jueves, 15 de diciembre de 2011

JUEVES 15 DE DICIEMBRE


Lecturas
1.     Isaìas 54: 1-10
2.     Salmo 29: 2-13
3.     Lucas 7: 24-30
“Canta de gozo, la estéril que no dabas a luz; rompe a cantar de jùbilo la que no tenìas dolores; porque la abandonada tendrá màs hijos que la casada – dice el Señor –“ (Isaìas 54: 1), y “Aunque se retiren los montes y vacilen las colinas, no te retirarè mi lealtad ni mi alianza de paz vacilarà – dice el Señor, que te quiere” (Isaìas 54: 10).
1.     Vamos a fijarnos en aquellas personas cuyas realidades se dan permanentemente en el desencanto, en la imposibilidad de lograr el reconocimiento de su dignidad, todas estas cuestiones que diariamente son materia de tantas y tan grandes preocupaciones: la pobreza extrema, el abandono, la carencia de oportunidades, el no sentirse personas.
2.     Què es lo que determina esta desesperanza? Es una simple inercia de una estructura social que produce ricos y pobres al mismo tiempo, y esto sin conciencia ni intención explìcitas? O hay una perversión deliberada, presente en opciones  concretas de seres humanos que deciden que para que la economía sea “sostenible” las cosas tienen que ser asì? Miremos en nuestra oración de hoy todo esto que hace que millones de hombres y mujeres sientan que su vida se acabò.
3.     “La estéril que no daba a luz” debe vivir irremediablemente condenada a esta fatalidad? Dònde están las alternativas para que la vida de todos estos hermanos tenga sentido, viabilidad, ejercicio gozoso de su humanidad? Nos sentimos nosotros instrumentos de Dios para dar cauce a estas expectativas? En nuestra vida bulle la pasión reivindicadora de los condenados de la tierra?
4.     Nuestro Dios, el que nos invita a implicarnos en este proyecto, es incondicional en un 100 % con la suerte de esta humanidad doliente, pero es imperativo de su parte contar  con nosotros para que todo esto sea efectivo en la historia real, de tal manera que esto inspire sustancialmente todas nuestras intenciones, actitudes y pràcticas. Tomamos el reto?
Què salieron a contemplar en el desierto? Una caña sacudida por el viento? Què salieron a ver? Un hombre elegantemente vestido? Miren, los que visten con elegancia y disfrutan de comodidades habitan en palacios reales. Entonces, què salieron a ver? Un profeta? Les digo que sì, y màs que un profeta” (Lucas 7: 24-26).
1.     Estas palabras de Jesùs se refieren a Juan, el Bautista. El no fue una “caña agitada por el viento”, expresión que se refiere a personas vacilantes, inestables, de poco peso espiritual y humano. Tampoco vivió en el lujo y las comodidades. A eso se refieren, las indicaciones que hace Jesùs sobre el “modus vivendi”. Llevar vestimentas refinadas y vivir en medio de gran confort son indicios de que se trata de personas que no están en condiciones de entender y asumir lo propuesto por  Juan y, mucho menos, lo de Jesùs.
2.     La forma de vida condiciona la forma de pensar y de sentir. El “desde donde” se vive determina el “como se ve” la vida. Entendemos las carencias de los pobres? Nos pasa por la mente y el corazón lo que significa vivir por debajo del “mínimo vital”? Las hambrunas africanas, la violencia que desplaza sin piedad, el despojo total, son para nosotros noticias que suceden “por allà” o tocan hondamente nuestra sensibilidad y nos proponen cambios radicales en nuestro modo de vida?
3.     Somos capaces de despojos, renuncias  en función de este imperativo de la solidaridad? Tenemos disposición para superar la condición de “cañas agitadas por el viento” y pasar a ser profetas vigorosos, narradores vitales del amor de Dios que da la esperanza decisiva a los últimos del mundo?
4.     Miremos a Juan Bautista y   dejemos que su figura, su ministerio, su palabra, conmuevan los cimientos de nuestro ser.

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