domingo, 7 de marzo de 2021

COMUNITAS MATUTINA 7 DE MARZO 2021 DOMINGO III DE CUARESMA Ciclo B

 

Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas , derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi padre una casa de comercio”

(Juan 2: 15-16)



Lecturas:

  1. Exodo 20: 1-17

  2. Salmo 18

  3. 1 Corintios 1: 22-25

  4. Juan 2: 13-25

Todas las tradiciones religiosas de la humanidad se constituyen en mediadoras de los vínculos entre los seres humanos y Dios, aspiran ellas a ser configuradoras del sentido último de la existencia y, en cuanto tales, a responder a los interrogantes vitales como los que suscitan la muerte, el mal en sus múltiples manifestaciones, el sufrimiento, el quiebre del sentido de la vida. 1 Teniendo en cuenta la aspiración de plenitud que las caracteriza, a las religiones y a sus creyentes se les exige un alto nivel de coherencia moral y espiritual, de modo que con su conducta den cuenta de la absolutez de Dios y de la sublimidad de sus ideales. 2

Sin embargo, no siempre es así. Cuando las religiones y sus adeptos se tornan fundamentalistas, fanáticos, cuando hacen de ellas instrumento de poder y dominación, cuando manipulan las conciencias, cuando transmiten una imagen de Dios que difunde miedo y angustia, cuando absolutizan su mediación con detrimento de la finalidad creyente y dadora de sentido, cuando se tornan “opio del pueblo”, según la clásica expresión marxista, cuando sus representantes abusan de su condición y adoptan conductas incompatibles con la rectitud moral y espiritual, son piedra de escándalo y merecen ser sometidas al juicio del análisis crítico y a la consecuente ruptura con las creencias que las acompañan. 3

Son bien conocidas en la cultura moderna y contemporánea las rigurosas críticas provenientes de los llamados “maestros de la sospecha”, Karl Marx4, Ludwig Feuerbach5, Sigmund Freud6, Friedrich Nietzsche7. Estos pensadores, desde sus respectivas visiones de Dios y de las creencias religiosas, pasan severa cuenta de cobro a estas, constituyéndose en sus jueces y demandando por su autenticidad y coherencia.8

Queremos decir con estas consideraciones que el asunto de la relación Dios-humanidad debe ser tomado con la mayor seriedad, por cuanto en ella se juega el sentido definitivo de la existencia humana. Esto también preocupó muchísimo a Jesús de Nazareth, convirtiéndose en uno de los aspectos claves de su ministerio público, bien conocidas son sus controversias con los líderes del judaísmo de su tiempo, formuladas con gran fuerza y radicalidad profética. Nuestros lectores semanales saben bien que este es uno de nuestros temas recurrentes, nos inquietan seriamente las fantasías que utilizan a Dios, las manipulaciones de su nombre, la falsa conciencia que crean en muchas gentes de buena voluntad. 9

El Señor Jesucristo es, en nombre de Dios y de la dignidad del ser humano, Señor de la libertad, su crítica de la religión judía es referente para examinar la autenticidad de nuestra práctica religiosa actual. Nada en él es argumento para dar soporte a esclavitudes, sometimientos serviles, normativas opresoras, rituales alienantes, todo lo suyo es Buena Noticia de salvación y de liberación.10 Un énfasis notable del tiempo cuaresmal es el de caminar hacia la libertad pascual, histórica y trascendente. Las lecturas de este domingo nos ofrecen juiciosos elementos para discernir nuestra vida en este sentido y para apreciar la consistencia de la crítica de Jesús a la religión de su tiempo. 11

El texto central viene con el evangelio, narrando la conocida escena en la que Jesús, con ira santa, expulsa a los vendedores y cambistas del Templo de Jerusalén. Conocemos bien su postura ante la religión judía de su tiempo, sus frecuentes encuentros y desencuentros con los jefes judíos, para denunciar la inconsistencia de su modelo , basado en la interminable minuciosidad de cumplimientos y observancias, con la correspondiente actitud de autojustificación, desconocedora de la gratuidad de los dones del Señor.12

Llama la atención sobre los excesos alienantes de ciertas mentalidades y prácticas religiosas: “Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas y dijo a loa vendedores de palomas: saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio” .13

Juan sitúa la expulsión de los vendedores y cambistas al comienzo del ministerio público de Jesús. La actitud de Jesús expresa la abolición de todo el sistema sacrificial del culto antiguo, dando paso a una novedosa manera de relación entre Dios y la humanidad, caracterizada por el amor que libera, por la solidaridad entre los hombres, por la práctica de la justicia, superando el esquema “mercantil” de querer comprar el favor de Dios aplacándolo con sacrificios rituales: “No hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio” .14

Esta actuación de Jesús está fortalecida por lo que los evangelistas llaman “proceder con autoridad”. Lo entendemos mejor si hacemos el contraste. Los sacerdotes del Templo, los maestros de la ley y los escribas, detentaban el poder religioso, eran los jefes del culto, los intérpretes autorizados de la ley, los directores de la conciencia y conducta del pueblo. Jesús no tiene este tipo de poder, lo suyo es “autoridad” procedente de Dios, que no es para dominar y establecer un nuevo sistema de leyes de religión, sino para inaugurar con su Buena Noticia el tiempo de esperanza que redime de toda esclavitud.

Los judíos solicitan justificación de su proceder: “Qué signos nos das para obrar así?” ,15 con su respuesta: “Destruyan este Templo y en tres días lo volveré a levantar” , 16 no alude a un tiempo cronológico sino al significado redentor del templo de su cuerpo. Sólo después de la resurrección los discípulos y las primeras comunidades cristianas comprendieron el significado de aquellas palabras.

El simbolismo de la revelación mesiánica de Jesús es resaltado en la confrontación con el Templo, este es el punto de partida de la nueva identidad de la fe. El templo de Jerusalén es el símbolo central del poder , gloria de la nación judía. El evangelio se vale del simbolismo del látigo para significar la fuerza con la que irrumpe la era mesiánica, con su actitud él arroja de este nuevo espacio profético a los comerciantes religiosos y a quienes encarnan este poder ominoso. Así, declara la invalidez del culto de los potentados, y la infamia de utilizar a Dios como justificación de su conducta explotadora.

Estamos ante un nuevo estilo de sabiduría, que no procede ni con la lógica religiosa de los judíos, ni con la política de los romanos, ni con la excesivamente racional de los griegos: “Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos” .17

Jesús escandaliza porque su modo de proceder no se inspira en el poder religioso, tampoco en el político, sino en lo que con Pablo conocemos como la locura de la cruz, desafiante de todos los poderes humanos: “Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres” .18

Este templo es casa del mercado y allí el Dios es el dinero. Al llamar a Dios mi Padre lo saca del ámbito excluyente del templo y lo pone en una relación familiar, de cercanía misericordiosa. La relación se desacraliza y se familiariza. En la casa del Padre no caben ni el comercio ni la explotación, es casa-familia-hogar que acoge a todos los que necesitan reconocimiento, amor, dignidad, afecto, reivindicación, justicia, sentido de vida, salvación.

Jesús da un paso más en esta confrontación radical al proponerse él mismo como santuario de Dios. En su reino no se requieren templos sino cuerpos vivos, estos son los nuevos templos, existenciales, experienciales, plenos de la vitalidad del Padre, porque él propone una humanidad restaurada a partir del principio de la ultimidad de la vida en cuerpos que viven con dignidad. Sobre esta base radica la esperanza de que es posible otra manera de vivir, otra manera de creer.

Cuando Yavé, en el libro del Exodo dice: “Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí” , 19 está haciendo la más definitiva afirmación del carácter liberador de su plan para el ser humano, tipificado en el pueblo israelita que se sacude del dominio del faraón para retornar a su tierra prometida, espacio de la libertad y de la dignidad. El Dios único, revelado en Jesucristo, es el aval de la liberación y de la salvación de la humanidad.

Con Jesús, es imperativo liberarse de la falsa religión para acoger su oferta de adorar al Padre en espíritu y en verdad.





1 GUERRA GOMEZ, Manuel. Historia de las Religiones. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1999. LUCAS, Juan de Sahagún. Fenomenología y Filosofía de la Religión. Biblioteca de Autores Cristianos BAC. Madrid, 1999. KUNG, Hans. En busca de nuestras huellas: la dimensión espiritual de las religiones del mundo. Debate. Barcelona, 2004.

2 MURCIA SERRANO, Inmaculada. De Dios y lo sublime. Publicado en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas volumen 30 número 98 México, 2018. Universidad Nacional Autónoma de México UNAM.

3 COMTE-SPONVILLE, André. El alma del ateísmo: introducción a una espiritualidad sin Dios. Paidós.Barcelona, 2008. MESLIER, Jean. Memoria contra la religión. Laetoli. Pamplona, 2010. ROYO HERNANDEZ,Simón. Friedrich Nietzsche y el cristianismo: de la crítica de la religión a la muerte de Dios. Publicado en Revista de Filosofía número 49. UNED Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid, 2007.

4 1818-1883

5 1804-1872

6 1856-1939

7 1844-1900

8 TORRALBA, Francesc. Los maestros de la sospecha. Fragmenta editorial. Barcelona, 2013.

9 DIAZ ARDILA, Jorge Aurelio. Reflexiones en torno al concepto de religión. Publicado en Revista Estudios de Filosofía número 51 junio 2015, páginas 27-43. Universidad de Antioquia. Medellín. TAMAYO ACOSTA, Juan José. Para comprender la crisis de Dios hoy. Verbo Divino. Estella, 2001.

10 DUCQUOC, Christian. Jesús, hombre libre. Sígueme. Salamanca, 1985.

11 THEISSEN, Gerd. El movimiento de Jesús: historia social de una revolución de los valores. Sígueme. Salamanca, 2005.

12 Recomendamos la lectura del capítulo 12 del libro de PAGOLA, José Antonio. Jesús: aproximación histórica. PPC. Madrid, 2007. El referido capítulo se llama “conflictivo y peligroso”, el autor presenta con claridad la postura de Jesús ante el judaísmo de su tiempo.

13 Juan 2: 13-16

14 Juan 2: 16. PIKAZA, Xabier. Dios o el dinero. Sal Terrae. Santander, 2019.

15 Juan 2: 18

16 Juan 2: 19

17 1 Corintios 1: 22-24

18 1 Corintios 1: 25

19 Exodo 20: 2-3

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