domingo, 3 de mayo de 2020

COMUNITAS MATUTINA 3 DE MAYO DOMINGO IV DE PASCUA


“Pues ustedes andaban antes como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto a Cristo, que los cuida como un pastor y vela por ustedes”
(1 Pedro 2: 25)
Lecturas:
1.   Hechos 2: 36-41
2.   Salmo 22: 1-6
3.   1 Pedro 2: 20-25
4.   Juan 10: 1-10
El lenguaje de Jesús fue intencionalmente inculturado en su contexto de pescadores, amas de casa, campesinos, pastores. Las parábolas, ejemplos, metáforas, fueron su recurso, siempre de gran sencillez, para compartir con su gente la realidad de Dios, el reino y su justicia, los valores del mundo nuevo de libertad y sentido digno para todos. En esto fue ejemplar y estratégico.[1] De esa mentalidad, el evangelista Juan toma el ejemplo del pastor y sus ovejas para comunicar la experiencia de Jesús dedicado por entero a su gente, incondicional, de tiempo completo, sintiendo todo lo de ellos, compadeciendo, sintonizando, amando, dando vida, en nombre de la paternidad-maternidad de Dios. Es lo mismo que hace decir al papa Francisco sus conocidas expresiones de “pastores con olor a oveja”, “Iglesia en salida”, y otras parecidas.[2]
Como suele hacerlo, Jesús pone en tela de juicio  los modos habituales en los que está organizado el mundo de las jerarquías y las autoridades,  ordenamiento de poderes que se manejan verticalmente, como funcionan la mayoría de las organizaciones políticas, empresariales, religiosas, sociales. Muchas de ellas oprimiendo a millones de personas, creando condiciones de indignidad y de sometimiento servil. Nunca  olvidemos que Jesús es señor del cuidado y de la libertad.[3]
Hay  afecto desordenado por el poder, entendido como dominio sobre otros, gran deseo de muchos en la sociedad es  el de ascender escalones hasta llegar al máximo nivel, cifrando en esto la felicidad. Con notable frecuencia esto deriva en autoritarismo y dictaduras, tiranizando con violencia a quienes están sometidos.[4] La historia de la humanidad sobreabunda en dominaciones de unos pocos sobre muchos. Con modos más sofisticados conocemos la tiranía social, la del consumo, los indicadores de éxito, la manipulación mediática, que produce gentes enajenadas y dependientes. [5]
La obsesión por el poder llega a ser idolatría,  ella  ha traído a la humanidad desgracia, muerte, esclavitud. Nombres tristemente  célebres de tiranos y déspotas que afianzaron sus ambiciones personales y políticas arrasando con la dignidad de millones de hombres y mujeres. [6]
En abierta confrontación profética  aparece Jesùs rompiendo   esquemas,  enseñando  que el verdadero sentido de la existencia reside en el servicio amoroso y solidario, en la donación de la vida hasta la consecuencia mayor del martirio, en la abnegación sin reservas para llevar vida en abundancia a quienes la han perdido,  y lo hace – como lo propone el evangelio de hoy – bajo la figura del pastor que se compromete ilimitadamente con la vida y con la dignidad de sus ovejas: “Esto les aseguro: Yo soy la puerta por donde pasan las ovejas. Todos los que vinieron antes de mì, fueron unos ladrones y unos bandidos; pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que por mí entre, se salvará. Será como una oveja que entra y sale y encuentra pastos” . [7]
 Jesús alude a quienes buscan a la gente para utilizarla en interés propio, usándola como trampolín para su ascenso y exprimiéndola sin compasión. Todo en èl, su misión, sus palabras, sus gestos , son para comunicar un modo bienaventurado:  “…pero yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” . [8] Plena humanidad, plena divinidad.
Quien  se interese por tomar este camino está llamado a asumir el mismo estilo de servicio,  de dar todo lo mejor para sus ovejas,  sin buscar en ello ningún reconocimiento distinto de la satisfacción de reivindicarlas en su dignidad, de contribuír señaladamente a la mejor humanidad de todos los que integran el rebaño. [9]
 Recordamos las palabras del papa Francisco : “La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan. Primerear: sepan disculpar este neologismo. La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa,  la ha primereado en el amor; y, por eso, ella sabe adelantarse, toma la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluídos”. [10]
Este domingo  se conoce tradicionalmente como del Buen Pastor. Se quiere expresar el afecto y gratitud de las comunidades hacia sus pastores , los obispos ,  sacerdotes y  diáconos, reconocimiento más que legítimo.  Pero es muy importante destacar que Jesús no “inventó” una casta clerical, un grupo de hombres superiores a los demás para gobernar las comunidades, sacralizados y exaltados. De él se desprende el estilo ministerial, que es el servicio de cuidar a todos, creando las mejores condiciones para que cada uno pueda ser reconocido como un digno integrante de sus seguidores, promoviendo sus dones para bien de todos. Podemos hablar así de una horizontalidad ministerial, “porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.[11]
El Concilio Vaticano II en su Constitución sobre la Iglesia – “Lumen Gentium” – la ha definido como Pueblo de Dios y Sacramento Universal de Salvaciòn, destacando el aspecto ministerial de quienes son ordenados para el servicio ,  indicando que una consecuencia clara del bautismo es  vivir todos en condición ministerial. El clericalismo, la configuración de una Iglesia con superiores e inferiores, no van con el espíritu de Jesús.[12] Todos iguales en dignidad, diversos en servicios y ministerios.
Esta es la exigencia de vida para los ministros ordenados y para las comunidades a ellos confiadas: “Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así.  Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. [13]
Las comunidades cristianas  deben ayudar a sus pastores a que sean así, deponiendo todo culto a la personalidad, optando por modos de vida sobrios, distinguiéndose en su atención cuidadosa a los humildes y desconocidos, sirviendo sin excepción a todos, haciendo de  sus manifestaciones una réplica de ese modo original del Señor.[14] El reciente nombramiento del nuevo arzobispo de Bogotá – Luis José Rueda Aparicio – ha sorprendido gratamente a muchos por sus maneras humildes y nada presuntuosas. [15]
Atràs han de quedar  vanidades y prepotencias, vestimentas principescas, títulos de poder, dando paso a un ministerio que se inspire en estas palabras de Pedro, de la segunda lectura de este domingo: “ Cristo no cometió ningún pecado ni engañò jamàs a nadie. Cuando lo insultaban, no contestaba con insultos; cuando lo hacían sufrir, no amenazaba sino que se encomendaba a Dios, que juzga con rectitud. Cristo mismo llevò nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados” .[16]
La comunidad de Juan, de la que procede el relato evangélico que se denomina con tal nombre, està hablando testimonialmente de la Vida que ha recibido de Jesùs el Viviente: “Pero yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” , [17]afirmación  de Jesùs sucediendo en ellos e invitándolos a convertirse en el punto de partida de la Iglesia, para que esta,  en cada generación de su historia sea lo mismo, haga lo mismo, proclame lo mismo . Las palabras de Jesús confrontan a los malos pastores por su lejanía, por entender su función como poder, y también…. penosamente! – por los conocidos e inaceptables abusos con niños y jóvenes, pecado que tanto avergüenza  por las víctimas del mismo y por la mancha que inflige a la dignidad del ministerio.
Un auténtico pastor es el que se dedica en totalidad al ejercicio de la misericordia, a la inclusión, a tener en cuenta a cada uno de los suyos sin distinguir  condición social o ideológica, sin fobias ni antievangélicos criterios de discriminación, cada oveja le interesa por sì misma, por el valor y dignidad que cada una posee. Mientras los dirigentes del templo llevan las ovejas a la muerte, Jesús las lleva hacia la vida!.



[1] Xavier León-Dufour. Estudios de evangelio: análisis exegético de relatos y parábolas. Cristiandad. Madrid, 1990. Rolando Camozzi. Las parábolas de Jesús. Perpetuo Socorro. Madrid,2013. Carlos Mesters, Eugenio García Martínez, Rocío García Sanmartín. Las parábolas de Jesús. Verbo Divino. Estella (Navarra España), 2005.
[2] Francisco García Echeverría. Pastores con olor a oveja: 40 rasgos desde el corazón del evangelio. PPC. Madrid, 2016.
[3] Christian Duquoc. Jesús hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1977.
[4] Timothy Schneider. Sobre la tiranía. Destino. Barcelona, 2018.
[5] Ignacio Ramonet. La tiranía de la comunicación. Debate. Barcelona, 2003.
[6] Augusto Roa Bastos. Yo, el supremo. Alfaguara. Madrid, 2018. Gabriel García Márquez. El otoño del patriarca. Plaza & Janes. Barcelona, 1975. Miguel Angel Asturias. El señor presidente. Alianza Editorial. Madrid, 1995.Mario Vargas Llosa. La fiesta del chivo. Alfaguara. Madrid, 2006. 
[7] Juan 10: 7-9
[8] Juan 10: 10
[9] Jacques Gaillot. Una iglesia que no sirve, no sirve para nada. Sal Terrae. Santander (España), 1995.
[10] Papa Francisco. Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium La Alegría del Evangelio, número 24
[11] Marcos 10: 45
[12] José Ignacio González Faus. Hombres de la comunidad: repensando el ministerio eclesial. Convivium Press. Madrid, 2010.
[13] Mateo 20: 25-27
[14] Antonio González Dorado. Sacerdotes dignos de crédito: perspectivas latinoamericanas. Sal Terrae. Santander (España), 1988.
[16] 1 Pedro 2: 22-24
[17] Juan 10: 10

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