lunes, 6 de junio de 2011

LUNES 6 DE JUNIO.




Lecturas de hoy
1.      Hechos 19: 1-8
2.      Salmo 67:2-7
3.      Juan 16:29-33

A LA ESPERA DE TUS NOTICIAS

Adela Cortina (Filòsofa)
Te escribo esta carta en una tarde luminosa de verano, cuando el dìa afortunadamente parece no tener fin.En el año 2005 de la era cristiana.
Hace ya tiempo que acabò la cèlebre Guerra Frìa, con la caída del muro de Berlìn;nuestro nuevo horizonte es el de la globalización y el imperialismo de Estados Unidos, aunque se dice que el gran gigante chino està despertando y se hará con el poder desde un pragmatismo inquietante.
En lo que hace a las preguntas estrictamente religiosa, las sociedades occidentales son cada vez màs pluralistas – que no “laicas”,como dicen algunos, y dicen mal -;algunas sociedades islàmicas son cada vez màs militantes, por decirlo suavemente;proliferan las sectas,que prometen la vida eterna y se interesan poco por lo terrenal, y el último descubrimiento para no quedar en la inopia de la trascendencia es la espiritualidad, la creencia en que no todo se reduce a materia, pero tampoco hay un Dios personal y comprometido con los hombres de la historia. Al parecer, de un poco de frìo eso de quedarse solo con el funcionamiento del cerebro, pero tampoco atrae demasiado comprometerse con un Dios de carne y hueso. Del miedo a la libertad hemos pasado al miedo a la trascendencia.
En la iglesia católica, los ànimos se dividen entre los involucionistas, preocupados por la ortodoxia, obsesionados por el aborto, la eutanasia, los homosexuales y la manipulación de embriones, e incapaces de encontrar su lugar en una sociedad pluralista, y una “Iglesia de la mediación” que, de puro identificarse con las mediaciones, se està diluyendo en el anonimato,no solo para los demás, sino incluso para sì misma.
Y en lo que se refiere a la vida personal, la interioridad anda desvaneciéndose en un mundo de exterioridades, en que son protagonistas el correo electrónico, el teléfono celular, el centro comercial, la burocracia de cada dìa, la necesidad de mantener el cuerpo en forma y el miedo a quedarse a solas con la propia conciencia.
No parece que tengas mucho que hacer en este panorama. Màs bien, que estàs fuera de juego.
Casi todo lo que pudiste enseñar a través de tu Hijo para organizarnos de tejas abajo –porque yo del Dios del que sè algo es el cristiano – lo han absorbido las declaraciones internacionales, las Naciones Unidas, las organizaciones solidarias, incluso con mayor lujo de detalles y una generosidad sin lìmites: que la persona es digna de todo respeto,que los seres humanos son iguales en valor y, por lo tanto, no pueden violarse sus derechos,se excluye la discriminación por razón de sexo, religión,la pena de muerte, incluso los animales, la naturaleza y las màquinas (sic) tienen derechos. Y estas cosas son las que también dicen los obispos,aunque quitan algunas y añaden otras de su propia cosecha, como lo de los embriones y la fijación con los homosexuales.
Una amplia corriente de la Iglesia defiende la opción por los pobres como algo distintivo, aunque no exclusivo, dejando bien claro que, en un mundo injusto, amar a todas las personas exige tomar partido por las vulnerables y olvidadas. Seguir la tradición de los profetas de Israel y el Nuevo Testamento es apostar por las que sufren mayor desamparo.
Es esta opción la que merece una mayor credibilidad entre las gentes,la que resulta màs expresiva de que Dios es amor y por eso le importa que los ciegos vean,los cojos anden y a los pobres se les anuncie la buena noticia. Es esta la opción que prolonga esa línea de los que se dejaron y se dejan la piel por sus hermanos, amigos o enemigos, iguales o diferentes,identificando el amor a Dios y a la otra persona,los que supieron y saben que la alianza es su raíz màs profunda. Que también han existido y existen,aunque los medios de comunicación los nombren poco y hablen solo de las jerarquías, de escándalos de pederastia y de la Inquisiciòn.
Pero, con ser esto cierto, con existir la “leyenda blanca” y no solo la negra, las grandes preguntas permanecen: si Dios es bueno, existe y todo lo puede, por què permite el sufrimiento? El de los niños y el de los adultos, a pesar de Ivàn Karamazov, y no solo porque los niños también pueden ser crueles, sino porque también los mayores son vulnerables. Por què, si Dios puede impedirlo, permite el dolor? Y, si es realmente un padre para los hombres,a què viene este hacerse presente solo a través de interpretaciones, de síntomas y de huellas, haciendo tan difíciles cosas tan importantes para la vida?
Ni los involucionistas ni los reformistas parecen interesados por estas dos preguntas que, sin embargo, son las que a mì me preocupan. Por eso te escribo esta carta.
Porque lo otro, el afán de poder, de notoriedad,la cerrazón por parte de unas facciones eclesiales u otras, es moneda corriente en nuestro mundo humano y sorprende poco a los que estamos hechos de barro de la tierra. Màs me cuesta entender a los que toman como una buena noticia la afirmación de que no existes,a los que anuncian que Dios ha muerto como una autèntica liberación. Posiblemente lo que les parezca una buena nueva es que las Iglesias se queden deslegitimadas y pierdan poder. Posiblemente estèn hartos de tanta obsesión sexual y de tantas lecciones, dadas con ocasión y sin ella. Posiblemente les interese parecer progresistas en un mundo en que, a falta de autèntico compromiso con la justicia, ser antirreligioso ha venido a tomarse como signo de progresìa.
Pero se equivocan de medio a medio,porque si el Evangelio se lee sin prejuicios, hay que reconocer que, si Dios hubiera muerto, esa sería una mala noticia. Serìa una pésima noticia que los que han muerto hubiesen muerto para siempre y se disipara la esperanza del reencuentro, que los que padecieron la injusticia no se vieran públicamente rehabilitados, que algunas personas no hubieran vivido a lo largo de su vida – de su única vida – sino dolor y humillación,que el amor terminara con la muerte,que no hubiera un testigo de nuestras vidas leyendo en el fondo de nuestros corazones. Serìa una pésima noticia que esa injusta lotería natural y social que ha distribuìdo los bienes entre las personas, los económicos pero no solo ellos, también y muy especialmente los otros,la fortuna de ser amados, reconocidos,apoyados,de vivir con esperanza y plenitud,que esa injusta lotería fuera la última palara de nuestra historia personal y común.
El Antiguo Testamento resolvía esas situaciones de un plumazo: no tentèis a Dios, El tiene sus planes! Pero yo creo justamente que hay que hacer lo contrario, y por eso te escribo esta carta. Para recordarte que el sufrimiento existe,que existen el anhelo de consuelo,de felicidad y de vida plena,y que un Dios vivo es el que cae en la tentación de hacerse presente de modo que lo perciba el común de los mortales, y no solo los sabios teólogos hermeneutas.
Quedo pues,a la espera de tus noticias. Y nunca mejor dicho.

                                                                                                            Adela Cortina

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