domingo, 14 de febrero de 2021

COMUNITAS MATUTINA 14 DE FEBRERO 2021 DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 

Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: lo quiero, queda purificado”

(Marcos 1: 41)



Lecturas:

  1. Levítico 13: 1-2 y 44-46

  2. Salmo 31

  3. 1 Corintios 10: 31 a 11:1

  4. Marcos 1: 40-45

Ha sido muy desafortunado en todos los tiempos de la historia segregar millones de personas por razones de tipo étnico, religioso, moral, social, político, económico. Excluír con violencia es uno de los grandes pecados del ser humano en contra de sus semejantes.1

La historia de la humanidad sobreabunda en hechos de esta naturaleza, todos ellos causantes de extremo sufrimiento y degradación de quien los padece: recuerdan ustedes el genocidio sucedido en Ruanda a mediados de los años noventa cuando la etnia hutu se empeñó en el exterminio de la etnia tutsi, con el triste resultado de un millón de asesinatos? 2 Recuerdan ustedes la persecución en contra de los judíos durante la segunda guerra mundial, por parte del régimen de Adolfo Hitler?3 Tenemos presentes las abominables segregaciones raciales como la de Estados Unidos y Sudáfrica en contra de las comunidades negras? 4 Qué decir del lamentable estado de abandono en el que viven las comunidades negras del Pacífico colombiano?5 Somos sensibles ante el maltrato sistemático a las etnias minoritarias en tantos lugares del mundo, la homofobia y las persecuciones de tipo religioso, las interminables decisiones de seres humano, enceguecidos por la violencia y el sectarismo, que proscriben a sus semejantes a la muerte, a la miseria, a la marginación de forma permanente?

Se invocan “razones” de tipo religioso, de pretendida superioridad racial de unos sobre otros, de juicio moral , de venganzas y cobros de cuentas ancestrales. También en tiempos de Jesús se vivía el escándalo de estas exclusiones. Las lecturas de este domingo nos lo muestran yendo en contravía de esas determinaciones lideradas por la institución religiosa judía.

En el evangelio de Marcos leemos que Jesús se encuentra con un leproso que tiene la osadía de romper la norma que lo obligaba a permanecer alejado de la ciudad y de la comunidad debido a su enfermedad que era considerada impura y contaminante en lo religioso, en lo físico, en lo moral.6 Jesús – fiel al Padre y a sus convicciones de misericordia y de solidaridad – contraviene esta normativa y se aproxima al hombre: “Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: Si quieres, puedes purificarme. Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: lo quiero, queda purificado” . 7

En la tradición judía la enfermedad se consideraba maldición divina, consecuencia del pecado de quien la padecía . En el imaginario de la época la lepra era la patología que se veía como más contagiosa y plena de impureza, la rígida normativa excluía a los enfermos de la vida social: “La persona afectada de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá hasta la boca e irá gritando: impuro, impuro! Será impuro mientras dure su afección. Por ser impuro, vivirá apartado y su morada estará fuera del campamento” .8 El enfermo de lepra era un muerto en vida.

Aquí mismo en Colombia recordamos cómo – a finales del siglo XIX y buena parte del XX – las leyes del estado confinaban a los afectados por esta enfermedad en tres poblaciones: Contratación (Santander), Agua de Dios (Cundinamarca), Caño de Loro (Bolívar), ir allí era un exilio definitivo, apartados para siempre de los suyos, como en campo de concentración, y con restricciones convertidas en leyes que hacían más violento y doloroso ese destierro.9

En la práctica del judaísmo antiguo eran los sacerdotes los encargados de examinar a los pacientes y emitir un veredicto de impureza, con sus consecuencias de exilio de la población, vida en soledad, indignidad y demás concomitantes de maldición y excomunión. Conviene recordar que aquel sistema normativo religioso generaba permanente exclusión de personas por motivos de sexo, salud, condición social, edad, religión, nacionalidad .10

El estilo de Jesús es radicalmente opuesto a todo tipo de exclusión, nos exige confrontar nuestros “mapas mentales”, aquellas categorías con las que injustamente clasificamos a la gente, dominados por prejuicios e imaginarios que nos “educan” para excluír y condenar: los ataques cruentos e incruentos a la población LGBT, el acoso que se hace a quienes no cumplen con los indicadores de “normalidad”, y las grandes determinaciones que resuelven crear categorías de gentes superiores e inferiores. Aquellos a quienes el papa Francisco llama “descartados” por los sistemas de dominación del mundo. 11

Qué plantea Jesús? Se compadece, entra en contacto directo con el enfermo, lo toca, hace suyo este drama, rompe la rigidez de la norma religiosa, salta la ley que margina y excluye, pone al ser humano como criterio fundante de su comportamiento, confronta la intransigencia de su propia religión, está a favor de la vida, de la felicidad, del reconocimiento de la dignidad de cada ser humano. La vida y las personas por encima de la ley, nunca al revés.12

Después de la curación, le pide silencio al recién sanado – lo que conocemos como “secreto mesiánico” en el evangelio de Marcos – y lo envía al sacerdote como signo de reinclusión en la dinámica social: “Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio” .13 Con este proceder Jesús se refiere a la voluntad de Dios que desea y aún puede actuar por encima de las normas, recuperando la vida y la dignidad de sus hijos.

El feliz curado e incluído no hace caso de la recomendación , rompe el silencio, y pregona con entusiasmo su experiencia de liberación. No se sirve de la mediación sacerdotal para anunciar su nuevo estado de vida, sino que se autoincluye y decide él mismo proclamar la Buena Noticia: “Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse fuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes” .14

Al asumir la causa de los excluídos, Jesús se convierte en uno más de ellos. Argumento poderoso para los sacerdotes del templo y maestros de la ley que le empiezan a considerar hereje, blasfemo, contrario a las tradiciones religiones de Israel, inmoral, reo de la justicia. En esos suburbios existenciales brota la nueva vida que viene del Padre. Por eso muchos acuden a él para recibir su anuncio vital de justicia y de reivindicación.

Leyendo sutilmente el texto de la segunda lectura podemos apreciar una invitación a vivir la integridad de lo humano en clave teologal, punto de referencia para establecer la coherencia de todo lo que hacemos en la perspectiva del Dios compasivo y se misericordioso que se nos revela con plenitud en la persona de Jesús. La genuina humanidad adquiere todo su sentido con la inserción en ella de la divinidad , porque esta “se agacha” para implicarse encarnatoriamente en nosotros , con la intención de que accedamos a vivir la nueva humanidad que Jesús trae para beneficio de todos: “Hagan como yo, que me esfuerzo por complacer a todos en todas las cosas, no buscando mi interés personal, sino el del mayor número, para que puedan salvarse. Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo” .15

Jesús se pone incondicionalmente al servicio del ser humano, y nos señala como camino de realización que le sigamos en lo mismo. Dios no tiene nada que ver con las exclusiones, ni siquiera cuando estas están amparadas por leyes civiles o religiosas. Aquí lo absoluto es el bien del ser humano, su liberación y su salvación.



1 BERIAIN, Josetxo. Las consecuencias perversas de la modernidad. Anthropos. Barcelona, 1996. FORRESTER, Viviane. El horror económico. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 1997. NUN, José. Marginalidad y exclusión social. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, 2000. HERNANDEZ PEDREÑO, Manuel. Exclusión social y desigualdad. Ediciones de la Universidad de Murcia EDITUM. Murcia, 2008. CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO CELAM. Conclusiones de la II Asamblea General del Episcopado Latinoamericano Medellín Agosto-Septiembre 1968. Indo American Press Service. Bogotá, 1969. Ibidem. Conclusiones de la III Asamblea General del Episcopado Latinoamericano Puebla de los Angeles Enero-Febrero 1979. Indo American Press Service. Bogotá, 1979.

2 REYNTJENS, Filip. El genocidio de los tutsi en Ruanda. Universidad de Deusto. Bilbao, 2017. BOKSER, Judit. Nombrar , analizar y reflexionar: el holocausto y otros genocidios. Publicado en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales; número 228 septiembre-diciembre 2016. Universidad Nacional Autónoma de México UNAM.

3 JIMENEZ BURILLO, Florencio. El holocausto nazi. UOC. Barcelona, 2007. JOHNSON, E.A. El terror nazi: la Gestapo, los judíos y el pueblo alemán. Paidós. Buenos Aires, 2000.

4 DENEGRI, Gerardo. Sudáfrica: su difícil camino hacia la libertad. Publicado en Revista Relaciones Internacionales número 49. Universidad Nacional de La Plata, Argentina, 2015.

5 GONZALEZ SEVILLANO, Pedro Hernando. Marginalidad y exclusión en el Pacífico colombiano vs. Normatividad jurídica para esclavos y afrodescendientes, del siglo XVI al XX. Publicado en Revista de Educación & Pensamiento, número 19, páginas 106-131. Universidad Santiago de Cali, 2012.

6 DOUGLAS, Mary. Pureza y peligro: un análisis de los conceptos de contaminación y tabú. Siglo XXI Editores. Madrid, 1973. PAGOLA, José Antonio. Curador de la vida , en Jesús: aproximación histórica. PPC. Madrid, 2012; páginas 159-183.

7 Marcos 1: 40-41

8 Levítico 13: 45-46

9 MARTINEZ,Abel Fernando & GUATIBONZA, Samuel Alfonso. Cómo Colombia llegó a ser la primera potencia leprosa del mundo: 1869-1916. Publicado en Colombia Médica Volumen 36 Número 4, octubre-diciembre 2005.

10 Para tener mejor ilustración recomendamos leer los capítulos 13 y 14 del libro del Levítico, es el código de prohibiciones y exclusiones del Antiguo Testamento.

11 FRAIJÖ, Manuel. Jesús y los marginados. Cristiandad. Madrid, 1985. ESCUDERO FREIRE, Carlos. Jesús y el poder religioso: el evangelio y la liberación de los oprimidos. Nueva Utopía. Madrid,2003.

12 GONZALEZ FAUS, José Ignacio. Clamor del reino: estudio sobre los milagros de Jesús. Sígueme. Salamanca, 1982.

13 Marcos 1: 43-44

14 Marcos 1: 45

15 1 Corintios 10: 33 a 11:1

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