miércoles, 17 de agosto de 2011

MIERCOLES 17 DE AGOSTO


Lecturas de hoy
1.      Jueces 9:6-15
2.      Salmo 20:2-7
3.      Mateo 20: 1-16

Hoy las lecturas nos hablan de la gratuidad de Dios, realidad a la que podemos llamar desmedida, desbordante, ilimitada. Primero en la parábola de los  obreros de la viña, que trae el texto de Mateo, en la que el propietario paga el mismo monto a los trabajadores contratados a lo largo de las diversas horas del día, sin distinguir pago mayor o menor por el tiempo dedicado al oficio: “Tras cobrarlo, se quejaron al propietario;le dijeron: estos últimos no han trabajado más que una hora, y resulta que les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor. Pero él contestó a uno de ellos: amigo, no te hago ninguna injusticia. No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte quiero dar a este último lo mismo que a ti” (Mateo 20: 12-14).
Esta es la lógica del reino de Dios: todos tienen iguales oportunidades de plenitud, de beneficio, de salvación, de plenitud, de implicación del Señor en sus vidas, aquí no hay límite ni medida; el beneficio es universal, con toda generosidad. Marca un contraste con la milimétrica economía religiosa del judaísmo. También los que llegan tarde tienen derecho al don como los primeros.
Cómo influye esto en el sentido de las esperanzas que alimentan los seres humanos cuando hay tantas realidades del mundo que invitan al desencanto y a la desilusión? Tanta falta de oportunidades, tantas exclusiones, tantas negativas a la dignidad, también tantas exigencias y reglamentos religiosos formulados sin comprensión del corazón humano hasta el punto de agobiar y excluír! Y cómo Jesús provoca este “orden” anunciando un reino que es absolutamente equitativo, al revelar un Dios que sobrepasa la justicia.
Cómo es nuestra vida vista desde esta perspectiva? Vamos por el camino de lo estrecho, desconocemos la gratuidad, marcamos a los otros con nuestros cálculos meditados, sin amplitud de miras? O nos dejamos llevar por este Dios que es justo y más que justo, y entramos en el orden de la gracia, del beneficio ilimitado? Nos dejamos asumir por este ejercicio desmedido de amor y de acogida? Porque la mentalidad dominante no es así, lo sabemos muy bien.
En el texto del libro de los Jueces se refiere una historia, en el contexto de la proclamación de Abimélec como rey de Israel, quien se ha rodeado de extranjeros y ha matado a sus hermanos, solamente sobrevive Jotán, quien , censurando la realeza de su hermano criminal, cuenta la parábola que ustedes leen , y que a la postre lleva a concluír que no encontraron un rey digno de ser ungido como tal y por eso acudieron a este que los traicionó: “Ahora pues, creen ustedes haber obrado con sinceridad y lealtad al elegir rey a Abimélec? Se han portado bien con Yerubaal y su familia y le han tratado según el mérito de sus manos?” (Jueces 9:16).
Cuántas veces queremos manipular a Dios y someterlo a nuestros dictámenes y planes premeditados, sofocando la gratuidad, no lo dejamos ser Dios, o buscamos su beneficio donde no está, y donde se presentan realidades diametralmente opuestas a su iniciativa salvadora , como en este penoso caso de Abimélec. Esto sucede incluso con realidades “religiosas” que no se caracterizan por su generosidad sino por su estrechez de miras, por su miopía, por su desconocimiento de la generosidad extrema del Padre revelado en Jesucristo.
Con estas sugerencias para la oración, iniciemos este día también ofreciendo a nuestros hermanos de LA LISTA a la total generosidad de Dios, a los que se integraron en noviembre, y a los que se integraron ayer, para que sean acogidos por sus bendiciones y por su voluntad de plenitud para cada uno-a, confiando en que su capacidad ilimitada de amor los beneficie con salud, con dignidad, que El sea todo en ellos y ellas, como lo fue en la vida de Monseñor Romero y del Padre Arrupe. Por Jesucristo,Nuestro Señor. Amén.

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