones comunitarias, realizando un liderazgo representativo para que su gente tenga voz ante los organismos de decisión, denunciando también a los responsables de delitos contra la vida y los bienes de sus representados. 1

Son ellos la gente buena y esforzada que no persigue intereses mezquinos, lo suyo es el servicio y la solidaridad. Su trabajo cuestiona a los violentos de siempre, a los que carecen de sentido humanitario y sólo van en busca del poder y del enriquecimiento, sin ponderar con criterios éticos los medios de los que se valen para lograr sus fines. También su denuncia incluye al establecimiento gubernamental, cuando este no se compromete suficientemente a hacer presencia efectiva del estado en las regiones más vulneradas por la pobreza, la injusticia, y la violencia. 2

Estos líderes sociales tienen un talante profético porque con su trabajo están anunciando una manera nueva de vida en paz, en justicia, en comunidades reconciliadas , denunciando todo lo que contraría este proyecto. Son profetas que no son acogidos en su tierra. A pesar del rechazo exponen su seguridad y dan lo mejor de sí mismos para mantener vigente su empeño solidario. Esta es una historia de siempre en la humanidad, de todos los rincones del mundo nos llegan noticias de persecución, de asesinato, de violencia hacia quienes sólo tienen en la mira una mejor vida para sus comunidades.3 El recuerdo de líderes como Gandhi, Luther King, San Oscar Romero, son testimonios del vigor de la profecía de la vida y del escozor que su relato liberador causa en los responsables de la cultura de la muerte.4

Así le sucedió a Jesús, es imposible no cotejar lo que acontece a estos líderes con lo acontecido a él. Surgido de la vida simple, austera, de su hogar humilde con José y María, hombre del común, sabedor de pobrezas e injusticias en su pueblo, en él va aconteciendo la novedad de un Dios que no se resigna al desorden establecido, lo prepara en los años ocultos de Nazareth, discreta y silenciosamente, su biografía no tiene nada de extraordinario, en esa pequeñez se va fraguando la profecía decisiva para anunciar a la humanidad que Dios no es el origen del conformismo ni de los males que hacen sufrir a tantos seres humanos, ni es señor de la muerte y del sin sentido.5

La profecía bíblica genuina es anunciadora de la novedad salvadora de Dios, plena garantía para asegurar el sentido definitivo de la existencia humana, dando esperanza para ese futuro hacia el que nos dirigimos al pasar el límite de la muerte, pero también anticipándose en signos efectivos de justicia y de dignidad mientras transitamos por la historia.

El profeta experimenta el llamado y, desde un comienzo, sabe que su misión le acarreará incomprensiones y conflictos: “Penetró en mí el espíritu mientras me estaba hablando y me levantó poniéndome de pie, y oí al que me hablaba. Me decía: hijo de hombre, yo te envío a Israel, pueblo rebelde: se rebelaron contra mí ellos y sus padres, se sublevaron contra mí hasta el día de hoy” .6 La gente llamada “normal” generalmente rechaza a todo lo que se sale del molde, los que ahora en estos tiempos de protesta han dado en autodenominarse “gente de bien”, se indignan cuando surgen los profetas que ponen el dedo en la llaga invitando a la sociedad a tomar posición crítica ante las incoherencias e injusticias de lo establecido. Así sucedió con los profetas bíblicos,7 así con Jesús, así con nuestros líderes sociales; cuando se proponen novedades de fondo los que están cómodos con el poder se alteran y emprenden su cruzada disolvente para silenciar la palabra de la vida.

El verdadero profeta sabe que su ministerio es provocador de amor y esperanza para los que tienen hambre y sed de justicia, de odio para los que no soportan el carácter insobornable de la verdad. Jesús nunca se presentó como un funcionario del sistema religioso oficial del judaísmo de su tiempo, es el profeta por excelencia, movido por el Espíritu de Dios. El evangelio de Marcos – del que se toma el texto de este domingo – es enfático en señalar el aspecto doloroso y conflictivo del ministerio de Jesús, no hay en el relato nada que llame a triunfalismo o espectacularidad, este evangelista se esfuerza en señalar el “secreto mesiánico”, condición por la cual Jesús no persigue un liderazgo de tipo de mundano o de notoriedad religiosa: “Un sábado se puso a enseñar en la sinagoga. Muchos al escucharlo comentaban asombrados: De dónde saca este todo eso? Qué clase de sabiduría se le ha dado? Y, qué hay de los grandes milagros que realiza con sus manos? No es este el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y José, Judas y Simón? No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y esto era para ellos un obstáculo” . 8

En Nazareth no le creyeron, no lo aceptaron, no pudo ser profeta en su tierra. Sus paisanos le conocen desde niño, creen que saben todo sobre él, sobre su familia, no se dejan sorprender por sus palabras, por su testimonio, están cerrados al misterio que hay en él, se resisten a descubrir en él la cercanía salvadora de Dios. Están muy seguros con su sinagoga, con su culto y con sus tradiciones, si lo aceptan se les complica la vida y se exponen a ser juzgados como herejes.

A propósito, cómo es nuestra imagen de Jesús? Es un Dios funcional, legitimador de la conciencia tranquila, confortable, que da soporte a lo establecido, que justifica las cosas con apariencia de buenas cuando en realidad son contradicciones para el proyecto del Padre? De la respuesta a esa pregunta depende nuestra fe, el ejercicio de la vida, las decisiones, la autenticidad y el riesgo profético, o la religiosidad conformista y acomodada.

Los líderes sociales a los que nos referimos con indignación eran y son personas también comunes y corrientes, surgidos de las mismas condiciones de sus comunidades, nada de especial en ellos, su pasión por la dignidad de sus paisanos es la marca diferencial. Por eso los persiguen, los acosan, los matan, porque los violentos van en contra de quienes surgen del común con pretensiones inadmisibles de justicia y de humanidad.9

Jesús fracasa en Nazareth: “Jesús les decía; a un profeta solo lo desprecian en su tierra, entre sus parientes y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo sanar a unos pocos enfermos a quienes impuso las manos. Y se asombraba de su incredulidad” ,10 el dicho hace carrera en todos los rincones del mundo: nadie es profeta en su tierra. Pero él no se desanima, a pesar de la contradicción permanece firme en su misión: “Después recorría los pueblos vecinos enseñando” .11

Le creemos a Jesús? Le creemos a nuestros profetas? Le creemos a nuestros líderes sociales? Le creemos a la paz, a la justicia, a la reconciliación? Tomamos en serio a Dios? O son para nosotros, las cosas que surgen de El, locuras, idealismos imposibles de realización, asuntos propios de mentes insensatas? Jesús provoca rupturas y conflicto al encontrarse con él, la vida en adelante no podrá ser ni pasiva ni resignada, seguir su camino no puede convertirse en una práctica religiosa individualista y desentendida de la realidad.

El evangelio de Marcos, surgido en una comunidad primitiva perseguida y agobiada, nos presenta reiteradamente el fracaso de Jesús y el escándalo de su cruz, que desafía a los sabios y a los sensatos.12 El Jesús de Marcos habla de mesianismo crucificado, esto resulta inaceptable para sus discípulos y sus coterráneos, y para los bien conocidos hombres religiosos de su tiempo. Lo que les habla Jesús no es coherente con lo que ellos conocen de él, bien expresado con las preguntas que se hacen al oírlo en la sinagoga, son incapaces de captar el “más allá” de Jesús, no pueden entender que en ese carpintero, el hijo de María, un hombre discreto y de origen humilde, acontece Dios de modo definitivo para dar vida y esperanza a todos los seres humanos.13

Probablemente estos vecinos de Jesús, cansados de malas noticias y de decisiones políticas y religiosas que no los favorecían, sienten que es imposible que haya una buena noticia liberadora, se han habituado a la fatalidad del mal en sus vidas, no tienen cabeza para entender que Dios se aproxima en Jesús con ropaje común, como uno más: “quien a pesar de su condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que se vació de sí y tomó la condición de esclavo, haciéndose semejante a los hombres” . 14 Y lo más desconcertante: en ese Jesús anonadado, desposeído de gloria y vanidad, acontece la plenitud salvadora de Dios para la humanidad.

Reconocemos a Dios, a Jesús, en la historia real de la humanidad? En nuestros campesinos, en nuestros líderes sociales, en lo común de la cotidianidad, en los clamores de humanidad, de vida digna, de sentido, de razones para la esperanza?

El testimonio de Pablo es elocuente para comprender esta sorpresa de la contradicción de Dios: “Y me contestó: te basta mi gracia, la fuerza se realiza en la debilidad. Así que muy a gusto me gloriaré de mis debilidades , para que se aloje en mí el poder de Cristo. Por eso estoy contento con las debilidades, insolencias, necesidades, persecuciones y angustias por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”.15

1 CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y ASUNTOS INTERNACIONALES. Informe de homicidios contra líderes sociales y defensores de derechos humanos 2020. Presidencia de la República. Bogotá, 2021. MOE MISION DE OBSERVACION ELECTORAL & INSTITUTE FOR MULTIPARTY DEMOCRACY. Un país sin líderes no es un país: Informe anual 2020 sobre violencia contra líderes políticos, sociales y comunales. MOE. Bogotá, 2021.

2 ORJUELA ESCOBAR, Luis Javier. La debilidad del estado colombiano en tiempos del neoliberalismo y del conflicto armado. En https://www.revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.7440/colombiaint-49-50.2000.05 AHUMADA, Consuelo. El modelo neoliberal y su impacto en la sociedad colombiana. El Áncora Editores. Bogotá, 1996.

3 ZULUAGA COMETA, Héctor Alejandro & INSUASTY RODRÍGUEZ, Alfonso. Por la vida hasta la vida misma: líderes sociales en riesgo (Colombia). En Revista El Ágora Universidad de San Buenaventura Medellín volumen 19 número 2, páginas 313-321 julio-diciembre 2019.

4 RICCARDI, Andrea. El siglo de los mártires. Encuentro. Madrid, 2009. LUTHER KING, Martin. Tengo un sueño. Nóstica Editorial. Amazon, 2009. LÓPEZ MARTÍNEZ, Mario. No violencia: teoría acción política, experiencias. Educatori. Granada, 2012. PONTARA, Giuliano. Gandhi, el político y su pensamiento. En https://www.scielo.conicyt.cl/polis/v15n43/art_02.pdf BROCKMAN, James R. Monseñor Romero: la biografía del mártir de América. Sal Terrae. Santander, 2016.

5 PAGOLA, José Antonio. Jesús, aproximación histórica. PPC. Madrid, 2009. De este texto sobre Jesús, ampliamente divulgado, recomendamos la lectura y estudio del capítulo IV Profeta del Reino de Dios, páginas 83-113. GNILKA, Joachim. Jesús de Nazaret, mensaje e historia. Herder. Barcelona, 1993.

6 Ezequiel 2: 2-3.

7 CENTRO BÍBLICO VERBO DIVINO. Los profetas, hombres de Dios y del pueblo. En https://www.centrobiblicoquito.org/images/taller-biblico/Taller_biblico_6.pdf

8 Marcos 6: 2-3

9 CASAS ANDRÉS, Roberto. Dios pasó por El Salvador: la relevancia teológica de las tradiciones narrativas de los mártires salvadoreños. Desclée de Brower. Bilbao, 2009. HERNÁNDEZ PICO, Juan. El martirio hoy en América Latina: escándalo, locura y fuerza de Dios. En revista Concilium número 183 páginas 366-375. Verbo Divino. Estella, 1983. MOLTMANN, Jürgen. El Dios crucificado. Sígueme. Salamanca, 2002.

10 Marcos 6: 3-5

11 Marcos 6:6

12 PIKAZA, Xabier. Comentario al Evangelio de Marcos. Editorial Clie. Barcelona, 2010. MARCUS, Joel. El Evangelio según Marcos: comentario. Sígueme. Salamanca, 2010.

13 CARBULLANCA NÚÑEZ, César & DE SOUZA NOGUEIRA, Paulo Augusto. Cristología del Evangelio de Marcos. En Theologica Xaveriana volumen 67 número 184 páginas 333-359. Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Teología. Bogotá, 2017. CASTRO SÁNCHEZ, Secundino. El sorprendente Jesús de Marcos: el Evangelio de Marcos por dentro. Desclée de Brower. Bilbao, 2010. MATEOS, Juan & CAMACHO, Fernando. El evangelio de Marcos: análisis lingüístico y comentario exegético. El Almendro. Córdoba, 2001.

14 Filipenses 2: 6-7

15 2 Corintios 12: 9-10

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