lunes, 5 de diciembre de 2011

CLARITA SARMIENTO NOVA


13 de mayo de 1953
3 de diciembre de 2011
In pace Christi!
La señora Clarita Sarmiento Nova nació  el 13 de mayo de 1953 en el hogar de los señores José Antonio Sarmiento Santana e Inesita Nova Zambrano. Fue la cuarta de seis hermanos, precedida por Antonio José, Juan Manuel, Javier Mauricio y antecediendo a Ximena y a Josefina.
Niña de tiempo completo, gozó plenamente de su infancia, cuyos recuerdos venían constantemente a su memoria feliz. Sus estudios los cursó en la Normal de Señoritas de San Gil (Santander) y en el Colegio de La Presentación de Zipaquirá, donde se recibió de bachiller en noviembre de 1971. Vale decir que profesó un afecto particular por esta congregación de Hermanas Dominicas de La Presentación, personalizada en su notable cariño por nuestra tía la Hermana María de Jesús Sarmiento, y por sus formadoras las Hermanas Clementina de Jesús e Isabel de La Inmaculada.
En su vida universitaria cursó primero la carrera de terapia del lenguaje, y posteriormente la de odontología, en la que vino a realizar su servicio a la humanidad durante largos años de trabajo esforzado en el Instituto de Seguro Social y en la Secretaría de Salud de Bogotá.
El 29 de octubre de 1976 celebró su matrimonio católico con el Señor José Romero Flórez, con quien compartieron 35 años,  celebrados hace poco , ella ya en la extrema debilidad de su condición física y en la inmensidad de su espíritu.
De este amor nacieron Alejandro y Laurita, que hoy toman con dignidad la bandera de relevo de su bella madre.
De ella debemos destacar su particular carisma para construír vínculos y propiciar encuentros. Hija amorosa, hermana incondicional, esposa de todas las horas, mamá cuidadosa y protectora, amiga de siempre, con exquisito sentido de los vínculos familiares.   También, y no como cosa  adicional, sinceramente creyente en su Dios y Señor.
En el ejercicio de su profesión de odontóloga tuvo un especialísimo afecto por los más pobres, a quienes atendió con señalada sensibilidad  humanista, convirtiéndose a menudo en consejera, terapeuta, orientadora y constante promotora de su dignidad humana. Esto le traía profundas satisfacciones.
Tenía también la reciedumbre del solar santandereano en el que creció. Por eso no faltaban en ellas las expresiones de carácter recio, intenso, que no eran otra cosa distinta de concreciones de su nobleza, a pesar de que a algunos les pudiesen parecer fuertes. Esto lo combinaba con la ternura de su ser femenino, y con ese espíritu que le animó a ser siempre inspiradora de los ámbitos donde estaba.
El 8 de noviembre de 2010 tuvimos la noticia de su enfermedad. Empezó esta fase decisiva en la que se comprobaron con creces su entereza, su confianza incondicional en Dios, la calidad de su espíritu, su temple. Afrontó el rigor de la quimioterapia y se sometió a todos los procedimientos médicos, hasta que , a finales de septiembre, su cuerpo empezó a declinar, sin menoscabar en ella la lucidez habitual de toda su historia.
En la madrugada de ayer, 3 de diciembre, el buen Dios la abrazó y con el Señor Jesús la llevaron a la bienaventuranza definitiva, donde ahora está haciendo realidad su ilusión de estar con nuestros queridísimos padres José Antonio e Inesita, bello trío en el que el Señor Sarmiento, caballero de fina estampa,  estará interpretando pasillos y bambucos en su piano eterno, dedicados a su esposa y a su hija, también hidalgas como él.
Bella niña, noble señora, recia mujer, Clarita Sarmiento Nova, gracias por la hermosura de tu relato vital! Entra en el gozo de tu Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog