jueves, 18 de agosto de 2011

JUEVES 18 DE AGOSTO


Es la memoria de San Alberto Hurtado (1901-1952), jesuita chileno, destacado por su compromiso con los más pobres de su país, canonizado en 2005 por el Papa Benedicto XVI.
Lecturas
1.      Santiago 2:14-18
2.      Salmo 1:1-8
3.      Mateo 25: 31-40
La propuesta es orar a partir de la vida de este santo, hombre cuyo seguimiento de Jesús se destacó por el servicio a los más pobres, creando programas educativos, preventivos, para dignificarlos y apoyarlos en su deseo de llevar una existencia constructiva. La biografía adjunta ilustra suficientemente para conocer su relato vital, lo mismo que el sitio web www.jesuitas.cl (Provincia de la Compañía de Jesús en Chile), buscando el vínculo INSTITUCIONAL se pasa al vínculo SAN ALBERTO HURTADO,S.J., también en www.padrehurtado.com
La primera lectura nos pone ante un interrogante vital que hace “control de calidad” a la existencia cristiana: “Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de ustedes les dice: vayan en paz, caliéntense y hartense, pero no les dan lo necesario para el cuerpo, de qué sirve? Pues así es también la fe: si no tiene obras, está realmente muerta” (Santiago 2: 15-16). En el mismo sentido va el texto de Mateo, con la parábola del juicio final: “Y el rey les dirá: les aseguro que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron” (Mateo 25:40).
Alberto Hurtado no fue un piadoso en el sentido tradicional del término. Dotado de unas condiciones humanas de primera, cursó primero su carrera de abogado en la Universidad Católica de Chile, y concluída ingresó en la Compañía de Jesús. Siempre fue un hombre de sincera espiritualidad, simpático y de genuina alegría, tuvo la capacidad de interpretar como seguidor de Jesucristo los “signos de los tiempos” y este ejercicio le llevó a fijarse en la injusticia y en quienes la padecían.
De ahí surgió su apostolado social y densamente solidario, en el que los jesuitas chilenos siguen plenamente comprometidos, lo mismo que muchos laicos. El Hogar de Cristo, la revista Mensaje, son, entre otras evidencias, testimonios de su inmensa pasión por el prójimo débil y excluído.
Este hombre de Dios nos pone sobre la mesa asuntos gruesos para el ser cristiano: nuestra fe es consistente en materia de solidaridad? Ayudar a los demás para nosotros es algo esporádico: dar limosnas de vez en cuando, sin más? O sentimos que la opción por los pobres es algo normativo en nuestro proyecto de vida? Y así lo asumimos y vivimos? Sabemos articular nuestra experiencia de oración y discernimiento con una práctica constante y creciente de compromiso social? Entendemos que en este camino que nos lleva a seguir a Jesús la fe se debe expresar en obras, como lo proponen los textos de este día?
Alberto Hurtado fue un gigante del espíritu, un ser humano estupendo, vivió su condición de jesuita con gran y sinceridad. En su momento jóvenes chilenos siguieron sus pasos, muchos de ellos, ahora beneméritos ancianos, viven aún. Es conmovedor ver el entusiasmo que en Chile suscita la figura del Padre Hurtado. Dejemos que en este día el Espíritu trabaje en nosotros a través de él.
Y pongamos en nuestra oración el proyecto CASITAS BIBLICAS, que en Cartagena del Chairá (Caquetá) empiezan a animar las personas integrantes del programa MUMIDAVI, Mujer Milagro de Amor y Vida, para conocer y vivir mejor al  Señor Jesús, en el contexto de una bellísima obra social de dignificación de la mujer de esta región del país, muy azotada por la violencia.
Con Monseñor Romero y el Padre Arrupe, del mismo talante de San Alberto Hurtado, presentemos al Señor a todos nuestros hermanos de la LISTA  y con nuestra oración y solicitud por ellos-as expresemos en obras la consistencia de nuestra fe. Amén.

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