domingo, 31 de enero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 31 DE ENERO 2021 IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Y la gente quedaba asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”

(Marcos 1: 22)



Lecturas

  1. Deuteronomio 18: 15-20

  2. Salmo 94: 1-9

  3. 1 Corintios 7: 32-35

  4. Marcos 1: 21-28

Dos hechos, muy frecuentes en el mundo, son causa de indignación, de profundos desacuerdos, de intranquilidad y malestar: el mal uso que se hace de las leyes cuando someten a los humanos a obediencias injustas y a humillaciones, y la subcultura de las “fake news”, de las mentiras que circulan con estatuto de verdad. Unas y otras son producto de la deshonestidad de quienes las divulgan y convierten en instrumento de poder.1

Veamos qué nos dicen sobre estos graves asuntos las lecturas bíblicas de este domingo. En estos comienzos del año , respaldados pedagógicamente por la lógica de inicio de este tiempo litúrgico, nos encontramos con Jesús, en plan de inaugurar su ministerio, de comunicar la Buena Noticia, bajo la perspectiva de ser el profeta, el testigo de Dios, el que vive plenamente en la atmósfera del Espíritu, el que anuncia un nuevo orden de vida de total raigambre teologal, el que confronta la realidad de este mundo cuando es injusta e inhóspita para el ser humano y, por eso, contraria al querer de Dios. 2

La primera lectura – Deuteronomio – y el relato evangélico – Marcos – nos invitan a degustar el ser y quehacer del profeta. Están enfocadas desde la óptica de la verdad que viene de Dios, garantía de libertad y de dignidad, y en la construcción de una ley llamada a humanizar y a modelar relaciones humanas inspiradas en la justicia. De estas se desprende algo que en los relatos evangélicos se llama autoridad: “Todos quedaron pasmados, de tal manera que se preguntaban unos a otros: Qué es esto? Una doctrina nueva expuesta con autoridad! Da órdenes incluso a los espíritus inmundos, y le obedecen”.3 Jesús no argumentaba con la casuística de las pesadas obligaciones que se imponían a los creyentes, una minuciosidad así no era el origen de su autoridad porque esta le venía de su irrevocable compromiso con la voluntad del Padre plasmado en el reconocimiento profundo de la dignidad de las personas.4

Jesús estaba interesado en la situación particular de cada ser humano, en sus sufrimientos y penurias, en todo lo que le impedía ser libre y espontáneo. Tal interés no obedecía a deseos de poder, sino a una genuina valoración de cada persona para que todos pudieran encontrar el camino del sentido pleno de su existencia. Muchos movimientos y grupos, políticos y religiosos, se fijan en la gente si esta sirve a sus propósitos de proselitismo, cuando esto deja de suceder, los abandonan. Jesús se manifestó abiertamente contra esta conducta y lo declaró sin rodeos: “El sábado ha sido instituído para el hombre no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado”. 5

La profecía de Jesús es sobre la verdad y la justicia como garantías de dignidad humana y de credibilidad del trabajo de Dios en nosotros.6

Su conducta es la de un verdadero profeta, un hombre que habla desde Dios con entera libertad, anunciando que es deseo divino la felicidad del ser humano, y denunciando todo desorden, falsedad, injusticia, corrupción, como opuestos al plan de Dios. Jesús es el profeta por excelencia. Para señalar un caso concreto de su ministerio, su lucha contra los demonios fue una lucha contra las ideologías instaladas en el templo de Jerusalén y en las sinagogas, que buscaban un mesías espectacular, triunfante, cargado de gloria mundana. El nunca se identificó con esto; por tal razón conmina a los espíritus inmundos o ideologías opresoras a guardar silencio y a no tentarlo con falsas aclamaciones y elogios: “Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: Qué tenemos nosotros contigo? Jesús de Nazaret, has venido a destruirnos? Sé quien eres: el Santo de Dios. Jesús, entonces, le conminó: Cállate y sal de él. Y el espíritu inmundo lo agitó violentamente, dio un fuerte grito y salió de él”. 7

Falso profeta es el que acude a estratagemas de suplantación, a liderazgos absorbentes fundamentados en el anuncio de sí mismo, con ego desmedido, nada atento a la liberación y sentido de vida de los oyentes, empeñado en una faena de prestigio personal, no seducido por el orden de la gracia y del Espíritu, proponiendo una religiosidad alienante, lavando el cerebro de los destinatarios de su mensaje, inculcándoles imágenes de Dios castigador y justiciero, generando culpabilidades morbosas y acudiendo al espectáculo religioso, sin recurso a la densidad de la vida interior.8

El texto deuteronomista de hoy alude a la promesa de un futuro profeta , lo que sirvió de base para la formación de la esperanza en un personaje excepcional, una especie de segundo Moisés, cuyos atributos se proyectaron en el perfil que ellos mismos trazaron del Mesías: “Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande”. 9 La corriente deuteronomista en el Antiguo Testamento propende por una novedosa legislación alternativa cuyo fundamento se pone en la defensa de la vida y de la dignidad de las personas, es una ley para vivir con felicidad, por ello debe ser interiorizada por todos los miembros de la comunidad. La mayoría de los profetas bíblicos pertenece a esta tendencia. Para explicarlo mejor, la corriente deuteronomista fue en su tiempo como la teología de la liberación en nuestros días. 10

El criterio más claro para esta distinción es verificar si eso que se dice venir de Dios nos hace más humanos, más felices, más autónomos, más comprometidos con los demás, y si esto sucede con serenidad y paz. Lo que angustia, causa perplejidad, confusión, culpa y terror de Dios, indudablemente procede del mal espíritu y de la falsa profecía, y no es avalado por el Padre.11

El episodio referido en Marcos es esclarecedor. Todo ocurre en la sinagoga, el lugar de enseñanza oficial de la ley, el espacio de los maestros autorizados para interpretarla y aplicarla, el hecho sucede en sábado, el día sagrado, intocable. En este marco Jesús comienza su enseñanza: “La gente se asombraba de su enseñanza porque lo hacía con autoridad, no como los letrados” . 12 La autoridad que ellos perciben en Jesús no viene de la institución religiosa ni de la tradición judía, está lleno del espíritu vivificador de Dios , su mensaje viene cargado de cercanía, de esperanza, de misericordia, de aliento vital, lejano del rigorismo de los hombres del templo y de la sinagoga.

Su enseñanza humaniza y libera. La palabra profética denuncia lo que es incompatible con Dios y con la dignidad del ser humano, por eso el “espíritu immundo” denunciado protesta y se asusta ante el vigor de la crítica: los señores de la muerte, los que explotan a los pobres, los responsables de corruptelas y entuertos, los propiciadores del sufrimiento de los demás, los desleales, los corruptos, los que destruyen las ilusiones, todos ellos “poseídos” por la malignidad del espíritu perverso que surge del egoísmo, de la pèrdida del horizonte de la trascendencia, del afán desmedido de dinero y de poder, de la afirmación violenta de su pretendido dominio sobre vidas y conciencias.

A la expresión del poseído: “ Sé quien eres tú: el Santo de Dios!” 13 le acompaña el reconocimiento de la autoridad de Jesús. Curiosamente, el evangelista Marcos pone este testimonio en boca del endemoniado y no en la de sus entusiastas seguidores, indicando lo que Dios realiza en Jesús, noticia grata y esperanzadora.

Acostumbrados los judíos al discurso vertical, prohibitivo, rígido, de sus sacerdotes y maestros religiosos, este lenguaje novedoso de Jesús es causa de asombros, de iniciales perplejidades , que luego se transforman en felices constataciones. Sucede así algo liberador, definitivo, algo que cambia para bien , porque se descubre que ya no es la prohibición la que impera sino el estímulo del Espíritu y el aliento para una profunda y bienaventurada condición humana: “Qué significa esto? Una enseñanza nueva, con autoridad! .14 En la iglesia y en las iglesias debemos tener claro que no somos escribas sino discípulos de Jesús, hemos de comunicar su mensaje, no nuestras tradiciones, hemos de enseñar cuidando la vida, diciendo la verdad, practicando la justicia, no adoctrinando las mentes, hemos de anunciar su Espíritu , no nuestras particulares interpretaciones.



1 Fundación Interamericana de Prensa FIP. Qué son las “fake news”? Guía para combatir la desinformación en la era de posverdad. En https://www.ifj.org/fileadmin/user_upload/Fake_News_-_FIP_AmLat.pdf ; SERVIMEDIA. Influencia de las noticias falsas en la opinión pública. En https://www.servimedia.es/sites/default/files/documentos/informe_sobre_fake_news.pdf ; Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos OHCHR. Derechos humanos y aplicación de la ley: guía para instructores en derechos humanos. Naciones Unidas. Nueva York, 2004; POGGE, Thomas. Estamos violando los derechos humanos de los pobres del mundo? En Revista EIDOS número 17 2012, páginas 12-67. Fundación Universidad del Norte- Facultad de Derecho. Barranquilla, 2012.

2 ESPEJA PARDO, Jesús & DIAZ SARIEGO, Jesús. Palabra de Dios en lenguaje humano. Edibesa. Madrid, 2020.

3 Marcos 1: 127

4 GONZALEZ FAUS, José Ignacio. La autoridad en Jesús. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1261/1/RLT-1990-020-D.pdf

5 Marcos 2: 27-28

6 GONZALEZ FAUS, José Ignacio. La “filosofía de la vida” de Jesús de Nazaret. En https://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/1048/1/RLT-1988-013-C.pdf

7 Marcos 1: 23-26

8 SANZ PASCUAL, Julián. Un análisis en torno a la figura de Jesús de Nazaret. En https://www.encuentros-multidisciplinares.org/revista-63/julian-sanz-pascual.pdf

9 Deuteronomio 18: 18

10 BAENA, Gustavo. Fenomenología de la revelación: teología de la Biblia y hermenéutica. Verbo Divino. Estella, 2011. En esta importante obra el autor hace énfasis en el valor central de la teología deuteronomista como la gran corriente de renovación de la fe de Israel, determinante en la misión de los profetas, y en el anuncio que ellos hicieron de la verdad y de la justicia de Dios como garantías para la liberación de los seres humanos.

11 BRUEGGEMANN, Walter. La imaginación profética. Sal Terrae. Santander, 1986. MESTERS, Carlos. Lectura profética de la historia. Verbo Divino. Estella, 1988.

12 Marcos 1: 22

13 Marcos 1: 24

14 Marcos 1: 27

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