“Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tantos los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios”
(Efesios 3:6)
Lecturas:
Isaías 60: 1-6
Salmo 71
Efesios 3: 1-6
Mateo 2: 1-12
En las convicciones fundamentales de la fe cristiana reside con carácter raizal la certeza de que Dios está totalmente de parte del ser humano, el Dios cercano y encarnado que hemos celebrado en la reciente Navidad, garantía de sentido pleno de la existencia. Desde Jesús y con Jesús asumimos con responsabilidad evangélica las grandes cuestiones que los humanos se plantean buscando un significado trascendente para su ser y su quehacer. Esto lo define la esperanza como como común denominador de tales expectativas. Así mismo, también nos dirigimos a las fracturas, a los vacíos existenciales, al sufrimiento, a las injusticias, a lo que hace fracasar la humanidad, con la intención puesta en la garantía de plenitud que es el Señor Jesucristo, quien se encarna en estas realidades de dolor para redimirlas y abrirlas a la esperanza contenida en él. Como bien lo dice el Concilio Vaticano II: “El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de todos los afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo y no hay nada verdaderamente humano que no tenga resonancia en su corazón”. 1 Esta solemnidad de la Epifanía, manifestación plena del Dios salvador y liberador, es un reconocimiento y celebración de ese aval incondicional de El hacia nosotros, lo hace en términos de universalidad y acogida a todos los seres humanos, siempre respetando la libertad que cada uno tiene de tomar su invitación. Las lecturas que la Iglesia nos propone para este domingo son de auténtico estímulo a nuestras búsquedas de las mejores razones para la esperanza. 2
La época en la que se escribe la parte del libro de Isaías que se nos propone hoy como primera lectura (llamada del III Isaías) corresponde a la “restauración”, es el regreso de los israelitas a Jerusalén después del duro exilio en Babilonia. Hay que decir que es el tiempo en el que ha sido escrita la mayor parte del Antiguo Testamento. Isaías anima la fe de su pueblo, invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé , quien traerá la paz y la justicia, con lo que Jerusalén volverá ser una ciudad radiante, luminosa, la presencia de Dios como rey hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra: “Alza los ojos en torno y mira: todos se reúnen y vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos y tus hijas son llevadas en brazos”. 3 En medio de las crisis siempre surgen voces de aliento, liderazgos comprometidos con sus comunidades, que refuerzan los valores y fortalezas de las mismas, para promover movimientos de transformación, de reencantamiento de la vida, trascendiendo los reduccionismos ideológicos y las polarizaciones sectarias.
El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios dará inicio a una nueva época para Israel, donde reinará la luz divina y serán destruídas todas las fuerzas del mal, pues El es el protector y salvador del pueblo. Si bien este es un texto local para el Israel bíblico, por la crisis vivida con el exilio, ahora en nuestro tiempo lo leemos en clave universal, donde el criterio de universalidad es el mismo Jesús, cuyo mensaje y práctica trasciende el exclusivismo religioso de Israel y abre la oferta de Dios a toda la humanidad. Este es el contenido central de esta solemnidad de la Epifanía, palabra que significa plena manifestación de Dios, que acontece anunciando a todos los seres humanos la posibilidad de ser acogidos por el beneficio definitivo que El nos comunica en Jesucristo. 4
Siempre conviene insistir en la indispensable apertura de la interpretación de los textos bíblicos, dado que ellos fueron formulados en un contexto muy particular y circunscrito a los límites propios de Israel, de su religión y de su cultura. “Leer” la Biblia desde su contexto y en correlación con nuestros espacios de vida nos permite detectar su pre-texto/intencionalidad y hacer también una lectura aplicada a nuestras propias realidades. Con eso damos el paso de leer “algo sucedido hace muchos siglos” a un ejercicio contextualizado en nuestra realidad histórica y existencial. 5 Por ejemplo, leer este texto de Isaías sin enterarnos de su contexto resulta totalmente insípido, pero si hacemos el esfuerzo de adentrarnos en los hechos en los que surge el escrito nos habilita para enlazar “aquello sucedido in illo tempore” con realidades similares de nuestra historia actual. 6 Por ejemplo, cómo vivir esta universalidad de la fe en Dios en tiempos en los que comunidades significativas del mundo padecen la ignominia de la guerra, como en Palestina, Ucrania, Israel? Cómo hablar del Dios que salva a todos en esta difícil circunstancia que lastima gravemente a la humanidad?
Y en el plano más personal, cómo asumimos dese nuestras realidades esta oferta de sentido que trae Jesús, que ilumina los diversos momentos de nuestro proceso, el discernimiento que llega cuando estamos en trance de tomar decisiones fundamentales, los criterios determinantes para la vida matrimonial, ministerial, religiosa, también nuestra participación como ciudadanos en la construcción de la sociedad, la manera como hacemos frente a situaciones de crisis?
Los exclusivismos de todo tipo, religiosos, ideológicos, políticos, étnicos, económicos, son un atentado contra la riqueza que trae consigo el pluralismo de la humanidad, causantes de violencias, segregaciones, maltratos, opresiones, realizadas por mentalidades autoritarias, excluyentes, que se encarnan en distintos tipos de entidades de poder. La propuesta de Jesús es diametralmente opuesta a estos modos y se caracteriza por ser eminentemente inclusiva, acogedora, ecuménica. Cierto tipo de cristianismo profundamente distorsionado, se aleja del proyecto original de Jesús y se convierte en secta, similar a aquellas que el Señor fustigó en sus diatribas contra los dirigentes del judaísmo de su tiempo. 7
Notable sensibilidad contemporánea es el movimiento ecuménico y el diálogo interreligioso, promovido desde el Concilio Vaticano II y desde el Consejo Mundial de Iglesias. 8 Este dinamismo del Espíritu sirve al reconocimiento respetuoso de lo diferente, a la acogida de los valores contenidos en las diferencias doctrinales, al trabajo conjunto de los creyentes de diversas tradiciones en pro de la paz y de la justicia social, a la superación de la pobreza, garantizando que cada uno permanezca sereno en su respectiva comunidad de fe. 9
La encíclica del Papa Francisco, “Fratelli Tutti”10, sobre la fraternidad y la amistad social, es excelente ejemplo de auténtico cristianismo, interpretación certera del mensaje de Jesús, sin sacrificar en lo más mínimo la identidad sustancial de nuestra fe, siempre abierta al diálogo y al reconocimiento de los valores contenidos en la diversidad de tradiciones religiosas. La espiritualidad que se desprende del mismo Señor Jesucristo es un modo de vida que acoge, que fomenta la comunión y la participación, que no condena, que ejerce siempre la compasión y la misericordia, nunca convertida en la prisión de un Dios justiciero y castigador.
La segunda lectura nos ofrece la perspectiva de universalidad. Pablo, a través de la carta a los Efesios, afirma que la salvación venida de Dios mediante el Señor Jesús, es para TODOS, judíos y paganos: “Por esta razón, yo, Pablo, estoy preso por causa de Cristo Jesús, para bien de los que no son judíos”. 11
El plan de Dios es formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por El. La carta a los Efesios expresa con claridad que el misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Noticia de Jesús es para todos sin excepción, los no judíos (gentiles llaman las traducciones españolas de la Biblia a los que no hacen parte del pueblo judíos). Todo ser humano está llamado a ser coheredero de ese inmenso beneficio teologal. Dios se ha querido revelar a toda la humanidad: “Tal designio secreto consiste en que los no judíos reciben mediante el evangelio la misma herencia que los judíos, pues son miembros del mismo cuerpo y tienen parte en la misma promesa que Dios hizo en Cristo Jesús”. 12
El evangelio que se proclama hoy confirma este carácter universal de la salvación. Mateo expresa, por medio del relato simbólico de los tres reyes magos, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, heredero de David. Para ello, el evangelista coloca el sitio exacto de su nacimiento – Belén de Judá – para decirnos que con su presencia en la historia se estaría cumpliendo la palabra de los profetas: “Jesús nació en Belén de Judea, durante el reinado de Herodes. Por eso tiempo, algunos sabios de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo”. 13 El rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío, y el gozo infinito de los magos, venidos de Oriente, anuncian ese carácter universal de la misión de Jesús, la oferta del Evangelio a TODOS. El simbolismo de los tres magos-reyes, es una clara alusión a esta perspectiva de universalidad. Con estos tres personajes Mateo anuncia que con Jesús llega un cambio en la comprensión de la salvación. Dios es un Dios de todos y para todos: así lo revela El en el Señor Jesucristo! 14
Antonio José Sarmiento Nova, SJ
1 CONCILIO VATICANO II. Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo moderno Gaudium et Spes, número 1. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1996.
2 FRANKL, Viktor & LAPIDE, Pinchas. Búsqueda de Dios y sentido de la vida. Diálogo entre un teólogo y un psicólogo. Herder. Barcelona, 2005. FERRARI, Marcelo R. De un Dios logificado al Dios sentido de la vida. Aproximaciones para un renovado diálogo entre increencia y fe desde Xavier Zubiri. Comunicación presentada al II Congreso Internacional de Filosofía Xavier Zubiri. Digitalizado por Biblioteca “Florentino Idoate” UCA San Salvador, 2005. DE ANQUÍN, Nimio. Sobre la esperanza. En https://www.bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/4065/06-anquin-esperanza.pdf MARTÍN DESCALZO, José Luis. Razones para la esperanza. Testimonio existencial de la vida cristiana en nuestra época. Atenas. Madrid, 1991. PEREZ ESQUIVEL, Adolfo. Resistir en la esperanza. Ciccus/Clacso. Buenos Aires, 2011. RAMOS GONZALEZ, Marifé. La fe esperanza: cómo podemos recuperar su dinamismo? Aula de Teología de la Universidad de Cantabria. Santander, 18 de febrero de 2014. RATZINGER, Joseph. Sobre la esperanza. En IDEM. Obras completas volumen X; páginas 390-406. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 2017.
3 Isaías 60: 4. SEVILLA JIMÉNEZ, Cristóbal. Crisis y esperanza en los profetas de Israel. En Scripta Fulgentina año XXIV, número 47-48; páginas 7-22. Instituto Teológico San Fulgencio. Cartagena, 2014. ELORZA, José Luis. Drama y esperanza: lectura existencial de, Antiguo Testamento. Verbo Divino. Estella, 2016. SCHWANTES, Milton. Sufrimiento y esperanza en el exilio. Historia y teología del pueblo de Dios en el siglo VI a.c. En https://www.dioscaminaconsupueblo.files,wordpress.com/2013/10/sufrimiento-y-esperanza-en-exilio.pdf
4 RAHNER, Karl. Teología de la Gracia: la universalidad de la oferta de salvación. Herder. Barcelona, 1967. En la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium – del Concilio Vaticano II – se enseña que la Iglesia es sacramento UNIVERSAL de salvación, esta categoría es central en el magisterio conciliar, es la raíz de lo que venimos afirmando de esta solemnidad de la Epifanía. Dios y su salvación se ofrecen sin reservas a todos, contando –claro está - con la libre acogida por parte de los destinatarios.
5 Carlos MESTERS y Rafael AGUIRRE MONASTERIO son dos autores dedicados a la interpretación bíblica, durante largos años de su vida. El primero es un religioso carmelita holandés, venido a Brasil desde muy joven, donde reside actualmente. Su trabajo principal es la formación bíblica en las comunidades populares. El segundo es experto en la formación del cristianismo primitivo, donde surgen los escritos del Nuevo Testamento. Ambos son autores de lenguaje cercano y profundo al mismo tiempo. Altamente recomendados.
6 MESTERS, Carlos. Dios: dónde estás? Una introducción práctica a la Biblia. Verbo Divino. Estella, 2008. WEST, Gerald. Lectura contextual de la Biblia. En Revista de la Escuela de Ciencias Bíblicas, número 26. Páginas 5-70. Universidad Bíblica Latinoamericana. San José de Costa Rica, 2018. PONTIFICIA COMISIÓN BÍBLICA. La interpretación de la Biblia en la Iglesia. Librería Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano, 1993. DE WIT, Hans & LOPEZ, Edgar. Lectura intercultural de la Biblia en contextos de impunidad en América Latina. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 2013.
7 BOSCH, Juan. Para conocer las sectas. Verbo Divino. Estella, 2001. GALINDO, Florencio. El fenómeno de las sectas fundamentalistas. La conquista evangélica de América Latina. Verbo Divino. Estella, 1994. ARMSTRONG, Karen. Los orígenes del fundamentalismo en el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Tusquets. Barcelona, 2017. TAMAYO ACOSTA, Juan José. Fundamentalismo y diálogo entre religiones. Trotta. Madrid, 2004.
8 El Consejo Mundial de Iglesias CMI es un organismo ecuménico con sede en Ginebra (Suiza), que aglutina alrededor de 400 denominaciones cristianas. Se dedica a la promoción del ecumenismo, desde esa óptica hace valiosos aportes a la teología y a acciones en favor de los derechos humanos, del cuidado de la casa común, de la paz y de la justicia social. Lo pueden ver en www.oikoumene.org
9 KNITTER, Paul. Introducción a la Teología de las Religiones. Verbo Divino. Estella, 2004. CONCILIO VATICANO II. Declaración Dignitatis Humanae sobre la Libertad Religiosa. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1996; páginas 658-673. Decreto Unitatis Redintegratio sobre el Ecumenismo. BAC. Madrid, 1996; páginas 608-629. Declaración Nostra Aetate sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas. BAC. Madrid, 1996; páginas 701-706. DUPUIS, Jacques. Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso. Sal Terrae. Santander, 1999. MELLONI RIBAS, Xavier. El uno en lo múltiple. Aproximación a la diversidad y unidad de las religiones. Sal Terrae. Santander, 2003. ARMSTRONG, Karen. Una historia de Dios: 4000 años de búsqueda en el judaísmo, el cristianismo, el Islam. Paidós. Barcelona, 1995. BOSCH, Juan. Para comprender el ecumenismo. Verbo Divino. Estella, 1996.
10 Publicada en octubre de 2020.
11 Efesios 3: 1
12 Efesios 3: 6
13 Mateo 2: 1-2
14 NAPOLE, Gabriel M. Jesucristo, plenitud de la revelación. En Teología tomo XLVI, número 99, páginas 249-266. Pontificia Universidad Católica Argentina. Buenos Aires, agosto 2009. POLANCO, Rodrigo. La Iglesia y la universalidad de la salvación en el cristianismo. En Teología y Vida volumen XLIV, páginas 423-443. Pontificia Universalidad Católica de Chile. Santiago, 2003. KASPER, Walter. Caminos de unidad: perspectivas para el ecumenismo. Cristiandad. Madrid, 2008.
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