jueves, 2 de junio de 2011

MIERCOLES 2 DE JUNIO


Lecturas de hoy       
1.      Hechos 18:1-8
2.      Salmo 97: 1-4
3.      Juan 16:16-20
En la oración de hoy deseo recordar con especial amor y gratitud a mi madre Inesita Nova de Sarmiento (1923-1999), fallecida en un día como hoy de 1999, hace doce años; también a su querido hermano, el tío Alvarito Nova Zambrano (1925-2004), fallecido también el 2 de junio, en el año 2004. Esta tarde a las 5.30 p.m. celebraremos la Eucaristía en acción de gracias por la vida de estos dos bellos seres, en la capilla de la comunidad jesuita de la Universidad Javeriana (transversal 5ª. # 43-97,Bogotá D.C.)
Igualmente quiero recordar, como lo proponía ayer José Fernando López, a su hermano y primo nuestro, Jorge Luis López Zambrano, fallecido hace pocos años. La memoria de estas personas es entrañable para nosotros. In pace Christi!
En su santa memoria este poema-plegaria de T.S. Eliot:
Oh Luz Invisible, te alabamos!
Demasiado clara para una visión mortal.

Oh Luz Mayor, te alabamos por lo que es menos,
Por la luz oriental que nuestras torres tocan de mañana,
La luz que se inclina sobre nuestras puertas occidentales al anochecer,
El crepúsculo sobre charcos estancados cuando vuela el murciélago,
Luz de luna y luz de estrellas,luz de búho y de falena,
Fulgor de luciérnaga en una brizna de hierba.

Oh , Luz Invisible! Te adoramos!
Te damos gracias por las luces que hemos encendido,
La luz del altar y del santuario,
Pequeñas luces de los que meditan a medianoche,
Y luces dirigidas a través de los cristales de colores  de las vidrieras,
Y luz reflejada en la piedra pulida,
La dorada madera tallada, el colorido fresco.
Nuestra mirada es submarina, nuestros ojos miran hacia arriba
Y ven la luz que se quiebra a través del agua inquieta.

Oh Luz Invisible! Te glorificamos!
En nuestro ritmo de vida terrena nos cansamos de la luz,
Nos alegra cuando acaba el día, cuando se acaba la función
Y el dolor del extásis es grande.
Somos niños, nos cansamos pronto: nos levantamos de noche
Y caemos dormidos cuando se lanza el cohete;
Y el día es largo para el trabajo o el juego.
Nos cansamos de la distracción y la concentración,
Dormimos y nos alegramos de dormir,
Gobernados por el ritmo de la sangre
Y el día y la noche y las estaciones.
Y tenemos que apagar la vela,
Apagar la luz y volverla a encender;
Para siempre debemos apagar, para siempre
Volver a encender la llama.
Por eso te damos gracias a Ti por nuestra lucecita;
Está moteada de sombras.
Te damos gracias a Ti que nos has movido a crear, a encontrar,
A formar con nuestros dedos y los rayos de nuestros ojos.
Y cuando hayamos edificado un altar a la Luz Invisible,
Quizá podamos poner en ella las lucecitas
Para las que se hizo nuestra visión corporal.
Y te damos gracias de que las tinieblas nos recuerden tu luz.
Oh Luz Invisible te damos gracias  por Tu gran gloria!

Thomas Stearns ELIOT (De su libro Coros de la Roca,1934. Está en la antología poética “Hombre y Dios”,volumen III: cien años de poesía europea,elaborada por Pilar MAICAS GARCIA-ASENJO y María Enriqueta SORIANO-VILLAMIL. Biblioteca de Autores Cristianos.Madrid, 2001;p.p. 280-283).

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