domingo, 3 de abril de 2011

IV DOMINGO DE CUARESMA


Lecturas de hoy

1.     1 Samuel 16: 1.6-7.10-13
2.     Salmo 22:1-6
3.     Efesios 5:8-14
4.     Juan 9:1-41

El relato del milagro que beneficia al ciego de nacimiento contiene varios elementos esenciales para comprender la mision de Jesus y para comprender nuestra condicion humana en relacion con El.

El primero es el del milagro en si mismo, la posibilidad de ver para quien es ciego desde su nacimiento . El encuentro con Jesus le abre los ojos, disfruta de la vision, se abre a una nueva realidad,ve por primera vez, su vida se hace luminosa gracias al beneficio recibido por parte de Jesus, quien manifiesta en esta curacion la gloria del Padre y su poder curador y liberador del dominio de las tinieblas.

Como vemos? Por que a menudo no vemos? Nos dejamos dominar por modelos mentales distorsionados y esto nos oscurece la vision de la vida, de Dios, de los demas seres humanos, de la realidad, nos enceguecemos y asumimos visiones equivocadas de todo esto que derivan en grandes egoismos, decisions injustas, manejos indebidos que afectan gravemente a muchas personas. Esto ocurre en el plano personal e individual, pero tambien en el social y en el  estructural . Por una vision egoista y empecatada, o por una ceguera intransigente, nos alejamos de Dios y de los hermanos.

Podemos asi compararnos con el que no esta abierto a la luminosidad de Dios porque solo ve desde su optica, o simplemente es tal la presencia de las tinieblas que no ve, como tantas veces lo podemos constatar en nosotros y en otros. Oremos a partir de este encuentro con Jesus que hace posible la vision gozosa de Dios, del amor, de la libertad, de la vida, a este ciego de nacimiento, con quien podemos identificarnos para hacer nuestra propia biografia de tinieblas y de luz.

El encuentro con Jesus ilumina, nos permite  ver todo con la optica de Dios, del reino y de su justicia, de la trascendencia del ser humano, de su dignidad teologal, de las bienaventuranzas. Dejamos atras la oscuridad del no estar ordenados al amor del Padre-Madre para entrar en la luminosidad del que es asumido por la accion salvadora y liberadora de Jesus. Es la novedad radical que ocurre al ciego de nacimiento y a todo aquel que es asumido por El.

Pero ocurren varias cosas en torno a este milagro.  Llevan al hombre ya curado a donde los fariseos y maestros de la ley  y estos empiezan un interrogatorio para determinar la “autenticidad” del milagro y para establecer si Jesus es un genuino enviado de Dios o un farsante, esta es una constante preocupacion de los judios hacia Jesus porque de entrada lo consideran falso profeta, blasfemo, contrario a su tradicion legal y ritual, porque en la “vision” de ellos Jesus se aparta completamente de todo lo ensenado por Moises y por los maestros de la religion de Israel.

El tema central es que Jesus hizo la curacion en sabado, y segun la rigurosa ley observada por ellos es totalmente prohibido hacer algo en este dia, porque se considera la mas grave infraccion puesto que es el dia del culto consagrado exclusivamente a Dios, sin posibilidad de hacer nada distinto. Infringir esta observancia del sabado es gravisimo para los judios y no se admite nada distinto, ni siquiera un servicio solidario o una accion que beneficie a otras personas. Este es uno de los nucleos problematicos en la relacion Jesus-maestros de la ley y fariseos. Es el hombre para el sabado o esta el sabado al servicio del hombre? Es el hombre al servicio de la ley o esta para la mayor plenitud del hombre?

Oremos a partir de este interrogante que surge de este texto: predomina en nosotros el culto idolatrico a la ley, a las normas, al orden establecido, por encima de cualquier otra consideracion y nos constituimos asi en guardianes intransigentes de normativas religiosas, doctrinales, institucionales sin examinar si ellas nos hacen libres o esclavos? Pongo a los demas cargas insoportables que yo mismo no asumo? Tengo una mentalidad legalista y rigida sin amor ni fuerza de libertad? O, mas bien, en el encuentro con Jesus estoy abierto a una nueva manera de ver estas realidades en clave de referirlas al principio y fundamento que es Dios para liberarlas de su caracter esclavizante y transformarlas hacia una dimension de libertad y de trascendencia?

Como padres de familia, jefes, personas con responsabilidades en material de decisiones, profesionales, sacerdotes, pastores, maestros,e ducadores de ninos y de jovenes, y demas, estamos en constante trance de aplicar leyes y determinaciones. Al hacerlo orientamos estas exigencias hacia la libertad de los destinatarios o los oprimimos con legalismos que no salvan? Nos dejamos curar la ceguera por Jesus o nos mantenemos empecinados en nuestras visiones egoistas?

Luego viene todo el dialogo que se empena en acusar a Jesus de blasfemo, profeta inautentico, contrario a la religion, y el interrogatorio al ciego es una busqueda afanosa de argumentos por parte de los fariseos para poder acusar a Jesus de lo anterior. No soportan la profecia de Jesus, la novedad salvadora de su mision, la libertad con la que actua, su saludable referencia al Padre como garantia de su mision, su insobornable transparencia. Estan enceguecidos por su vision intransigente de la ley asumida y vivida de modo fundamentalista.

Y el ciego ahora vidente les responde: “Pues esto es lo extrano: El me abrio a mi los ojos y Ustedes no saben de donde viene, Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero en cambio escucha al que lo honra y cumple su voluntad. Jamas se habia oido decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si este no fuera enviado de Dios, no podria hacer nada”

Con esta contundente y sabia afirmacion el ciego pone en tela de juicio la radical desconfianza de los fariseos y los pone a  pensar que solo el que acata a Dios  con total docilidad es el que puede actuar en nombre de El generando luz y vida, salud y nueva manera de ver, con esto les dice que los ciegos son ellos, que su egoismo legalista los inhabilita par  ver con los ojos de Dios, solo “ven” desde su obstinacion.

Preguntemonos si en nosotros predominan nuestras visiones queriendo imponerlas a los demas sin el beneficio del dialogo inteligente o de la apertura al pensamiento y libre iniciativa de ellos? Si en material de la relacion con Dios queremos imponer imagenes falseadas de El: el Dios policia, el Dios juez, el Dios que asusta, que genera complejos de culpa, que enferma la mente y el corazo, causante de angustias y de miedos? Porque mucha gente pasa amargada por la vida padeciendo falsas imagenes de Dios que hacen infeliz su existencia porque no han accedido a la luminosidad verdadera que trae Jesus. Oremos sobre nuestras cegueras y sobre nuestras luminosidades. Estamos abiertos a que Jesus nos traiga la luz de Dios, de las bienaventuranzas, del Evangelio, o seguimos empenados en ver solo desde nuestros criterios sin permitir que estas opticas sean modificadas?

El texto proclamado hoy de la carta de Pablo a los Efesios  constata el desorden del mundo judio en “tinieblas” y el beneficio Salvador de la “luz” de la que es portador el Senor Jesus. En El accedemos a una vision libre y amorosa del Padre, de los hermanos, de todo aquello que nos lleva a El para tener una existencia en amor y en libertad, cualificada por el talante Salvador y curador de Jesus. Es lo que acepta el ciego de nacimiento cuando dice “Creo,Senor”.

Este relato evangelico, como vemos, es rico en posibilidades de oracion y de crecimiento humano y evangelico. Se trata nada menos que de una nueva y liberadora vision de la vida a partir del encuentro con Jesus. El esta presente en nosotros no para imponernos amargas normas y determinaciones ni para obligarnos a llevar una vida sin esperanza sumergida en cumplimientos absurdos, El viene a nosotros para hacernos bienaventurados, en nombre del Padre, para hacernos libres de imposiciones intransigentes, para devolvernos la vision saludable, feliz, exigente, comprometida, de la nueva manera de ser humanos en Dios a traves de El que nos cura de todas nuestras cegueras.



Antonio Jose Sarmiento Nova,S.J.
Provincia Colombiana de la Compania de Jesus
Pontificia Universidad Javeriana
3 de abril de 2011 – IV domingo de cuaresma

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