Miercoles 21 de septiembre.

Buenos días a todos.
Las lecturas para hoy:
http://lecturadeldia.com/Miercoles.htm


Estar presente es llegar tal cual uno es, y abierto hacia los demás.
En este momento, cuando he llegado aquí, Dios está presente, esperándome.
Dios siempre llega antes que yo, deseando contactarse conmigo como el mejor de mis más íntimos amigos.
Hago una pausa y doy la bienvenida al Dios que me ama.

Dios no está ajeno a mi libertad.
Su Espiritu da vida a mis deseos más íntimos,
empujándome suavemente hacia el bien.
Pido la gracia de dejarme envolver por el Espiritu Santo.


Cómo me siento en realidad? Bien? No tan bien?
Puedo estar muy en paz, feliz de estar aquí...
También puedo sentir frustración, preocupación o enojo...
Asumo cómo estoy en realidad. Es el yo real el que Dios ama...

Mateo 9:9-13
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."

• A pesar de estar preocupado de sus balances y tasas, Mateo estaba preparado para oír un mensaje más profundo. ¿Cómo puedo preservar el estar lista/o para escuchar los llamados de Jesús, cuando estoy en el medio de mis ocupaciones diarias?
  
• Nos sentimos desafiadas/os cuando vemos que Jesús era tolerante con los pecadores, así que a veces nos relajamos y nos imaginamos que Él era tolerante al pecado. Me doy un tiempo de oración para llegar a comprender a Jesús más plenamente.
  
  

 Siento que reacciono en alguna forma al orar con la Palabra de Dios? Me siento desafiada(o), confortada(o), enojada(o)?
Imagino a Jesús sentado o de pie, a mi lado; le hablo sobre mis sentimientos, como al mejor de los amigos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espiritu Santo;
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amen.