miércoles, 27 de julio de 2011

Miércoles 27 de julio.

Lecturas de hoy
1. Exodo 34: 9-35
2. Salmo 98:5-9
3. Mateo 13: 44-46
“El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: lo descubre un hombre, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, vende todas sus posesiones para comprar aquel campo” (texto del evangelio de hoy)
En la extraordinaria sencillez de esta “miniparábola” Jesús nos propone la pregunta esencial por las prioridades de nuestra vida.
Cuál es aquella realidad fundamental a la que le apostamos la totalidad de nuestro ser? Estamos con el corazón dividido entre varias alternativas sin resolver cuál es la determinante? Experimentamos gran desasosiego por esto? Ese sentimiento de no estar satisfechos?
Cuáles son las realidades que estructuran mi existencia en este momento? Son liberadoras? Me dan sentido y hacen que yo sea portador-a de sentido para otras personas? O más bien permanezco vacío, dolorosamente multiplicado en muchos intereses que no llenan?
El reino de Dios propuesto por Jesús como nueva manera de vivir se pretende como algo que abarca la totalidad de la existencia arraigada en Dios como principio y fundamento, siguiendo la consideración con la que San Ignacio de Loyola empieza los ejercicios espirituales. Y es tal la capacidad totalizante del reino que aspira a dar significado liberador a todo lo que somos y hacemos: nuestra afectividad, razón,inteligencia, sexualidad, estudios, trabajo, vida social, participación en la construcción de la comunidad, cualidades, valores, fortalezas, limitaciones, precariedades. Y esto de una manera apasionante, en el máximo sentido en que algo puede ser apasionante en la vida.
Este es el tesoro por el que hay que vender todas las posesiones para adquirirlo. Estoy dispuesto a hacerlo? Lo estoy haciendo? Qué me hace falta para implicarme?

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