Lecturas de hoy
1. Génesis 22 1:19
2. Salmo 114: 1-9
3. Mateo 9: 1-8
Memoria de los primeros mártires de la Iglesia de Roma
Queremos encomendar en la oración de hoy al arquitecto David Meneses Urbina, quien se recupera de algunas dolencias de salud en la clínica Shaio. Esta intención es ofrecida por todos sus antiguos compañeros del Seminario de San Carlos Borromeo, en San Gil, Santander.
Hoy les propongo que oremos:
1. Llegamos este 30 de junio a la primera mitad de 2011, es justo que hagamos un balance de todo lo vivido en estos seis meses y hagamos la “lectura” de nuestra vida en la clave de nuestra fe en Jesucristo. Preguntémonos acerca de nuestro crecimiento, realización de ideales y proyectos, plenitudes, amores, apertura a Dios, a los demás, a las personas de nuestro entorno familiar y afectivo, el trabajo, nuestro compromiso como ciudadanos, los aportes a la sociedad, la implicación en el dinamismo de la Iglesia. También integremos a esta oración de evaluación nuestras crisis, interrogantes, sufrimientos, enfermedades, ausencias, rupturas. Todo en nuestra esperanza creyente. Sobre esto último apropiémonos de estas palabras de San Pablo: “Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre compasivo y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación, para que nosotros podamos consolar a los que pasan cualquier tribulación con el mismo consuelo que recibimos de Dios” (2 Corintios 1: 3-4).
2. Miremos también si COMUNITAS MATUTINA nos ayuda en nuestro crecimiento. Esta comunidad orante nació para apoyar con oración a hermanos atribulados por la enfermedad, por dolores y penas de su vida, haciendo recurso a la solidaridad que debe caracterizar a los buenos cristianos y también nobles seres humanos salió al ciberespacio esta propuesta, que ya tiene siete meses y medio. Preguntémonos si estamos tomando en serio esta tarea cotidiana de orar por todas estas personas que se confían a nuestra oración y comunión de bautizados.
3. Sigamos también en esta oración meditando sobre las recias figuras de San Pedro y San Pablo, sólidos cimientos del cristianismo primitivo y de la Iglesia. Pedro un hombre vigoroso, templado, pero también ambiguo e inconsistente, como lo podemos ser nosotros; cabeza de los discípulos . A él dice Jesús: “El les dijo: y ustedes, quién dicen que soy? Simón Pedro respondió: Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre del cielo. Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre está piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá” (Mateo 16: 15-18). En el momento decisivo de su vida, cuando es
aprehendido por los sacerdotes del templo y por los soldados de Roma, Pedro niega tener algún vínculo con Jesús, pero a partir de la experiencia pascual es un hombre nuevo, configurado con el Espíritu, y es realmente cabeza de los discípulos y roca fundamental de la Iglesia. Su muerte es martirial como la de su Señor, y con esto avala su radical decisión de seguir este camino con todas sus implicaciones .De él leemos: “El es la piedra viva, rechazada por los hombres, elegida y estimada por Dios;por eso, al acercarse a él, también ustedes, como piedras vivas, participan en la construcción de un templo espiritual y forman un sacerdocio santo, que ofrece sacrificios espirituales, aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2: 4-5).
San Pablo, primero Saulo de Tarso, judío y fariseo radical, ciudadano de Roma, fundamentalista en sus concepciones y prácticas de su ley religiosa, encarnizado perseguidor de los primeros cristianos, es tomado abruptamente por Jesús en el camino de Damasco (Hechos 9: 1-22), y se convierte en el apóstol por excelencia del mundo no judío, en el fundador de comunidades cristianas como las de Corinto, Galacia, Efeso,Colosas, Tesalónica,Filipos,Roma, a las que dedica lo mejor de su pasión evangélica, en sus cartas deja claros fundamentos de la interpretación sobre la realidad del Señor Jesús, y también enseñanzas sobre el modo de vivir en seguimiento de El. Hombre apasionado, que una vez convertidos no tuvo la menor reserva en dedicar la totalidad de su vida y de su ministerio a Jesucristo: “Les hago saber hermanos, que la Buena Noticia que les anuncié no es de origen humano; yo no la recibí ni aprendí de un hombre, sino que me la reveló Jesucristo” (Gálatas 1:11-12).
Los dejo con estos dos colosos de la fe, para que sus figuras inspiren en nosotros un modo de vida en el que la condición de cristianos no sea una simple inercia sociocultural ni una ideología religiosa ni una colección de prácticas piadosas sino la totalidad de la existencia plenamente identificada con Jesús, y que El sea, como lo fue para Pedro y Pablo, el Señor de nuestras vidas. Y esto es bien serio.
Y sigamos con el ánimo confiado ofreciendo a todas nuestras queridas gentes de LA LISTA al buen Dios para que las estimule, las cure, las bendiga, las motive, y siga haciendo de ellos y ellas excelentes seres humanos según el estilo de Jesucristo, Nuestro Señor, con el santo respaldo del Padre Arrupe y de Monseñor Romero.Amén.
