domingo, 24 de mayo de 2015

Domingo 24 de mayo.

Amigos y Amigas de Comunitas Matutina:

Este Pentecostés 2015 nos llega con la gratificante experiencia de estar en San Salvador en la beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez (1917 - 1980), Mártir de Amèrica, ayer participamos con el noble y sencillo pueblo de este país hermano en la conmovedora ceremonia, en la que participaron los primeros de Monseñor: los humildes de la tierra, los que fueron víctimas en la guerra de los años setenta y ochenta, agredidos y lesionados gravísimamente por las autoridades gubernamentales y militares en aquellos años de dictadura y brutal represión.

Por ellos y para ellos vivió el Beato Oscar Romero, fueron su preferencia, la razón de su vida de obispo y pastor, por ellos diò su vida el 24 de marzo de 1980, cuando un sicario, ordenado y pagado por un conocido dirigente de ultraderecha - Roberto D`Aubuisson - le asesinò, hecho sucedido significativamente cuando iniciaba el ofertorio de una eucaristía que presidìa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, en San Salvador.

El, como el Señor Jesús, fue incomprendido y vilipendiado, se le tildò de comunista y subversivo, muchos de sus hermanos en el ministerio le repudiaron, los dirigentes del país afirmaron que los había traicionado, y los últimos del mundo, los humillados y ofendidos, encontraron en èl al padre, al pastor, al defensor de su dignidad, al hombre que fue todo para ellos , coherente con su firme decisión de seguir el camino de Jesús.

Los siniestros señores de la muerte: què dicen ante este santo hombre de Dios y de  la humanidad a quien ellos odiaron con tanta vehemencia? Ayer, en la ceremonia - en el colmo del cinismo - estaban presentes algunos de los representantes de quienes gobernaban El Salvador en esos años dolorosos. Què decir ? Què sentir?

La decisión firme y contundente del Papa Francisco de beatificar a Monseñor Romero es un lenguaje clarísimo al mundo de hoy, a la Iglesia toda: reconocer la pasión por la justicia y por la dignidad de los pobres que animò la vida de este varòn evangélico, reconocer igualmente a este sufrido pueblo de estupendos cristianos y ejemplares maravillosos de humanidad  que son estos hermanos salvadoreños, estimular un modo de ser Iglesia que se  preocupa por ellos, e invitarnos a todos a dejar de ser autorreferenciales, a renunciar  definitivamente a las adherencias mundanas que oscurecen la Buena Noticia del Padre Dios a través de Jesús.

Esta biografia del Beato Romero no es el relato de un hombre de ideologías ni de posturas para favorecer a unos en contra de otros, es la de un profeta apasionado por el reino de Dios y su justicia, para quien la fe profunda en El le demandò esta opción sacrificial, profética, confrontadora de los poderosos , de los injustos y de los violentos: pasión de Dios, pasión de humanidad!

Què hermoso fue ayer estar en medio de la felicidad de este pueblo, sus cantos y clamores, sus consignas, su hondísimo humanismo cristiano, su evangélica sencillez!

Cuando el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregaciòn para las Causas de los Santos, leìa el documento de Francisco proclamando la beatificación de Monseñor, en el cielo salvadoreño se dibujò con total nitidez un arcoíris circular que enmarcò la gigante fotografía del nuevo beato: gesto simbólico que impresionò profundamente a todos los presentes: feliz casualidad!

Este es Pentecostés 2015, el Espíritu llega a la Iglesia toda, a las comunidades de creyentes, para inspirar siempre la vida según el Evangelio, para enviarnos a ser testigos de la Buena y definitiva Noticia, la del Padre Dios que en el Señor Jesucristo se hace carne y realidad humanas, asumiendo los gozos y las esperanzas , las alegrìas y las tristezas de los humanos, indicando con elocuencia que el camino de la vida no es el del poder y la prepotencia, ni el de la pompa y las vanidades del mundo, sino el del servicio y la abnegación, el de la existencia fraterna y solidaria: creer en el Padre de Jesús es creer en la dignidad de sus hijos, en perspectiva de filiación y fraternidad, tal como se hace evidente en Jesucristo. Esto inspira el genuino cristianismo y confiere sabiduría y luminosidad - la que suscita en nosotros el Espíritu Santo - !

Hoy damos gracias al buen Dios por la vida de:

- Sr. Alfonso Rodríguez Peña, padre de Martha Constanza Rodríguez Bernal, llamado a la vida plena de Dios en el mes de abril.
- Padre Oscar Mejìa Llano,SJ (1935 - 2015), quien vivió su Pascua este viernes 22 de mayo.

COMUNITAS MATUTINA invita a todos sus integrantes a mantenerse firme en la común oración y esperanza que anima nuestras vidas, como la del Beato Romero de Amèrica, a cuya intercesión acudimos para que nos haga justos, abnegados, solidarios, demasiado humanos, demasiado evangélicos.

En el vìnculo siguiente encuentran abundante información gràfica sobre Monseñor.

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