domingo, 7 de febrero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 7 DE FEBRERO 2021 DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios”

(Marcos 1: 39)

Lecturas:

  1. Job 7: 1-7

  2. Salmo 146

  3. 1 Corintios 9: 16-23

  4. Marcos 1: 29-39


La más grande inquietud para el ser humano, raíz de interminables preguntas existenciales, reside en el problema del mal y en el misterio de la muerte. Por qué Dios – si existe, preguntan muchos – permite la injusticia, el sufrimiento de los inocentes, la mala suerte de muchos justos, la inagotable cadena de violencias y atentados contra la dignidad humana , el “éxito” aparente de los malvados? Qué pasa con el derecho a la felicidad si el fantasma de la muerte siempre está en el horizonte?1

La respuesta a estos interrogantes está en la base de muchos desarrollos existenciales, de las ofertas religiosas y espirituales, de actitudes vitales prácticas. Hay propuestas serias, razonables, consistentes, avaladas por las vidas coherentes de millones de seres humanos, que se lanzan a la aventura de la vida dotados de notable consistencia interior, sus relatos vitales son indicadores de una estatura espiritual que sabe ir más allá de las contradicciones y extremas dificultades a las que todos estamos expuestos, como consecuencia de la inevitable precariedad que hace parte de nuestro equipaje existencial.2

Surgen también el sentimiento trágico de la vida, la desesperación extrema, la conciencia de que el absurdo rodea la humanidad y luego ingresa hasta sus más profundas entrañas convirtiendo en infierno tantas vidas que más bien son historias sin horizonte. Ya lo expresaba Albert Camus 3 con dramático realismo: el único problema filosófico verdaderamente serio es el suicidio, juzgar si la vida es o no digna de vivir es la respuesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas.4 En este largo año de pandemia, con sus crecientes cifras de fallecidos y contagiados, esta cuestión se ha hecho más evidente que nunca. Tiene sentido la vida? Hay una respuesta razonable, sensata, al interrogante último de la humanidad? 5

Los textos que se ofrecen este domingo nos llevan a pensar sobre el problema del mal, sobre el sufrimiento que parece no tener respuesta, y también sobre la misión de Jesús, que sana, salva y libera de la angustia radical. La primera lectura, proveniente del clásico libro de Job está llena de preguntas , inicialmente encerradas en el círculo de la tragedia: “Como un esclavo que suspira por la sombra, como un asalariado que espera su jornal, así me han tocado en herencia meses vacíos, me han sido asignadas noches de dolor. Al acostarme pienso: cuándo me levantaré? Pero la noche se hace muy larga y soy presa de la inquietud hasta la aurora” .6

Job enfrenta estos interrogantes y propone las diversas posturas ante el misterio de siempre, radical y estremecedor. Sabemos que no es un relato histórico sino una reflexión sapiencial, en el que el mundo del Antiguo Testamento encara el asunto más doloroso que podemos vivir los seres humanos.

La figura del justo afectado por vacíos, muertes, desposesiones, desarraigos, transita por todo el libro, primero viviendo su crisis y la correspondiente protesta, luego asediado por consejeros y amigos, que traen a cuento sus posturas: renegar de Dios, abdicar de la esperanza, entregarse fatalmente a la tragedia, refugiarse en una religión que elude la responsabilidad de afrontar el dolor.7 También le llegan las voces del sentido, las que lo alientan a no perder de vista el horizonte de lo definitivo, a permitir que la esperanza sí tenga un espacio razonable y decisivo en las posibilidades de los hombres.

El relato es una biografía de la humanidad, y una reflexión profunda sobre cómo se viven los procesos del mal y del amanecer a la novedad de una vida liberada y transfigurada desde la experiencia del Dios viviente. Cómo llegar a ello? Cómo descubrirlo? Delante de sus amigos, Job desnuda su corazón desencantado. Ellos, que defienden una teología desencarnada, distante de la vida real, no pueden comprender la queja suya, ni acompañarlo plenamente en su dolor. El grito de Job está presente en la cotidianidad de mucha gente, que enfrenta vidas de dificultad desmesurada. Job compara su historia con la de un eterno infeliz: “Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la felicidad” , es el lamento de quien perdió toda ilusión para salir de la oscuridad. 8

El texto contiene una reflexión sobre la presencia injustificada del mal en el mundo, ante lo cual necesitamos “justificar” también a quienes podrían resultar implicados en su existencia. A Dios, en primer lugar. Contra El solemos rebelarnos cuando vienen los fracasos, la muerte de los seres queridos, las bancarrotas económicas, las enfermedades, las injusticias que sufren a diario millones de prójimos.9

Cómo respondemos a esta cuestión? Tal vez con una religiosidad evasiva, que aliena a las personas y las refugia en el paraíso artificial de rezos, inciensos, piedades desconectadas de la responsabilidad de transformar las condiciones del dolor? O recibimos de Dios mismo, de Jesús, el desafío de hacer frente con entereza , como él lo vivió tan dolorosamente, en la injusta tragedia de su cruz?

Jesús entra a hacer parte de la vida de las personas en su cotidianidad, en sus gozos y esperanzas, en sus vacíos y en sus inquietudes. El domingo anterior lo vimos sanando a un endemoniado, y exorcizando la ideología del mal, desafiando las fuerzas posesivas que destruyen la integridad del ser humano. Hoy, lo acompañamos con Simón y Andrés a la casa de Pedro: “Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre y se lo dijeron de inmediato. El se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos” .10 Y después sigue entregado a muchos otros, curando y devolviendo el encanto de vivir.11

La suegra de Pedro recupera su salud y su capacidad de servicio. Cuántas veces nos hemos visto sometidos a crisis profundas, a desarraigos totales, a situaciones en las que nos parecía haber perdido toda ilusión! Y cuántas veces vinieron también experiencias gratuitas de rescate, de solidaridad y cercanía liberadora, de volver a vislumbrar la esperanza en medio del sufrimiento! Manos amigas, solidaridades entrañables, Dios que escribe derecho con letras torcidas, miles de prójimos como nuevos Job que regresan purificados y fraguados por el dolor, ahora más sólidos, madurados definitivamente para el sentido y las mejores razones para vivir con significado.

Anunciar hoy el Reino de Dios y su justicia no es cuestión de palabras piadosas, de formalidades rituales, de juicios moralistas, de imposición de obligaciones tediosas. De Jesús nos viene el imperativo de luchar contra el mal, de ser evangélicamente constructivos y redentores, de sanar y rehabilitar a los hermanos disminuídos, de ponernos incondicionalmente a su servicio, de ejercer la más radical projimidad, de acompañar y dignificar la vida, de reencantar la creación.12

Marcos, en el evangelio de hoy, indica que: “Por la mañana, antes de que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto, allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron le dijeron: todos te andan buscando” .13 Su trabajo sanador no surge de una condición milagrera , como la de tantos taumaturgos que circulan por el mundo prometiendo el oro y el moro. Lo suyo es la tarea de Dios, por eso intima permanentemente con el Padre, a El va con el dolor de su gente, y de El sale para devolver a muchos el encanto de vivir: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido. Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios” .14



1 DUCHE PEREZ, Alexandre Brian. La antropología de la muerte: autores, enfoques y períodos. Publicado en revista Sociedad y Religión volumen XXII número 37, páginas 206-215. Centro de estudios e investigaciones laborales. Buenos Aires, 2012. FRANKL, Víctor. Ante el vacío existencial. Herder. Barcelona, 2003. GAGIN, Francois. El horizonte filosófico de la muerte desde la antigüedad. Publicado en revista Praxis Filosófica número 33, páginas 133-152. Universidad del Valle. Cali, 2011.

2 LUYPEN, William. Fenomenología existencial. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1970. FRANKL, Victor. El hombre en busca de sentido. Herder. Barcelona, 1989. BRAVO LAZCANO, Carlos. El marco antropológico de la fe. Facultad de Teología, Universidad Javeriana. Bogotá, 1993.

3 1913-1960. La obra de este autor, premio Nobel de literatura en 1957, es especialmente intensa en su escepticismo radical frente a las posibilidades del sentido de y de la esperanza. Testigo de la debacle que representó para Europa la segunda guerra mundial, crítico severo de los poderes que desataron esta tragedia, plasma en sus escritos el mayor desencanto existencial.

4 Planteamiento central que este autor hace en su obra El mito de Sísifo, publicada en 1942, en plena guerra mundial. En su escrito, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, se vale del mito griego de Sísifo, el hombre que subía por una ardua pendiente empujando una pesada piedra, y cuando estaba a punto de culminar el peso de aquella lo devolvía al comienzo de su faena: para Camus es el esfuerzo inútil y constante del ser humano.

5 KREIMER, Roxana. El sentido de la vida. Longseller. Buenos Aires, 2008. ESTRADA, Juan Antonio. El sentido y el sinsentido de la vida: preguntas a la filosofía y a la religión. Trotta. Madrid, 2010.

6 Job 7: 2-4

7 RAMOS, Néstor Alejandro. Job y el sentido del sufrimiento. Universidad Fasta. Mar del Plata, 2018. MORLA , Víctor. El libro de Job: recóndita armonía. Verbo Divino. Estella, 2010.

8 GALVEZ , Camilo Andrés & NARANJO, Verónica. El dolor humano: una respuesta de las ciencias de la salud y una reflexión del dolor espiritual para la formación de los cuidadores paliativos. Publicado en revista Escritos volumen 25 número 55 páginas 419-436. Medellín, 2017. Universidad Pontificia Bolivariana.

9 LADARIA, Luis F. Teología del pecado original y de la gracia. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid, 1993. BOROS, Ladislao. El hombre y su última opción. Paulinas. Madrid, 1972. ORTIZ ACOSTA, Juan Diego (editor). Reflexiones sobre el problema del mal: un acercamiento a la condición humana. Universidad de Guadalajara – Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Guadalajara, 2017.

10 Marcos 1: 29-31

11 KUNG, Hans. Vida eterna? Trotta. Madrid, 2007. CASTILLO, José María. El reino de Dios: por la vida y la felicidad de los seres humanos. Desclée de Brower. Bilbao, 1999.

12 MARTIN Descalzo, José Luis. El testamento del pájaro solitario. Verbo Divino. Estella, 1991.

13 Marcos 1: 35-37

14 Marcos 1: 38-39

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog