lunes, 1 de agosto de 2011

LUNES 1 DE AGOSTO

Lecturas de hoy
1. Números 11: 4-15
2. Salmo 80:12-17
3. Mateo 14:22-36
Es la memoria de San Alfonso María de Ligorio, fundador de la congregación de religiosos redentoristas, y destacado renovador de la teología moral en su tiempo.
El relato del libro de los Números, en la travesía de Israel por el desierto, refiere un momento de fuerte crisis, causada por el tener que compartir el alimento con gentes de otras procedencias; también Moisés, el guía mayor, experimenta angustia y desesperación: “De dónde sacaré carne para repartirla a todo el pueblo? Vienen a mí llorando: danos de comer carne. Yo sólo no puedo cargar con todo este pueblo, porque supera mis fuerzas. Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir;concédeme este favor, y no tendré que pasar tales penas” (Número 11:13-15)
Se parece esto a algo que hayamos experimentado en nuestra vida? Cómo nos hemos sentido en situaciones límite, extremadamente críticas? Hemos llegado a la total desesperación? Buscamos ayuda en personas de confianza o que tienen condiciones para darnos soporte? Renegamos de Dios? Cómo es nuestra experiencia de Dios en estas circunstancias? Qué ha resultado para nuestra vida después de una experiencia especialmente difícil y dolorosa?
Este tipo de realidades no son fin en sí mismas, suceden porque hacen parte de la fragilidad humana y del carácter precario de la historia. Lo que cabe es desarrollar unas disposiciones interiores que nos hagan aptos para afrontar de modo constructivo y creativo el dolor, a sabiendas de que este es intenso e inevitable. Algún amigo jesuita nos decía hace años: “Lo que importa no es lo que pasó, sino lo que vas a hacer con eso que pasó”.
El texto de Mateo nos relata a Jesús caminando sobre las aguas y el intento fallido de Pedro por hacer lo mismo. “Anímense! Soy yo , no teman” (Mateo 14:27), dice Jesús a los discípulos atemorizados, y luego confronta a Pedro: “Hombre de poca fe! Por qué dudaste?” (Mateo 14: 31).
Tenemos certeza de que Jesús es el Hijo de Dios y en nuestra cotidianidad desarrollamos esa confianza decisiva? Es para nosotros El la evidencia definitiva de Dios? En todos los momentos de la vida, felices o críticos, está presente esa confianza? Descubrimos en El la plenitud de Dios? Esto nos anima a vivir con sentido y esperanza? Tenemos dificultades para creer? Temores, inseguridades?
Pidamos al Espíritu en esta mañana inicial de agosto mente y corazón abiertos para orar a partir de estos textos y de las preguntas que ellos suscitan, especialmente en lo que toca a las grandes certezas y confianzas de nuestra vida.
Y sigamos confiados en el Dios que salva y libera presentando a todos nuestros hermanos de LA LISTA para que sean bendecidos con la salud y con la plenitud espiritual, con la intercesión del Padre Arrupe y de Monseñor Romero. Por Jesucristo,Nuestro Señor.Amén.

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