martes, 23 de agosto de 2011

MARTES 23 DE AGOSTO


Lecturas de hoy
1.      1 Corintios 7:25-35
2.      Salmo 44: 11-17
3.      Mateo 19:3-12
Al ver el contenido de las lecturas de hoy pienso que se impone una mirada saludable y constructiva sobre la afectividad y la sexualidad humana, enraizando estas dos realidades en una visión trascendente del ser humano. San Pablo plantea el valor del celibato como opción de vida y Jesús, respondiendo a preguntas capciosas de un grupo de fariseos, enseña sobre la dignidad del matrimonio y sobre lo que esto implica para la vida de quien pretende ser fiel a Dios en esta opción.
Hemos pasado de una mentalidad muy inserta en el medio cristiano, tanto católico como protestante, marcada por una alta obsesión ante la sexualidad como la mayor fuente de pecado a una permisividad extrema y a la puesta en vigencia de posturas bastante subjetivas ante el asunto, prescindiendo de los valores que se derivan de la fe y de los que se proponen en otros ámbitos de la sociedad .
El sexto mandamiento se convirtió en la obsesión de predicadores, sacerdotes y pastores, y se llegó al extremo de considerar que los más graves pecados eran los que se cometían en esta materia; por aquello de las contradicciones propias de la dialéctica ahora predominan las mentalidades y estilos diametralmente opuestos.
Cómo proceder saludablemente en una visión digna del ser humano inspirada en el Evangelio de Jesús?  San Pablo nos da una pista: “Les digo todo esto para su bien, no para ponerles una trampa, sino para inducirlos a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones” (1 Corintios 7:35). Es preciso tener en cuenta el contexto en el que San Pablo escribe esto, ellos pensaban que la venida definitiva del Señor era inminente, de ahí la insistencia para estar preparados y libres de ataduras. Por esto mismo no podemos ver aquí una visión peyorativa del estado matrimonial sino una invitación  a estar disponibles para la plenitud de Dios.
En el camino cristiano hay una vocación fundamental: vivir dignamente como hijos de Dios configurados con Jesucristo, desde ahí entendemos todas las vocaciones “especializadas”: el matrimonio que es el modo por el que optan la mayoría de las personas, el ministerio ordenado, el celibato, la soltería libre y tranquila. Ninguno de estos estados de vida es más importante que el otro pues todos están bajo el común denominador ya referido. Lo esencial es que las personas que optan por uno u otro modo se encuentren allí plenas y realizadas, y vivan con gozo las consecuencias de su decisión, siempre abiertas a la gracia de Dios pero respondiendo también con una libertad responsable y buscando todos los medios humanos y espirituales para vivir con el mayor sentido posible la respuesta al llamamiento.
Luego el texto de Mateo nos lleva a la protección del matrimonio y a la constitución de garantías que propician la felicidad de los esposos asumiendo la condición conyugal no como una carga pesada sino como un proyecto de vida en común que apunta hacia la realización de ambos. La enseñanza del cristianismo acerca del vínculo indisoluble es justamente para defender la dignidad humana y también para proponer un desafío de la mayor responsabilidad asumiendo todo lo propia de la esponsalidad, sin incurrir en la tentación de claudicar ante la dificultad, que es inherente al ser humano: “No han leído que el Creador, desde el principio, los hizo hombre y mujer, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán uno solo? De manera que ya no son dos sino uno sólo. Por tanto, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre” (Mateo 19: 4-6).
La invitación es para orar hoy sobre el valor del matrimonio y de la familia, y también sobre el valor del celibato, optado con entera libertad como un signo de la plenitud definitiva del reino de Dios y su justicia. En las dos posibilidades está presente el don del Espíritu animando y estimulando para una existencia feliz.
Especial oración por las “piedras en el camino: : la infidelidad conyugal, los desajustes familiares, los niños desprotegidos, los celibatos vividos con neurosis, los escándalos de pedofilia y otro tipo de conductas incompatibles con el talante evangélico. Somos humanos y, por lo mismo, frágiles: qué nos dicen estas realidades? No hagamos juicios taxativos sobre la vida de los demás, miremos nuestra interioridad y dejémonos llevar por el Señor.
En este ofertorio de COMUNITAS MATUTINA presentemos al Señor a todos nuestros hermanos de LA LISTA, sin bajar la guardia, sin menoscabar el ánimo orante, y sigamos orando por todos ellos. Tengo una gran impresión al conocer las dolorosas circunstancias en las que fue asesinado Diego Felipe, seguimos orando por él y por sus padres.
También les pido una oración especial por mi hermana Clarita que tendrá durante toda esta semana un nuevo ciclo de quimioterapia, igualmente por el jovencito Nicolás Osorio Hernández (16 años) quien viaja hoy de Colombia a Australia para reunirse con su mamá, papá y hermanito, después de un año de ausencia . Dios lo lleve con bien.
Con el Padre Arrupe y con Monseñor Romero los presentamos a nuestro Dios. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog