domingo, 31 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 31 DE ENERO 2021 IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Y la gente quedaba asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”

(Marcos 1: 22)



Lecturas

  1. Deuteronomio 18: 15-20

  2. Salmo 94: 1-9

  3. 1 Corintios 7: 32-35

  4. Marcos 1: 21-28

Dos hechos, muy frecuentes en el mundo, son causa de indignación, de profundos desacuerdos, de intranquilidad y malestar: el mal uso que se hace de las leyes cuando someten a los humanos a obediencias injustas y a humillaciones, y la subcultura de las “fake news”, de las mentiras que circulan con estatuto de verdad. Unas y otras son producto de la deshonestidad de quienes las divulgan y convierten en instrumento de poder.1

Veamos qué nos dicen sobre estos graves asuntos las lecturas bíblicas de este domingo. En estos comienzos del año , respaldados pedagógicamente por la lógica de inicio de este tiempo litúrgico, nos encontramos con Jesús, en plan de inaugurar su ministerio, de comunicar la Buena Noticia, bajo la perspectiva de ser el profeta, el testigo de Dios, el que vive plenamente en la atmósfera del Espíritu, el que anuncia un nuevo orden de vida de total raigambre teologal, el que confronta la realidad de este mundo cuando es injusta e inhóspita para el ser humano y, por eso, contraria al querer de Dios. 2

La primera lectura – Deuteronomio – y el relato evangélico – Marcos – nos invitan a degustar el ser y quehacer del profeta. Están enfocadas desde la óptica de la verdad que viene de Dios, garantía de libertad y de dignidad, y en la construcción de una ley llamada a humanizar y a modelar relaciones humanas inspiradas en la justicia. De estas se desprende algo que en los relatos evangélicos se llama autoridad: “Todos quedaron pasmados, de tal manera que se preguntaban unos a otros: Qué es esto? Una doctrina nueva expuesta con autoridad! Da órdenes incluso a los espíritus inmundos, y le obedecen”.3 Jesús no argumentaba con la casuística de las pesadas obligaciones que se imponían a los creyentes, una minuciosidad así no era el origen de su autoridad porque esta le venía de su irrevocable compromiso con la voluntad del Padre plasmado en el reconocimiento profundo de la dignidad de las personas.4

Jesús estaba interesado en la situación particular de cada ser humano, en sus sufrimientos y penurias, en todo lo que le impedía ser libre y espontáneo. Tal interés no obedecía a deseos de poder, sino a una genuina valoración de cada persona para que todos pudieran encontrar el camino del sentido pleno de su existencia. Muchos movimientos y grupos, políticos y religiosos, se fijan en la gente si esta sirve a sus propósitos de proselitismo, cuando esto deja de suceder, los abandonan. Jesús se manifestó abiertamente contra esta conducta y lo declaró sin rodeos: “El sábado ha sido instituído para el hombre no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado”. 5

La profecía de Jesús es sobre la verdad y la justicia como garantías de dignidad humana y de credibilidad del trabajo de Dios en nosotros.6

Su conducta es la de un verdadero profeta, un hombre que habla desde Dios con entera libertad, anunciando que es deseo divino la felicidad del ser humano, y denunciando todo desorden, falsedad, injusticia, corrupción, como opuestos al plan de Dios. Jesús es el profeta por excelencia. Para señalar un caso concreto de su ministerio, su lucha contra los demonios fue una lucha contra las ideologías instaladas en el templo de Jerusalén y en las sinagogas, que buscaban un mesías espectacular, triunfante, cargado de gloria mundana. El nunca se identificó con esto; por tal razón conmina a los espíritus inmundos o ideologías opresoras a guardar silencio y a no tentarlo con falsas aclamaciones y elogios: “Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: Qué tenemos nosotros contigo? Jesús de Nazaret, has venido a destruirnos? Sé quien eres: el Santo de Dios. Jesús, entonces, le conminó: Cállate y sal de él. Y el espíritu inmundo lo agitó violentamente, dio un fuerte grito y salió de él”. 7

Falso profeta es el que acude a estratagemas de suplantación, a liderazgos absorbentes fundamentados en el anuncio de sí mismo, con ego desmedido, nada atento a la liberación y sentido de vida de los oyentes, empeñado en una faena de prestigio personal, no seducido por el orden de la gracia y del Espíritu, proponiendo una religiosidad alienante, lavando el cerebro de los destinatarios de su mensaje, inculcándoles imágenes de Dios castigador y justiciero, generando culpabilidades morbosas y acudiendo al espectáculo religioso, sin recurso a la densidad de la vida interior.8

El texto deuteronomista de hoy alude a la promesa de un futuro profeta , lo que sirvió de base para la formación de la esperanza en un personaje excepcional, una especie de segundo Moisés, cuyos atributos se proyectaron en el perfil que ellos mismos trazaron del Mesías: “Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande”. 9 La corriente deuteronomista en el Antiguo Testamento propende por una novedosa legislación alternativa cuyo fundamento se pone en la defensa de la vida y de la dignidad de las personas, es una ley para vivir con felicidad, por ello debe ser interiorizada por todos los miembros de la comunidad. La mayoría de los profetas bíblicos pertenece a esta tendencia. Para explicarlo mejor, la corriente deuteronomista fue en su tiempo como la teología de la liberación en nuestros días. 10

El criterio más claro para esta distinción es verificar si eso que se dice venir de Dios nos hace más humanos, más felices, más autónomos, más comprometidos con los demás, y si esto sucede con serenidad y paz. Lo que angustia, causa perplejidad, confusión, culpa y terror de Dios, indudablemente procede del mal espíritu y de la falsa profecía, y no es avalado por el Padre.11

El episodio referido en Marcos es esclarecedor. Todo ocurre en la sinagoga, el lugar de enseñanza oficial de la ley, el espacio de los maestros autorizados para interpretarla y aplicarla, el hecho sucede en sábado, el día sagrado, intocable. En este marco Jesús comienza su enseñanza: “La gente se asombraba de su enseñanza porque lo hacía con autoridad, no como los letrados” . 12 La autoridad que ellos perciben en Jesús no viene de la institución religiosa ni de la tradición judía, está lleno del espíritu vivificador de Dios , su mensaje viene cargado de cercanía, de esperanza, de misericordia, de aliento vital, lejano del rigorismo de los hombres del templo y de la sinagoga.

Su enseñanza humaniza y libera. La palabra profética denuncia lo que es incompatible con Dios y con la dignidad del ser humano, por eso el “espíritu immundo” denunciado protesta y se asusta ante el vigor de la crítica: los señores de la muerte, los que explotan a los pobres, los responsables de corruptelas y entuertos, los propiciadores del sufrimiento de los demás, los desleales, los corruptos, los que destruyen las ilusiones, todos ellos “poseídos” por la malignidad del espíritu perverso que surge del egoísmo, de la pèrdida del horizonte de la trascendencia, del afán desmedido de dinero y de poder, de la afirmación violenta de su pretendido dominio sobre vidas y conciencias.

A la expresión del poseído: “ Sé quien eres tú: el Santo de Dios!” 13 le acompaña el reconocimiento de la autoridad de Jesús. Curiosamente, el evangelista Marcos pone este testimonio en boca del endemoniado y no en la de sus entusiastas seguidores, indicando lo que Dios realiza en Jesús, noticia grata y esperanzadora.

Acostumbrados los judíos al discurso vertical, prohibitivo, rígido, de sus sacerdotes y maestros religiosos, este lenguaje novedoso de Jesús es causa de asombros, de iniciales perplejidades , que luego se transforman en felices constataciones. Sucede así algo liberador, definitivo, algo que cambia para bien , porque se descubre que ya no es la prohibición la que impera sino el estímulo del Espíritu y el aliento para una profunda y bienaventurada condición humana: “Qué significa esto? Una enseñanza nueva, con autoridad! .14 En la iglesia y en las iglesias debemos tener claro que no somos escribas sino discípulos de Jesús, hemos de comunicar su mensaje, no nuestras tradiciones, hemos de enseñar cuidando la vida, diciendo la verdad, practicando la justicia, no adoctrinando las mentes, hemos de anunciar su Espíritu , no nuestras particulares interpretaciones.



1 Fundación Interamericana de Prensa FIP. Qué son las “fake news”? Guía para combatir la desinformación en la era de posverdad. En https://www.ifj.org/fileadmin/user_upload/Fake_News_-_FIP_AmLat.pdf ; SERVIMEDIA. Influencia de las noticias falsas en la opinión pública. En https://www.servimedia.es/sites/default/files/documentos/informe_sobre_fake_news.pdf ; Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos OHCHR. Derechos humanos y aplicación de la ley: guía para instructores en derechos humanos. Naciones Unidas. Nueva York, 2004; POGGE, Thomas. Estamos violando los derechos humanos de los pobres del mundo? En Revista EIDOS número 17 2012, páginas 12-67. Fundación Universidad del Norte- Facultad de Derecho. Barranquilla, 2012.

2 ESPEJA PARDO, Jesús & DIAZ SARIEGO, Jesús. Palabra de Dios en lenguaje humano. Edibesa. Madrid, 2020.

3 Marcos 1: 127

4 GONZALEZ FAUS, José Ignacio. La autoridad en Jesús. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1261/1/RLT-1990-020-D.pdf

5 Marcos 2: 27-28

6 GONZALEZ FAUS, José Ignacio. La “filosofía de la vida” de Jesús de Nazaret. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1048/1/RLT-1988-013-C.pdf

7 Marcos 1: 23-26

8 SANZ PASCUAL, Julián. Un análisis en torno a la figura de Jesús de Nazaret. En https://www.encuentros-multidisciplinares.org/revista-63/julian-sanz-pascual.pdf

9 Deuteronomio 18: 18

10 BAENA, Gustavo. Fenomenología de la revelación: teología de la Biblia y hermenéutica. Verbo Divino. Estella, 2011. En esta importante obra el autor hace énfasis en el valor central de la teología deuteronomista como la gran corriente de renovación de la fe de Israel, determinante en la misión de los profetas, y en el anuncio que ellos hicieron de la verdad y de la justicia de Dios como garantías para la liberación de los seres humanos.

11 BRUEGGEMANN, Walter. La imaginación profética. Sal Terrae. Santander, 1986. MESTERS, Carlos. Lectura profética de la historia. Verbo Divino. Estella, 1988.

12 Marcos 1: 22

13 Marcos 1: 24

14 Marcos 1: 27

domingo, 24 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 24 DE ENERO 2021

 

III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

Después que Juan fuese entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios ha llegado; conviértanse y crean en la Buena Nueva”

(Marcos 1: 14-15)



Lecturas

  1. Jonás 3: 1-10

  2. Salmo 24: 4-9

  3. 1 Corintios 7: 29-31

  4. Marcos 1: 14-20

El domingo anterior, el evangelio de Juan nos contó cómo Jesús entró en contacto con algunos de los que más tarde serían sus discípulos. En este domingo III volvemos al relato de Marcos, que será el predominante durante el ciclo B. En tres escenas, las dos últimas estrechamente relacionadas, nos cuenta la forma sorprendente en que empieza la actuación de Jesús, anunciando la Buena Noticia de Dios, principalmente dirigida a los más pobres y abandonados, e invitando a una nueva manera de vivir que, en lenguaje tradicional, conocemos como conversión.1

Lo que propone y pide Jesús no es cualquier cosa. Buena Nueva no consiste en un mensaje piadoso, circunstancial, para espíritus timoratos, cumplidores de legislaciones religiosas. Jesús anuncia un nuevo orden de vida, una nueva lógica de la existencia, de corte claramente teologal, de la que él se experimenta como profeta y testigo dispuesto a vivir en totalidad todo lo que ella le demande: “Cuando arrestaron a Juan, Jesús se dirigió a Galilea a proclamar la Buena Nueva de Dios”, 2 como si ese hecho de ser Juan llevado a prisión despertase en él la conciencia de continuar su misión.3 Viniendo a la cristología que parte de la humanidad de Jesús, y enfatiza su realidad y su contexto, el Padre Dios le habla a través de los acontecimientos de la vida, como a nosotros, con el consiguiente ejercicio de discernimiento y de experiencia profundamente liberadora.4La coyuntura es la desaparición de Juan el Bautista y la necesidad de suplir el vacío que deja, continuando la invitación a convertirse y a llevar un nuevo modo de ser y de proceder.

Y lo segundo, definitivo para Jesús, es acceder a ese nuevo estilo que se llama conversión, dejarse tomar por Dios, cambiar la escala de valores, desplazarse del ego al tú y al nosotros, asumir que el prójimo es determinante, adoptar una actitud de libertad ante los bienes materiales y el dinero, comprometerse incondicionalmente con las causas de la justicia y de la dignidad humana , acogiendo plenamente a la voluntad del Padre.

Jesús marca un contraste con Juan en cuanto al lugar de su predicación y ministerio. El Bautista se situó en el desierto, y hasta allí llegó la gente para escucharlo, en tanto que Jesús se va a recorrer la provincia de Galilea, en ese tiempo era una zona rica y fértil, aunque se trataba de una abundancia mal repartida, lo mismo que en todo el imperio romano. Se caracterizaban sus habitantes por no pasar entero las arrogancias de los judíos y de sus dirigentes religiosos, eran abiertamente contrarios al centralismo de la capital.5

Los judíos de Jerusalén tenían mal concepto de los galileos, los consideraban revoltosos y disociadores. Un viejo dicho entre los judíos decía: “Si alguien quiere ser rico, que vaya a Galilea, si quiere ser sabio, que venga a Judea”, indicando con esto la muy conocida conciencia de superioridad y vanidad propia de fariseos, maestros de la ley y sacerdotes del templo: “Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta” . 6 Jesús no va primero a Jerusalén y a su entorno, para aprender de los maestros religiosos y para beber de la tradición original del templo, permanece en Galilea, recorre sus aldeas y caminos, comparte con sus gentes, vive sus costumbres, indicando que Dios sucede en los márgenes de la historia.7

Qué dice Jesús a estas multitudes de pobres, necesitados de razones para la esperanza? “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia” . 8

En este tiempo dominaba en algunos grupos religiosos la mentalidad apocalíptica, surgida de esa conciencia de que, al no resolverse los graves problemas y desgracias que ocurren en el mundo, a los que no se ven soluciones viables y próximas, no queda más alternativa que aguardar un mundo maravilloso, extraordinario, en el que todo el dolor y sufrimiento serán superados: el reino de Dios será esa nueva realidad de plenitud y paz. Buena parte del contenido de esa apocalíptica era fantasiosa, fundamentalista, como esas predicaciones y retornos de lo religioso que siempre están sucediendo, con llamados a desconectarse de la realidad , del contexto social e histórico, para esperar la mágica irrupción de Dios. 9

También en nuestros días las nuevas realidades religiosas tienden a volverse muy populares, principalmente en los medios sociales pobres y maltratados por las carencias materiales y emocionales, río revuelto en el que pescan los oportunistas convertidos en nuevos mesías, con su secuela de predicaciones terroríficas, enfatizando en los muchos pecados del pueblo y proponiendo una conversión angustiosa y enfermiza.10

Jesús no cae en esta trampa, no se refiere a señales fuera de lo común ni a prodigios espectaculares, se limita a decir que “está cerca el reino de Dios”,11 como la gran indicación del nuevo tiempo que emerge , vincula ese anuncio con una invitación a convertirse y a creer en la Buena Noticia, volver a Dios y mejorar la conducta, el modo de vida, cambiar de prioridades, descubrir la nueva y esperanzadora motivación de Dios, hacerse más humanos, más esenciales, más libres.

La primera lectura, del libro de Jonás, cuya misión es ejercida en Nínive, ciudad vana y desentendida de Dios y de los valores fundamentales de la vida, símbolo de la superficialidad, del hedonismo, del consumismo y de la ligereza en materia de costumbres : “Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla. Jonás se fue adentrando en la ciudad y caminó un día entero pregonando: dentro de cuarenta días Nínive será arrasada!” . 12 Este profeta, inicialmente lento en su respuesta a Dios, porque temía confrontar a la población mundana de la ciudad, se sorprende con el movimiento de conversión que se suscita a raíz de su predicación: “Los ninivitas creyeron en Dios, organizaron un ayuno y grandes y pequeños se vistieron de saco. El anuncio llegó hasta el rey de Nínive, que se bajó del trono, se quitó su manto, se cubrió de saco y se sentó en la ceniza”. 13

La llamada a la conversión es un rasgo típico del ministerio de los profetas, lenguaje que no resultaría extraño a los oyentes de Jesús, y que se hace más completa con el “creer en la Buena Noticia” ,14 que viene a descubrir un horizonte de sentido que se pretende salvador y liberador para esta multitud de personas maltratadas por la pobreza, por las humillaciones del imperio romano, por el desprecio de sus sacerdotes y maestros.

Para trabajar en la pedagogía del reino, Jesús requiere compañeros en la misión, por eso el relato de Marcos destaca el llamamiento de unos discípulos, a quienes invita para que hagan parte de esta iniciativa. No los busca en Jerusalén, entre los discípulos de los rabinos y de los ilustrados, va a los pescadores, al medio popular, y allí convoca: “ Caminando junto al lado de Galilea, vió a Simón y a su hermano Andrés que echaban las redes al lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. Inmediatamente, dejando las redes, le siguieron” .15 Notable la disponibilidad de estos jóvenes galileos que con gran generosidad aceptan el llamado y se van tras Jesús a emprender esta apasionante aventura de sembrar las semillas de un nuevo orden de dignidad y de vitalidad en nombre del Padre Dios.

Cómo son nuestras actitudes ante las llamadas que Dios nos hace en las experiencias de la vida? Inventamos argumentos para resistirnos, mecanismos de justificación, evasiones aparentemente razonables? Nos cerramos a las evidentes señales de cercanía del reino para negarnos a la invitación que Jesús nos formula en términos de una vida más auténtica, desposeída de grandezas, y seriamente entregada a trabajar por la justicia, por la dignidad humana, por el sentido liberador de la existencia? Cuáles son los grandes impedimentos que frenan en nosotros la atención a esta invitación?

La cercanía del reino 16 es el principio de una nueva etapa en la historia de la humanidad, en la que los valores determinantes serán la doble relación de filiación y fraternidad que se significa con plenitud en Jesús, el hijo y hermano por excelencia.



Antonio José Sarmiento Nova, S.J.



1 CASAS RAMIREZ, Juan Alberto La conversión como condición de posibilidad del seguimiento del Señor a partir del evangelio de Marcos. Publicado en revista Cuestiones Teológicas volumen 40 número 93 enero-junio 2013. 2013, páginas 127-146. Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Este artículo es un excelente recurso para entender lo que significa conversión para Jesús, altamente recomendado.

2 Marcos 1: 14

3 JEREMIAS, Joachim. Abba: el mensaje central del Nuevo Testamento. Sígueme. Salamanca, 1993. PAGAN, Samuel. Jesús de Nazareth: vida, enseñanza, significado. CLIE. Barcelona, 2012.

4 NOLAN, Albert. Jesús, hoy: una espiritualidad de libertad radical. Sal Terrae. Santander, 2011. HORSLEY, Richard & SILBERMAN, Neil. La revolución del Reino: cómo Jesús y Pablo transformaron el mundo antiguo. Sal Terrae. Santander, 2005.

5 SAULNIER, Cristian & ROLLAND, Bernard. Palestina en tiempos de Jesús. Verbo Divino. Estella, 1981.

6 Juan 7: 52

7 BRAVO GALLARDO, Carlos. El pueblo en tiempos de Jesús: la no-historia del pueblo (o el reverso de la historia. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1099/1/RLT-1985-006-C.pdf

8 Marcos 1: 15

9 NORATTO, José Alfredo. Apocalíptica y mesianismos: tras la interpretación del Apocalipsis de San Juan . En revista Theologica Xaveriana número 135. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, 2000; páginas 337-352.

10 MARTINEZ NUÑEZ, María Delia. Mesianismos y milenarismos en América latina: un diálogo entre contextos disímiles. Tesis de grado para optar al título de doctorado en estudios latinoamericanos. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad de Chile. Santiago de Chile, 2016. SCHAFFER, Heinrich. Protestantismo y crisis social en América Central. Departamento Ecuménico de Investigaciones DEI. San José de Costa Rica, 1992. MARDONES, José María. Para comprender las nuevas formas de la religión. Verbo Divino. Estella, 1999.

11 Marcos 1: 15

12 Jonás 3: 3-4

13 Jonás 3: 5-6

14 Marcos 1: 15

15 Marcos 1: 16-18

16 CASTILLO, José María. El reino de Dios: por la vida y la dignidad de los seres humanos. Desclée de Brower. Bilbao, 2000.

domingo, 17 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 17 DE ENERO 2021 DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús”

(Juan 1: 37)



Lecturas:

  1. 1 Samuel 3: 3-19

  2. Salmo 39

  3. 1 Corintios 1: 6: 13-20

  4. Juan 1: 35-42

Celebrado y vivido intensamente el tiempo de Navidad, entramos ahora en lo que se conoce en el ordenamiento litúrgico de la Iglesia como el tiempo ordinario, el tiempo de la cotidianidad, donde acontece la vida de los seres humanos, nada espectacular, el discreto discurrir de la humanidad. El año litúrgico no es asunto que se propone al azar, es algo pensado pedagógicamente para que cada comunidad cristiana pueda hacer un seguimiento sistemático – a partir de las lecturas bíblicas que se señalan para cada domingo – del proyecto que el Padre Dios realiza para nosotros en la persona de Jesús. Se trata de hacernos conscientes de su acontecer en nosotros, como él sabe hacerlo, de modo salvador y liberador, para que nuestra condición madure en la progresiva identificación con el Señor.1

La existencia cotidiana, la común y corriente, de hogar, de trabajo, de estudios, de felicidad y satisfacciones, de dolor y preocupaciones, es el lugar natural donde Dios se manifiesta, donde El nos llama a una vida de dignidad y de sentido pleno de nuestro existir. Queremos designar esto con el nombre de llamamiento o vocación, invitación a vivir una vida con significado trascendente, aprovechada al máximo, en la que los valores de amor, servicio, espiritualidad, solidaridad, sean determinantes de todas nuestras decisiones y conductas. A esto apuntan las lecturas de este domingo, estupenda propuesta para marcar nuestro derrotero del año 2021.

La primera es bien elocuente. Nos habla de un joven llamado Samuel, que había sido ofrecido a Dios por su madre. La escena del texto es sugerente: “El Señor llamó a Samuel y él respondió: aquí estoy. Samuel fue corriendo a donde estaba Elí (su maestro) y le dijo: aquí estoy porque me has llamado. Pero Elí le dijo: Yo no te llamé, vuelve a acostarte. Y él se fue a acostar” .2 Samuel aún no conoce a Yahvé, pero sabe de la constancia en la obediencia, porque le ha sido inculcada, y tiene claro que debe acudir al llamado, aun cuando en las primeras ocasiones su prontitud pareció haber sido en vano. El maestro Elí comprendió que el llamado venía de Dios, por eso indujo al discípulo a escuchar y a distinguir las señales de la presencia que le invitaba a una vida de más profundidad y compromiso.

La vocación , hablando en lenguaje de creyentes en Jesús, no es un tema reservado a sacerdotes, religiosas, o a élites de “perfectos”. Todo ser humano está llamado a ser feliz, a ser plenamente humano, a realizar todas las potencialidades de su vida; cada uno, en ejercicio de su libertad, va encontrando las alternativas donde llevar a cabo su respuesta vocacional. Cada vocación es buena en sí misma, no hay unas mejores que otras, la bondad de ellas está dada por la posibilidad real de que cada ser humano logre su plenitud en el camino escogido libremente. Y allí acontece el proyecto liberador de Dios. El joven Samuel es un prototipo de esta realidad.3

Este texto nos ayuda a esclarecer nuestro camino vocacional. Toda persona, en su camino de maduración, llega a percibir la seducción de unos valores que le llaman, con voz imprecisa al principio, que poco a poco se van perfilando y le invitan a salir de sí, a consagrar la vida a una gran causa : Todos “tenemos vocación”, descubrirlo es atinar con el camino de la felicidad!

Esas voces difusas en la noche, difícilmente reconocibles, provienen de la fuente honda que será capaz más tarde de absorber y centrar toda nuestra vida. No hay mayor don que encontrar esa vocación, como la experimentó Samuel: “Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: Samuel! Samuel! El respondió: habla porque tu servidor escucha” , 4 equivale a encontrarse a sí mismo, a descubrir lo que moviliza la vida, lo que nos enamora y apasiona, la razón fundamental de la existencia.

Es triste constatar el drama de tantas personas que no adivinan esta jugada maestra. Los españoles utilizan la expresión “pasotismo” para referirse a aquellos que viven sólo para el presente, sin integrar su pasado ni proyectarse al futuro, inmediatizados por lo pasajero, por sensaciones placenteras y momentáneas que no configuran un ser humano auténtico. Muchos domesticados por la seudocultura “light”, manipulados por las conveniencias sociales, cargan ladrillos a las mentalidades vacías de valores y de trascendencia, “líquidas”, como las denomina el pensador polaco Zygmunt Bauman. 5 En muchos lo vocacional no es un referente porque carecen de visión de futuro y de capacidad para los compromisos sólidos y definitivos. 6

En este orden de cosas podemos captar mejor el sentido de las palabras que Pablo dedica a los cristianos de Corinto, en la segunda lectura de hoy, con palabras que nos pueden sonar fuertes , pero comprensibles en el contexto de aquella ciudad de Corinto, puerto, lugar de comercio, cruce de personas de diversa índole, bullir de ideas y también de superficialidades: ”O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, y a qué precio!. Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos!” . 7

Ser el cuerpo-templo del Espíritu tiene que ver con aquello de que lo humano es la sacramentalidad de lo divino, a lo que aludíamos en las reflexiones de la pasada Navidad. De acuerdo con esto, se impone un fino discernimiento para detectar lo que nos acerca a Dios, lo que nos aleja de El. Porque esta relación no se queda en el ámbito de lo espiritual, sino que abarca la totalidad de la vida: el trabajo, las relaciones humanas, la política, la cultura ciudadana, el conocimiento científico, la familia, la sexualidad, la afectividad. En todo momento y circunstancia debemos preguntarnos si actuamos en armonía con el plan de Dios y en fidelidad a su deseo de amor y de justicia para todos.8

Vale decir que este proyecto de vida, en perspectiva cristiana, no consiste en la formación de gente adusta, reñida con el gozo de vivir, de rasgos fundamentalistas, obsesionados con reglamentos y rituales. El ser humano que surge del llamado de Jesús es alguien normal, muy normal, bien conectado con la realidad, ecuánime en el manejo de sus emociones, socialmente comprometido, con espíritu crítico, libre y profundamente humano. 9

El evangelio de hoy, de Juan, típico relato vocacional, se refiere a los primeros discípulos que Jesús elige. Dos discípulos de Juan el Bautista escuchan a su maestro expresarse sobre Jesús como “el cordero de Dios”, y sin vacilaciones, con la misma ingenuidad del joven Samuel, siguen a Jesús, se disponen a ser sus discípulos, lo que conllevará un cambio sustancial para sus vidas: “Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. El se dio la vuelta, y viendo que lo seguían, les preguntó: qué quieren? Ellos le respondieron: Rabbí – que significa maestro – dónde vives? Vengan y lo verán, les dijo. Fueron, vieron donde vivía y se quedaron con él ese día” .10

Estos buscadores de sentido se sienten movidos por Jesús, por su vida, por su estilo, por su Buena Noticia y por eso desean hacer parte de su grupo. Jesús, en gesto muy diciente, no guarda las distancias, sino que los invita a su cercanía, a conocer su morada, a quedarse con él, a integrarse a su causa del reino de Dios y su justicia.

Muchos modelos de identidad se nos proponen hoy: el ganancioso, el cosechador de éxitos y de títulos, el rico y poderoso, el coleccionista de parejas con las que no se compromete, el de la felicidad superficial, el de la vida cómoda y carente de abnegación, el que se codea con los que son como él, vanos colectivos de máscaras y de penosas interioridades! Por contraste, la llamada de Jesús resuena proféticamente, con vigor, invitándonos a un modo de vida plasmado en las bienaventuranzas.

Seguir a Jesús, caminar con él, no puede hacerse sino por haber tenido una experiencia explícita de encuentro con él. Estamos abiertos a esa invitación gratuita, desinteresada? Nos dejamos mirar por Jesús, como Pedro?: “Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: hemos encontrado al Mesías, que traducido significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan, tú te llamarás Cefas, que traducido significa Pedro” .11

Que sean estas reflexiones una ayuda para discernir nuestro camino vocacional en 2021 y siempre. Nuestra ruta de felicidad, en el caso de muchos será consolidar lo ya decidido, y en el de otros la iniciación de una aventura existencial. En el uno y en el otro lo que está en juego es la autenticidad humana con signo trascendente, la apuesta por una humanidad erguida, libre, con temple para hacer frente al aspecto adverso de la vida, sin doblegarse ante ningún poder. Esa es la humanidad a la que invita Jesús de Nazareth. 12





Antonio José Sarmiento Nova, S.J.





1 LE BON, Jean. Para vivir la liturgia. Verbo Divino. Estella, 1987. BERNAL, José Manuel. Para vivir el año litúrgico. Verbo Divino. Estella, 2004. BECKHAUSER, Alberto y varios. Manual de Liturgia: expresiones celebrativas del misterio pascual en la vida de la Iglesia. Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM. Bogotá, 2005.

2 1 Samuel 3: 4-5

3 GARRIDO, Javier. Adulto y cristiano: crisis de realismo y madurez cristiana. Sal Terrae. Santander, 1987; Ni santo ni mediocre: ideal cristiano y condición humana. Sal Terrae. Santander, 1992; Proceso humano y gracia de Dios. Sal Terrae. Santander, 1998. QUOIST. Michel. Triunfo. Herder. Barcelona, 1998. URTEAGA, Jesús. El valor divino de lo humano. Rialp. Madrid, 2008.

4 1 Samuel 3: 10

5 1925-2017.BAUMAN, Zygmunt & LEONCINI, Thomas. Generación líquida: transformaciones en la era 3.0. Paidós. Barcelona, 2017. REGUILLO CRUZ, Rossana. Emergencia de culturas juveniles: estrategias del desencanto. Grupo editorial Norma. Bogotá, 2000. BERGER y LUCKMAN, Thomas. Modernidad, pluralismo y crisis de sentido: la orientación del hombre moderno. Paidós. Barcelona, 1997. CUBIDES, Humberto; LAVERDE, María Cristina; VALDERRAMA, Carlos Eduardo. Viviendo a toda: jóvenes, territorios culturales y nuevas sensibilidades. Universidad Central – Siglo del Hombre Editores. Bogotá, 1998.

6 GONZALEZ MENENDEZ, Ricardo Angel. Es la visión integral actual del ser humano, suficiente? En revista Medisur volumen 14 número 6. Facultad de Ciencias Médicas Universidad de La Habana, diciembre, 2016. BAUMAN, Zygmunt. Tiempos líquidos: vivir en una época de incertidumbre. Tusquets. Barcelona, 2014; Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica. México D.F., 2004.

7 1 Corintios 6: 19-20

8 FREIRE, Paulo. La educación como práctica de libertad. Siglo XXI. México, D.F., 1982. MASLOW, Abraham. El hombre autorrealizado. Paidós. Barcelona, 1979. LUQUE, Francisco. Un proyecto de vida: ejercicios espirituales a jóvenes. Indo American Press Service. Bogotá, 1988. FRANKL, Viktor. La voluntad de sentido. Herder. Barcelona, 1999.

9 ESTRADA DIAZ, Juan Antonio. El ser humano como proceso: don y naturaleza. En Revista Iberoamericana de Teología volumen X número 19, páginas 77-104. Universidad Iberoamericana. México D.F., 2014. LEVINAS, Emmanuel. Humanismo del otro hombre. Caparrós. Madrid, 1998. ZUBIRI, Xavier. Sobre el hombre. Alianza Editorial. Madrid, 1986. PLASENCIA LLANOS, Vicente. Ser humano: un proyecto inconcluso. Universidad Politécnica Salesiana. Cuenca, Ecuador, 2017.

10 Juan 1: 37-39

11 Juan 1: 41-42

12 DUQUOC, Christian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1989. MANARANCHE, André. Creo en Jesucristo hoy. Sígueme. Salamanca, 1976.

domingo, 10 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA DOMINGO 10 DE ENERO 2021 EL BAUTISMO DEL SEÑOR CICLO B

 

Entonces se oyó una voz que venía de los cielos: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”

(Marcos 1: 11)



Lecturas

  1. Isaías 42: 1-7

  2. Salmo 28: 1-10

  3. Hechos 10 : 34-38

  4. Marcos 1 : 6-11



Como pueden apreciar nuestros amables lectores de cada semana, en COMUNITAS MATUTINA hacemos un esfuerzo por presentar una visión del cristianismo y de la persona del Señor Jesucristo encarnados en las realidades concretas de la humanidad, en lo cotidiano, existencial e histórico. Esta no es una veleidad subjetiva de los redactores de estas páginas, es un elemento esencial de la encarnación, de la fe de la Iglesia. No es posible entender y asumir la realidad de Jesús sin este aspecto de realismo, de implicación solidaria suya en la vida de la humanidad.1 Este tiempo de Navidad es una oportunidad muy favorable para considerar este misterio fundante de nuestra fe, es su esencia teológica y humana.

El magisterio del Concilio Vaticano II y de los sucesivos papas que han estado a la cabeza de su ejecución y puesta en práctica2 tiene como una de sus características determinantes esta de la inserción cristológica y eclesial en la realidad del ser humano. La Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno “Gaudium et Spes” de Vaticano II, es la formulación oficial de la Iglesia que pone al día, en las categorías significativas para la humanidad de nuestros tiempo, ese lenguaje y pensamiento de realismo histórico inherente a la encarnación del Hijo de Dios entre nosotros: “El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de todos los afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo y no hay nada verdaderamente humano que no tenga resonancia en su corazón”. 3

El cristianismo original, el propio de Jesús, el del Evangelio, el de las comunidades primitivas, es una fe arraigada en la realidad concreta de los seres humanos, en su historia cotidiana, en sus experiencias de vida y de muerte, en sus dolores y en sus alegrías, consecuencia directa y primera de la encarnación, del Dios que se inserta en este mundo asumiendo lo propio del ser humano con la totalidad de sus implicaciones.4 Un cristianismo que se desentiende de la historia, de la realidad humana, que no se interesa por lo social, por lo político, por lo económico, es una caricatura que distorsiona al mismo Dios y al Señor Jesucristo.5

Esto es la que se quiere hacer evidente en el contenido de este domingo. El Bautismo de Jesús significa que él – en nombre de Dios y de la misma humanidad – asume la historia nuestra, haciéndose partícipe de la misma, verdaderamente humano en la felicidad y en el sufrimiento, Dios uno de los nuestros! El, que viene a re – significar con salvación y liberación el absurdo de la muerte y del mal, se encarna en la totalidad del ser humano y de su existencia, sin reservas, semejante a nosotros en todo menos en el pecado, como nos lo comunican la tradición del Nuevo Testamento y de la Iglesia.6

Evocamos el contexto del relato de Marcos, que hoy se nos ofrece como lectura del evangelio : Juan el Bautista, 7 hombre profundamente sincero en su religiosidad y de gran sensibilidad espiritual, está muy inquieto porque ve que la institución judía, el templo, sus sacerdotes, el modo como viven y transmiten la relación con Dios y su práctica correspondiente, no están impregnados de la radical honestidad propia del profetismo bíblico, constata la preocupante inautenticidad vigente, el olvido de Dios, las graves injusticias que se cometen contra el pueblo, la insensibilidad de la clase dirigente judía. Por esto promueve un movimiento de conversión y de rescate de la originalidad religiosa de Israel, lo hace con gran severidad y rigor: “Así se presentó Juan en el desierto, bautizando y predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados” .8

Jesús, Hijo de Dios, encarnado en la realidad de su pueblo, comprometido con su destino, se interesa en la iniciativa del Bautista, y por eso va a escucharle, y a dejarse tocar por lo que este profeta propone, consciente de que hay que evolucionar hacia un modo de vivir fundamentado en el reino de Dios y su justicia, en el que la radical honestidad de la vida y el acatamiento pleno de la voluntad del Padre son constitutivos del nuevo modo que viene con él: “En aquel tiempo vino Jesús desde Nazaret de Galilea y se hizo bautizar por Juan en el Jordán” .9

Es el tiempo de la salvación, el tiempo del nuevo ser humano que se empieza a realizar con Jesús; así, el signo de este bautismo cobra mayor fuerza expresiva y decisivo peso simbólico. El bautismo que realizaba Juan Bautista es el gesto indicativo de quien se hunde en las aguas de la muerte, del pecado, del egoísmo, de la injusticia , y emerge de ellas para llevar una vida nueva, inspirada en Dios y en los valores esenciales que Jesús propone como contenidos de la Buena Noticia.

Cuáles eran las pecaminosidades de ese tiempo y de ese contexto? La presencia dominante política y militar del imperio romano, el autoritarismo de este y el desprecio por el pueblo humilde, la imposición arbitraria de leyes, el desconocimiento de su identidad y de su cultura, las abismales diferencias sociales, escandalosas y contrarias al proyecto de Dios. También la actitud de no conversión propia del judaísmo fundamentalista, que afirmaba que la única mediación posible de salvación era el cumplimiento milimétrico de todas las prescripciones de la ley, tanto en las determinaciones rituales como en las mil normas de la vida cotidiana, estableciendo un dominio de ese ordenamiento sobre el ser humano y sobre sus legítimas aspiraciones de libertad. Buena parte del pueblo estaba seducido por sus líderes, dándoles la razón y legitimando su despotismo.

Los efectos malignos del pecado no se erradican con simples actos de buena voluntad o con legislaciones y reformas. Se impone la presencia novedosa de una realidad trascendente que entre a lo más hondo del corazón de las gentes de buena voluntad. Esto es la que se hace realidad en la persona de Jesús, quien se une al movimiento del Bautista, significando con ello su misión de eliminar de los individuos y de la sociedad las consecuencias de este desorden.10

A esto aluden las palabras de Marcos e Isaías: “En cuanto salió del agua, vió el cielo abierto y al Espíritu bajando sobre él como una paloma. Se escuchó una voz del cielo que dijo: Tú eres me Hijo querido, mi predilecto” ;11 y “Miren a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi Espíritu, para que promueva el derecho en las naciones” . 12 Así, se explicita la elección que Dios hace de él para confiarle la misión de replantear de raíz la historia de la humanidad, desafiando las fuerzas del mal y la pecaminosidad ya señalada, configurándolo como el salvador y liberador, el que es capaz – teologalmente, humanamente – de abrir un horizonte de sentido y trascendencia, promoviendo esa nueva manera de vida, libre y redimida, que se manifiesta en las bienaventuranzas.

Así lo expresa el testimonio de Pedro, en la segunda lectura de este domingo: “ Ustedes ya conocen lo sucedido por toda la Judea, empezando por Galilea, a partir del bautismo que predicaba Juan. Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con Espíritu Santo y poder; él pasó haciendo el bien y sanando a los poseídos del diablo, porque Dios estaba con él” . 13

Estas palabras son la ratificación que hace la Iglesia Apostólica - personificada en su líder y pastor primero, Pedro, - de la misión y compromiso de Jesús, que la Iglesia nos destaca en estos comienzos del año litúrgico, como disposición para seguir juiciosamente su itinerario a lo largo de 2021, principalmente en los textos bíblicos que se nos ofrecen cada domingo, con el protagonismo del evangelio de Marcos.

Con Jesús, estamos llamados a escuchar las invitaciones a la conversión que nos hacen los signos de los tiempos, las personas y grupos sinceramente evangélicos y humanos, que señalan las incoherencias nuestras y las sociales, para comprometernos en esta tarea permanente, infatigable, exigente, de sacar de raíz el mal en las múltiples manifestaciones que reviste. Esta misión es perfectamente descrita por Isaías: “Yo, el Señor, te he llamado para la justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión y de la cárcel a los que habitan en tinieblas” . 14

Tareas para 2021, en el espíritu de esta Palabra, son el afrontar con entereza y esperanza activa las implicaciones del pandemia del covid-19, cuya amenaza sigue plenamente en pie, aportar lo específico del Evangelio para la configuración justa del bien de todos en la sociedad, asumir como propia la ética del cuidado,15 atender con especial preferencia a los grupos marginales, hacer que todos los actos de nuestra vida estén orientados a la promoción de la dignidad humana, dejarnos tomar en un ciento por ciento por este Jesús, tan nuestro y tan de Dios al mismo tiempo, y apropiarnos del sentido redentor y liberador de su encarnación.



1 SCHOONENBERG, Piet. Un Dios de los hombres. Herder. Barcelona, 1968. GONZALEZ FAUS, José Ignacio. Otro mundo es posible desde Jesús. Sal Terrae. Santander, 2010.

2 Juan XXIII (1958-1963), Pablo VI (1963-78), Juan Pablo I (1978), Juan Pablo II (1978-2005), Benedicto XVI (2005-2013), Francisco (2013….)

3 Concilio VATICANO II. Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno Gaudium et Spes, número 1. Edición Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1996; página 239.

4 TRIGO, Pedro. Jesús nuestro hermano: acercamientos históricos y situados a Jesús de Nazareth. Sal Terrae. Santander, 2018. MOINGT, Joseph. El hombre que venía de Dios. Desclée de Brower. Bilbao, 1995. 2 volúmenes. SCHYLLEEBECKX, Edward. Jesús, la historia de un viviente. Trotta. Madrid, 2002.

5 José SARAMAGO (1922-2010), el célebre escritor portugués, premio Nobel de literatura en 1998, escribió El evangelio según Jesucristo, entre otras con la intención de confrontar las interpretaciones desencarnadas de Jesús, y las correspondientes prácticas cristianas igualmente alejadas de las realidades humanas. Conviene recordar que Saramago no era creyente, eso no lo hace despreciable para nuestra formación en el seguimiento de Jesús, más bien, es una motivación para conocer el testimonio de un no creyente seducido por su apasionante figura.

6 CROSSAN, John Dominic. Jesús: vida de un campesino judío. Crítica. Barcelona, 1994. MEIER, John P. Un judío marginal: nueva visión del Jesús histórico. Ambiciosa obra de cristología publicada en varios volúmenes por la editorial Verbo Divino de España, cuyo autor se esfuerza por presentar mediante riguroso análisis exégetico de los textos del Nuevo Testamento la figura histórica de Jesús, su realidad en el mundo concreto de Palestina, su vida doméstica, su implicación solidaria con los grupos marginales de su tiempo, sus opciones ante el poder religioso judío, su anuncio de la paternidad compasiva de Dios, su predicación del reino y su justicia.

7 SAEZ DE MATURANA, Francisco Javier. Juan el Bautista, una aproximación al profeta del desierto. PPC. Madrid, 2020. BERMEJO RUBIO, Fernando. La relación de Juan el Bautista y Jesús de Nazareth. Trotta. Madrid, 2011. ALVAREZ VALDES, Ariel. Enigmas de la vida de Juan Bautista. San Pablo. Buenos Aires, 2012.

8 Marcos 1: 4

9 Marcos 1: 9

10 PIKAZA IBARRONDO, Xabier. Evangelio de Marcos: la Buena Noticia de Jesús. Verbo Divino. Estella, 2011. SICRE, José Luis. El evangelio de Marcos: comentario litúrgico al ciclo B y guía de lectura. Verbo Divino. Estella, 2020.

11 Marcos 1: 10-11

12 Isaías 42: 11

13 Hechos 10: 37-38

14 Isaías 42: 6-7

15 BOFF, Leonardo. El cuidado esencial: ética de lo humano, compasión por la tierra. Trotta. Madrid, 2002.

domingo, 3 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 3 DE ENERO 2021 SOLEMNIDAD DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR CICLO B

 

Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tantos los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios”


(Efesios 3: 6)


Lecturas:


  1. Isaías 60: 1- 6

  2. Salmo 71

  3. Efesios 3: 1 – 6

  4. Mateo 2: 1 - 12


La época en la que se escribe esta parte del libro del profeta Isaías ( llamada del «Tercer Isaías», primera lectura de este domingo ) corresponde a «la restauración», es decir, al regreso a Jerusalén de los israelitas que habían sido deportados a Babilonia. (Es el tiempo en el que ha sido escrita la mayor parte de la Biblia). Isaías anima la fe de su pueblo, los invita a poner nuevamente su fe y su corazón en la fuerza salvífica de Yahvé, quien traerá la paz y la justicia , con lo que Jerusalén volverá a ser una ciudad radiante, llena de luz, en donde la presencia de Dios como rey hará de ella una nación grande, ante cuya presencia se postrarán todos los pueblos de la tierra: “Alza los ojos en torno y mira: todos se reúnen y vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos y tus hijas son llevadas en brazos”.1



El profeta manifiesta con esta gran revelación que Dios dará inicio a una nueva época para Israel, una época donde reinará la luz de Dios y serán destruidas todas las fuerzas del mal, pues Dios se hace presente en Israel y ya más nadie podrá hacerle daño.



Si bien este es un texto local para Israel, pues era propio de su contexto y circunstancias animar al pueblo después de la grave crisis del exilio en Babilonia, ahora lo leemos en clave ecuménica, universal, donde el criterio de esa universalidad es el mismo Jesús, cuyo mensaje y práctica supera el exclusivismo religioso de Israel y abre la oferta de Dios a toda la humanidad. Este es el contenido central de esta solemnidad de la Epifanía, cuyo significado etimológico es manifestación de Dios, que acontece anunciando a todos los seres humanos la posibilidad de ser acogidos por el beneficio definitivo que El nos comunica en Jesucristo.2



Siempre conviene insistir en la indispensable apertura de la interpretación de los textos bíblicos, dado que ellos fueron formulados en un contexto muy particular y circunscrito a los límites propios de Israel, de su religión, de su dinámica social y de su cultura. “Leer” la Biblia desde su contexto y en correlación con nuestros contextos nos permite – lo hemos afirmado muy a menudo en estas reflexiones semanales – detectar su pretexto y hacer también una lectura aplicada a nuestras propias realidades, con eso damos el paso de leer “algo sucedido hace muchos siglos” a un ejercicio contextualizado en nuestra realidad histórica y existencial. 3 Por ejemplo, leer este texto de Isaías sin enterarnos de su contexto y simplemente por cumplir una formalidad litúrgica resulta totalmente insípido, pero si hacemos el esfuerzo de adentrarnos en los hechos en los que surge el escrito nos habilita para enlazar “aquello sucedido en esos tiempos” con realidades similares de nuestro momento histórico.4 Por ejemplo, cómo vivir esta universalidad de la fe en Dios en estos tiempos de pandemia, también universal? Cómo aplicar la categoría cristiana de la esperanza en esta difícil circunstancia para la humanidad? Y junto con ella, cómo ser portadores de sentido y eficacia liberadora en medio de la pandemia de la pobreza, de la exclusión social, de la violencia, de las muchas injusticias que afectan a millones de seres humanos?5



Los exclusivismos religiosos, ideológicos, políticos, étnicos, son un atentado contra la riqueza que trae consigo el pluralismo de la humanidad y, al mismo tiempo, causantes de violencias, segregaciones, maltratos, opresiones, dominaciones, realizadas por mentalidades que se encarnan en entidades religiosas, en partidos políticos, en estructuras de poder, en racismos depredadores. La propuesta de Jesús es diametralmente opuesta a estos modos y se caracteriza por su carácter eminentemente inclusivo, acogedor, ecuménico, universal. Cierto tipo de cristianismo, profundamente distorsionado , se aleja del proyecto original de Jesús y se convierte en secta, similar a las que el Señor fustigó con tanta severidad en sus diatribas contra los dirigentes religiosos del judaísmo de su tiempo.



Notable sensibilidad contemporánea es el movimiento ecuménico y también el diálogo interreligioso, cuyos valores radican en el reconocimiento respetuoso de lo diferente, en la acogida de los valores de las diferencias doctrinales, en el trabajo conjunto de creyentes de diversas tradiciones en pro de la paz, de la justicia, de la superación de la pobreza, sin proselitismos, garantizando que cada uno permanezca sereno en su respectiva comunidad de fe. 6



La reciente encíclica del Papa Francisco, “Fratelli Tutti”,7 sobre la fraternidad universal y la amistad social, es excelente ejemplo de un auténtico cristianismo, interpretación certera del mensaje de Jesús, sin sacrificar en lo más mínimo la identidad sustancial de nuestra fe, siempre abierta al diálogo, al reconocimiento respetuoso de los valores contenidos en la diversidad de tradiciones religiosas y en los humanismos. La espiritualidad que se desprende del mismo Señor Jesucristo es un modo de vida que acoge, que fomenta la comunión y la participación, que no condena, que ejerce siempre la compasión y la misericordia, que incluye, exigente – eso sí! – en materia de responsabilidad moral y de fidelidad a los compromisos adquiridos, pero nunca convertida en la prisión de un Dios autoritario y castigador.



La segunda lectura nos ofrece la perspectiva de universalidad. Pablo, a través de la carta a los Efesios, ampliará esa comprensión, afirmando que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”, judíos y paganos: “Cuando pienso en todo esto, yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús, por el bien de ustedes, los gentiles. A propósito, doy por sentado que ustedes saben que Dios me encargó de manera especial extenderles su gracia a ustedes, los gentiles”. 8



El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios. La carta a los Efesios expresa que el misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a todos, reconcilia a todos sin excepción: “ Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan. Cuando lean esto que les escribo, entenderán la percepción que tengo de este plan acerca de Cristo.”9



La preferencia de Dios es el ser humano, más allá de las fronteras que le imponen las divisiones creadas por los mismos hombres, la fuerza liberadora de Dios desconoce estos límites y se ofrece de modo sobreabundante a todos. En ese contexto, la disposición para el ecumenismo y para el diálogo interreligioso son notas distintivas de los cristianos maduros. Contraste profético ante un mundo que excluye y segrega!



El evangelio que se proclama hoy confirma este carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista no duda en ubicar con exactitud el lugar donde nació Jesús, Belén, para decirnos que con su presencia en la historia se estaría dando cumplimiento a las palabras de los profetas: “ Jesús nació en Belén de Judea, durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos sabios de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo”. 10



El rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de Oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del Evangelio a los paganos y su llamado a formar parte de la comunidad cristiana.



En un tiempo como el que vivimos, marcado por la conciencia del pluralismo religioso, el sentido de lo «misionero» y de la «universalidad cristiana» han cambiado profundamente. Hasta ahora, en demasiados casos, lo misionero era sinónimo de proselitismo, o sea, de un esfuerzo por ir a «convertir» al cristianismo a los «gentiles» o «paganos». La «universalidad cristiana» era entendida desde la centralidad del cristianismo: éramos la religión central, la (única) querida por Dios, y por tanto, una religión que era el destino establecido por Dios para toda la raza humana... Todos los pueblos (universalidad, sí) estaban destinados a abandonar su religión ancestral y a hacerse cristianos. Pero el mundo cambió, y aquí podemos apreciar la acción del Espíritu Santo que no sabe de fronteras ni de reduccionismos.



El simbolismo de los tres magos-reyes, venidos del Oriente, es una clara alusión a esta perspectiva de universalidad, con los tres personajes el evangelista Mateo anuncia que con Jesús adviene un cambio cualitativo en la comprensión de la salvación y del significado trascendente que la acompañe. Dios es un Dios de todos y para todos.



Si la propuesta de Jesús nos interesa y la asumimos como modelo totalizante de nuestras opciones y actuaciones , encontramos en esta llamada a la salvación universal un aspecto esencial de la condición cristiana. A muchos cristianos más tradicionales, tanto en la Iglesia Católica como en las iglesias reformadas, les preocupa mucho que se caiga en el peligro de sacrificar elementos esenciales de nuestra fe, sumiéndose la misma en un pluralismo indiferenciados, por esta razón se niegan a ver en el ecumenismo y en el diálogo interreligioso una alternativa legítima.



Se impone decir con total claridad que todo proceso de diálogo requiere de identidades consistentes, donde cada tradición creyente ingresa manteniendo lo específico de cada una, con la intención de recibir todo lo valioso que procede de esas comunidades espirituales y donde también nos esmeramos en aportar lo propio nuestro. En esta cultura interreligiosa y ecuménica no se pide disolver la identidad sino afirmarla para enriquecer y ser enriquecidos. 11



Empezamos 2021 con la marca profunda de la pandemia del corona virus, una universalización dolorosa que ha cobrado muchas vidas humanas y expuesto a un sinnúmero de crisis de salud, de servicios hospitalarios, de gravísimos problemas económicos, laborales, emocionales. No se puede decir con ese trajinado convencionalismo “próspero año nuevo”, es imperativo ser más realistas, sin sacrificar lo fundamental de nuestra esperanza en Dios y en las posibilidades de nuestra libertad , estamos llamados a seguir haciendo frente a este serio problema, con una especialísima responsabilidad en el cuidado de todos, en la protección de la vida y de la salud, en el cubrimiento justo de los servicios sanitarios para todos sin excepción. Es de esperar que de aquí surja una humanidad más madura, responsable, humilde. 12 “Todo lo puedo en Aquel que me conforta”, 13decimos con San Pablo. Bendiciones para todos en 2021!

1Isaías 60: 4

2RAHNER, Karl. Teología de la gracia: la universalidad de la oferta de salvación. Herder. Barcelona, 1967. En la Constitución Dogmática sobre la Iglesia – Lumen Gentium – del Concilio Vaticano II se enseña que la Iglesia es sacramento universal de salvación, esta categoría es central en el magisterio conciliar, refuerza lo que venimos afirmando a propósito de esta solemnidad de la Epifanía. Dios y su salvación se ofrecen sin reservas a todos los humanos, contando – claro está – con la libre respuesta de acogida por parte de los destinatarios.

3Carlos MESTERS y Rafael AGUIRRE MONASTERIO son dos autores dedicados a le interpretación bíblica, durante largos años de su vida. El primero es un religioso carmelita holandés, venido a Brasil desde muy joven, donde reside actualmente. Su trabajo principal es la interpretación de la Biblia en los contextos de las comunidades populares. El segundo es experto en los contextos del cristianismo primitivo, donde surgen los escritos del Nuevo Testamento. Ambos son autores de lectura sencilla, lenguaje cercano y profundo al mismo tiempo. Sus publicaciones se encuentran principalmente en la editorial VERBO DIVINO, cuyo énfasis es la divulgación de la Biblia y de todo lo relativo a la interpretación de la misma. Altamente recomendados los dos. GUIJARRRO, Santiago. La aportación del análisis contextual a la exégesis de los textos bíblicos. Publicado en Revista Cuestiones Teológicas volumen 44 número 102 julio-diciembre 2017 páginas 283-300. Universidad Pontificia Bolivariana, Facultad de Teología. Medellín, 2017.

4MESTERS, Carlos. Dios, dónde estás: una introducción práctica a la Biblia. Verbo Divino. Estella (Navarra España), 2008.

5GUTIERREZ JARAMILLO, Mario. El hombre en la dinámica liberadora de la esperanza cristiana. Publicado en Theologica Xaveriana número 68-69. Facultad de Teología Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 1983.

6KNITTER, Paul. Introducción a la teología de las religiones. Verbo Divino Estella, Navarra España, 2004. VIGIL, José María. Teología del pluralismo religioso. Abya Yala. Quito, 2004. DUPUIS, Jacques. Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso. Sal Terrae. Santander (España), 1999.

7Promulgada por el mismo Papa el 3 de octubre de 2020, en Asís, cuna de San Francisco, el santo que inspira su nombre y su espiritualidad de solidaridad con los descartados del mundo, con el cuidado de la casa común, con su iniciativa de paz y reconciliación.

8Efesios 3: 1-2. La palabra GENTILES es habitualmente utilizada en las traducciones españolas de la Biblia para designar a quienes no pertenecían al pueblo judío, es particularmente frecuente en los escritos paulinos.

9Efesios 3: 3-4

10Mateo 2: 1-2

11TOBAR CARRIZOSA, Santiago. El diálogo interreligioso: proceso de construcción de vida. Publicado en Revista El Astrolabio. Gimnasio Campestre, Bogotá, septiembre 2012. KASPER, Walter. Caminos de unidad: perspectivas para el ecumenismo. Cristiandad. Madrid, 2008.

12GIACCHINO, Adrián. Reflexiones en tiempo de la pandemia de covid-19. Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Buenos Aires, 2020.

13Filipenses 4: 13

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