domingo, 16 de octubre de 2011

DOMINGO 16 DE OCTUBRE

Lecturas 
  1. Isaìas 45: 1-6 
  2. Salmo 95:1-10 
  3. 1 Tesalonicenses 1:1-5 
  4. Mateo 22:15-21 
Es el domingo XXIX del tiempo ordinario. 
La consideración central que propone la Palabra para este domingo està dada por la respuesta que Jesùs da a unos discípulos de los fariseos que le interrogan acerca de la licitud de pagar los impuestos al Cèsar, al imperio romano: “ Pues den a Cèsar lo que es del Cèsar, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22: 21). Es la invitación a un discernimiento de prioridades. 
Sabemos que el pago de tributos al poder romano era visto con profunda antipatía porque se trataba de un gobierno de ocupación, un imperio que se apoderò por la fuerza del país de Palestina, avasallò a sus autoridades y ejerció un mando autoritario y nada comprometido con las necesidades reales de sus habitantes, como suelen hacerlo las potencias político-militares que se adueñan de territorios que no son los suyos. 
La pregunta es abiertamente capciosa pues quieren escuchar de boca de Jesùs argumentos para ponerle en contra de los romanos. La manera como El contesta es iluminadora y nos brinda elementos juiciosos para nuestra actitud ante gobiernos y autoridades. 
Quien es Dios y cuàl es su voluntad de salvación y de liberación? Quièn es el emperador y cuàl es su proyecto? Al pedir Jesùs la moneda les està poniendo en evidencia la finitud de lo que ella significa, su pequeñez, su temporalidad, su caducidad, y eso es lo que corresponde al Cèsar: pàguenle eso que està pidiendo y dedíquense a la verdad de Dios que no tiene lìmites históricos, que desborda los planes de los señores de este mundo, y que se implica amorosamente en nuestra vida para darnos el sentido definitivo de la misma. 
No se desprende de aquí una invitación al desacato y a la anarquía ante el poder civil, pero una saludable relatividad que nos lleva a  valorarlo: si es justo, si trabaja honestamente por el bien común, si se ejerce como servicio, si està configurado con la ley, si es respetuoso de los derechos de todos, si es digno y comprometido;o, si por el contrario, es autoritario y despótico, si se ejerce sòlo a favor de unos intereses egoístas, si abusa del poder, si no promueve la justicia y el derecho, si no es recto en sus  procedimientos. La trascendencia de Dios y la dignidad humana son las claves para discernir sobre el valor de este o aquel gobierno. 
Asì como unos se ejercen cabalmente y conforme a los dictados del valor del ser humano y de la sociedad, muchos han sido indignos, violentos, dictatoriales, promotores de leyes injustas. No se trata – siempre es bueno advertirlo – de fundamentalismo religioso para decidir sobre cual  régimen es bueno o no. Se trata de un ejercicio crìtico y profético, al que tenemos derecho todos los seres humanos, para determinar responsablemente si los gobernantes cumplen justamente con el cometido que se les confiò. 
Ante los poderes humanos Dios es superior, no por razones de triunfalismo, tema incompatible con el genuino espíritu ceyente, sino por razones del sentido último de la existencia humana y de su historia. Los poderes del mundo pasan, Dios permanece amando, dando vida, dignificando, salvando, redimiendo, liberando. 
El texto de Isaìas, primera lectura de hoy, pone de presente el valor de Ciro, rey de Persìa, que sin ser creyente israelita, gobierna con justicia a favor del pueblo que està viviendo el durísimo período de cautividad en Babilonia, desarraigado de su tierra, de su cultura, de sus tradiciones, de su religión, Ciro cambia el modelo del monarca dominante abusivo por el del señor de justicia y de reconocimiento de la dignidad de los israelitas.  Y el texto lo expresa asì: “Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de no hay Dios alguno.Te pongo la insignia aunque no me conoces,para que sepan de oriente a occidente que no hay otro fuera de . Yo soy el Señor y no hay otro” (Isaìas 45: 5-6).  
Con esto se destaca el honor merecido por Ciro de ser reconocido como rey de justicia, porque ha sabido entender el sentido de las convicciones espirituales y religiosas de Israel y ha trabajado por devolverle su dignidad, en la perspectiva del único y verdadero Dios. 
Para nuestra oración de este domingo se impone el retorno a aquello que San Ignacio de Loyola, en el comienzo de sus Ejercicios Espirituales, propone como el principio y fundamento, que es Dios mismo. Este Dios, que se nos ha mostrado de modo pleno en Jesucristo, no es un tirano absolutista que demanda todos los honores para , poniéndose celoso e intransigente ante posibles competidores que pondrían en peligro su primacía. Este Dios , como lo hemos afirmado a menudo, es un Dios apasionado por nuestra felicidad, decidido a hacernos dignos y libres, capaz de todo por amor a nosotros, y por eso en Jesucristo nos ha manifestado su total capacidad de donación, de trascendencia, de rechazo de todo poder injusto, de realización de la genuina justicia que salva y que libera. 
Sea también un pretexto para orar sobre lo que sucede en este momento en diversos lugares de nuestro mundo en los que se dan tensiones sociales y políticas muy fuertes que afectan gravemente el bienestar y la tranquilidad de muchos hombres y mujeres. Al hacerlo pongámonos ante el único Dios verdadero, que desbarata idolatrìas, para seguir empeñados en la construcción de un ser humano digno y respetado, y de unos tejidos sociales comprometidos con la inclusión y el reconocimiento de los derechos de todos. 
Demos a Dios lo que es de Dios y al Cèsar lo que es del Cèsar. 
Y, finalmente, què nos dice lo que con satisfacción expresa Pablo a los cristianos de Tesalònica en la segunda lectura de hoy?:” Damos siempre gracias a Dios por todos Ustedes, mencionándolos en nuestras sùplicas a Dios nuestro Padre, recordando su fe activa, su amor solìcito y su esperanza perseverante en el Señor nuestro Jesucristo” (1 Tesalonicenses 1: 2-3).  El apóstol reconoce en esta comunidad una experiencia comprometida del espíritu de la Buena Noticia, una actitud coherente con le seguimiento de Jesùs, una pràctica vital evangélica. 
Se puede decir eso de nosotros? Que ese estìmulo a los Tesalonicenses nos anime a ser sòlidos en la fe, fraternos, solidarios,generosos, configurados en la común esperanza en el Señor Jesùs, que sepamos dar el salto del mundo de las observancias rituales y de los cumplimientos legales al universo del Espìritu, saturados por El mismo, testigos del acontecer de Dios en la historia humana. 
Tengamos presente que nuestra manera de vivir puede ser indicativa para muchos. Si somos frìos y apenas “cumplidores” no seremos cristianos motivadores, si coherentes y esperanzados, seremos instrumentos para que otros se apasionen por Jesùs y por su Evangelio. En este mundo cansado de tantos liderazgos decepcionantes experimentamos que se nos ha sembrado una semilla de futuro, de pasión por la vida, de sentido pleno, de justicia, y ella nos viene del único y verdadero Dios que hace posible la libertad y la caída de los ídolos que esclavizan. 
Antonio Josè Sarmiento Nova,S.J. 
Provincia Colombiana de la Compañìa de Jesùs  
Pontificia Universidad Javeriana 
16 de octubre de 2011 

Fotografía: Diana Paola Sáenz Cástro.
Montañas que rodean Tunja, Boyacá 

1 comentario:

  1. Demos a Dios lo que es de Dios: demos tiempo y atención a nuestras familias, a nuestros amigos del alma, a la persona que comparte nuestro camino, a nuestro trabajo y las personas para quienes trabajamos. Demos sólo amor a todas las manifestaciones de Dios en nuestras vida. Demos al César (y todo lo que representa) algo más allá del cumplimiento de nuestras obligaciones. "En este mundo cansado de tantos liderazgos decepcionantes, experimentamos que se nos ha sembrado una semilla de futuro, de pasión por la vida, de sentido pleno, de justicia, y ella nos viene del único y verdadero Dios que hace posible la libertad y la caída de los ídolos que esclavizan." Rompamos la esclavitud con nuestras palabras y nuestros actos.

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