miércoles, 15 de junio de 2011

MIERCOLES 15 DE JUNIO.


Lecturas de hoy:
1.      2 Corintios 9:6-11
2.      Salmo 111 : 1-9
3.      Mateo 6: 1-6 y 16-18
Hoy damos gracias a Dios por la vida del Dr. Augusto Ramírez Ocampo, ciudadano de bien, colombiano comprometido con el bien común a través de diversas responsabilidades en la vida pública como varios ministerios, entre ellos la cancillería, también la alcaldía mayor de Bogotá, tuvo un papel muy importante en los procesos de paz de Centroamérica, en la Comisión Nacional de Reconciliación. En este momento de su vida era el director del Instituto de Derechos Humanos de la U Javeriana y miembro de nuestro Consejo de Regentes. Falleció anoche. Fue un hombre de una vida digna y respetable, en el ejercicio de la actividad política y pública fue impecable y honesto. El buen Dios lo reciba en su plenitud.

NADIE SE DESPIDE DE DIOS
Nadie se despide de Dios aunque lo quiera y lo haga,
Lo ejecute,
Es imposible salir de su recuerdo y de su costumbre,
De su laudo,
Sin entrar de nuevo en su crianza cual un polen esparcido latente
Dios no se va nunca del misterio porque tiene por pies y por vista
Al mundo enterizo que nos asombra y es lo que anda
Y es lo que ronda
Entre todos nosotros abriéndonos su puerta a caminos y rincones,
La frontera de Dios es así de primitiva y de cercana manivela,
Parece de cristal y de silencio siendo la bulla que nos ondea,
Fíjate bien en lo que siempre suponías y sabrás de su presencia:
Dios ha encontrado cuanto tú enardeces cada vez que lo piensas,
Es la evocación,la conciencia decantada,la sangre en ristre
A lo largo del tiempo y la voluntad, una inefable y virgen criatura.
Considéralo y tiémblalo.

Manuel RIOS RUIZ,Una  inefable presencia.1981. Tomado de la antología  HOMBRE Y DIOS: cincuenta años de poesía española. Volumen 1.Biblioteca de Autores Cristianos.Madrid , 1995)
Es un poeta español nacido en Jerez de la Frontera en 1934.Entre sus obras “Amores con la tierra” (1970), “La paz de los escándalos” (1975), “Presagio y gloria al aire” (1985).
El poeta nos remite al misterio de Dios con su expresión final: “considéralo y tiémblalo”. Vamos a la consideración ignaciana del principio y fundamento, en la que el santo propone al ejercitante hacer consciente la finalidad de su vida: “El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y,mediante esto, salvar su ánima” (Ejercicios Espirituales No. 23).
En esta concepción creyente del ser humano Dios es la plenitud y a El debe tender todo el proyecto vital, teniendo en cuenta, como elemento esencial, que el gran interés de Dios es nuestra plenitud y felicidad. El Dios revelado en Jesucristo, Padre de amor y solidaridad incondicional con la humanidad, es el aval máximo de todos los esfuerzos que hacemos los seres humanos por dar sentido a nuestra vida.
Por eso les propongo en esta mañana considerar en la oración la prioridad de Dios en nosotros. O tal vez tenemos otras prioridades en conflicto?
-          El poder?
-          Nuestros intereses exclusivamente personales?
-          El dinero?
-          El éxito?
-          Las creaturas por sí mismas desconectadas del creador?
-          El universo de nuestras idolatrías?
Vamos a mirar, como tantas veces lo hemos hecho, si en este momento de nuestra vida estamos hipotecados a alguna de estas realidades, si estamos abdicando de nuestra libertad y de nuestra dignidad, si hemos marginado a Dios de nosotros.
Esta es una consideración profundamente humana y profundamente divina al mismo tiempo. Porque lo que se pretende no es generar una persona “beata”, apartada de las realidades del mundo, sino alguien encarnado en la realidad, eso sí, con el talante vigoroso de los creyentes recios que saben que su apuesta es para que Dios suceda en ellos y articule la humanidad, la historia, con la trascendencia, integrando en términos de sentido definitivo la totalidad de lo humano y de lo divino.
Dios es el principio y fundamento de mi vida? Cómo se manifiesta esto en mí? Me experimento libre y feliz por esta razón?
Los dejo con estas preguntas y los invito en esta mañana a reiterar la oración por todas las personas de nuestro compromiso en LA LISTA, para que el orar por ellos sea para nosotros un serio desafío de no dejarlos abandonados, y de empeñarnos cada mañana en proponerlos al amor de Dios nuestro Señor para los asuma en su acción salvadora, sanadora, generadora de vida y de dignidad, con la precedencia del padre Arrupe y de monseñor Romero que nos ayudan a presentarlos ante El. Por Jesucristo,Nuestro Señor.Amén.

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