Miercoles 7 de diciembre.

Buenos días.
Las lecturas para hoy:
http://lecturadeldia.com/Miercoles.htm

El mundo está lleno de la grandeza de Dios (Gerard Manley Hopkins)
Me detengo por un momento en su Presencia
a mi alrededor, en todo mi cuerpo, y en lo más profundo de mi ser.

Hay muy pocas personas que se dan cuenta lo que Dios haría en ellas si se abandonaran totalmente en sus manos, y se dejaran formar por su Gracia (San Ignacio).
Ruego por la gracia de confiar totalmente en el amor de Dios.

Señor, ayúdame a ser plenamente consciente de tu Santa Presencia. Me envuelves en tu Amor. Que mi corazón pueda convertirse en uno con el Tuyo.

Mateo 11: 28-30

Jesús dijo: "Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga liviana."

• Imagino a Jesús diciéndome estas palabras, en este momento. La mayoría de la gente diría que ellos están cansados y agobiados con problemas. Jesús se ofrece a sí mismo como alguien que tiene su propia carga, pero que está contento de cargar también con la mía.
  
• ¿Cuáles cargas llevo sobre mis hombros? ¿Las puedo compartir con Jesús? El yugo era originalmente el término usado para nombrar la opresión de los romanos hacia los judíos. La gente se sentía aplastada por las demandas de Roma. Jesús promete que si me uno a él, no será opresivo. Pido sentir la ligereza y la energía que él me ofrece.
  
• A menudo estoy cansada(o), Señor, y mi carga me pesa mucho. Cuando observo a los cristianos, algunos parecen de verdad estar relajados y contentos en tu Presencia. Otros se ven tensos y agitados, personas inquietas que debemos evitar.Tú tienes una Presencia gentil y humilde; si me siento presionada(o) en mi oración, algo está mal. Un signo de tu Presencia es que mi alma se siente descansada.
  
  Que sentimientos surgen en mí­ al orar y reflexionar sobre la Palabra de Dios?
  Me imagino a Jesús mismo sentado o de pie, cerca mío, y le abro mi corazón.
  
  
  Gloria al Padre y al Hijo y al Espiritu Santo;
  como era en el principio, ahora y siempre,
  por los siglos de los siglos.
  Amen