viernes, 5 de agosto de 2011

VIERNES 5 DE AGOSTO

Lecturas de hoy
1. Deuteronomio 4:32-40
2. Salmo 76:12-16 y 21
3. Mateo 16:24-28
El texto que nos propone Deuteronomio es una memoria agradecida a Dios por todos los dones y beneficios con los que se ha manifestado en el pueblo de Israel: “Reconoce hoy y aprende en tu corazón que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra y no hay otro” (Deuteronomio 4:39). Celebrar es un ejercicio de memoria y actualización: reconocer el pasado, integrarlo en la vida y experimentar que sigue vigente dando sentido, abriendo a la trascendencia, haciendo de la vida un proyecto de esperanza. Por eso los creyentes de Israel en la tradición deuteronomista reconocen - y esto con carácter esencial – la acción liberadora de Dios en su vida individual, colectiva, en la totalidad de su historia.
Una buena sugerencia para la oración de hoy es esta de la MEMORIA AGRADECIDA, un recuento de todo lo recibido de Dios, y cómo eso ha dado significado a nuestras vidas. Si Dios es gratuito y abundantísimo en sus dones también eso nos implica a nosotros. Sabemos vivir en perspectiva de gratuidad? O somos calculadores y milimétricos? Hacemos el esfuerzo de construír en nosotros una actitud de agradecimiento? Con ello reconocemos que necesitamos de Dios y de los demás? O nos dejamos llevar por milimetrías y minuciosidades?
Por otra parte, el texto de Mateo nos invita al seguimiento radical de Jesús: “El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga” (Mateo 16:24). Jesús no se anda con medianías y lo que nos propone demanda la totalidad de la persona, con el criterio de hacer ruptura liberadora con realidades, situaciones, ideologías, personas, que nos amarran y que no entran dentro de la lógica del seguimiento, con eso que llamamos la renuncia a sí mismo, a hacer del propio yo la medida de todo, a deponer comodidades y privilegios para asumir un modo de vida abnegado en el que el referente de identidad y de vida es el mismo Señor Jesús.
Nuestra manera de ser cristianos es un cómodo ajuste con prácticas rituales, pertenencia institucional tranquila a la Iglesia, búsqueda de buen nombre, buena conciencia? O estamos abiertos en discernimiento a renunciar a status, beneficios, tranquilidad, y a hacer “oblación de mayor estima y momento”, como dice San Ignacio, para atender el llamado con la máxima generosidad? Hemos pensado y sentido con nuestros hermanos de LA LISTA lo que para ellos significa estar enfermos y limitados con otras posibilidades de su vida? Y lo que esto implica para ellos en términos de cruz y abnegación?
Con el Padre Arrupe y con Monseñor Romero presentémoslos al Padre Dios para que los bendiga con el don de la salud y con el temple para seguir los caminos de su Hijo,Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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