lunes, 4 de julio de 2011

Martes 5 de julio.


Hoy es martes 5 de julio
La lectura de hoy viene del Evangelio según San Mateo.
“…Mientras los ciegos salían, algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía: “!nunca se ha visto en Israel una cosa igual¡
Pero los fariseos decían: “Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos.”
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.”

 Jesús confrontó el sufrimiento humano y respondió con compasión, aquí lo vemos acercándose a aquellos que estaban aislados en las márgenes de la sociedad, bajo el riesgo que volverse él también un marginado.  ¿Cómo me preparo para arriesgar lo que otros piensan de mí, en orden de ayudar a aquellos que son acosados y están desvalidos?
¿Existe alguna situación en mi propia vida, en donde me vea impulsado a hablar por aquellos que no tienen voz, y a ayudar a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos?
Mientras leemos de nuevo el pasaje de la escritura, nos damos cuenda del deseo de Jesús; que crezcamos en amor y compasión por aquellos que lo necesita. Permite que estos sentimientos de interés y preocupación por otros se muevan en tu corazón.
“…Mientras los ciegos salían, algunas personas trajeron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. En cuanto Jesús expulsó al demonio, el mudo comenzó a hablar. La gente, admirada, decía: “!nunca se ha visto en Israel una cosa igual¡
Pero los fariseos decían: “Es el propio jefe de los demonios quien le ha dado a este el poder de expulsarlos.”
Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas de cada lugar. Anunciaba la buena noticia del reino, y curaba toda clase de enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Dijo entonces a sus discípulos: “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.”
Jesús entiende nuestros sentimientos de fragilidad al afrontar el sufrimiento; sin embargo, Jesús nos invita a tomar acción y a compartir su ministerio. ¿Cómo puedo responder a esta invitación hoy?
Gloria al Padre. 
 Gloria al Hijo. 
 Gloria al Espíritu Santo. 
 Como era en un principio, 
 Es ahora 
 Y Siempre será 
 Por los siglos de los siglos. 
Amén. 

*Traducción de las oraciones y reflexiones para el día de hoy publicadas en http://www.pray-as-you-go.org/index.htm sitio web de los Jesuitas británicos.

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