martes, 19 de julio de 2011

MARTES 19 DE JULIO


Lecturas  de hoy:
1.      Exodo 14: 21 a 15:1
2.      Salmo Exodo 15: 8-17
3.      Mateo 12:46-50
El libro del Exodo, del que se toman en estos días la primera lectura y el salmo es la gran narrativa de la libertad del pueblo hebreo. Todos conocemos que durante varios siglos las tribus hebreas vivieron en Egipto (norte de Africa) en condiciones de esclavitud, con todo lo que esto implica para la vida individual y colectiva.
En un determinado momento un líder Moisés tiene una profunda experiencia de Dios que se refiere en el capítulo 3 del Exodo, es el relato de la zarza ardiente, en el que este israelita recibe de Dios, a quien llamaban Yahveh, la misión de liberar al pueblo de la dominación egipcia y conducirlo por el desierto a la Tierra Prometida (Canaán, actual territorio de Israel y Palestina).
Les propongo tomar todo este capítulo para la oración de hoy, y pedir al Espíritu la capacidad de comprensión para salir de la anécdota ancestral y dar el paso cualitativo a la experiencia en la que Dios interviene para hacer libres a los israelitas, a través de la guía de Moisés.
Refiere la  narración que fueron cuarenta años de peregrinación con el desierto, y en todo ello el relato de las dificultades, tentación de regresar, desesperación, crisis, inquietudes de Moisés ante la testarudez de las tribus, idolatría, desencanto, nostalgia de la esclavitud, pero también manifestaciones de la providencia como el maná, la promulgación de la Ley en el monte Sinaí (primera formalización de su experiencia creyente y religiosa), y todo el esfuerzo de Moisés, pedagógico y paciente, por inducir a su pueblo en la comprensión y vivencia de la realidad del Dios que los está liberando y los está llevando a una vida digna y autónoma.
El Exodo es una salida dolorosa que exige dejar atrás un modo de vida cómodo, instalado, sin aspiraciones ni ideales, conforme, carente de horizonte. Todos los exodos de nuestra vida son exigentes, demandan rupturas, renuncias, los vivimos con no poco dolor. Así, los israelitas en el desierto. Este es un ámbito difícil, estéril, cero abundancia de naturaleza, solitario, muy propio de la geografía de Israel, del norte de Africa, de esta región del mundo. El paso por el desierto es un proceso de purificación, que se vive a través de una experiencia como la que señalamos: ruda, sufriente, a menudo con el deseo de dar marcha atrás para volver a la esclavitud.
Somos conscientes de nuestros territorios de esclavitud?
-          Afectos desordenados
-          Situaciones que nos hacen sentir muy cómodos sin retos de autenticidad
-          Dependencias y sometimiento a  personas
-          Egoísmos y arrogancias
-          Ausencia de ideales y de proyectos de vida apasionantes
-          Buscar a Dios como un legitimador de la esclavitud
-          Experiencia religiosa como refugio que me aleja del desafío de una vida comprometida y proactiva
-          Idolos, realidades absolutizadas, que, por supuesto, no nos hacen libres
Estamos dispuestos a correr el riesgo de la libertad y a dejar que Dios intervenga en nuestra vida para proponernos una tierra prometida en la que viviremos como responsables de nuestra vida, en el ejercicio de nuestra libertad, tomando nuestras decisiones y descubriendo con gozo que Dios es el gran posibilitador de esta nueva manera de vivir?
Erich Fromm escribió hace años “El miedo a la libertad”, texto en el que desde las categorías del psicoanálisis estudia el proceso individual y colectivo por el que los seres humanos construímos paraísos artificiales, evasiones de la realidad, nuevas idolatrías, universos de esclavitud: políticos, sociales, religiosos, emocionales.
El proyecto de Dios a través de Jesús es la construcción de un ser humano pleno, adulto, autónomo, según el Espíritu, libre desde la experiencia profunda de su amor y del tejido de vínculos solidarios y fraternos con la humanidad, anticipando así la plenitud del reino definitivo. El Exodo es una apasionante gesta en la que los israelitas descubren en la gran experiencia del desierto al Dios que libera, que rompe esclavitudes, que confronta y exige con rigor pero que al mismo tiempo conduce al cumplimiento de la promesa de libertad.
Esta es una gran biografía de la humanidad, de nosotros los que estamos aquí en Comunitas Matutina. Estamos en el plan de la aventura seductora de la libertad en Dios? O preferimos la medianía de una vida sometida?
Estos son los interrogantes que propongo para la oración de este martes.
En este amanecer tengamos la osadía de ponernos en manos del Señor, y de ofrecerle la totalidad de nuestra vida para que su gracia y la respuesta libre de nuestra parte haga el trabajo del nuevo ser humano que se configura con Nuestro Señor Jesucristo.
Y en este ambiente de fe y de esperanza presentemos a mi hermana Clarita, a la joven Stephanie de Barranquilla, quien perdió hace poco un pie en un accidente, y a todas las personas con las que estamos comprometidos en esta  LISTA para que el buen Dios, siempre misericordioso, siempre cercano, siempre liberador y salvador, los-as bendiga con el don de la sanación de sus dolencias y del temple espiritual para vivir la adversidad con sentido. Con el padre Arrupe y con monseñor Romero así lo hacemos, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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