Lecturas
1. Sabidurìa 7:7-11
2. Salmo 89:12-17
3. Hebreos 4: 12-13
4. Marcos 10: 17 -30
Una
notable tendencia de las organizaciones actuales es la de perseguir
afanosamente la excelencia, la alta calidad de todos sus procesos y resultados,
para poder ser certificados y resultar competitivos. Esto vale también para las
personas que trabajan en estas entidades. El mundo de la productividad, los
servicios, las entidades acadèmicas, todos están apremiados por este reto,
surgido en tiempos de globalización.
De entrada esto no reviste especiales
dificultades. El problema se presenta
cuando estas acreditaciones no piensan en el ser humano y en el elemento
cualitativo contenido en su dignidad – sustancial y decisivo! - , y en la
orientación ética de su ser y de su quehacer. El mundo globalizado suele ser
muy eficiente y productivo, pero bajo en humanismo y altamente excluyente.
De aquí resultan personas
caracterizadas por el pragmatismo, afanadas por los resultados, desaforadas en
su inquietud por obtener altas calificaciones, conocimientos, destrezas, manejo
de idiomas, y……………… desentendidas de los dramas del mundo. En sus sofisticadas
planeaciones estratègicas no se tienen en cuenta las hambrunas del Africa, los
desplazados de Colombia y tantos otros lugares, los afectados por la quiebra
económica en Grecia y España, los miles de millones de hombres y mujeres que no
existen para esta cultura neoliberal y……………..desalmada!!!!
Hay una crisis de sentido, una
ausencia de sabiduría. Este es un asunto que debemos estar abordando siempre,
porque la apuesta que redime a la humanidad no es la de este utilitarismo sino
la resignificaciòn de todo el tejido social a partir del dinamismo de lo
sapiencial. La primera lectura de este domingo nos conecta con este imperativo
trascendental: “….. y al lado de la sabiduría en nada he tenido la riqueza, ni
siquiera la he comparado a la piedra màs preciosa, pues todo el oro ante ella
es un poco de arena” (Sabidurìa 7: 8-9).
En la concepción bíblica el ser sabio
equivale al que tiene el sentido de Dios como fundamento de su vida, y desde
ahì se hace un hombre, una mujer, marcados por lo esencial, con la libertad
suficiente para relativizar todos los honores, los bienes materiales, los
poderes, las ideologías, las jerarquías, las categorías sociales, haciéndose
asì profundamente humano. Alguien asì es el que puede “competir” con creces en
la perspectiva del reino de Dios y su justicia.
Aquì es donde se cultiva el espíritu
de solidaridad, donde la pasión por la dignidad de los últimos del mundo se
convierte en estructurante de opciones y proyectos de vida, donde la economía
deja de ser una amenaza para el bienestar y la convivencia y se transforma en
un razonable y sensato humanismo, donde las determinaciones de los gobernantes
y de los empresarios se inspiran en el bien común y no en la llamada “seguridad
nacional” para proteger unos estados o unas multinacionales deshumanizados. De
la sabiduría surge el ser humano modelado por Dios.
La lógica de la sabiduría bíblica
pone en tela de juicio el mundo del consumo, la dinámica del mercado, la
productividad excluyente, el “capitalismo salvaje” como calificò Juan Pablo II
este preocupante modelo de globalización sin corazón.
El texto del Evangelio de Marcos
también aborda esta realidad cuando Jesùs responde vigorosamente a un hombre
preocupado por alcanzar la vida eterna: “Una cosa te falta, vende todo lo que tienes
y dàselo a los pobres; asì tendràs un tesoro en el cielo. Luego ven y
sígueme. Ante esta respuesta, èl puso
mala cara y se alejò muy triste , porque poseìa muchos bienes. Jesùs, mirando
alrededor, dijo a sus discípulos: Què difícilmente entraràn en el reino de Dios
los que tienen riquezas!” (Marcos 10: 21-23).
Aquì se nos brindan elementos
fundamentales para una revisión de nuestra vida, ya muy conocidos porque es uno
de los requerimientos raizales del proyecto de Jesùs.
-
Estoy engolosinado con el dinero, no escatimo esfuerzo para
obtenerlo, y lo utilizo sòlo con criterios egoístas?
-
Mi preocupación por los pobres es simplemente asistencial,
dando cosas o dinero de vez en cuando, sin un compromiso real de trabajo por un
mundo màs equitativo e incluyente?
-
Me afano en exceso por ser muy bien calificado, competitivo,
sin preguntarme por las implicaciones èticas y humanistas de estas inquietudes?
-
Estoy absorbido por la cultura ambiental de poder, carrera de
ascenso, vanidad, y presumo de ser un modelo de persona neoliberal?
A la hora de responder estos
interrogantes debemos tener claro que Jesùs es el modo que Dios nos propone
para ser genuinamente humanos, no se desprende de su proyecto un desprecio por
lo material sino el establecimiento de su autèntico significado en clave de
solidaridad, de fraternidad, de justicia, de dignidad humana.
Lo que cabe preguntarse es si le estamos haciendo juego
al sistema o si tenemos la mirada contracultural de un mundo en el que el
respeto por la persona es el criterio determinante para tomar decisiones, para
generar nuevas estructuras, para hacer viables los principios propuestos en las
bienaventuranzas.
En Colombia el narcotráfico, la
corrupción de no pocos dirigentes políticos, la insensibilidad social de ricos
y poderosos, han derivado en un deseo desordenado del dinero fácil, de la vida
cómoda, de la capacidad adquisitiva desmedida, de una inflación de la economía
que no genera beneficios ni dignidad para las mayorìas. Es donde se verifica
que el pecado individual determina el pecado estructural, la “situación
de pecado” según expresión de los obispos de Amèrica Latina en sus
asambleas de Medellìn (1968) y Puebla (1979).
Jesùs nos invita a seguir un camino
de libertad, con la soberanía que implica el saber relativizar riquezas,
honores, poderes, para construir el mundo desde el “reverso de la historia”.
Por eso la experiencia de Dios que aquí se delinea es liberadora de la sumisión
a estos ídolos y posibilitadora del humanismo sapiencial que se respira en los
profetas, en Jesùs, en los que como El han creìdo en otra alternativa, asì como
Monseñor Romero, y tantos y tantas que se han dejado seducir por esta
apasionante invitación.
Esta PALABRA pretende un cambio
radical en nuestras vidas, como lo expresa el texto de la carta a los Hebreos: “Porque
la palabra de Dios es viva, eficaz y màs cortante que una espada de dos filas:
penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta lo màs profundo del
ser y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
(Hebreos 4: 12). Es Dios mismo el que se adentra en nosotros
para provocar una ruptura con ese universo que no salva ni redime, para
suscitar una respuesta libre de nuestra parte ordenada a configurar una
humanidad sabia, trascendente, libre y resuelta a vivir fraternamente.
Desde COMUNITAS MATUTINA queremos
expresar nuestra condolencia por el fallecimiento del Sr. JORGE HERNAN LOPEZ, residente en Tejares del Norte
(Bogotà), miembro de la parroquia de Santa Amelia y web master del sitio www.semillasdoradas.net Nos unimos a su esposa e
hijos para dar gracias a Dios por su vida, que estuvo especialmente dedicada a
difundir la Palabra a través del mundo editorial y de la internet.
Antonio Josè Sarmiento Nova,S.J.
Alejandro Romero Sarmiento
14 de octubre de 2012
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