viernes, 26 de agosto de 2011

VIERNES 26 DE AGOSTO


Lecturas
1.      1 Tesalonicenses 4:1-8
2.      Salmo 96: 1-12
3.      Mateo 25:1-13
Las lecturas de hoy nos aportan nuevamente al compromiso de la vigilancia, esta vez con la parábola de las muchachas necias y de las muchachas previsoras, que concluye con las palabras de Jesús: Manténganse Ustedes despiertos – añadió Jesús -, porque no saben ni el día ni la hora” (Mateo 25: 13). Por su parte, San Pablo, en el texto de  1 Tesalonicenses reconoce el contenido de una vida vigilante: “Ahora, hermanos, les rogamos y encargamos esto en nombre del Señor Jesús: que sigan Ustedes progresando cada día más en la manera de comportarse que aprendieron de nosotros para agradar a Dios, como ya lo están haciendo” (1 Tesalonicenses 4: 1).
Recuerdan Ustedes que  en las reflexiones de cuaresma de COMUNITAS MATUTINA propusimos una secuencia que llamamos de la NUEVA HUMANIDAD, en la que se presentaron los rasgos del perfil  ideal de un ser humano configurado con Jesús. Si los conservan los pueden revisar, pues justamente estos son los aspectos esenciales de la vigilancia:
1.      La lucidez crítica y la pasión por la verdad
2.      La conciencia de la gratuidad de Dios y del propio vivir entendido como don
3.      La libertad de espíritu
4.      La dimensión lúdica y estética de la vida como condición  de posibilidad para la experiencia de Dios y para una mejor humanidad. El gozo de vivir.
5.      La vida sobria y austera, la capacidad de compartir, la autonomía ante la sociedad de consumo
6.      La pasión por la justicia y la denuncia profética de todo lo que atente contra la dignidad humana
7.      La actitud ecuménica: el reconocimiento respetuoso de todo lo que es diferente de nosotros (étnico, sociocultural, político, religioso, etc.) y el compromiso humilde con esa diversidad desde la propia identidad
8.      El compromiso solidario con los más débiles y excluídos de la humanidad: una vida entendida como servicio
9.      La coherencia testimonial: mi vida como relato de fidelidad
10.  Disposición para donar la vida, sin reticencia: abnegación
11.  La esperanza como actitud articuladora de toda la vida: pasión por el futuro desde un presente vivido en vigilancia.
12.  Dios: futuro  y plenitud del ser humano.
Dicho de otro modo: la vigilancia cristiana consiste en ser siempre, de modo constante y creciente, un excelente ser humano al estilo de Jesús. No se trata de volverse buena persona sólo cuando sentimos que la vida está amenazada, o que estamos en una situación límite, eso es como el síndrome de “eso lo dejo para el año entrante…. Por ahora sigamos en las mismas”. El cambio de actitud estaría dado por el miedo y no por la convicción de llevar una existencia auténtica.
Que esta invitación del Señor a la vigilancia sea el motivo para hacer un control de calidad a nuestra vida, siguiendo los criterios referidos antes. Una pausa en el trajín para entrar a fondo en nuestra interioridad y  verificar si estamos vigilantes o definitivamente descuidados….
Qué bella y seductora es la vida cuando se vive a tope, con sentido y trascendencia, con esperanza, con rectitud!! Esta es la vigilancia. La invitación es a no desperdiciar todas las posibilidades que Dios nos ha dado y nos sigue dando cada día para una existencia significativa, muy significativa.
Y en este propósito, entendemos que una de las grandes expresiones de la vigilancia es la cercanía y el compromiso con los hermanos y hermanas que están afligidos por alguna razón: enfermedad, abandono, vacío existencial, pobreza, desencanto. Así, reiteramos nuestro firme compromiso de presentar a todos nuestros hermanos de LA LISTA al Padre Dios para que los acoja y bendiga con salud, empeño de vivir, sentido, espiritualidad, afecto. Con ellos estamos y siguiendo tras Monseñor Romero y el Padre Arrupe  al Señor los confiamos. Amén.

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